La Iglesia Católica no quiere una Constitución sin pactos ni una autonomía sólo para ricos
Redacción Bolpress
El Presidente Evo Morales aceptó que la Iglesia Católica participe como observadora o mediadora en la negociación política entre el oficialismo y la oposición que posiblemente comience este viernes en el Congreso. De entrada, la curia dejó en claro que el proyecto de Constitución Política del Estado y los estatutos autonómicos sólo serán legítimos si se aprueban en cabal cumplimiento del ordenamiento legal.
Se presentó el documento “Orientaciones Pastorales sobre el proyecto de la Constitución Política del Estado (CPE)” que define la posición de la Iglesia en torno a la crisis política en el país.
“Nuestra reflexión se centra prioritariamente en el proyecto de CPE porque tiene un alcance general y atañe al bienestar de toda la población y porque el país debe tomar conciencia de que con este proyecto se define la vida de la comunidad boliviana de los próximos decenios. Sin embargo, no se dejan de lado, entre otras, preocupaciones concurrentes relacionadas con la situación del país, los estatutos autonómicos y el estado de derecho”, dice el documento.
Según los obispos, la nueva CPE no puede entenderse al margen de las autonomías departamentales, y éstas tampoco pueden tener lugar sin un marco constitucional que las ampare y las regule. “Ambos procesos no pueden ser contradictorios y apremia buscar cauces de conciliación y complementación”.
Cualquier Carta Magna debe ser fruto del pacto social y un reflejo de unidad e inclusión, opina la Iglesia, pero el proyecto de Constitución en discusión no refleja un “verdadero pacto social”. De ahí que el nuevo texto constitucional debe darse sobre la base de un pacto social amplio, pluralista e incluyente de mayorías y minorías.
Por otro lado, añade, las autonomías departamentales “no pueden favorecer solamente a los grupos que siempre han sido los privilegiados; bien entendidas, han de conducir a construir una nueva y plena unidad de Bolivia, con la participación efectiva de los pueblos indígenas y de los demás sectores”.
La Iglesia considera urgente “restablecer el estado de derecho, promover la cultura de la legalidad y potenciar un aparato estatal democrático al servicio del bien común” que recoja lo mejor de las tradiciones democráticas de los pueblos indígenas y de la tradición republicana.
“Hagamos posible un pacto social, un decidido esfuerzo para alcanzar una convivencia pacífica, solidaria y justa, en el marco de la verdadera democracia, inspirada en los valores de respeto, armonía en la pluralidad, reciprocidad, colaboración, libertad personal y económica, solidaridad y subsidiariedad”.
“Construyamos un clima de apertura, renunciando a actitudes egoístas, visiones parciales y dejando de lado rechazos, insultos y descalificaciones”, exhortó el obispo de la diócesis de El Alto y secretario General de la Confederación Episcopal Boliviana (CEB) monseñor Jesús Juárez al momento de presentar el documento de posición de la Iglesia.
El Presidente Morales reiteró a prefectos y dirigentes cívicos que “el diálogo está completamente abierto; si quieren observadores internacionales bienvenidos, si quieren observadores de la Iglesia Católica o de la Iglesia Evangélica bienvenidos, todos debatamos los problemas del país, pero para unir a los bolivianos”.
Recordó que la nueva Constitución reconoce las autonomías “en el marco de la unidad del país y no con el carácter separatista como lo interpretan algunas regiones en sus estatutos”.
A las 16.00 de este viernes comienza la sesión conjunta de las cámaras de Diputados y Senadores para analizar las resoluciones de la Corte Nacional Electoral (CNE) que postergan los referéndums convocados para el 4 de mayo y que ilegalizan las consultas autonómicas convocadas por prefectos.
Sin acuerdos establecidos, legisladores del oficialismo y la oposición participarán en la sesión de Congreso convocada por el Vicepresidente Álvaro García Linera.
Si bien el principal partido opositor Podemos aseguró su presencia, algunos legisladores de esa tienda política como el senador Luis Vásquez no creen ni en la palabra del presidente del Congreso ni en la de sus congresistas. “Creo que ellos ya se han descartado, se han auto eliminado como interruptores válidos de un diálogo”.
Vásquez y algunos de sus colegas sospechan que el oficialismo convocó a la sesión de Congreso “para ver cuántos parlamentarios de la oposición va a haber. Si ven que hay menos de un tercio, inmediatamente van a querer ir a la elección de autoridades judiciales o tomar otro tipo de decisiones legislativas, como lo hicieron antes”.
El senador Roger Pinto dijo que no existe la mínima posibilidad de llevar adelante una reunión de directiva con jefes de bancada.
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