"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?

domingo, 26 de julho de 2009

Brasil-EUA na visão argentina

Opinión

DEBATE

Brasil, un aliado regional ´sui generis´ de EE.UU.

La diplomacia brasileña, consistente con su línea tradicional, juega con lógicas de equilibrio de poder antes que de alineamiento o confrontación.

Por: Fabián Calle
Fuente: PROFESOR DE RELACIONES INTERNACIONALES (UCA-UTDT)

Ni Brasil ni los Estados Unidos están listos para desarrollar una asociación amplia y de largo plazo. No están dispuestos a hacer concesiones o aceptar el sustancial compromiso necesario para desarrollar una mayor relación estratégica. Las dos naciones deberían, no obstante, ser capaces de cooperar de manera mas eficiente y consistente en temas específicos de mutuo interés". De esta forma un reciente informe titulado "A Second Chance. U.S. Policy in the Americas" del influyente "Dialogo Interamericano" de Washington DC, describe el presente y futuro de la interacción entre la principal potencia mundial y hemisférica y el 'primus inter pares' sudamericano.
A su vez, un recorrido por los informes del Consejo de Seguridad Nacional de los EE.UU. y de las Revisiones Cuadrianuales de la Defensa elaboradas por el Pentágono no muestra referencias al Brasil como un aliado estratégico-militar. Sí, como un importante interlocutor regional y con creciente peso internacional. Aun así en pleno debate sobre la eventual reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el 2004, Washington sostuvo solamente las candidaturas de Japón y de la India.
En la propia conferencia conjunta que los presidentes Obama y Lula dieron durante la visita de este último a la Casa Blanca, fue llamativa la retórica del líder brasileño, centrada en temas como los biocombustibles y el libre comercio. Este conjunto de indicadores, no relativiza ni mucho menos los sustanciales avances materiales y, aun más, en materia de imagen/prestigio o "poder blando" de Brasilia a lo largo del último lustro.
Pero si busca complejizar algunas interpretaciones lineales que parecen imperar en la Argentina, paradójicamente en sectores intelectuales, políticos y económicos que cuestionaban fuertemente la necesidad de un vínculo preferencias con Brasil en la década de los ´90 vis a vis su inclinación por una alianza estrecha con los EE.UU.
De ese escepticismo sobre la potencia sudamericana, parece haberse pasado a una readaptación 'a la argentina' de la visión del general brasileño Golbery de Couto e Silva. Este militar destacaba que el destino de su país era ser una potencia occidental y con estrechas relaciones con Washington pero al mismo tiempo con grados de maniobra suficientemente amplios para consolidar su hegemonía sudamericana y garantizarle la superpotencia un status quo no desestabilizador o agresivo para ella pero sin ser un mero títere o delegado. En otras palabras, el Brasil sería un gendarme que facilitaría el repliegue estadounidense hacia zonas más conflictivas y estratégicas del mundo. La idea de Couto e Silva era reforzar la consecución del triunfo sobre la Argentina en la carrera hegemónica regional. Cuestión que las elites brasileñas parecen haber percibido como indefectiblemente inclinada a favor de ellos a comienzos de los 80. En pleno siglo XXI, la historia de las grandes potencias en general y de la actual superpotencia en particular, no parecen convalidar lineales visiones de "delegación".

http://www.clarin.com/diario/2009/07/08/opinion/o-01954676.htm

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