"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?
Mostrando postagens com marcador Obama. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador Obama. Mostrar todas as postagens

domingo, 26 de setembro de 2010

Obama e Bob Woodward na Casa Branca?

Can a president lead with Woodward watching?

By Kathleen Parker
Sunday, September 26, 2010; A25

Question of the day: Why do presidents give the White House keys to Bob Woodward?

I ask this with all due deference, respect, hat in hand, cape over puddle and other sundry gestures owed by ink-stained wretches like me to the Most Famous Journalist on the Planet.

Through several administrations, Woodward has become president ex officio -- or at least reporter in chief, a human tape recorder who issues history's first draft even as history is still tying its shoes.

For years he's been the best-selling first read on a president's inner struggles. His latest, "Obama's Wars," exposes infighting in the West Wing over how to handle Afghanistan.

The suggestion that there was discord in the Oval Office over whether to increase troop numbers in a brutal war theater is, frankly, of great consolation. If we don't worry ourselves sick about putting lives on the line, what exactly would we concern ourselves with? Who's dancing next with the stars?

What is of some concern -- at least based on those excerpts that have leaked thus far -- is that the president gets pushed around by the generals. And that impression feeds into the larger one that Barack Obama is not quite commander in chief. He seems far more concerned with being politically savvy than with winning what he has called the good war.

Cognitive dissonance sets in when Obama declares that "it's time to turn the page" in the war that he didn't like -- Iraq -- and that is not in fact over. Fifty thousand troops remain in Iraq, while the surge in Afghanistan seems to be not enough -- or too much for too long, already.

Whatever one's view of circumstances on the ground, whether in the wars abroad or in domestic skirmishes on Wall Street, Obama seems not to be the man in charge. Nor does it seem that he is even sure of his own intentions. One telling exchange reported by Woodward took place with Sen. Lindsey Graham (R-S.C.). In explaining his July 2011 deadline to begin withdrawing troops from Afghanistan, Obama told Graham:

"I have to say that. I can't let this be a war without end, and I can't lose the whole Democratic Party."

How's that? We tell the enemy when we're leaving so the party base doesn't get upset? Well, of course, public opinion matters in war, as in all things. As we've seen before, wars can't be won without the will of the people at home. But a commander in chief at least ought to know what he's fighting for and why he's asking Americans to risk their lives. If it's not a good enough reason to warrant victory, then maybe it isn't any longer a good war.

In another telling anecdote, the president asked his aides for a plan "about how we're going to hand it off and get out of Afghanistan." Apparently, he didn't get such a plan. Whose presidency is this anyway?

The White House reportedly isn't upset with the way the president comes across. His portrayal is consistent with what they consider a positive profile: Obama as thoughtful and reflective. To the list might we add ponderous?

We all want a thoughtful president. As few Democrats tire of reminding us, America and the world have had quite enough of cowboys. But surely we can discard the caricatures and settle on a thoughtful commander who is neither a gunslinger nor a chalk-dusted harrumpher. Surely the twain can meet.

The Woodward Syndrome, meanwhile, presents a dilemma for all presidents. By his presence, events are affected. By our knowledge of what he witnesses, even as history is being created in real time, we can also affect these same events. Is it fair to Obama to critique him as he navigates his own thoughts? Or are we interfering with outcomes by inserting ourselves into conversations to which we were never supposed to be privy?

It's a conundrum unlikely to be resolved. If anything, in our tell-all, see-all political culture, no struggle will go unrecorded or un-critiqued. The need for strong leadership is, therefore, all the more necessary.

There's a saying that seems applicable here: Work like you don't need money, love like you're never been hurt, dance like no one's watching.

Note to President Obama: Lead like there's no tomorrow. No midterm election, no presidential reelection, no party base. Liberate yourself from the Woodward Syndrome, figure out what you think, and lead.

You are commander in chief, after all. Half the country may disagree with you, but they'll respect you in the morning.

kathleenparker@washpost.com

http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/09/24/AR2010092404221_pf.html

quinta-feira, 21 de janeiro de 2010

A crise financeira está passando, mas o povo…

21.01.2010Clarín.comOpinión

Wall Street salió a flote, pero la gente común, no

00:00

El rescate del mundo financiero no derramó beneficios sobre el que habitan los trabajadores y las pymes. No hay por qué esperar un 2010 mejor, si se vive de la economía real.

Por: Robert Reich

En septiembre de 2008, cuando lo peor de la crisis financiera se abatía sobre Wall Street, George W. Bush lanzó una advertencia: "Estos estúpidos podrían hundirse". Por esa misma época, mientras el Congreso estudiaba un proyecto de ley de rescate, el senador Judd Gregg de New Hampshire, principal negociador republicano del proyecto, previno que "si no lo hacemos, el trauma, el caos y la perturbación de la vida cotidiana de los estadounidenses serán abrumadores, y ese es un precio que no podemos arriesgarnos a pagar".
En menos de un año, Wall Street había resurgido. Hoy, los cinco mayores bancos que quedaron son aún más grandes, sus ejecutivos y operadores son más ricos y sus estrategias para realizar fuertes apuestas con el dinero de otros no son menos audaces que antes de la debacle. La posibilidad de que emanen del Congreso nuevas leyes apenas ha inhibido la exuberancia de Wall Street.
Pero si bien Wall Street está otra vez en la cumbre, la vida diaria de muchos estadounidenses sigue sumida en traumas, caos y perturbaciones abrumadores.
Es habitual entre los funcionarios creer no sólo que la salud financiera de Wall Street es una condición previa para que la economía real sea próspera sino también que, cuando la primera se enriquece, la segunda necesariamente también lo hace. Pocas ficciones de la vida económica moderna son defendidas más asiduamente que la importancia fundamental de Wall Street para el bienestar del resto del país, como se demostró en 2009.
Los habitantes de la economía real dependen de la economía financiera para pedir préstamos. Pero su enorme dependencia de Wall Street es un fenómeno relativamente reciente. En la época en que los estadounidenses de clase media ganaban lo suficiente para ahorrar un porcentaje mayor de sus ingresos, se pedían dinero prestado unos a otros, sobre todo a través de los bancos locales y regionales. También lo hacían las pequeñas empresas.
Es fácil entender que a los funcionarios responsables de las políticas económicas los seduzcan los grandes flujos de riqueza creados por los operadores de Wall Street, a quienes invariablemente recurren en busca de consejo. Uno de los supuestos básicos del capitalismo es que todo aquel que cobra enormes sumas de dinero debe ser muy inteligente.
Pero si 2009 demostró algo es que el rescate de Wall Street no derramó sus beneficios sobre Main Street, el mundo que habitan los trabajadores y las pequeñas empresas. El número de hipotecas impagas sigue creciendo. Las pequeñas empresas no consiguen crédito. Y las personas de todo el país al parecer tienen miedo de perder su empleo.
Wall Street es el único lugar donde fluye el dinero y suben los salarios. Los altos ejecutivos y los operadores de Wall Street pronto se repartirán 25.000 millones de dólares en bonificaciones anuales (pese a la decisión de Goldman Sachs, tomada por una cuestión de relaciones públicas, de postergar la bonificación de sus treinta principales directivos).
Para empezar, el ámbito donde realmente se produjo el problema no fue la economía financiera, y el rescate de Wall Street fue una atracción secundaria. El verdadero problema ocurrió en Main Street. Antes de la crisis, gran parte de Estados Unidos había incurrido en deudas insostenibles porque no tenía otro modo de mantener su estándar de vida. Ello se debió a que durante muchos años todas las ganancias producidas por el crecimiento económico fueron a manos de un número relativamente pequeño de personas de altos ingresos.
El presidente Obama y su equipo económico les han dicho a los estadounidenses que tendremos que ahorrar más, gastar menos y pedir menos préstamos al resto del mundo, en especial a China. Esto es necesario, dicen, para "reequilibrar" los flujos financieros globales. China ha ahorrado demasiado y consumido demasiado poco, mientras que nosotros hemos hecho lo contrario.
En realidad, la mayoría de los estadounidenses no gastaron demasiado en los últimos años proporcionalmente al tamaño creciente del conjunto de la economía estadounidense. Gastaron demasiado sólo en relación al porcentaje cada vez más chico que recibían de sus ganancias. Si su porcentaje se hubiese mantenido -si las personas que ocupaban los puestos más altos de las empresas estadounidenses, los bancos de Wall Street y los fondos de riesgo no hubiesen tomado un porcentaje desproporcionado-, la mayoría de los estadounidenses no habría sentido la necesidad de pedir tantos préstamos.
El año 2009 será recordado como aquel en que Main Street recibió un duro golpe. No espere que 2010 sea mucho mejor, si usted vive en la economía real. El gobierno les dice a los estadounidenses que el empleo volverá en 2010 y que habrá una recuperación. Espero que tenga razón. Pero lo dudo.
Demasiados estadounidenses han perdido su trabajo, sus ingresos, su casa y sus ahorros. Eso significa que la mayoría de nosotros no tendremos el poder adquisitivo necesario para comprar todos los bienes y servicios que la economía es capaz de producir. Y sin suficiente demanda, la economía no puede salir del estancamiento.
Mientras el ingreso y la riqueza sigan concentrándose en la punta de la pirámide y la gran brecha entre los que tienen más y los que tienen menos en los Estados Unidos continúe ensanchándose, la Gran Recesión no terminará, al menos no en la economía real.
Copyright Clarín y Los Angeles Times, 2010. Traducción de Elisa Carnelli.

http://www.clarin.com/diario/2010/01/21/opinion/o-02124068.htm

segunda-feira, 30 de novembro de 2009

Brasil e Honduras

Independentemente do resultado que aponta para uma vitória dos golpistas apesar da derrota eleitoral dos mesmos (e de fato desconfio do candidato vencedor apesar de não ser do partido dos golpistas), o Brasil tomou a decisão acertada.

1. O Brasil é uma potência emergente, incensado pela imprensa, teria todo interesse em agir como a China e não fazer uma defesa de valores no sistema internacional, olhar apenas para os seus interesses econômicos e geopolíticos. Mas o Brasil mostrou que ainda que as relações internacionais sejam pautadas por interesses, há momentos em que os interesses devem ser deixados de lado para uma defesa de valores que são importantes, defender o princípio da democracia no América Latina é um valor importante, e compensa deixar de lado os interesses materiais para reafirmar este valor quando ele está ameaçado. O Brasil não é um grande potência, não deve se comportar como tal, passando por cima de qualquer valor. Este comportamento poderia se voltar contra seus interesses nas relações com os vizinhos.

2. Ao contrário do que diz a imprensa o Brasil não defendeu Manuel Zelaya, o Brasil defendeu um princípio. E neste caso não apenas a democracia, mas a idéia que um nacional não pode ser expulso de seu próprio país. Agora mesmo um dos líderes da luta pela independência do Saara Ocidental foi expulso do Marrocos, enviado para as Ilhas Canárias, e a Espanha defendeu os seus direitos? Não! Caso Zelaya tivesse sofrido um processo de impeachment legalmente sustentado não seria uma questão brasileira.

3. Nunca esteve em questão a incapacidade do Brasil impor uma solução em Honduras. O Brasil não mantém relações políticas e econômicas densas com Honduras para tenha condições de fazer pressão a ponto do governo de turno ceder diante da ação brasileira. O Brasil sempre dependeu da ação internacional, da cooperação internacional para encaminhar uma solução para a questão de Honduras. De fato sempre dependeu que os EUA se sentissem pressionados a atuar em favor da solução brasileira.

4. Aí aparece um erro da diplomacia brasileira. O Brasil acreditou em Obama. De fato pareceu ao Brasil que Obama não apenas representava a esperança, mas representaria de fato um novo momento nas relações entre os EUA e a América Latina. É possível que o próprio Obama em determinado momento no início da crise hondurenha tenha acreditado nisso. Mas logo foi enquadrado pelo establishment que domina e define a política externa norte-americana para a região. Se o Brasil não tivesse acreditado em Obama poderia ter pensando em alternativas de saída que não estivessem baseadas na “bondade” americana, poderia ter envolvido mais organizações internacionais como as Nações Unidas; poderia ter buscado mais apoio nos países da América Central. Evidentemente Oscar Árias é um aliado fiel dos EUA desde os anos 80, mas ele é muito mais vulnerável a pressão dos que os EUA, o Brasil poderia ter buscado uma aproximação da Costa Rica e pressionado o presidente Oscar Árias para apresentar um plano mais condizente com as demandas de democracia na América Latina, isso representaria uma pressão maior sobre os EUA. Se reconhecessem que Obama é apenas mais do mesmo, o Brasil poderia ter buscado o apoio do México. O México vive um período de ostracismo internacional, poderia ter interesse em afirmar sua presença na América Central atuando no caso. O México, apesar de recentemente ter praticamente um aliado incondicional dos EUA, ao longo do tempo manteve um discurso de política externa compatível com uma ação em defesa da democracia na região, o Brasil deveria ter mobilizado o México.

5. A irrelevância de Honduras no sistema internacional desde o início jogou a favor dos golpistas, quem se interessa pelo que se passa em Honduras? Qual país, grupo, movimento social estaria disposto a se sacrificar e realizar uma mobilização de longo prazo para defender a democracia em Honduras? Quem vai se preocupar se o presidente de Honduras é A, B, C ou D? Os países da região e ainda assim por pouco tempo, o que também favorece que mais cedo ou mais tarde as eleições realizadas em Honduras sejam aceitas.

6. Obama já teve vários momentos para demonstrar que representaria uma mudança na política internacional dos EUA. Não conseguiu demonstrar isso em nenhum caso. E teoricamente´é muito mais difícil alterar a política para a China, o Oriente Média, o Iraque, o Afeganistão  do que para Honduras. Se Obama não é capaz de alterar a política externa americana para Honduras, Obama não é capaz de alterar a política externa americana.

sábado, 21 de novembro de 2009

Relações China-EUA

EE.UU.-China: el juego de la interdependencia

00:00

Si algún logro recogió el presidente norteamericano de su gira asiática es el trazado de una relación entre dos potencias globales que no pueden imponerse condiciones.

Por: Marcelo Cantelmi

Es febrero de 1972 y hace frío en París. En un restaurante del centro de la ciudad cenan Andre Malraux y el senador Edward Kennedy. El tema de la larga sobremesa será el viaje inminente que el presidente Richard Nixon hará al gigante amarillo, la primera vez que un mandatario norteamericano llega a Beijing.
El ex ministro de Cultura del general De Gaulle, amigo de Mao Tse Tung según su propia descripción, y autor de ensayos sobre el experimento comunista chino, le murmura en tono íntimo a un ansioso Kennedy: "Mao mirará a Nixon y hará la primera pregunta ¿está preparada la nación más rica del mundo a ayudar a una de las más pobres llamada China?". La anécdota, relatada por amigos del genial intelectual francés, es aún más fascinante si se advierte que ocurrió, como aquel viaje de Nixon, sólo un año antes de la rehabilitación del timonel de la China global Deng Xiaoping; unos cuatro previos a la muerte de Mao y cinco antes de las célebres "cuatro modificaciones" (agrícola, industrial, científica y defensa) que convirtieron al país asiático en lo que es hoy, de mendigo a millonario.
Pero aquella historia de ricos y pobres es impresionante si se la cruza con la marcha forzada a que se asemejó la travesía que Barack Obama acaba de hacer por el gigante amarillo. Muy lejos de aquel poder de imposición, casi nada de la agenda que llevó el norteamericano a Beijing, tuvo algún suceso. Se amontonaron en desorden en una canasta virtual temas que antes Washington planteaba a China sin prejuicios como la cuestión del Tibet que esta vez, además del silencio, incluyó la postergación sine die de una entrevista entre el jefe de Estado y el Dalai Lama, detestado por Beijing. Las viejas presiones del ministro de economía norteamericano Tim Geithner contra la supuesta "manipulación" del renmimbi, la moneda china, desaparecieron. La cuestión iraní, un país sobre el cual China ejerce gran influencia, condición crucial que requiere Washington para sumar presión contra el plan nuclear persa, también siguió el mismo trámite fantasma. Cuando Obama y su colega Hu Jintao se reunieron en público no hubo la menor mención a futuras mutuas sanciones contra Teherán.
Es verdad que toda marcha comienza con un paso que es apenas eso, y no debería demandarse más de lo que puede dar un encuentro cumbre de dos días. En cualquier caso, estas dos naciones sumadas, configuran hoy el más dinámico foco planetario, generador en la ultima década de un tercio de la producción económica global y de dos quintos del crecimiento mundial. Lo que sucede es que dentro de esa esfera única no hay sólo ganadores.
Beijing no olvida ni un instante que es el mayor acreedor de EE.UU. con más de un billón (millón de millones) de bonos del Tesoro norteamericano y que 70% de sus reservas, que más que duplican aquella cifra, están en moneda norteamericana. Ello implicaría cierta paternidad en algunos niveles o, al menos, un tamiz enérgico para eludir sugerencias antipáticas como las que formularon en su momento Bill Clinton, cuando demandó a China mejoras en los derechos humanos, o George Bush, que tanto atacaba la economía comunista, como convertía en sus protegidos al Tibet o Taiwan.
Lo que cambió no es la personalidad del habitante de la Casa Blanca como pretenden simplificar críticos sencillos de Obama. Lo que mutó fue EE.UU. y su nivel de poder relativo. Hay un episodio difícil de no definirlo como espectacular que relató, hace ya un tiempo, el principal responsable presupuestario de la Casa Blanca, Peter Orszag. En una reunión en junio pasado, funcionarios chinos le pidieron a la Casa Blanca detalles sobre la legislación y el programa de salud que Obama llevó al Congreso para ampliar los beneficios sanitarios. El Herald Tribune recuerda que Orszag contestó la totalidad de las preguntas hasta que advirtieron que los chinos no estaban tan interesados sobre si el plan resolvería los problemas de salud de la gente, sino cómo afectaría esa inversión al déficit fiscal norteamericano. Los funcionarios asiáticos descontaban que su país, al cabo, financiaría la cuestión con la compra de los bonos de deuda. "Como cualquier banquero, los chinos querían evidencia de que EE.UU. tenía un plan para devolver ese dinero", comentó con alguna pesadumbre el diario norteamericano.
Hasta antes de la crisis financiera que arrasó con la banca norteamericana y mundial, China no era responsable del inmenso rojo comercial que EE.UU. contabiliza en el intercambio con ese país. Ello era así pese a toda una estructura académica que traducía la paridad atada del renmimbi al dólar como origen de esa calamidad. La culpa radicaba, entre otros motivos, en la ausencia de disciplina de ahorro en la sociedad norteamericana.
Sin embargo, después de la crisis y cuando el resto del mundo coincidió con las políticas de estímulo fiscal de China sumado a un gran control y presencia estatal, esas medidas se tornaron en una feroz competencia proteccionista donde Beijing ha llevado las de ganar. El Nobel de Economía Paul Krugman se toma de la cabeza viendo el camino del desastre. Porque tal como están las cosas, China seguirá financiado la paridad baja de su moneda beneficiando sus exportaciones globales. Eso a EE.UU. le clava sus cifras históricas de desocupación debido a que es más barato importar que producir. El panorama no sólo pronostica problemas sociales. "Largo tiempo de desempleo produce un largo y extenso daño social", advierte Krugman.
EE.UU. pretendía que el inmenso mercado interno que está reactivando con estimulo fiscal el gobierno de Hu, más de 800 millones de chinos del interior (mucho mas que toda Latinoamérica sumada) que hasta ahora vieron el crecimiento de su país desde la banquina, sin poder subirse, fueran también la respuesta de consumo para las fabricas del otro lado del mar. Eso sólo sería posible con un tipo de cambio liberado a las fuerzas de mercado que abarataría las exportaciones asiáticas. Pero Beijing quiere su mercado propio para mantener el crecimiento por encima del 8%. Ese es el punto de fractura para el espectacular matrimonio sino-estadounidense, que, como apunta el historiador de Harvard Niall Ferguson es hoy una sociedad 10 x 10: los chinos obtienen 10% de crecimiento, EE.UU. obtiene 10% de desempleo.
Copyright Clarín, 2009.

http://www.clarin.com/diario/2009/11/21/opinion/o-02045426.htm

sábado, 14 de novembro de 2009

China para Obama: estamos livrando o Tibete dos “sulistas escravistas”

November 14, 2009

China Focuses on Territorial Issues as It Equates Tibet to U.S. Civil War South

By EDWARD WONG

BEIJING — The Chinese government had a special message for President Obama on Thursday: He is black, he admires Abraham Lincoln, so he, of all people, should sympathize with Beijing’s effort to prevent Tibet from seceding and sliding back into what it was before its liberation by Chinese troops: a feudalistic, slaveholding society headed by the Dalai Lama.

“He is a black president, and he understands the slavery abolition movement and Lincoln’s major significance for that movement,” Qin Gang, a Foreign Ministry spokesman, said at a news conference.

Mr. Qin added: “Thus, on this issue we hope that President Obama, more than any other foreign leader, can better, more deeply grasp China’s stance on protecting national sovereignty and territorial integrity.”

For many Americans, Mr. Qin’s analogy might sound like a stretch, but it revealed which issues Chinese leaders see as among their top priorities, ones that Mr. Obama will no doubt have to grapple with after he arrives in China on Sunday for his first trip here.

While much attention will be focused on broad international issues like trade and currency values, climate change and the ailing world economy, questions of sovereignty and territory remain an obsession of Chinese foreign policy. Some scholars and analysts see this as an expression of an aggressive expansionism that will only deepen as China moves toward superpower status. Others argue that China is driven more by the need to recover territory wrested from it during the decades it was known as the Sick Man of Asia, when pieces of it were humiliatingly annexed by European powers and Japan.

As a result, Mr. Obama can expect to get an earful from Chinese officials not only on the Dalai Lama, whom the president says he will meet after the China trip, but also on Taiwan, the self-governing island that China says is a rebel province. Taiwan receives annual arms shipments from the United States.

“Tibet and Taiwan are, from China’s perspective, the two core sovereignty issues, and they rank above all others in Chinese diplomacy,” said David Shambaugh, a visiting scholar at the Chinese Academy of Social Sciences.

Disputed territory is also the biggest obstacle in relations between China and its largest neighbor, India. On Tuesday, Mr. Qin denounced the Dalai Lama for his visit this week to the Tibetan Buddhist enclave of Tawang in the Indian Himalayan state of Arunachal Pradesh.

Tawang is one of the most potent symbols of China’s unresolved sovereignty issues. China says it was once part of Tibet, which the Chinese military seized in 1951, and so belongs to Beijing. India says that Tibetan leaders ceded it to British-ruled India in a 1914 treaty. Tawang figured centrally in a border war between China and India in 1962.

Part of the legitimacy of the Chinese Communist Party lies in the notion, rightly or wrongly held, that it ousted foreign influence from the country and has tried to reunite fragments of China to return the boundaries of the modern nation to roughly those of the Qing Dynasty (1644-1912) at its height. That includes Taiwan, Tibet, the western region of Xinjiang and, by China’s calculation, Tawang.

“In most respects, the People’s Republic of China, of course, inherits the fixed boundaries of its predecessor nation-state, the Republic of China, which declared as its territorial boundaries what had been mostly the messy frontiers of the Qing empire,” Alice Miller, a political scientist and research fellow at the Hoover Institution at Stanford University, wrote in a China discussion forum posting that she agreed to make public.

“Messy” is the operative word here. In the age of empires, there were no hard and fast borders, whether the imperial rulers were the Ottoman Turks or the Manchus or the Moghuls. The seat of empire had its sphere of influence, radiating outward, with tributary states occupying the borderlands but rarely being governed in the same way as regions within a modern nation today.

Trying to define national borders along the contours of an old empire is a daunting task. If, for example, Tibet paid tribute to the Qing emperor at certain points in history, should Tibet be part of modern China? If Tawang did the same with Tibetan rulers in Lhasa, should Tawang be part of modern Tibet?

Along with India and Indonesia, China is one of a handful of vast, multiethnic nations that follow the contours of fallen empires. Because of their size and history, all three nations grapple with the same issues: border disputes, ethno-nationalism, occasionally violent movements by disaffected ethnic or religious minorities.

China is often criticized as handling uprisings harshly in Tibet and Xinjiang, which the country’s ethnic Han leaders consider internal issues of sovereignty. But in dealing with its neighbors on territorial issues, China has in the recent past generally sought to settle conflicts through negotiation, scholars say.

Since 1949, it has resolved 17 of 23 border disputes, offering concessions in 15 of those instances and, over all, receiving less than half of the contested territory, said M. Taylor Fravel, an associate professor of political science at M.I.T. The compromises have generally come at times of regime instability, when the Communist Party has felt threatened by external or internal forces, he added.

The big question, then, is whether Chinese leaders will continue to show flexibility on border issues as China becomes a greater world power, and as it stamps out internal threats.

China’s maritime disputes have proven harder to settle than those on land. In the resource-rich seas to its east and south, China is trying to assert control of various islands — most notably the Spratly, Paracel and Senkaku or Diaoyu Islands — that are also claimed in whole or in part by other Asian countries. In March, official Chinese news organizations reported that the government intended to send six more patrol vessels to the South China Sea in the next three to five years.

Even the United States has run directly afoul of China’s maritime border claims: On March 8, five Chinese vessels harassed an American surveillance ship in what Pentagon officials said are international waters. The Chinese insisted that the American ship, the Impeccable, was conducting illegal surveillance in waters under their jurisdiction.

Dennis C. Blair, the national intelligence director, told Congress that China’s general behavior in the South China Sea was “more military, aggressive, forward-pushing than we saw a couple of years before.”

This all speaks to how a bolder, brasher China might handle issues of sovereignty and territory, comparisons to Abraham Lincoln notwithstanding.

“The biggest unknown is how a stronger China will behave in its outstanding disputes,” Mr. Fravel said. “When it has compromised in the past, mostly in disputes on its land border, it was a relatively weak state. The question now becomes: how will a stronger China behave in its remaining territorial disputes over maritime sovereignty and with India?”

http://www.nytimes.com/2009/11/14/world/asia/14beijing.html?hpw=&pagewanted=print

Japão cansado da presença militar norte-americana

November 14, 2009

Obama, in Japan, Says U.S. Will Study Status of a Marine Base on Okinawa

By HELENE COOPER and MARTIN FACKLER

TOKYO — President Obama, seeking to mend fences with Japan, America’s most important Asian ally, announced Friday that he would establish a high-level working group on the contentious issue of the continuing presence of a Marine base on Okinawa.

The decision, announced at a news conference with Prime Minister Yukio Hatoyama just hours after he touched down in Tokyo to begin his first presidential trip to Asia, appears to represent a concession by the Obama administration to at least consider Japan’s concerns about the base, which is unpopular on Okinawa and which the new Japanese government had promised to try to move off the island.

Less than a month ago, Defense Secretary Robert M. Gates seemed to shut the door on renegotiating a deal reached in 2006 to relocate the United States Marine air station in Futenma to a less populated part of Okinawa.

Mr. Obama was, in effect, making a political gift to Mr. Hatoyama: seeming to reopen a door Mr. Gates had shut, even though Japan policy experts indicated that the establishment of the working group was most likely only a face-saving way for the new prime minister to show the Japanese public that he was keeping a campaign promise.

Mr. Obama’s visit comes at a time when relationships between the two allies have hit their lowest point in years and Mr. Hatoyama searches for a more “equal partnership.” On Friday, both leaders emphasized the importance of the relationship, and stressed that the two sides were seeing eye to eye.

Standing beside Mr. Obama at the Japanese equivalent of the White House, the Kantei, Mr. Hatoyama said, “We’ve come to call each other Barack and Yukio, and gotten quite accustomed to calling each other by our names.”

White House officials said that the United States had agreed only to talks “on the implementation” of the 2006 Okinawa agreement, and said they did not expect to alter the larger shape of the agreement, which also calls for relocating about 8,000 Marines to Guam.

“It is a fact that we did campaign on this issue, and the Okinawans do have high expectations,” Mr. Hatoyama said, explaining why he was intent on reopening the subject.

The United States also appeared to give ground on the other security point of dispute, accepting Mr. Hatoyama’s pledge of $5 billion in aid to Afghanistan, which the prime minister linked to his government’s decision to end the Japanese Navy’s refueling mission near Afghanistan.

Mr. Obama said the promise “underscores Japan’s prominent role” in the international effort in Afghanistan.

Still, there have been ample signs that the half-century alliance may be entering a new phase. Recently, squabbles between the United States and Japan have focused mostly on trade disputes over luxury cars and semiconductors, while the security alliance between the two remained stable.

Now, the conflicts have shifted to security, more specifically, on the Marine bases on Okinawa, the southern island that is home to about two-thirds of the 37,000 shore-based United States military personnel in Japan. Okinawans have said that they shoulder a disproportionate burden, and simmering resentments erupted in 1995 after the rape of a 12-year-old schoolgirl by three American servicemen.

In 2006 the United States agreed to rebase thousands of soldiers to Guam, and to move the Marine base at Futenma elsewhere on Okinawa. But Mr. Hatoyama campaigned for office on a pledge to move the airfield off Okinawa altogether.

Political analysts and the Japanese news media now speak of a communication gap opening between Washington and Tokyo, which has led to what they call excessive American concerns that Japan may try to alter the two nations’ postwar military alliance.

These analysts say that the two nations are actually much closer on bilateral issues than they realize, and that Japan cannot afford to alienate a protector upon whom it still relies for its security as it faces a fast-rising China and a nuclear-armed North Korea. But they say relations have fallen into a vicious cycle in which Tokyo sends conflicting signals, and Washington makes matters worse by raising public pressure.

Yasunori Sone, a professor of political and policy analysis at Keio University in Tokyo, said of the Japanese leaders: “There are too many places where we don’t know what the new government really wants. Their public relations has been poor.”

At the same time, the experts also blame the Obama administration for overreacting to what they say is essentially language aimed at a domestic audience and for failing to see that Tokyo’s government has little stomach for big changes to the alliance.

Japanese officials, in Washington last month to prepare for Mr. Obama’s trip, asked their American counterparts and foreign policy experts to give the new Japanese government time to get its house in order.

The American frustration over the Hatoyama government’s refusal to back down from the campaign pledges on the Okinawa base came to a head when Mr. Gates visited Tokyo in October. Mr. Gates, known for speaking bluntly, pressed Mr. Hatoyama and Japanese military officials to keep their commitment on the military agreements.

“It’s time to move on,” Mr. Gates said, calling Japanese proposals to reopen the base issue “counterproductive.” Then, adding insult to injury in the eyes of Japanese commentators, Mr. Gates turned down invitations to attend a welcoming ceremony at the Defense Ministry and to dine with officials there.

Mr. Obama will try to make up for some of the ensuing upset. On his agenda Friday night: dinner with Mr. Hatoyama.

Obama na Ásia: EUA não quer conter a China

In Japan, Obama stresses Asia's role in U.S. economy

By Anne E. Kornblut and Blaine Harden
Washington Post Staff Writers
Saturday, November 14, 2009

TOKYO -- Declaring himself "America's first Pacific president," President Obama opened his trip to the region Saturday by asserting that the future of the U.S. economy depends more than ever on Asia -- and by pledging that China's growth will not come at the expense of its neighbors.

In speaking to an invited audience at Tokyo's Suntory Hall, Obama offered only cursory remarks on human rights, an issue that will grow more prominent this weekend as he crosses paths in Singapore with the leader of the Burmese military junta and then heads to China. As a sign of how exhausting his trip has already been, Obama briefly stumbled over the name of the Burmese opposition leader, Aung San Suu Kyi.

Unlike in earlier speeches in Cairo and Berlin, Obama did not seem to be trying to shift a global dynamic. But in the only major address he plans to give during this trip, he brought the force of his personal story to bear, invoking memories of a childhood visit to Japan and, in praising Asians as part of the immigrant experience in the United States, relating that experience to his own.

"I am an American president who was born in Hawaii and lived in Indonesia as a boy," Obama said, mentioning his sister, Maya, who was born in Jakarta, and his mother's years in Southeast Asia. "So the Pacific Rim has helped shape my view of the world."

He mentioned his love for Japanese ice cream, thanking Prime Minister Yukio Hatoyama for serving his favored childhood treat at a dinner Friday night. He even offered "greetings and gratitude to the citizens of Obama, Japan."

The speech was notably short on new initiatives toward Asia. Instead, the president emphasized that the future of U.S. prosperity is irreversibly tied to the dynamic economies of the region. "The fortunes of America and the Asia Pacific have become more closely linked than ever before," Obama said. "So I want every American to know that we have a stake in the future of this region, because what happens here has a direct effect on our lives at home."

Obama singled out China as a primary engine for sustaining the world's economic recovery, saying the United States welcomes Beijing's greater role on the world stage and intends to "pursue pragmatic cooperation with China on issues of mutual concern."

"So the United States does not seek to contain China, nor does a deeper relationship with China mean a weakening of our bilateral alliances," Obama said. "On the contrary, the rise of a strong, prosperous China can be a source of strength for the community of nations."

Obama said the United States and China "will not agree on every issue" -- he mentioned religious freedom and human rights -- but added that the two countries should move "forward in a spirit of partnership rather than rancor."

To keep the nascent economic recovery going, Obama said the United States and the countries of East Asia need to make fundamental changes in their respective economies -- with Americans saving more, spending less and increasing exports, while Asians spend more on housing and infrastructure and also increase their standard of living.

"We have now reached one of those rare inflection points in history where we have the opportunity to take a different path," Obama said. "One of the important lessons this recession has taught us is the limits of depending primarily on American consumers and Asian exports to drive growth."

In an earlier news conference, Obama addressed what has become a serious sticking point in U.S.-Japanese relations, saying he expects Tokyo to implement its 2006 agreement to allow a U.S. Marine air station in Okinawa to be relocated on the island.

Hatoyama, who took office in September, has suggested that Futenma Air Station be moved off Okinawa or even outside the country. Hatoyama's position was bluntly rejected last month by Defense Secretary Robert M. Gates.

The two countries agreed earlier in the week to form a high-level working group on the air station.

Obama said the two governments shared a common goal of providing for "the defense of Japan with minimal intrusion on the lives of the people who share this space."

But a White House official traveling with the president emphasized that the working group would not reopen or renegotiate the three-year-old deal on restructuring U.S. forces in Japan.

sábado, 31 de outubro de 2009

Honduras, a limitada solução americana

31.10.2009Clarín.comEl Mundo

En EE.UU. dicen que así se pudo "revertir el golpe"

00:00

Sostienen que de este modo Obama avanza para que se confirme a su responsable regional.

Por: Ana Baron

Algunos sectores de la izquierda latinoamericana están convencidos que lo que se produjo en Honduras fue un golpe perfecto. Argumentan que después de haber provocado el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, EE.UU. propicia ahora un acuerdo para legitimar las elecciones de noviembre. Dicen que incluso si el Congreso decide restaurar a Zelaya, lo único que hará es colocarle la banda a su sucesor. Concluyen que EE.UU. logró deshacerse así de un aliado de Hugo Chávez en Honduras
Una versión más optimista y menos conspirativa es que por primera vez EE.UU. se opuso a un golpe en la región e intervino para revertirlo. "¡Si alguien podía resolver esto es Tom Shannon!" comentó a Clarín un embajador latinoamericano. Sin duda, Shannon es uno de los diplomáticos estadounidenses más hábiles. Pero lo que inclinó la balanza hacia un acuerdo entre el golpista Roberto Micheletti y Zelaya fue el hecho de que EE.UU. finalmente intervino unilateralmente. Ninguna de las misiones integradas por presidentes y cancilleres de la región logró que los dos líderes sellaran un acuerdo siquiera débil. Ni siquiera Brasil pese a su influencia pudo convencerlos de la necesidad de que firmen los acuerdos de San José logrados por la mediación del presidente costarricense Oscar Arias.
Inicialmente EE.UU. fue muy criticado porque muchos países consideraban que no estaba poniendo la presión suficiente para resolver el conflicto. La Casa Blanca se defendió diciendo que cuando EE.UU. interviene en la región hay muchas quejas y si no lo hace también hay quejas. Se pueden hacer muchas conjeturas sobre porqué al final Washington decidió involucrarse. Pero objetivamente Obama no podía permitir que un grupo de republicanos duros le secuestren su política hacia América Latina. Si las fuerzas de Micheletti prevalecían, la probabilidad de que se desbloquee la confirmación de Tom Shannon como nuevo embajador de EE.UU. en Brasil y la de Arturo Valenzuela como subsecretario de Estado para asuntos hemisféricos disminuía drásticamente.
La diputada Ileana Ross Lehtinen, dijo ayer que "me gratifica que EE.UU. y la OEA finalmente puedan darle todo el apoyo a esas elecciones y no pongan mas obstáculos al proceso democrático hondureño". Quedó en claro que cada uno pudo llevar agua para su propio molino.

http://www.clarin.com/diario/2009/10/31/elmundo/i-02030627.htm

domingo, 11 de outubro de 2009

De John Negroponte, diplomata americano conservador

FOLHA - Mas o sr. não acha que vai ser prioridade, acha?
NEGROPONTE
- Quando meus amigos me perguntam "meu país é prioridade?", eu respondo: "Tenha cuidado em relação à lista em que você quer estar". Na lista com Iraque e Afeganistão e Irã? Não! Obama reconhece a importância da América Latina e uma das coisas importantes que ele pode fazer é ter diálogos.

http://www1.folha.uol.com.br/fsp/mundo/ft1110200906.htm

Em defesa do Nobel para Obama

Bajo la Lupa

El Nobel de Obama disloca a Netanyahu

Alfredo Jalife-Rahme

Ya hemos abundado sobre el síndrome de personalidad múltiple de Obama, quien exhibe un lado muy atractivo: su visión (muy utópica, pero loable) de un mundo libre de armas nucleares, al unísono de otros rasgos negativos que le impiden a cualquier presidente de Estados Unidos –a riesgo de ser asesinado (física o mediáticamente)– liberarse de los grilletes del omnipotente complejo militar industrial y de los intereses inexpugnables de la banca israelí-anglosajona.

El merecido, a nuestro juicio, Premio Nobel de la Paz a Obama fue otorgado a uno de los pocos estadistas en el mundo que abogan por la desnuclearización global, lo que ha exasperado a los superhalcones de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.

Nada extrañamente, los poderosos multimedia controlados por la banca israelí-anglosajona y el triple complejo militar-industrial de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, se le han ido a la yugular a Obama por la obtención de su galardón que catalogan desde absurdo hasta de una broma por carecer de logros tangibles.

Curiosamente, los propietarios generacionales de los mismos multimedia israelí-anglosajones nunca protestaron en forma tan histérica los premios Nobel de la Paz otorgados a las palomas de sus jaulas repletas de etnocidas y asesinos en serie: Henry Kissinger, Menachem Beguin, Shimon Peres (padre de la bomba atómica israelí), etcétera.

La prensa británica se volcó furibundamente contra Obama. Michael Binyon, de The Times (9/10/09) –propiedad del superhalcón Rupert Greenberg, alias Murdoch, además de dueño del tóxico Fox News e íntimo del premier israelí Bibi Netanyahu–, expectoró que la absurda decisión sobre Obama convirtió en una burla (sic) al Premio Nobel de la Paz y fustigó al comité noruego de confundir esperanza con logros. ¿No valdrá la pena, de vez en cuando, premiar la esperanza, en momentos tan aciagos para el género humano, producto de las políticas nihilistas de la banca israelí-anglosajona?

Desconsolado, Glenn Kessler muestra el peine: un ataque contra Irán puede (sic) ser del interés de Estados Unidos. Pero, ¿es algo que autorizaría un galardonado con el Premio Nobel de la Paz? (The Washington Post, 9/10/09). ¡Pues no! ¿No vale el Nobel ese simple acto de control antibélico?

¿En qué radica el interés nacional de Estados Unidos de librar una guerra contra Irán, la cual solamente favorece los intereses unilaterales de Israel?

Un poco más sereno, Peter Beaumont, de The Guardian (9/10/09), comenta que la realidad (sic) es que el premio parece (sic) haber sido conferido a Barack Obama por lo que no es. Por no ser George W. Bush. O mejor dicho, por ser menos parecido al anterior presidente. ¿No es, acaso, razón suficiente para un Nobel de la Paz?

Tanto en mi comentario radiofónico quincenal en la UDG (los viernes a las 14.15 horas) con la muy pulcra Josefina Real como en Noticias de PCTV, con la solvente conductora Elisa Alanís, intenté demostrar, sin ocultar mi júbilo, las tres concreciones que, a mi muy humilde entender, hacen más que meritorio el galardón a Obama en tan sólo nueve meses de gestión: 1. el abandono del escudo misilístico antibalístico bushiano en el marco de la perezagruzka (reactivación, ver Bajo la Lupa, 11/3/09); 2. el esbozo de arreglo nuclear en Ginebra entre Estados Unidos e Irán (ver Bajo la Lupa, 7/10/09) que retrocede un paso atrás la guerra anunciada contra la antigua Persia, en el contexto de la visión de Obama de su mundo libre de armas nucleares, y 3. la atmósfera de ambientación mundial netamente antibushiana, es decir, la guerra permanente que Obama intenta desmontar desde la desnuclearización global, pasando por la reconciliación con el mundo islámico, en general, y con Irán, en particular (v. gr. su célebre discurso en El Cairo y las negociaciones directas de Washington con Teherán en Ginebra), hasta el intento de solución del nudo gordiano del conflicto árabe-israelí que pasa ineluctablemente por la creación de un Estado palestino.

Cualquiera de estas concreciones, por sí solas, ameritan el Nobel, ya no se diga cualquiera de los componentes de la nueva atmósfera de ambientación política de distensión y deshielo susceptibles de lubricar acuerdos constructivos que hagan un poco más seguro nuestro planeta zaherido.

El Nobel a Obama disloca a Bibi Netanyahu y su proyectada guerra contra Irán, detrás de quien se resguardan los superhalcones de Estados Unidos y Gran Bretaña (con su caricatura española José María Aznar López): Baby Bush, Dick Cheney, Tony Blair, los neoconservadores straussianos y el siniestro Comité del Peligro Presente (Committee on The Present Danger).

Aun la prensa israelí teme el carácter paranoide de Bibi Netanyahu de gatillo fácil (ver Bajo la Lupa, 12/7/09), de quien no se puede soslayar su notable participación en la elaboración del infame reporte Clean break (algo así como una limpieza conceptual) de 1996, de subtítulo Una nueva estrategia para asegurar el reino (¡supersic!), que selló la santa alianza de los neoconservadores straussianos incrustados en el Pentágono (v. gr. Richard Perle) y el neosionismo enarbolado por Netanyahu.

El Nobel de la Paz a Obama brinda la oportunidad a Estados Unidos de deslindarse del Clean break de la dupla superbélica de Perle-Netanyahu.

Conclusión: con el Premio Nobel de la Paz otorgado muy merecidamente a Obama, retrocede un paso la guerra anunciada contra Irán (ver Bajo la Lupa, 7/10/09): objetivo que busca desesperadamente el rijoso Netanyahu, a quien se le debería acreditar, si existiera, el Premio Nobel de la Guerra Permanente.

Curiosamente, los superhalcones de Estados Unidos están compuestos por civiles (cuya apabullante mayoría evitó el servicio militar y que en Estados Unidos llaman chicken-hawks, es decir, la mezcla teratológica en una sola persona de rasgos de polluelo y halcón): primordialmente los neoconservadores straussianos, los verdaderos controladores del bushismo superbélico, ya que los militares son más prudentes en abrir la caja de pandora del estrecho de Ormuz que dispararía el precio del petróleo a la estratósfera, cuando apenas se inicia la recesión global.

Lo peor radica en que la desacreditada cosmogonía militarista bushiana perdió cinco guerras consecutivas que aceleraron la decadencia de Estados Unidos –Irak, Afganistán (con o sin Obama era irrecuperable para cualquiera que sepa un mínimo de historia sobre el cementerio de los imperios), Líbano sur, Georgia y Gaza (estas tres últimas con su aliado israelí)–, sin contar su legado cataclísmico en las finanzas y la economía globales y su crisis multidimensional: energética, alimentaria, climática y civilizatoria.

Con el simple hecho de desmarcarse de Baby Bush, ya no se diga de contrastarlo en sus actos bélicos y nihilistas, sobran y bastan razones para otorgarle a Obama todos los premios Nobel de la Paz habidos y por haber.

http://www.jornada.unam.mx/2009/10/11/index.php?section=opinion&article=014o1pol

segunda-feira, 24 de agosto de 2009

Falar em mudança é fácil, por outro lado mudar …

Domingo, 23 de Agosto de 2009

Reforma vira pesadelo de Obama

Campanha de desinformação dos republicanos põe em risco a criação de um sistema público de saúde nos EUA

Patrícia Campos Mello, WASHINGTON

A reforma do sistema de saúde americano, maior prioridade doméstica do governo democrata, transformou-se em um pesadelo político para o presidente Barack Obama. Primeiro, foram as hordas de conservadores invadindo assembleias sobre o tema, aos berros, munidos de fotos de Obama com bigode de Hitler.
Para apaziguar a direita e os democratas moderados, Obama ensaiou abandonar a ideia de criar um plano de saúde estatal, o principal alvo das críticas. Mas isto desagradou os ativistas de esquerda - os mesmos que ajudaram a elegê-lo -, que logo se juntaram ao coro dos descontentes.
Ou seja, a reforma é uma proeza: galvanizou a direita e inflamou a esquerda contra o governo. Segundo pesquisa do jornal Washington Post e da rede de TV ABC News, divulgada na sexta-feira, apenas 49% dos americanos acham que Obama tomará as decisões certas para o país - eram 60% quando o presidente completou cem dias de governo. Metade dos entrevistados desaprova a maneira pela qual Obama conduz a reforma do sistema de saúde.
Os republicanos deram um banho em Obama no quesito eficiência de comunicação. A campanha de desinformação começou no Facebook de Sarah Palin, ex-candidata a vice-presidente na chapa do republicano John McCain. Ela escreveu que as pessoas "terão de se submeter aos comitês da morte de Obama para que burocratas decidam se o paciente terá direito a receber atendimento médico de acordo com julgamento subjetivo sobre o nível de produtividade da pessoa na sociedade".
O senador republicano Charles Grassely, que antes dizia participar do esforço bipartidário, abandonou o barco. Ele disse em uma assembleia em Iowa que as pessoas "têm todo o direito de ter medo". "Não deveria existir um comitê do governo que determina quando devemos desligar as máquinas que mantêm a vovó viva", disse.
As declarações se referem à proposta de que o aconselhamento de doentes terminais seja reembolsado pelo Medicare - hoje, os pacientes precisam pagar do próprio bolso para discutir com um médico opções em caso de doença grave.
Outra proposta é a formação de conselhos para julgar quais são as práticas médicas mais eficientes para eliminar desperdícios no sistema de saúde. A ideia foi distorcida e difundida como sendo objetivo do governo "negar tratamentos que forem muito caros para gente muito velha".
"Se você precisar de um implante de quadril, e já tiver 75 anos, o governo não autorizará a cirurgia", disse o senador republicano Jon Kyl. O Investor?s Business Daily chegou a publicar um editorial dizendo que a reforma de Obama resultaria em um sistema de saúde semelhante ao da Grã-Bretanha, onde o governo oferece tratamento médico se achar que vale a pena salvar sua vida. "Pessoas como o cientista Stephen Hawking (que sofre de doença de Lou Gehrig há décadas e está paralisado) não teriam nenhuma chance na Grã-Bretanha", dizia o texto. O problema é que Hawking de fato vive na Grã-Bretanha e tem recebido tratamento do sistema de saúde público do país.
DESINFORMAÇÃO
A campanha de desinformação é tão eficiente que uma pesquisa recente da NBC mostrou que 45% dos americanos acreditam que a reforma implementará realmente "comitês da morte". "O governo tem sido de um amadorismo sem tamanho", afirmou o cientista político Terry Madonna, diretor do Centro de Política e Opinião Pública do Franklin and Marshall College. "A Casa Branca fica só na defensiva, tentando explicar tudo o que a reforma do sistema de saúde não é. Assim, conseguiu irritar a direita e a esquerda."
O governo parece ter finalmente chegado à conclusão de que os republicanos não apoiarão a reforma. "Acho que os líderes republicanos decidiram não apoiar pensando que conseguiriam repetir o que ocorreu em 1994, quando Bill Clinton fracassou em sua tentativa de reformar o sistema de saúde e os republicanos venceram nas eleições legislativas", disse Obama na semana passada.
O governo tenta reunir os votos de sua própria base democrata, mas não será fácil, porque a esquerda se considera traída. "Se não tivermos um seguro de saúde público, será mais do mesmo. Não há razão para reforma", disse ao Estado a ativista Deborah Schumann, que participou de um protesto em frente ao comitê democrata na quinta-feira. "Os planos privados continuarão cobrando caro e excluindo vários exames por detalhes técnicos."
Uma lei sem um plano de saúde público não será aprovada na Câmara, avisou o congressista democrata Anthony Weiner. "Eles estão enfraquecendo a proposta de lei e sua posição negociadora", disse. "Não adianta aprovar uma reforma que não muda nada."

http://www.estadao.com.br/estadaodehoje/20090823/not_imp423182,0.php

terça-feira, 28 de julho de 2009

Gira, gira, gira e volta sempre para o mesmo lugar

28.07.2009Clarín.comEl Mundo

El comunicado del ejército de Honduras fue escrito en EE.UU.

00:00

Es el que avala la propuesta de la mediación auspiciada por Hillary Clinton que plantea el regreso de Zelaya. Fue escrito en la oficina de un senador demócrata reunido con coroneles hondureños. Lo confirmaron fuentes del Senado a Clarín.

Por: Ana Baron

Pese a los esfuerzos que está haciendo Barack Obama para no convertirse en el arbitro del conflicto hondureño, Washington se ha transformado en un verdadero campo de batalla entre las fuerzas del golpista Roberto Micheletti y del presidente derrocado Manuel Zelaya.
Ayer mientras que un grupo de hondureños procedentes de Miami marcharon frente a la Casa Blanca para reclamar que se reconozca al gobierno de Roberto Micheletti al grito de "democracia si, comunismo no", esta corresponsal pudo confirmar que el borrador del comunicado que emitió el Ejército hondureño en apoyo a la propuesta del mediador Oscar Arias, fue redactado aquí, en las oficinas de un senador demócrata después de días de discusiones entre sus asesores y dos coroneles jóvenes hondureños.
"El nombre del senador debe quedar en el anonimato", explicó a Clarín una fuente del Senado "pero le confirmo que el borrador fue discutido aquí. Tenemos mucho interés en que el conflicto se solucione porque pensamos que si el golpe triunfa, otros países en América Latina seguirán el mismo camino".
La fuente no pudo decir si los asesores del senador actuaron solos o en coordinación con la Casa Blanca y/o el Departamento de Estado. Llamó la atención que justo ayer Mary Anastasia O'Grady, la editorialista ultraconservadora de The Wall Street Journal especializada en la región, criticara duramente la política de Obama hacia nuestros países, y muy especialmente, la instrumentada en Honduras. O'Grady sugirió que detrás del acercamiento a los llamados "enemigos de EEUU" como Chávez, Ortega y ahora Zelaya, esta Gregg Craig, el actual Consejero Legal de la Casa Blanca que durante la Guerra en América Central trabajaba en la oficina del Senador Ted Kennedy y seguía los esfuerzos diplomáticos realizados por el Grupo Contadora.
Analistas consultados por Clarín creen que los militares hondureños están divididos, entre la nueva generación que no vivió la Guerra de América Central y que ahora quieren despegarse del golpe y la vieja generación que apoyó la destitución de Zelaya.
"Los coroneles hondureños que vinieron a Washington son muy profesionales, no quieren mezclarse con la política. Están enojados porque EE.UU. les ha cortado la ayuda militar, lo que significa menos entrenamiento, menos recursos", explicó a Clarín, Vicky Gass, de la Oficina Latinoamericana en Washington. "Yo no creo que el comunicado de los militares hondureños refleje lo que piensa la cúpula militar", coincidió Michael Shifter de Diálogo Interamericano.
Gass contó a Clarín que los representantes del Partido Republicano que viajaron a Tegucigalpa liderados por el diputado Connie Mack de la Florida para apoyar a Micheletti, se reunieron el domingo en la embajada de EE.UU. en Tegucigalpa con miembros de la sociedad civil hondureña. "Mack informó luego que los presentes están convencidos que Micheletti aceptaría abandonar la presidencia, pero no que Zelaya regrese para instalarse en ella. Entonces una posibilidad es que Micheletti se retira, Zelaya regresa. Gobierna por una semana o dos. Y nombra un presidente interino hasta las elecciones que podrían tener lugar en octubre", dijo Gass.
El Departamento de Estado volvió a calificar ayer las incursiones de Zelaya en el territorio hondureño de "irresponsables". No hay peor escenario para EEUU que Zelaya regrese a Tegucigalpa sin un acuerdo político. La posibilidad de que lo arresten y lo transformen en un mártir es muy alta.
"Seguimos urgiendo al presidente Zelaya que permita que se agote este proceso político", dijo el vocero de la Cancillería Ian Kelly. Y agregó que su país sigue considerando necesaria la restitución de Zelaya pero muchos coinciden en Washington con Michael Shifter cuando dice que "el peor enemigo de Zelaya en este momento es el propio Zelaya, por sus movimientos imprevisibles en la frontera.w
$audio
El informe de la corresponsal de Clarín en Washington en:
www.clarin.com

http://www.clarin.com/diario/2009/07/28/elmundo/i-01966799.htm

No mínimo sintomático, os EUA pedem ajuda

EU insta a China a subir gasto interno

Redacción
El Universal
Martes 28 de julio de 2009

La colaboración de ambas potencias para lograr la recuperación económica mundial es vital: afirma

WASHINGTON.— El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, afirmó que China puede jugar un rol de importancia en la restauración del crecimiento económico global al alentar un mayor consumo en el país y exportando menos hacia el mundo.

En el marco del Diálogo Económico y Estratégico entre ambos países, Geithner evitó mencionar temas sensibles y, en cambio, se concentró en alentar a China a reconocer que los consumidores de Estados Unidos ya no podrán seguir motorizando la economía global.

“El éxito de China en cambiar la estructura de su economía hacia un crecimiento impulsado por el mercado interno, incluyendo un mayor rol para el gasto de los ciudadanos chinos, será una contribución enorme a un crecimiento global más rápido, equilibrado y sostenido”, estimó el secretario del Tesoro.

Se prevé que en esta reunión de dos días participe por parte del equipo de Estados Unidos la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y por parte del lado chino el consejero de Estado, Dai Bingguo, y el viceprimer ministro, Wang Qishan.

Las áreas de discusión se centrarán en profundizar la cooperación con Beijing. El punto más importante, y quizás el más urgente, a decir de la administración del presidente Barack Obama, es la colaboración de ambas potencias para lograr la recuperación económica mundial.

En este sentido, el gobierno de Estados Unidos abogó por promover la estabilidad financiera a través de reformas reguladoras y mayor transparencia, el libre comercio justo, la consecución de un acuerdo en torno a la Ronda de Doha y cambiar las instituciones para que economías en auge como China puedan jugar un papel más importante.

El secretario del Tesoro de EU sostuvo que el éxito que alcance China para transformar su economía hacia un crecimiento liderado por la demanda doméstica, con un mayor peso del consumo y de los servicios en lugar de seguir impulsando la industria pesada y las exportaciones, será esencial para “lograr una recuperación más rápida, más equilibrada y más sostenible”.

El viceprimer ministro chino afirmó que la economía mundial se encuentra en el crítico momento de salir de la crisis y moverse hacia la recuperación, mientras que Dai Bingguo aseguró que ambos países están en la misma línea.

Parte de la recuperación económica depende también de que ambos países transformen sus economías y avancen hacia un futuro energético “limpio, seguro y próspero”, afirmó Obama.

Ambas economías deben reducir su consumo de carbón, unir fuerzas en la investigación y desarrollo, y colaborar para forjar una respuesta de cara a la Conferencia de Copenhague, a celebrarse en diciembre y donde se buscará apoyar un nuevo protocolo sobre cambio climático, dijo. (Con información de Reuters y EFE)

http://www.eluniversal.com.mx/finanzas/72503.html

Hillary à direita de Obama impede um avanço na política norte-americana para América Latina

Micheletti, por seguir las sabias políticas de Clinton; Zelaya promovió la violencia de la chusma, dice

Reitera EU su desaprobación a la presencia del presidente hondureño en la frontera

Foto

El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, instalado en el poblado fronterizo de Ocotal, pidió que sus compatriotas que han cruzado a Nicaragua para expresarle apoyo, reciban el estatuto de refugiados mientras organiza con ellos una resistencia pacífica. En tanto, sectores de la derecha nicaragüense pidieron que Zelaya deje de usar su territorio como plataforma de luchaFoto Reuters

David Brooks

Corresponsal

Nueva York, 27 de julio. Los encargados de la política exterior estadunidense desaprobaron nuevamente la presencia del presidente Manuel Zelaya en la frontera con Honduras, actitud que no ayuda al proceso de negociación bajo el liderazgo del presidente Óscar Arias.

Por su lado, el presidente de facto Roberto Micheletti abogó hoy porque Estados Unidos siga las sabias políticas de la secretaria de Estado Hillary Clinton en promover una solución a la crisis en Honduras.

El vocero del Departamento de Estado Ian Kelly reiteró lo declarado por su jefa, Clinton, el viernes pasado, de que la decisión de Zelaya de llegar a la frontera y hasta cruzarla unos metros, fue imprudente.

Afirmó que continuamos instando al presidente Zelaya a permitir el desenlace de este proceso político, estas negociaciones encabezadas por el presidente costarricense Arias. Estamos instando a todas las partes a desistir de acciones que no promoverían este proceso. Y vemos este intento de ingresar a Honduras, ausente cualquier tipo de acuerdo político entre los dos lados que permitirían su retorno, como algo que no ayuda.

Preguntado si Estados Unidos aún demanda el retorno de Zelaya a la presidencia, Kelly afirmó que nuestra política sigue siendo la misma, que queremos la restauración del orden democrático, y eso incluye el retorno, por acuerdo mutuo, del presidente democráticamente electo, y ese es el presidente Zelaya. El vocero reafirmó que considera que el plan de Arias es bueno.

Informó que el secretario asistente de Estado Thomas Shannon ha estado en contacto con Zelaya, entre otros altos funcionarios diplomáticos, pero que no entre Clinton y Zelaya. Sobre el viaje que supuestamente tenía programado Zelaya a Washington (algo que divulgó el Departamento de Estado la semana pasada y desmentido por Zelaya inmediatamente después), Kelly dijo que sabemos que ha expresado un interés en venir a Washington pero que no hay nada en concreto por ahora con él, aunque también dijo que si el presidente Zelaya llega a Washington, claro que estaríamos contentos en reunirnos con él.

Kelly insistió en que Estados Unidos está apoyando el plan de Arias y que el deseo es que se desarrolle, y no vamos a imponerle alguna fecha límite artificial para que concluya.

Mientras tanto, el Wall Street Journal publicó hoy un artículo escrito por el presidente de facto Roberto Micheletti, donde argumenta que la remoción de Zelaya fue un triunfo del imperio de la ley, y que las políticas de Clinton y el proceso de Arias son la mejor opción para resolver la crisis, y no mayores sanciones contra su país, al cual califica como uno de los aliados latinoamericanos más leales de Estados Unidos.

Señaló que el intento irresponsable de Zelaya de cruzar la frontera a su país essólo un ejemplo más de por qué al señor Zelaya no se le puede confiar que cumplirá con su palabra, y que Clinton describió apropiadamente esta acción comoimprudente.

Micheletti subrayó que imponer sanciones económicas a Honduras sería lo peor que Washington podría hacer por su impacto sobre los más pobres en Honduras, y recomendó que en lugar de ello Estados Unidos debería continuar las sabias políticas de la señora Clinton. Ella está apoyando los esfuerzos del presidente Arias para mediar los temas.

Argumenta que sugerir que Zelaya fue derrocado por medio de un golpe militar es demostrablemente falso, al indicar que fue por instrucciones de las autoridades civiles en defensa de la democracia y la constitución hondureña. Micheletti, como parte de la creciente campaña de relaciones públicas en Estados Unidos del gobierno golpista, apoyado por influyentes cabilderos con vínculos cercanos a Hillary Clinton, justifica la acción del 28 de junio contra Zelaya en el contexto del temor real de la voluntad comprobada del señor Zelaya de violar la ley y promover violencia de la chusma.

Micheletti acepta que la ruta es trabajar con Arias, quien está proponiendo maneras para asegurar que el señor Zelaya cumpla con las leyes de Honduras. Pero advierte que si las partes llegan a un acuerdo para permitir el retorno de Zelaya —y subraya que eso está en veremos–, “creemos que a él no se le puede confiar en que cumplirá con la ley y por lo tanto es nuestra posición que tiene que ser fiscalizado…”

http://www.jornada.unam.mx/2009/07/28/index.php?section=mundo&article=017n1mun

domingo, 26 de julho de 2009

Brasil-EUA na visão argentina

Opinión

DEBATE

Brasil, un aliado regional ´sui generis´ de EE.UU.

La diplomacia brasileña, consistente con su línea tradicional, juega con lógicas de equilibrio de poder antes que de alineamiento o confrontación.

Por: Fabián Calle
Fuente: PROFESOR DE RELACIONES INTERNACIONALES (UCA-UTDT)

Ni Brasil ni los Estados Unidos están listos para desarrollar una asociación amplia y de largo plazo. No están dispuestos a hacer concesiones o aceptar el sustancial compromiso necesario para desarrollar una mayor relación estratégica. Las dos naciones deberían, no obstante, ser capaces de cooperar de manera mas eficiente y consistente en temas específicos de mutuo interés". De esta forma un reciente informe titulado "A Second Chance. U.S. Policy in the Americas" del influyente "Dialogo Interamericano" de Washington DC, describe el presente y futuro de la interacción entre la principal potencia mundial y hemisférica y el 'primus inter pares' sudamericano.
A su vez, un recorrido por los informes del Consejo de Seguridad Nacional de los EE.UU. y de las Revisiones Cuadrianuales de la Defensa elaboradas por el Pentágono no muestra referencias al Brasil como un aliado estratégico-militar. Sí, como un importante interlocutor regional y con creciente peso internacional. Aun así en pleno debate sobre la eventual reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el 2004, Washington sostuvo solamente las candidaturas de Japón y de la India.
En la propia conferencia conjunta que los presidentes Obama y Lula dieron durante la visita de este último a la Casa Blanca, fue llamativa la retórica del líder brasileño, centrada en temas como los biocombustibles y el libre comercio. Este conjunto de indicadores, no relativiza ni mucho menos los sustanciales avances materiales y, aun más, en materia de imagen/prestigio o "poder blando" de Brasilia a lo largo del último lustro.
Pero si busca complejizar algunas interpretaciones lineales que parecen imperar en la Argentina, paradójicamente en sectores intelectuales, políticos y económicos que cuestionaban fuertemente la necesidad de un vínculo preferencias con Brasil en la década de los ´90 vis a vis su inclinación por una alianza estrecha con los EE.UU.
De ese escepticismo sobre la potencia sudamericana, parece haberse pasado a una readaptación 'a la argentina' de la visión del general brasileño Golbery de Couto e Silva. Este militar destacaba que el destino de su país era ser una potencia occidental y con estrechas relaciones con Washington pero al mismo tiempo con grados de maniobra suficientemente amplios para consolidar su hegemonía sudamericana y garantizarle la superpotencia un status quo no desestabilizador o agresivo para ella pero sin ser un mero títere o delegado. En otras palabras, el Brasil sería un gendarme que facilitaría el repliegue estadounidense hacia zonas más conflictivas y estratégicas del mundo. La idea de Couto e Silva era reforzar la consecución del triunfo sobre la Argentina en la carrera hegemónica regional. Cuestión que las elites brasileñas parecen haber percibido como indefectiblemente inclinada a favor de ellos a comienzos de los 80. En pleno siglo XXI, la historia de las grandes potencias en general y de la actual superpotencia en particular, no parecen convalidar lineales visiones de "delegación".

http://www.clarin.com/diario/2009/07/08/opinion/o-01954676.htm

sábado, 11 de julho de 2009

Muita esperança, pouca mudança

O caso de Honduras mostra que Obama representou muita esperança, mas resulta em poucas mudanças até agora. A reação à crise econômica foi tímida e ortodoxa. Agora mostra uma dificuldade de impor uma inflexão na política externa para a América Latina. Com a pressão americana, com a efetiva pressão, os golpistas já teriam caído. Pressão que não deve ser feita sobre os militares e políticos golpistas de Honduras, mas especialmente sobre os grandes proprietários de terra. A demonstração direta da oposição americana a ação deles derrubaria o governo de imediato, porque atingiria o ponto mais fraco, o bolso, os lucros. Convenhamos que os EAU podem não ter condições de punir Hugo Chávez deixando de comprar petróleo da Venezuela, mas ficar sem comprar bananas de Honduras, os EUA podem.

segunda-feira, 29 de junho de 2009

A hora de Obama escolher pela mudança

A política de Barack Obama em relação à América Latina mudou. Mudou em termos de discursos e gestos simbólicos como o fim da expulsão de Cuba da OEA. Mas agora chegou o momento de Obama dar uma demonstração concreta que a política externa americana para a América Latina mudou, o golpe militar em Honduras.

Honduras foi  a base de operações dos EUA para as intervenções políticas na América Central. Honduras é o país da United Fruit. Honduras é o símbolo do que de3 pior os EUA colaboraram para construir e sustentar na América Latina. Honduras parece ter saído direito dos livros que denunciavam o atraso e o subdesenvolvimento da região nos anos 60 pela ação do imperialismo. É um dos países mais pobres da região perdendo apenas para o Haiti.

O presidente deposto, Manuel Zelaya, foi eleito pelo establishment, pelos grupos sempre tiveram o poder em Honduras e a perpetuaram na miséria. Após eleito Zelaya se afastou do receituário conservador e começou a implantar reformas que suscitaram imediatamente a oposição das elites econômicas, políticas e religiosas de Honduras. Zelaya não é um revolucionário, talvez seja apenas um demagogo latino-americano, mais ainda que seja assim, os fatos mostram a incapacidade das sociedades latino-americanas conviverem com a mudança. A rigidez da estrutura sócio-econômica faz com que qualquer simulacro de reforma ganhe ares revolucionários e ameace o sistema. E o resultado temos aí, sempre mais do mesmo. Diante das reformas, as elites contrariadas armam a deposição do governo reformista de turno para restaurar a ordem imaculada que deve preservar o atraso e o subdesenvolvimento. Não faltam grupos na América Latina cujo sangue, que lhes dá a vida, é o atraso, a pobreza e o subdesenvolvimento. Nestes momentos me irritam e enojam ainda mais estes termos bobos que se difundem pelas organizações internacionais e pela imprensa, países em desenvolvimento, países emergentes. Termos que mistificam a realidade e rompem a solidariedade trágica que de fato amarra um país como o Brasil a Honduras. A tragédia de Honduras é a tragédia do Brasil porque aponta para os nossos limites estruturais. As vitórias do Brasil encobrem as amargas derrotas de Honduras, porque a isolam e fazem de conta que basta fazer as escolhas certas (o que também encobre a natureza conjuntural das nossas vitórias).

O golpe de Honduras revela também a incapacidade dos políticos latino-americanos lideram com as instituições. Não apenas os golpistas, mas também o presidente deposto ao insistir num plebiscito informal sobre uma Constituinte. Plebiscito condenado pela corte constitucional e pelo Legislativo. É claro que ambos são contra por interesses mesquinhos, pela preservação do status quo, porque tem interesse em conservar as instituições políticas hondurenhas imunes ao povo. Diante disso, convocar um plebiscito informal é ignorância política, no mínimo, e um desrespeito com as instituições de fato. E aí se dá uma desculpa para os grupos golpistas. Claro que é necessário reformular as leis. No mundo injusto, pobre, atrasado e e subdesenvolvido, as leis são injustas, pobres, atrasadas e subdesenvolvidas. Mas não se faz isso começando com um  plebiscito informal, com um plebiscito de araque. Precisa de apoio popular para forçar a a aprovação de uma Constituinte? Mobilize a população, organize a população, leve a população para as ruas e aprove um plebiscito real. Se resolve dois problemas muda as instituições e traz o povo para dentro das instituições. A política se faz nas instituições ainda que o objetivo seja romper os limites impostos pelas instituições vigentes para dar origem a outras. É difícil saber se Manuel Zelaya sofre de ignorância política ou é mal intencionado, em qualquer caso ele precisa voltar ao cargo.

E aqui é o momento de Obama fazer uma escolha pela continuidade da política externa americana para a América Latina ou pela ruptura. Nenhum golpe de estado na região sobrevive sem o apoio dos EUA e mais ainda em Honduras, onde há uma base militar norte-americana. Uma objeção firme ao golpe, não apenas na imprensa, mas nos bastidores, posicionando-se claramente para a junta militar golpista, e para o presidente em exercício derruba o golpe. FHC, e veja que não estamos falando de grande coisa, só do FHC, junto com os outros presidentes do Mercosul foi capaz de pressionar o Lino Oviedo ao ponto de reverter o golpe de Estado no Paraguai. Se é possível no Paraguai com FHC, é possível em Honduras com Obama. Se o governo golpista de Honduras não cair é porque Obama fez uma escolha e não foi pela mudança.

sábado, 27 de junho de 2009

Há pensadores em Israel!

Barack Obama, verdadero amigo de Israel

by A.B. Yehoshua

HAIFA – ¿Cómo se sabe cuándo un amigo es verdadero? Por el hecho de que cree y confía en uno, y nos dice con honestidad nuestros errores, los que trata de ayudarnos a corregir. Ese es el tipo de amigo que quiero a mi lado, no alguien que apruebe automáticamente todo lo que hago, me declare su afecto y me acepte tal como soy.

Desde su gran victoria militar en la Guerra de los Seis Días de 1967, cuando repelió a las fuerzas armadas combinadas de Egipto, Siria y Jordania, que habían proclamado abiertamente su deseo de destruir el estado judío, Israel ha estado sumido en una confusión militar e ideológica resultante de las conquistas que hizo en aquel conflicto.

Tras la Guerra de los seis Días, Israel no consideró las tierras conquistadas como algo a negociar a cambio de paz, y con eso inducir al mundo árabe y a los palestinos a reconocer su legitimidad y asegurar la desmilitarización de los territorios palestinos tras su restitución. En lugar de ello, -ya sea debido a su desconfianza en sus enemigos o un deseo de anexarse algunos de los territorios- comenzó a seguir una política de asentamientos. Sin embargo, al hacerlo creó una realidad difícil de revertir.

Los asentamientos no militares de Israel son, y siempre lo han sido, irrelevantes para la seguridad del país. Por el contrario, debido a que se encuentran en el centro de la población palestina, son objetivos convenientes para ataques terroristas y requieren de medidas defensivas especiales, como el despliegue de grandes fuerzas militares para patrullaje y vigilancia. Incluso en los Altos del Golán, donde no hay presencia siria, los asentamientos, ubicados a unos cuantos kilómetros de enormes concentraciones de tropas sirias, crean una pesada carga porque, en caso de guerra, el ejército israelí se verá obligado a evacuarlos rápidamente, como ocurrió durante la guerra del Yom Kippur en octubre de 1973.

Los asentamientos intensifican el odio de los palestinos hacia Israel. Además de ocupar tierras palestinas, utilizando su agua e imponiendo límites a su libertad de movimiento, los asentamientos simbolizan la intención de Israel de permanecer, y por ende su reticencia a conceder la independencia al pueblo palestino, incluso si reconociera la legitimidad de Israel y se mostrara dispuesto a la coexistencia pacífica.

Israel ha invertido grandes recursos financieros en los asentamientos, a menudo haciendo caso omiso a importantes necesidades dentro de Israel mismo. Los colonos, principalmente partidarios de movimientos y partidos religioso-nacionalistas, a menudo demuestran una actitud de superioridad en sus relaciones con las autoridades israelíes, pretendiendo tener un estatus especial no sólo con respecto a los palestinos, sino también frente a otros ciudadanos israelíes. De hecho, un número sustancial de ellos ni siquiera reconoce la autoridad legal del estado de Israel.

El mayor problema con los asentamientos es que, si siguen expandiéndose, correrá peligro la solución de los dos estados y, tarde o temprano, llevarán a un estado unitario poblado por dos grupos étnicos entre el Río Jordán y el Mar Mediterráneo. Puesto que la simple demografía implica que los palestinos gradualmente llegarán a ser la mayoría, un estado unitario es una receta para el fin de Israel.

La mayoría de los israelíes comprende esto pero, igual que un drogadicto incorregible, es incapaz de decir: "Basta. Hemos cometido un error, y debemos remediarlo antes de que sea demasiado tarde".

No hay duda de que cuando se firmó un tratado de paz con Egipto, los colonos judíos fueron evacuados por la fuerza desde el Sinaí. De manera similar, cuando las comunidades judías en Gaza se hicieron insostenibles, el líder de la derecha, Ariel Sharon, obligó la salida de 9.000 colonos que vivían entre 1,5 millones de palestinos, un suceso dramático que ha dejado profundas cicatrices en ambos bandos. Sin embargo, hay 250.000 colonos israelíes en Cisjordania. Cualquier intento de evacuarlos podría convertirse en una guerra civil.

El mundo, incluido Estados Unidos, desaprueba los asentamientos israelíes. Sin embargo, a pesar de que las administraciones estadounidenses anteriores tuvieron ka oportunidad de hacer sentir su influencia, prefirieron permitir que Israel, estado aliado y amigo, hiciera lo que quisiera.

Así es que ha llegado un momento de la verdad. Barack Obama, un líder sabio y valiente, no está meramente interesado en la imagen de Estados Unidos a los ojos del mundo musulmán. No tengo duda de ello. También busca el bienestar y la seguridad de Israel, diciéndonos: "Basta. Dejad de haceros daño a vosotros mismos y a vuestro futuro. Incluso si no creéis en el deseo genuino de los palestinos por lograr la paz, su capacidad de mantener a raya a los terroristas o su renuncia al supuesto derecho de retorno, siempre podéis proteger vuestra seguridad con una presencia militar en los territorios palestinos en lugar de perjudicar la futura paz y la solución de dos estados al expandir asentamientos inútiles”.

Con un llamado así de claro y directo al gobierno israelí, el presidente estadounidense no sólo expresa lo que una mayoría de los israelíes ya sabe. También demuestra su profunda amistad hacia el estado judío.

A. B. Yehoshua es uno de los novelistas más destacados de Israel. Su última novela es Friendly Fire (Fuego Amigo).

quarta-feira, 17 de junho de 2009

Israel já não pode apenas fazer discursos!

URI AVNERY: OBAMA NÃO ESTÁ PARA PISCADELAS

Atualizado e Publicado em 14 de junho de 2009 às 21:33

por Uri Avnery*, em Gush Shalom (Grupo da Paz, Telavive)

Tradução: coletivo Todas as Vozes

Lembram-se de Dov Weisglass? Aquele, que disse que a paz teria de esperar até que os palestinos virassem finlandeses? Que falava de conservar em formol o processo de paz?

Weisglass será para sempre lembrado, menos pelo que disse do que por suas piscadelas, aquela coisa de falar e piscar um olho. Weisglass é o Rei da Piscadela.

Essa semana, Binyamin Netanyahu convocou-o para reunião urgente; precisava de curso intensivo de "piscar olho", expressão de gíria, do hebraico contemporâneo, para "enganação").

Enganação é o principal instrumento de trabalho dos empreiteiros israelenses que constroem colônias. A enganação-piscadela é a verdadeira mãe de todas as colônias. Os colonos enganam-piscam. O governo de Israel engana-pisca. Dizem não, e enganam-piscam. Enganam-piscam e constroem. Enganam-piscam e instalam água e luz. Enganam-piscam e mandam soldados para os postos avançados e arrancam palestinos de suas terras e arrancam oliveiras pelas raízes.

A piscadela de enganação também é o principal instrumento de trabalho da diplomacia israelense. Tudo se faz por piscadelas. Os EUA exigem o fim da construção de colônias e piscam. Israel concorda – e também pisca.

O problema é que não há registro impresso de piscadelas. Não há tecla de computador para marcar "piscadela de enganação". Então… Hillary Clinton pode, honesta e sinceramente, garantir que não há piscadelas de enganação em acordos assinados por EUA e Israel. Nem em qualquer memorando-registro das conversações. Não há registro de piscadelas de enganação em nenhum arquivo ou documento.

Pior: parece que a cultura afro-norte-americana não conhece a piscadela de enganação. Quando Netanyahu sentou-se na Casa Branca e pôs-se a piscar –  Barack Obama não respondeu. Bibi piscava e piscava e piscava… e Obama não entendia. Piscou e piscou e piscou até ter cãibras no olho, e nada! Obama provavelmente pensou que Bibi tivesse um cacoete. Como pisca! Realmente embaraçoso.

O que fazer ante alguém que não é de piscadelas? Como, ó Deus, conseguir resposta de piscadela? Esse é o principal problema que o primeiro-ministro de Israel enfrenta hoje.

Amanhã, o primeiro-ministro discursará um "Grande Discurso". Não apenas grande, também muito "histórico". Será a apoteótica resposta ao discurso de Obama no Egito. Tudo está sendo encenado para que os dois discursos se pareçam. Obama falou na Universidade do Cairo? Netanyahu falará na Universidade Bar-Ilan, instituição religiosa da direita israelense, onde foi cevado o assassino de Yitzhak Rabin.

Mas as semelhanças ficam por aí. Haverá diferenças. Obama delineou os contornos de um Novo Oriente Médio? Netanyahu delineará os contornos do Velho, bem velho, Oriente Médio. Obama falou de um futuro de paz, cooperação e respeito mútuo? Netanyahu falará do passado de Holocausto, violência, ódio e medos.

O maior problema de Netanyahu é convencer o mundo de que o velho é novo. Converter os velhos e surrados clichês em novidade; convertê-los em palavra de ordem para amanhã. Mas… como fazê-lo sem usar piscadelas de enganação, ante alguém que não reage a piscadelas?
Como falar sobre "crescimento natural" das colônias, sem piscar? Como falar de Estado palestino, sem piscar? Como falar sobre apressar as negociações de paz com palestinos, sem piscadela de enganação?

Os mais famosos alfaiates foram convocados para ajudar a costurar as roupas novas do rei, dos ministros, dos deputados ao Parlamento israelense, de todos os professores-mágicos e, claro, também de Shimon Peres.

Todos acorreram, ao primeiro chamado: costurar roupa nova, calças de moda e gravata colorida – dessas que só os espertalhões veem.

Israel sempre apostou no Holocausto, como uma espécie de salvo-conduto para cometer qualquer crime. Era dizer "Holocausto" e a sala ficava em silêncio. Israel pôde oprimir os palestinos, roubar a terra deles, meter colônias na terra dos palestinos, espalhar postos de controle armado por toda parte, como caca de mosca. Israel bloqueou Gaza, fez o que quis. E quando os não-judeus protestavam, bastava gritar "Holocausto" – e os protestos calavam, congelados nos lábios dos não-judeus.

Agora… O que fará Israel, contra Obama, que denuncia o horror do Holocausto, que visita um campo de concentração e leva ao lado Elie Wiesel, "Mr. Holocaust", em pessoa… E que, mesmo assim, exige que pare a construção de colônias?

Não surpreende que Netanyahu esteja sofrendo o suplício da insônia, sem descanso para a alma. Netanyahu sem o Holocausto é como o Papa sem a cruz. Sem um "segundo Holocausto"… o que Netanyahu terá a dizer contra o Iran? O que dirá sobre o "Perigo Existencial" que impede Israel de evacuar tendas e barracões na Judeia e derrubar muros na Samaria?

Sem isso… o que restará para que Netanyahu  recheie seu "Discurso Histórico"?

Terá de martelar prego quadrado em buraco redondo. Cada vez que diga "sim", leia-se "não". É o que sempre fizeram seus antecessores. Ehud Barak fez. Ariel Sharon fez. Ehud Olmert fez. Com uma diferença: diziam, faziam… e piscavam a piscadela de enganação; mas Netanyahu terá de falar sem piscar.
Terá de falar da solução dos Dois Estados… sem mencionar dois Estados. Terá de falar sobre parar de construir nas colônias… sem parar de construir nas colônias e com o trabalho (de construção nas colônias) continuando, sem parar, a pleno vapor.

No passado, sempre houve muitos truques para continuar a construção de colônias. "O cérebro judeu produz patentes" – diz uma canção popular muito conhecida. Novas colônias foram sempre construídas, sob a mentira de que seriam extensões da colônias existentes – mesmo que a 'extensão' esteja a dez, cem, duzentos, mil, dois mil metros de distância… desde que, da colônia, aviste-se a 'extensão'. Ou mentiu-se que a construção prosseguia, não em novas terras, mas nos limites das colônias já existentes… O que sempre foi quase-verdade, porque a colônia de Maaleh Adumin, por exemplo, é enorme, com área equivalente à de Telavive.

Talvez Netanyahu lembre a famosa carta de George W. Bush, em que manifesta opinião de que, em qualquer futuro acordo de paz, "centros populacionais já existentes" deve(ria)m ser anexados a Israel. Mas nem Bush definiu o que fossem "centros populacionais" ou demarcou fronteiras. Nem Bush jamais disse que Israel estaria autorizado a construir em terra dos palestinos antes de haver qualquer acordo. Antes de tudo, porque jamais teve autoridade para decidir essas questões.

Israel fala também do "crescimento natural". OK. Mulheres podem ser usadas como máquinas de fabricar crianças, de preferência gêmeos e trigêmeos. E qualquer um pode adotar filhos, de 1 a 101 anos. Claro, sempre que nasce um filho, é preciso construir outro quarto, outra casa, outra colônia.
(E quem fale em "crescimento natural" para os judeus, fala também de "crescimento não-natural" para os árabes. Os árabes não crescem naturalmente. São como uma doença: crescem não-naturalmente. Netanyahu talvez use também esse argumento.)
E quanto ao Estado da Palestina, que Obama está projetando?

A televisão israelense fez feio trabalho, essa semana: lembrou aos israelenses que Netanyahu disse há apenas seis anos: “Estado palestino – NÃO!”, porque "dizer sim a um Estado palestino significa dizer não ao Estado judeu".

Netanyahu parece crer que se trata apenas de como encenar as coisas. Talvez diga que, no passado, Israel já aceitou o Mapa do Caminho, que contém vestígios de um Estado palestino. É verdade que Israel 'aceitou'… mas com 14 emendas que, de fato, castraram o Mapa do Caminho e o converteram em papel sem qualquer significado. Netanyahu conta com que Obama dê-se por satisfeito.

Em resumo: ninguém precisa voltar a falar de Dois Estados, porque o assunto já foi mencionado no Mapa do Caminho (amaldiçoado seja! – como Netanyahu, se não diz, pensa), que Israel declarou morto há muito tempo, mas que agora finge que volta a considerar, e no qual há rápida menção a algo semelhante a Dois Estados. Então não se fala mais nisso; basta uma rápida referência de modo oblíquo (e piscadela).
Mas o que fazer se, apesar de tudo, Obama insiste para que Netanyahu pronuncie as palavras "Estado palestino", dos próprios lábios? Se não houver truque possível, para dizer sem dizer, Netanyahu talvez pronuncie as palavras… e mentalmente as exorcizará, como maldição; e acrescentará qualquer meia dúzia de adjetivos que detonarão o real significado das palavras. Exatamente como, antes dele, já fizeram Barak, Sharon e Olmert.

As declarações de Tzipi Livni e sua turma deram a impressão de que continuam todos empacados. Também ela parece crer que Israel poderá continuar a falar sobre Dois Estados, enquanto opera na direção oposta; falar de parar a construção de novas colônias, e continuar a construí-las. Dessa toca não virá qualquer mensagem nova.
A questão é que Obama não está interessado em dar nova formulação a velhos slogans. Parece estar exigindo que Israel aceite o princípio dos Dois Estados como base para ação concreta e rigorosa: chegar a um acordo para o estabelecimento de um Estado chamado Palestina, com capital em Jerusalém Leste; e fim das colônias e de toda a parafernália da ocupação.

Obama está exigindo negociações consistentes, de modo que em dois ou três anos – antes do fim de seu governo – haja verdadeira paz na Região, uma paz que realmente assegure a existência e a segurança do "Estado judeu de Israel" (expressão que George Mitchell inaugurou essa semana) e do Estado árabe da Palestina, lado a lado.

Tudo isso é parte de uma nova ordem de um novo Grande Oriente Médio, do Paquistão ao Marrocos, como parte de uma visão de mundo mais ampla.
Contra essa visão, de nada servem as piscadelas de enganação à moda Weisglass ou a ginástica verbal à moda Peres.

No discurso de amanhã, Netanyahu terá de escolher um dentre três caminhos: ou adota a via de uma colisão frontal com os EUA; ou promove mudança total na política do seu governo em Israel; ou renuncia.

Acabou a era das piscadelas de enganação.

* URI AVNERY, 13/6/2009, Obama won’t wink back

http://www.viomundo.com.br/voce-escreve/uri-avnery-obama-nao-esta-para-piscadelas/