"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?
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domingo, 15 de maio de 2011

Economistas y democracia por Dani Rodrik

Economistas y democracia

Dani Rodrik

2011-05-11

Economistas y democracia

CAMBRIDGE – Últimamente he estado presentando mi nuevo libro The Globalization Paradox (La paradoja de la globalización) a diferentes grupos. A esta altura ya estoy acostumbrado a todo tipo de comentarios de parte de la audiencia. Pero en un evento reciente de lanzamiento del libro, el economista asignado para analizarlo me sorprendió con una crítica inesperada. “Rodrik quiere que el mundo sea seguro para los políticos”, dijo, enfurruñado.

Para que el mensaje no cayera en saco roto, luego ilustró su argumento recordándole al público al “ex ministro japonés de Agricultura que sostuvo que Japón no podía importar carne vacuna porque los intestinos humanos son más largos en Japón que en otros países”.

El comentario generó algunas risitas entre dientes. ¿A quién no le gusta hacer bromas a expensas de los políticos?

Pero la observación tuvo una intención más seria y evidentemente estaba destinada a exponer un error fundamental en mi argumento. El hombre que analizaba mi libro encontraba evidente que dejarles a los políticos más espacio de maniobra era una idea disparatada –y suponía que la audiencia estaría de acuerdo-. Si uno elimina las limitaciones a lo que los políticos pueden hacer, insinuó, lo único que conseguirá son intervenciones tontas que estrangulan a los mercados y frenan el motor del crecimiento económico.

Esta crítica refleja un malentendido grave respecto de cómo funcionan realmente los mercados. Educados con libros de texto que oscurecen el papel de las instituciones, los economistas suelen imaginar que los mercados surgen por sí solos, sin la ayuda de una acción resuelta y colectiva. Adam Smith puede haber tenido razón al decir que “la propensión a transportar, trocar e intercambiar” es innata de los seres humanos, pero hace falta una panoplia de instituciones ajenas al mercado para materializar esta propensión.

Consideremos todo lo que se necesita. Los mercados modernos precisan una infraestructura de transporte, logística y comunicación, que en gran parte es el resultado de inversiones públicas. Necesitan sistemas de cumplimiento de contratos y protección de los derechos de propiedad. Precisan regulaciones que aseguren que los consumidores tomen decisiones informadas, que las externalidades se internalicen y que no se abuse del poder del mercado. Necesitan bancos centrales e instituciones fiscales para evitar el pánico financiero y los ciclos comerciales moderados. Precisan protecciones sociales y redes de seguridad para legitimar los resultados distributivos.

Los mercados que funcionan bien siempre están arraigados en mecanismos más amplios de gobernancia colectiva. Esa es la razón por la cual las economías más ricas del mundo, las que tienen los sistemas de mercado más productivos, también tienen grandes sectores públicos.

Una vez que reconocemos que los mercados requieren reglas, luego debemos preguntarnos quién escribe esas reglas. Los economistas que denigran el valor de la democracia a veces hablan como si la alternativa a la gobernancia democrática fuera la toma de decisiones de reyes-filósofos platónicos de mentes elevadas –idealmente economistas.             

Sin embargo, este escenario no es ni relevante ni deseable. Por un lado, cuanto más baja la transparencia, representatividad y responsabilidad del sistema político, más probabilidades hay de que intereses especiales se apropien de las reglas. Por supuesto, también se puede capturar a las democracias. Pero siguen siendo nuestra mejor salvaguarda contra el régimen arbitrario.

Es más, la formulación de las reglas rara vez tiene que ver sólo con la eficiencia; puede implicar compensar objetivos sociales enfrentados –estabilidad versus innovación, por ejemplo- o tomar decisiones distributivas. Estas no son tareas que querríamos encomendar a economistas, quienes podrían saber el precio de muchas cosas, pero no necesariamente su valor.  

Es verdad, la calidad de la gobernancia democrática a veces se puede aumentar si se reduce la discreción de los representantes electos. Las democracias que funcionan bien suelen delegar el poder de formular las reglas a organismos cuasi-independientes cuando las cuestiones que se barajan son técnicas y no plantean cuestiones distributivas; cuando el intercambio de favores políticos podría resultar en desenlaces subóptimos para todos; o cuando las políticas están afectadas por la miopía y descartan considerablemente los costos futuros.

Los bancos centrales independientes ofrecen una ilustración importante de esto. Puede estar en manos de los políticos electos la tarea de determinar el objetivo de inflación, pero los medios utilizados para alcanzar ese objetivo son relegados a los tecnócratas en el banco central. Aún entonces, los bancos centrales normalmente siguen siendo responsables ante los políticos y deben ofrecer una explicación cuando no logran los objetivos.

De la misma manera, puede haber instancias útiles de delegación democrática a organizaciones internacionales. Los acuerdos globales para ponerle un tope a las tasas de aranceles o reducir las emisiones tóxicas son, por cierto, valiosos. Pero los economistas tienden a idolatrar estas limitaciones sin escudriñar suficientemente las políticas que las producen.

Una cosa es defender las limitaciones externas que mejoran la calidad de la deliberación democrática –impidiendo el cortoplacismo o exigiendo transparencia, por ejemplo-. Otra cosa totalmente distinta es subvertir la democracia privilegiando intereses particulares por sobre otros.

Por caso, sabemos que los requerimientos globales de adecuación del capital generados por el Comité de Basilea reflejan abrumadoramente la influencia de los grandes bancos. Si las regulaciones fueran escritas por economistas y expertos en finanzas, serían mucho más rigurosas. Por el contrario, si las reglas fueran relegadas a procesos políticos internos, podría existir una mayor presión compensatoria de parte de los accionistas que se oponen (aunque los intereses financieros también son poderosos fronteras para adentro).

Del mismo modo, a pesar de la retórica, muchos acuerdos de la Organización Mundial de Comercio no son el resultado de la búsqueda del bienestar económico global, sino del poder de lobby de las multinacionales que buscan oportunidades para generar ganancias. Las reglas internacionales sobre patentes y propiedad intelectual reflejan la capacidad de las empresas farmacéuticas y de Hollywood –para dar apenas dos ejemplos- para salirse con la suya. Estas reglas son ampliamente ridiculizadas por los economistas por haber impuesto limitaciones inapropiadas a la capacidad de las economías en desarrollo para acceder a productos farmacéuticos baratos u oportunidades tecnológicas. 

De manera que la opción entre discreción democrática en casa y limitación externa no siempre es una elección entre buenas y malas políticas. Aún cuando el proceso político interno funcione de manera deficiente, no existe ninguna garantía de que las instituciones globales vayan a funcionar mejor. Muy a menudo, la elección es entre ceder ante quienes buscan rentas en el país o los extranjeros. En el primer caso, al menos las rentas se quedan en casa.

Para terminar, el interrogante tiene que ver con a quién le concedemos el poder para hacer las reglas que los mercados necesitan. La realidad inevitable de nuestra economía global es que el principal sitio de responsabilidad democrática legítima sigue estando dentro del estado nación. De manera que de buena gana me declaro culpable de la acusación de mi crítico economista. quiero que el mundo sea seguro para los políticos democráticos. Y, francamente, me preocupan aquellos que no quieren lo mismo.

Dani Rodrik, profesor de Economía Política Internacional en la Universidad de Harvard, es autor de The Globalization Paradox: Democracy and the Future of the World Economy.

http://www.project-syndicate.org/commentary/rodrik56/Spanish

terça-feira, 8 de fevereiro de 2011

A Honra Sexual segundo Arthur Schopenhauer

“A honra sexual divide-se em honra feminina e honra masculina: a prioritária e mais significativa é a feminina, já que, na existência da mulher, a relação sexual é a mais importante. No caso de uma jovem, a honra feminina consiste na opinião geral dos outros de que ela não se entregou a nenhum homem, e, no caso de uma mulher, de que ela se entregou apenas ao homem com quem se casou.

“Em relação ao sexo masculina, a honra sexual é a opinião de que um marido, tão logo venha a saber do adultério de sua mulher, irá separar-se dela e castigá-la se for possível.

“Essa espécie de honra apresenta muitas características que a distinguem das outras duas (honra privada e honra pública) e pode ser deduzida e entendida apenas a partir das peculiaridades de relacionamento entre os sexos. Enquanto o sexo feminino exige e espera tudo do masculino, ou seja, tudo o que deseja e de que precisa, o masculino exige do feminino, em primeiro lugar e diretamente, apenas uma coisa. Por essa razão, teve de ser estabelecida a convenção que permite ao sexo masculino obter do feminino aquela única coisa de que precisa em troca da aceitação de cuidar de tudo. Sobre tal convenção repousa o bem-estar de todo o sexo feminino. E é para fazer valer esse estado de coisas que o sexo feminino tem de se manter unido e, por conseguinte, ter esprit de corps; enquanto um todo de tal natureza, enfrenta todo o sexo masculino que, pela preponderância de suas forças intelectuais e físicas, é o detentor de todos os bens terrenos. E o enfrenta como ao inimigo comum, que tem de ser vencido e conquistado para que, com sua posse, chegue-se também à posse dos bens terrenos. Esse é o objetivo da máxima de honra de todo o sexo feminino, segundo o qual deve ser negado ao masculino todo concúbito extraconjugal e concedido, porém, o conjugal, quer o casamento seja celebrado apenas no civil, como na França, ou no religioso, de modo que cada um é obrigado ao matrimônio, que representa uma capitulação. somente pela observância geral desse procedimento, ou seja, pelo casamento, é que o sexo feminino poderá alcançar o sustento que lhe é necessário. Por tal razão, ele próprio cuida da manutenção desse esprit de corps entre seus membros. Por isso também, toda moça que comete, por meio de uma relação extraconjugal, uma traição contra todo o seu sexo – cujo bem-estar cairia por terra com a generalização desse modo de conduta –, logo é banida e coberta de vergonha, isto é, perde sua honra. Nenhuma mulher pode mais ter contato com ela, e a opinião geral lhe nega todo seu valor. Ela passa a ser evitada como se fosse uma enferma pestilenta. O mesmo destino encontra a mulher adúltera, uma vez que não respeitou a contratada capitulação do homem em que repousa a salvação do sexo feminino. Mas isso acabaria por desencorajar tal capitulação, já que a generalização desse modo de conduta a transformaria em motivo de brincadeira e zombaria. Por fim, devido à sua grosseira falta de palavra e ao engano perpetrado na sua conduta, a adúltera perde, além da honra sexual, a privada: por isso se diz sempre, como uma expressão indulgente, “uma moça pervertida”, mas não uma “mulher pervertida”.

(…)

“A honra masculina é a que é suscitada pelo esprit de corps da outra parte. Exige apenas que quem aceitou a capitulação tão favorável à parte feminina, ou seja, o casamento, pelo menos agora fique atento para que ele seja respeitado, para que esse pactum não perca a sua firmeza com a generalização de tal tolerância, e os homens, no momento em que entregam tudo à mulher, tenham absoluta certeza daquilo que adquiriram, isto é, a posse exclusiva da mulher. Sendo assim, a honra do marido exige que ele puna o adultério de sua mulher e vingue-se dela com a separação ou outro meio; se, estando ciente, suportá-lo, será coberto de vergonha pelo corps masculino. Tal punição, porém, não é tão drástica quanto a do sexo feminino, pois para o homem a relação sexual é subordinada e ele mantém muitas outras relações.

“A salvação dessa honra masculina é o tema da tragédia de Calderón,  O médico da própria honra. Note-se que ela exige apenas o castigo da mulher, mas não do amante, o que prova sua origem a partir do esprit de corps masculino e confirma a sexta máxima, que diz ser nossa honra firmada e fundada apenas em nosso próprio fazer e omitir, não na injustiça que um outro comete contra nós. A necessidade de castigar a mulher, cujo erro, se ficar sem castigo, envergonha o homem, não contradiz o que foi dito, porque deriva do mencionado esprit de corps, portanto, de uma consideração bastante particular, e porque a vergonha do homem não é diretamente o adultério da mulher, mas a tolerância dele.”

SCHONPENHAUER, Arthur. A Arte de se fazer respeitar ou Tratado sobre a honra. São Paulo, Martins Fontes, 2004, pp. 24-28.

quinta-feira, 27 de janeiro de 2011

Kenneth Maxwell: elogio ou ironia com Hobsbawm?

São Paulo, quinta-feira, 27 de janeiro de 2011
   
KENNETH MAXWELL

Eric Hobsbawm

O historiador Eric Hobsbawm tem 93 anos. Viveu por tempo suficiente para que tenha visto justificadas as opiniões que expressa já há muito sobre o capitalismo e o marxismo. Seus críticos, evidentemente, relutam em concordar com ele.
Michael Gove, por exemplo, secretário da Educação no governo de coalizão entre conservadores e liberais-democratas no Reino Unido, afirma que o marxismo de Hobsbawm é atávico. Há quem concorde. Esses críticos afirmam que o historiador é um "acadêmico envelhecido que hesita em contemplar o mal e lhe dar o nome devido".
Mas Hobsbawm está acostumado a esse tipo de crítica.
Acaba de lançar uma nova coletânea de ensaios no Reino Unido, seu 16º livro, intitulado "How to change the World: Tales of Marx and Marxism". O trabalho sairá no Brasil no ano que vem, pela Companhia das Letras. Hobsbawm acredita que a recente crise econômica mundial oferece sustentação convincente aos seus argumentos marxistas.
Ele admite que, entre 1945 e os anos 70, o capitalismo ganhou "face humana". Mas sob Thatcher e Reagan isso foi substituído por um fundamentalismo de mercado extremado, que provocou terremotos devastadores, especialmente na América Latina.
Nascido em Alexandria, Egito, filho de um casal judeu, e criado em Viena e em Berlim, Hobsbawm, vive em Londres desde 1933. Foi por muito tempo membro do Partido Comunista britânico e de seu grupo de historiadores.
A reputação mundial de que desfruta se baseia numa variedade espantosa de grandes obras. Algumas delas criaram novas maneiras de contemplar a história, especialmente os trabalhos sobre rebeldes primitivos e bandidos.
Escreveu também uma série de interpretações em larga escala do período entre o final do século 18 e o final do século 20, começando por "A Era das Revoluções". A América Latina é "o lugar onde as pessoas falam e conduzem política na linguagem do passado, do século 19 e 20, de socialismo, comunismo e marxismo", disse ele recentemente.
Hobsbawm é especialmente elogioso com relação ao Brasil. Ele disse ao "Guardian" que o Brasil apresentava um caso clássico de partido trabalhista ao modo do século 19, baseado em uma "aliança de sindicatos, trabalhadores, pobres, intelectuais e ideólogos de diversas vertentes da esquerda, que produziu uma coalizão de governo notável.
E não se pode dizer que ela não obteve sucesso, já que, depois de oito anos de governo, seu presidente deixou o posto com índices de aprovação de mais de 80%".
A América Latina, acrescentou, é a região do mundo em que ele se "sente mais em casa, em termos ideológicos".
KENNETH MAXWELL escreve às quintas-feiras nesta coluna.

http://www1.folha.uol.com.br/fsp/opiniao/fz2701201106.htm

sábado, 18 de dezembro de 2010

De renúncias e tradições – a propósito de Maria da Conceição Tavares

De renúncias e tradições – a propósito de Maria da Conceição Tavares

Escrito por Nildo Ouriques

26-Nov-2010

A influência de Maria da Conceição Tavares na formação de parte dos economistas brasileiros é compreensível. Em uma profissão marcada pela falta de originalidade, carreira em que os estudantes são obrigados por semestres a fio à leitura de manuais estadunidenses de duvidosa qualidade intelectual, Conceição Tavares foi durante anos a voz da indignação contra o "papagaísmo", ou seja, este estranho hábito de divulgar no Brasil as "teorias" emanadas dos centros metropolitanos a despeito das sandices ou das hipóteses convencionais e falsas que são divulgadas como se fossem verdades científicas. Além disso, numa profissão marcada pela astúcia e o "bom mocismo" interesseiro, Conceição Tavares tinha – e mantém – um "temperamento" absolutamente indispensável tanto na política quanto na lúgubre academia. Todos nós sabemos que apesar da pompa com que é anunciada e repetida pelos meios de comunicação, a maior parte das hipóteses difundidas pelos economistas no país está destinada apenas e tão somente a justificação do subdesenvolvimento em nome de um futuro que jamais chegará. Maria da Conceição Tavares, matemática de formação, professora de várias gerações de economistas, figurou voz destoante, especialmente durante os anos da oposição progressista à ditadura. É justificável que tenha o reconhecimento que muitos, com freqüência, expressam; mas este reconhecimento não a torna, obviamente, imune a graves erros.

O ambiente atual no Brasil é um cenário excelente para os apologéticos de sempre. Há, de fato, um otimismo ingênuo muito propício para que os economistas convencionais sigam repetindo as consignas que retiram dos manuais de micro e macroeconomia sem ruborizar-se. Estes economistas ignoram o fato de que em todos os demais países do mundo, o pensamento dominante, ou seja, a neoclássico, recebeu um duro golpe com a erupção da crise capitalista em setembro de 2008. Incapaz de prever a crise mundial do capitalismo e atônita diante de seu desenrolar, os economistas neoclássicos se limitam a repetir suas verdades eternas ou simplesmente fazem de conta que não possuem responsabilidades sobre a crise global que queima riqueza e gera crescente desigualdade social. Mas não nos enganemos: a despeito da catástrofe, ainda estamos longe de um acerto de contas teórico e político com o pensamento dominante. A crise mundial, é verdade, não arrefeceu minimamente as convicções dos neoclássicos embora tenha vitalizado antigas ilusões keynesianas que em grande medida também alimentam o otimismo ingênuo sobre as possibilidades brasileiras na economia mundial.

Neste contexto, não deixa de ser uma surpresa a declaração recente de Conceição Tavares sobre as possibilidades do Brasil: "não tem centro e periferia como antes. Há países de desenvolvimento intermediário, entre os quais estamos." Para aqueles que não perderam a memória, percebe-se logo que se trata de uma ruptura com um dos pilares de sua formação, especialmente quando é anunciado por uma economista que sempre rendeu merecido tributo ao economista chileno Aníbal Pinto, um dos ícones do estruturalismo cepalino na América Latina. Na mesma linha e ainda com mais ousadia, Conceição Tavares chama atenção de todos nós para outra novidade que julgo ainda mais importante: "você não pode deixar de levar em conta que mudou a divisão internacional do trabalho. Paradoxalmente, não vejo muita gente mencionar isso. Houve uma mudança radical da divisão internacional do trabalho, na qual nós estamos bem colocados porque a gente exporta para todo mundo. E, em particular, no que diz respeito a matérias-primas, exportamos mais para a China do que para a Europa, por exemplo. Nunca exportamos matérias-primas para os EUA" (Folha de São Paulo, 12/09/2010). O Brasil está realmente bem colocado nesta mudança radical na divisão internacional do trabalho?

A elaboração teórica do chamado "sistema centro-periferia" foi uma das principais conquistas do pensamento cepalino na América Latina. Na prática, significou colocar por terra as teses ricardianas do famoso capítulo VII dos Princípios de Economia Política e Tributação, mais tarde resgatadas convenientemente pelos economistas universitários sob a mistificação da denominada "teoria das vantagens comparativas". De fato, a original contribuição do economista argentino Raul Prebisch sobre a "deterioração dos termos de troca" representou um passo adiante do pensamento crítico sob a apologética dos economistas da ordem que repetiam na periferia capitalista a mencionada "teoria da vantagem comparativa", destinada a consagrar a posição dos países latino-americanos na economia mundial como meros exportadores de matérias-primas e produtos agrícolas.

Contudo, se Prebisch foi brilhante na identificação do fenômeno constatando a diferença entre os preços dos produtos que a América Latina importava e a tendência de baixa dos produtos que exportava, seu esforço intelectual foi insuficiente na explicação do problema e apenas convencional na solução: a industrialização da periferia terminaria por fechar a brecha entre os preços, acreditava. Os marxistas latino-americanos descobriram logo que a saída cepalina era não somente falsa, mas, sobretudo, que terminaria por também contribuir para a justificação do subdesenvolvimento em que ainda estamos afundados. Foi neste terreno que surgiu a "teoria do intercâmbio desigual", em que André Gunder Frank (1964), Ruy Mauro Marini (1968), Arghiri Emannuel (1968) revelaram originalmente que a industrialização não seria capaz de tirar os países latino-americanos do subdesenvolvimento e da dependência. Mesmo assim, é preciso recordar que antes deles, um desconhecido polaco, membro da Escola de Frankfurt, "economista" entre filósofos, escreveu importante livro em 1929 em que o tema do intercambio desigual aparecia magistralmente estabelecido na tradição marxiana: La ley de la acumulación y el derrumbe del sistema capitalista, lamentavelmente sem tradução ao brasileiro.

A questão fundamental na formação intelectual do economista latino-americano residia neste ponto crucial, onde os críticos (marxistas ou não) indicavam o caráter polarizante do capitalismo, inexoravelmente dividido entre um centro desenvolvido e uma vasta periferia cuja característica fundamental era o nível de pobreza de sua população. O pensamento crítico buscava, obviamente, amparo em Marx e Engels. Foi Marx, ainda em 1848, quem se burlou dos defensores da ideologia do livre comércio afirmando que "se os defensores do livre comércio são incapazes de compreender como pode um país enriquecer-se a custa de outro, não necessitamos nos assombrar-nos de que os mesmos senhores compreendam ainda menos que, dentro de um país, uma classe se enriqueça a custa de outra." Seu inseparável amigo Engels também tocou no assunto muitos anos depois, quando Marx já não existia (1888); criticando a força ainda mais intensa da ideologia do livre comércio sob impulso do imperialismo inglês, Engels escreveu que "a consigna era, agora, o livre comércio. A tarefa imediata dos fabricantes ingleses e de seus porta-vozes, os economistas, era difundir a fé no evangelho do livre-comércio e criar um mundo em que a Inglaterra fosse o centro industrial e os demais uma periferia agrícola dependente" (Cursivas minhas, NDO).

Desde então, a crítica entre os economistas latino-americanos se dividiu: de um lado aqueles que, seguindo a tradição cepalina, indicavam a industrialização como o único caminho para superar a indesejável polarização existente no sistema capitalista. No Brasil, Celso Furtado foi indiscutivelmente o mais criativo e insistente defensor desta perspectiva (Brasil, construção interrompida, 1992). De outro lado, os marxistas indicavam que a dependência e o subdesenvolvimento somente poderiam ser superados com a revolução socialista e a ruptura com o sistema capitalista. Eram, em grande medida, alternativas radicalmente distintas, ainda que muitos observadores identificassem certas coincidências entre as opções.

Este "programa de pesquisa" está esgotado, foi superado pela realidade? Ignoravam os críticos do passado a possibilidade de uma "mudança radical na divisão internacional do trabalho" como anuncia agora Conceição Tavares? Definitivamente não! No posfácio (1971) à sua importante obra, La acumulación a escala mundial. Crítica a teoria del subdesarrollo, o egípcio Samir Amim reconhecia explicitamente os méritos do debate iniciado na América Latina e perguntava: o sistema mundial "caminha em direção à dicotomia cada vez mais crescente entre centro-periferia? Ou não é mais que uma etapa da evolução do sistema, e neste caso tende em direção a uma sorte de formação capitalista mundial homogênea?". Nos termos atuais: a existência de uma suposta "semi-periferia" teria dado por concluída a antiga polarização centro-periferia?

O sistema centro-periferia pode admitir a existência de um país "semi-periférico"? Esta hipótese tampouco é rigorosamente nova; foi aventada insistentemente por Immanuel Wallerstein, mas ele próprio tem consciência da dificuldade ou, creio, debilidade do conceito. Na sua obra, O moderno sistema mundial, Wallerstein (1980) indica que o elemento constante no que denomina "economia-mundo capitalista" é a divisão hierárquica do trabalho, na qual existe uma igualmente "constante variável localização da atividade econômica". O caso historicamente relevante para a "análise do sistema-mundo" é o sueco, no século XVII, que segundo esta interpretação logrou sair da periferia sistêmica e acomodar-se à condição razoavelmente confortável de semi-periferia. Contudo, as condições suecas eram reconhecidamente excepcionais e de impossível generalização para todo o sistema, especialmente para os países latino-americanos. Ademais, enquanto Suécia praticou o mercantilismo para sair da periferia, as classes dominantes dos países latino-americanos se curvam diante da lei do valor apostando na "liberalização". Finalmente, nunca é demais recordar: a Suécia é um país europeu, ou seja, situado no centro da "economia-mundo".

Muitos anos após a publicação de sua trilogia iniciada em 1974, é o mesmo Wallerstein quem em entrevista realizada em 1999 reconhece que as condições necessárias para um país avançar em direção à semi-periferia – conceito que incluiria tanto o Brasil quanto o México e, talvez mais surpreendente, a China! – são muitas e não são fáceis. Na mesma oportunidade Wallerstein indica que "dentro da lógica do sistema" e para manter a condição de semi-periferia o Brasil teria que investir recursos significativos no âmbito militar e, claro, assegurar, durante décadas, superioridade na produção de mercadorias em relação aos seus competidores. É claro que os defensores desta linha de interpretação podem também alegar aos que insistem na dicotomia centro-periferia que acomodar Brasil e Honduras como "países periféricos" tampouco oferece a precisão conceitual necessária para captar a especificidade brasileira, posto que o "gigante do sul" possui extraordinárias vantagens em relação ao pequeno país centro-americano na economia mundial. Como estabelecer uma linha divisória mais sólida?

Os marxistas identificaram o ponto decisivo do sistema centro-periferia: a transferência de valor. Ao longo da história do capitalismo se pôde observar que a característica essencial do sistema é a reprodução da desigualdade que impede qualquer desejo de homogeneização no capitalismo. A ruralizarão da indústria no interior do país, o deslocamento de atividades produtivas sob controle das empresas multinacionais para a zona periférica são exemplos de mecanismos que foram essenciais para o processo ininterrupto de acumulação. São movimentos necessários para manter a troca desigual. Até mesmo Wallerstein reconheceu que embora a troca desigual represente uma prática antiga, somente quinhentos anos após a consolidação do que ele denomina "capitalismo histórico" foi desvelada de forma sistemática pelos oponentes do sistema.

Foi o pensamento crítico latino-americano o responsável por esta conquista teórica, indiscutivelmente. Em termos marxianos: a transferência de valor mantém a vitalidade do sistema, para a qual requer não somente deslocamentos espaciais da produção, mas, sobretudo, níveis elevados de exploração da força de trabalho e, especialmente, a super-exploração da força de trabalho. É aqui que Honduras e Brasil se encontram. Enfim, o esforço para captar a especificidade de um país qualquer ou os movimentos inerentes a acumulação mundializada não pode ignorar a lógica totalizante inerente ao sistema capitalista.

A possibilidade de uma nova configuração da divisão internacional de trabalho é também uma novidade como anuncia Conceição Tavares? Está efetivamente ocorrendo? O Brasil está "bem colocado" nesta nova situação?

O tema tampouco é novo se recordamos um texto não tão antigo de Ruy Mauro Marini (2000), publicado logo após seu precoce desaparecimento. Marini reflexiona sobre as tendências da chamada globalização, indicando a possibilidade ou o projeto de uma nova divisão internacional do trabalho aberta pela plena vigência da lei do valor em escala planetária. O texto escrito na década de noventa, se insurgia contra a hegemonia então absoluta do "neoliberalismo" na América Latina, e indicava que os países centrais apostavam na nova reconfiguração da divisão internacional de trabalho necessária para aproveitar duas vantagens estratégicas que possuíam na economia mundial. A primeira vantagem decorria da "superioridade em matéria de pesquisa e desenvolvimento" em que as potências exercem o monopólio tecnológico. A segunda estaria dada pelo controle que os países centrais possuem no processo de transferência das atividades industriais para a periferia capitalista, especialmente aquelas menos intensivas em conhecimento. Em qualquer caso, afirmou Marini, o concerto estaria construído de tal forma que as economias nacionais periféricas não lograriam jamais a condição de uma economia nacional integrada.

É fácil supor que nem mesmo o mais otimista dos economistas brasileiros se atreveria a afirmar que estamos caminhando na direção de uma economia nacionalmente integrada, capaz de sair da periferia.

Esta é a razão pela qual verificamos o elogio à economia exportadora, tão recorrente mesmo entre economistas de boa formação. Assim como a economia política inglesa sabe desde William Petty que um país pode exportar muito e empobrecer, o pensamento crítico sabe que um país pode destinar suas exportações para muitos países e não mudar um milímetro sua posição na divisão internacional do trabalho. O fato de o Brasil destinar aos Estados Unidos apenas uma parte pequena de suas exportações não muda em absolutamente nada a posição do país na adversa divisão internacional do trabalho. De fato, o Brasil exporta produtos agrícolas e minerais para muitos países do mundo sem que supere o subdesenvolvimento e a dependência; ao contrário, se pode afirmar que esta é uma das razões pelas quais seguimos no atoleiro do subdesenvolvimento.

Portanto, a existência de países de "desenvolvimento intermediário", situação na qual o Brasil – segundo a opinião de Conceição Tavares – ocuparia, não figura precisamente como novidade histórica e/ou teórica. Porém, anunciado fora de uma explicação totalizante (sistema centro-periferia), pode parecer simples apologia do subdesenvolvimento e tentativa de dar legitimidade teórica (base científica) para o otimismo ingênuo que segue inibindo a reflexão crítica necessária para mudar radicalmente o país. Após a grande crise mundial de setembro de 2008, ocorreu importante mudança na correlação de forças em escala planetária, que permite reformas mais avançadas em favor das classes subalternas, inclusive no Brasil. Mas para aqueles que pensam de outra maneira – que as condições políticas para lutas mais avançadas não existem – o que ganharemos com a renúncia no terreno teórico?

É sedutor – e talvez parte do otimismo que se abateu sobre o Brasil – pensar como José Luis Fiori, para quem estamos vivendo momentos de uma "revolução intelectual", em que "algumas idéias e teorias de esquerda e direita... já não dão conta das transformações do continente" latino-americano (Valor, 29/09/2010). No que se refere à esquerda, quiçá seria então necessário admitir que a antiga concepção centro-periferia foi finalmente superada pela realidade, pelo menos para nós, brasileiros. Neste acaso, também é necessário reconhecer que não há originalidade no movimento. Enfim, no propósito de legitimar um dos bandos na luta política eleitoral (conjuntural) que o país atravessa, cada um dirá, com forma própria e no tempo adequado, um brado já conhecido: "esqueçam o que escrevi".

Nildo Ouriques é economista, professor do departamento de Economia da UFSC e membro do Instituto de Estudos Latino-Americano da Universidade Federal de Santa Catarina (IELA-UFSC).

http://www.correiocidadania.com.br/content/view/5235/9/

sábado, 11 de dezembro de 2010

Ironia do destino: Vargas Llosa fez o que pode para inviabilizar o primeiro governo Alan García, agora um Garcia convertido ao liberalismo comemora com Vargas Llosa, o prêmio Nobel

Perú festeja a su Premio Nobel

En Arequipa,ciudad natal del escritor, unas 300 personas se congregaron en la Plaza de Armas para observar la ceremonia en Suecia mientras otros bailaron danzas tradicionales

Sábado 11 de diciembre de 2010 AP | El Universal

Con bailes y exposiciones los peruanos celebraron el viernes el premio Nobel de Literatura de Mario Vargas Llosa, el primer escritor de este país que obtiene el reconocimiento.
El presidente Alan García siguió los detalles de la ceremonia del Nobel en Estocolmo desde su despacho, informó por su cuenta de Twitter la secretaría de prensa del Palacio de Gobierno.
La Casa de la Literatura Peruana, un centro gubernamental en Lima para la lectura, recibió a centenas de escolares que observaron la premiación del novelista y revisaron sus obras completas, que se exponen en varias vitrinas.
Las televisoras y las radioemisoras locales, en un hecho inédito, transmitieron en directo la entrega de los premios Nobel 2010.
En Arequipa, la sureña ciudad natal de Vargas Llosa, unas 300 personas se congregaron en la plaza de armas para observar a través de una pantalla gigante la ceremonia en Suecia mientras otros bailaron danzas tradicionales.
Juan García, un comerciante de 45 años, comentó a la AP que ''Vargas Llosa es un ser privilegiado que representa a los peruanos, pese a que muchos no están de acuerdo en todo con sus ideas políticas''.
Carmela Fry, profesora del colegio militar Leoncio Prado donde estudió el novelista, dijo a la AP que ''Vargas Llosa ha dejado huellas en los estudiantes, este colegio donde él estudió fue parte de sus fuentes de inspiración''.
En la ciudad de Piura, cuya geografía sirvió a Vargas Llosa para escribir la novela ''La casa verde'', se concentraron alrededor de 100 personas que observaron la premiación desde una pantalla gigante en la Plaza de Armas.
Perú homenajeará el 15 de diciembre al escritor tras su regreso a Lima el 13.

sábado, 3 de abril de 2010

Democracia e livre mercado

Published: Abril 3, 2010 21:03 IST | Updated: Abril 3, 2010 21:10 IST Washington DC, Abril 3, 2010

Risks posed by democracy and free markets: Roy, Chomsky

Narayan Lakshman

Author and social activist Arundhati Roy. File 
photo

The Hindu Author and social activist Arundhati Roy. File photo

“What happens, now that democracy and the free market have fused into a single predatory organism with a thin constricted imagination that revolves almost entirely around the idea of maximising profit?” asked Arundhati Roy, Indian author at a discussion at the Massachusetts Institute of Technology with Noam Chomsky, professor of Linguistics and Philosophy.

In the discussion, which focused on the threats to democracy in the United States, India, and worldwide, Ms. Roy said that asking such questions about “life after democracy” does not mean we should lapse into earlier discredited models of authoritarian or totalitarian forms of governance. “It is meant to say that in the system of representative democracy too much representation with too little democracy needs some structural adjustment,” she argued.

As an example of some of the inherent risks within democratic systems Ms. Roy touched upon environmental concerns. She asked the audience, “Could it be that democracy is such a hit with modern humans precisely because it mirrors our greatest folly, our near-sightedness, our inability to live entirely in the present, like most animals do, combined with our inability to see very far into the future, making us strange in-between creatures, neither beast nor prophet?”

Ms. Roy also touched upon the institutionalised nature of repressive tendencies in India, saying “Something about the cunning, Brahmanical, intricate, bureaucratic, file-bound, applied-through-proper-channels nature of governance and subjugation in India seems to have made a clerk out of me.” She said that her only excuse was to say that it takes “odd twos to uncover the maze of subterfuge and hypocrisy that cloaks the callousness and the cold calculated violence of the world’s favourite new superpower.”

Ms. Roy also described her recent visit into areas controlled by groups portrayed in the mainstream media as “violent Maoist rebels” that need to be “wiped out.” She argued that in exchange for giving such groups the right to vote, democracy “has snatched away their right to livelihoods, to forest produce and to traditional ways of life.”

She pointed out that the states of Chattishgarh, Jharkhand, Orrissa and West Bengal, had signed hundreds of Memoranda of Understanding worth billions of dollars with large trans-national companies and this inevitably led to moving tribal people from their lands. “We refer to such areas not as the Maoist corridor but the MoU-ist corridor,” she quipped.

Corroborating some of Ms. Roy’s comments with points regarding risks in global financial markets Mr. Chomsky said that even senior officers at the Bank of England and the International Monetary Fund had recently alluded to the high likelihood of future crisis in the global financial system.

Arguing that the problem of market externality posed systemic risks, Mr. Chomsky said “If Goldman Sachs sells complex financial instruments which it knows are no good, it will insure itself against loss by betting that they will fail, but it will not take into account systemic risk – the effect on the whole system – if it is transactions go bad.”

He said that in addition, perverse incentives resulted from the “enormous” power of the financial institutions over the state, with the U.S. now changed from a manufacturing economy to a financial economy. This power over the state has led to “all kinds of guarantees that if something goes wrong they will have no problem. The most famous of them is the government insurance policy called “too big to fail” – if you are too big the taxpayer will bail you out,” Mr. Chomsky said.

He argued that as the senior financial regulators had admitted, “the combination of market inefficiencies and perverse incentives virtually guarantees a doomsday cycle.”

http://beta.thehindu.com/news/national/article387214.ece?homepage=true

domingo, 7 de março de 2010

Minsky

São Paulo, domingo, 07 de março de 2010

LUIZ GONZAGA BELLUZZO
O momento Minsky


Quando a maré sobe, não há prudência nem conselho capazes de resistir à liberação das forças da ambição


O ECONOMISTA norte-americano Hyman Minsky, outrora obscuro entre seus colegas da "corrente principal", virou moda nos Estados Unidos. Depois da crise, um coro de carpideiras entoa o cantochão do "momento Minsky" para lamentar a vida e a morte da finança desregulamentada.
Minsky construiu uma hipótese "keynesiana" sobre a formação de preços de ativos numa economia em que prevalece a moeda de crédito criada pelos bancos. Enquanto a teoria convencional cuida de examinar as condições de equilíbrio no intercâmbio de mercadorias, Minsky coloca o crédito e a finança no centro da economia capitalista. (O modelo da feira livre versus o "paradigma de Wall Street".) Para ele, a concorrência em busca da maximização do ganho privado determina resultados que a ação dos indivíduos racionais não pode antecipar. As decisões privadas são tomadas em condições de incerteza radical e, por isso, estão sempre sujeitas à subavaliação do risco e à emergência de comportamentos coletivos de euforia que conduzem à fragilidade financeira e a crises de liquidez e de pagamentos. Minsky descreve as etapas do ciclo crédito e formação de preços dos ativos em que as interações subjetivas entre os participantes do mercado não raro provocam a má precificação de ativos e distorções na alocação de recursos.
De nada adianta iludir-se com o conhecimento do passado ou com as toadas do presente, projetando essas tendências para o futuro. Tampouco é possível atribuir probabilidades às trajetórias prováveis da economia. O mundo dos homens e de seus negócios não está sujeito a um comportamento probabilístico. Para vencer esse estado desconfortável de incerteza irredutível, os controladores da riqueza e do crédito têm de lançar mão de informações, avaliações, crenças e regras costumeiras que julgam sustentar as decisões dos demais. Esse processo -o de incorporar nas próprias avaliações os julgamentos dos seus pares, a despeito de ancorado na mais profunda ignorância- vai constituindo uma espécie de "consenso do mercado" -a opinião da comunidade de negócios em cada momento.
Nos períodos de "normalidade", as almas torturadas pela sede insaciável de riqueza flutuam no espaço entre os dois extremos fatais, o zênite da euforia compartilhada e o nadir do medo contagioso. Seu conforto momentâneo é sustentado por arranjos sociais e formas institucionais que compõem um determinado "estado de convenções". Nesse ambiente cognitivo e psicológico, o presente parece confirmar o passado e indicar os critérios para o futuro.
As crises irrompem no momento em que a cadeia de certezas está no auge. Nesse momento de agruras, torna-se evidente que a acumulação de bons resultados precipitou uma forte deterioração da percepção do risco e espicaçou a ambição do conjunto dos investidores. Quando a maré sobe, não há prudência nem conselho capazes de resistir à liberação completa das forças da ambição. Estas se apresentam, aliás, como oniscientes e onipotentes, sólidas e inexpugnáveis. Até o momento em que se desmancham no ar.


LUIZ GONZAGA BELLUZZO, 67, é professor titular de economia da Universidade Estadual de Campinas. Foi chefe da Secretaria Especial de Assuntos Econômicos do Ministério da Fazenda (governo Sarney) e secretário de Ciência e Tecnologia do Estado de São Paulo (governo Quércia).

http://www1.folha.uol.com.br/fsp/dinheiro/fi0703201010.htm

quinta-feira, 21 de janeiro de 2010

Crise por Jurgen Moltmann

“Qualquer crise traz à tona a interrogação sobre o futuro. Com efeito, na crise de tudo o que existe torna-se claro que o futuro não resultará sem mais do passado, que ele já não pode ser sua natural repetição ou continuação, mas nele se encontrará algo de novo. Com isto se impõe uma decisão ao presente, a qual não conhece antecedentes onde se originou. Desta decisão depende a forma do futuro, e tal decisão encontra sua forma na visão esperada ou temida, desejável ou abominável do futuro. Isso por sua vez significa que a decisão imposta ao presente deve surgir do sonho do futuro. A crítica do existente torna-o coisa do passado, e o liberta para a crise da decisão presente. Historicamente essa decisão está sempre ligada à utopia, a qual antevê as possibilidades e as tendências do futuro, antecipa-as e as insere na decisão atual.” (MOLTMANN, Teologia da Esperança, 2005, p. 293).

quarta-feira, 20 de janeiro de 2010

Os pecados do Haiti por Eduardo Galeano

Os pecados do Haiti

por Eduardo Galeano

'Loteria', de Yordan Dabady. A democracia haitiana nasceu há um instante. No seu breve tempo de vida, esta criatura faminta e doentia não recebeu senão bofetadas. Era uma recém-nascida, nos dias de festa de 1991, quando foi assassinada pela quartelada do general Raoul Cedras. Três anos mais tarde, ressuscitou. Depois de haver posto e retirado tantos ditadores militares, os Estados Unidos retiraram e puseram o presidente Jean-Bertrand Aristide, que havia sido o primeiro governante eleito por voto popular em toda a história do Haiti e que tivera a louca ideia de querer um país menos injusto.
O voto e o veto
Para apagar as pegadas da participação estado-unidense na ditadura sangrenta do general Cedras, os fuzileiros navais levaram 160 mil páginas dos arquivos secretos. Aristide regressou acorrentado. Deram-lhe permissão para recuperar o governo, mas proibiram-lhe o poder. O seu sucessor, René Préval, obteve quase 90 por cento dos votos, mas mais poder do que Préval tem qualquer chefete de quarta categoria do Fundo Monetário ou do Banco Mundial, ainda que o povo haitiano não o tenha eleito nem sequer com um voto.
Mais do que o voto, pode o veto. Veto às reformas: cada vez que Préval, ou algum dos seus ministros, pede créditos internacionais para dar pão aos famintos, letras aos analfabetos ou terra aos camponeses, não recebe resposta, ou respondem ordenando-lhe:
– Recite a lição. E como o governo haitiano não acaba de aprender que é preciso desmantelar os poucos serviços públicos que restam, últimos pobres amparos para um dos povos mais desamparados do mundo, os professores dão o exame por perdido.
'Cavalheiro bem apessoado', de Pierre Louis Riche. O álibi demográfico
Em fins do ano passado, quatro deputados alemães visitaram o Haiti. Mal chegaram, a miséria do povo feriu-lhes os olhos. Então o embaixador da Alemanha explicou-lhe, em Port-au-Prince, qual é o problema:
– Este é um país superpovoado, disse ele. A mulher haitiana sempre quer e o homem haitiano sempre pode.
E riu. Os deputados calaram-se. Nessa noite, um deles, Winfried Wolf, consultou os números. E comprovou que o Haiti é, com El Salvador, o país mais superpovoado das Américas, mas está tão superpovoado quanto a Alemanha: tem quase a mesma quantidade de habitantes por quilómetro quadrado.
Durante os seus dias no Haiti, o deputado Wolf não só foi golpeado pela miséria como também foi deslumbrado pela capacidade de beleza dos pintores populares. E chegou à conclusão de que o Haiti está superpovoado... de artistas.
Na realidade, o álibi demográfico é mais ou menos recente. Até há alguns anos, as potências ocidentais falavam mais claro.
A tradição racista
Os Estados Unidos invadiram o Haiti em 1915 e governaram o país até 1934. Retiraram-se quando conseguiram os seus dois objectivos: cobrar as dívidas do City Bank e abolir o artigo constitucional que proibia vender plantações aos estrangeiros. Então Robert Lansing, secretário de Estado, justificou a longa e feroz ocupação militar explicando que a raça negra é incapaz de governar-se a si própria, que tem "uma tendência inerente à vida selvagem e uma incapacidade física de civilização". Um dos responsáveis da invasão, William Philips, havia incubado tempos antes a ideia sagaz: "Este é um povo inferior, incapaz de conservar a civilização que haviam deixado os franceses".
'A reunião', de Aland Estime. O Haiti fora a pérola da coroa, a colónia mais rica da França: uma grande plantação de açúcar, com mão-de-obra escrava. No Espírito das leis, Montesquieu havia explicado sem papas na língua: "O açúcar seria demasiado caro se os escravos não trabalhassem na sua produção. Os referidos escravos são negros desde os pés até à cabeça e têm o nariz tão achatado que é quase impossível deles ter pena. Torna-se impensável que Deus, que é um ser muito sábio, tenha posto uma alma, e sobretudo uma alma boa, num corpo inteiramente negro".
Em contrapartida, Deus havia posto um açoite na mão do capataz. Os escravos não se distinguiam pela sua vontade de trabalhar. Os negros eram escravos por natureza e vagos também por natureza, e a natureza, cúmplice da ordem social, era obra de Deus: o escravo devia servir o amo e o amo devia castigar o escravo, que não mostrava o menor entusiasmo na hora de cumprir com o desígnio divino. Karl von Linneo, contemporâneo de Montesquieu, havia retratado o negro com precisão científica: "Vagabundo, preguiçoso, negligente, indolente e de costumes dissolutos". Mais generosamente, outro contemporâneo, David Hume, havia comprovado que o negro "pode desenvolver certas habilidades humanas, tal como o papagaio que fala algumas palavras".
A humilhação imperdoável
Em 1803 os negros do Haiti deram uma tremenda sova nas tropas de Napoleão Bonaparte e a Europa jamais perdoou esta humilhação infligida à raça branca. O Haiti foi o primeiro país livre das Américas. Os Estados Unidos haviam conquistado antes a sua independência, mas tinha meio milhão de escravos a trabalhar nas plantações de algodão e de tabaco. Jefferson, que era dono de escravos, dizia que todos os homens são iguais, mas também dizia que os negros foram, são e serão inferiores.
'Lavadeiras', Watson Etienne. A bandeira dos homens livres levantou-se sobre as ruínas. A terra haitiana fora devastada pela monocultura do açúcar e arrasada pelas calamidades da guerra contra a França, e um terço da população havia caído no combate. Então começou o bloqueio. A nação recém nascida foi condenada à solidão. Ninguém lhe comprava, ninguém lhe vendia, ninguém a reconhecia.
O delito da dignidade
Nem sequer Simón Bolíver, que tão valente soube ser, teve a coragem de firmar o reconhecimento diplomático do país negro. Bolívar havia podido reiniciar a sua luta pela independência americana, quando a Espanha já o havia derrotado, graças ao apoio do Haiti. O governo haitiano havia-lhe entregue sete nave e muitas armas e soldados, com a única condição de que Bolívar libertasse os escravos, uma ideia que não havia ocorrido ao Libertador. Bolívar cumpriu com este compromisso, mas depois da sua vitória, quando já governava a Grande Colômbia, deu as costas ao país que o havia salvo. E quando convocou as nações americanas à reunião do Panamá, não convidou o Haiti mas convidou a Inglaterra.
Os Estados Unidos reconheceram o Haiti apenas sessenta anos depois do fim da guerra de independência, enquanto Etienne Serres, um génio francês da anatomia, descobria em Paris que os negros são primitivos porque têm pouca distância entre o umbigo e o pénis. Por essa altura, o Haiti já estava em mãos de ditaduras militares carniceiras, que destinavam os famélicos recursos do país ao pagamento da dívida francesa. A Europa havia imposto ao Haiti a obrigação de pagar à França uma indemnização gigantesca, a modo de perdã por haver cometido o delito da dignidade.
A história do assédio contra o Haiti, que nos nossos dias tem dimensões de tragédia, é também uma história do racismo na civilização ocidental.

http://resistir.info/galeano/haiti_18jan10.html

domingo, 10 de janeiro de 2010

Depoimento do historiador Tony Judt sobre sua doença!

São Paulo, domingo, 10 de janeiro de 2010

Noite

Totalmente dependente do cuidado de estranhos para realizar as necessidades mais básicas, como ir para a cama, Tony Judt, autor de "Pós-Guerra", se vê como o protagonista de "A Metamorfose", de Kafka

James Leynse/Corbis

O historiador Tony Judt em foto de 2002
TONY JUDT
Eu sofro de uma doença motora neurológica -no meu caso, uma variação da esclerose lateral amiotrófica (ELA) ou doença de Lou Gehrig. As doenças motoras neurológicas não são incomuns: o mal de Parkinson, a esclerose múltipla e uma variedade de problemas menores cabem sob esse título.
O que é diferente na ELA -a menos comum dessa família de doenças neuromusculares- é, em primeiro lugar, que não há perda de sensação (uma bênção dúbia) e, em segundo, que não há dor.
Em comparação com quase todas as outras doenças graves ou mortais, ficamos à vontade para contemplar tranquilamente e com mínimo desconforto o avanço catastrófico de nossa própria deterioração.
Com efeito, a ELA constitui um aprisionamento progressivo sem liberdade condicional.
Em primeiro lugar, você perde o uso de um dedo ou dois; depois, de um membro; depois, quase inevitavelmente, dos quatro.
Os músculos do torso decaem a um quase torpor, um problema prático do ponto de vista digestivo, mas que também põe em risco a vida, já que a respiração torna-se primeiramente difícil e, depois, impossível sem ajuda externa, na forma de um aparelho com um tubo e uma bomba.
Nas variações mais extremas da doença, associadas a disfunções dos neurônios motores superiores (o resto do corpo é conduzido pelos chamados neurônios motores inferiores), torna-se impossível engolir, falar e até controlar o maxilar e a cabeça.
Eu (ainda) não sofro com esse aspecto da doença -ou não poderia estar ditando este texto. No meu atual estágio de decadência, portanto, estou efetivamente quadriplégico. Com um esforço extraordinário, consigo mexer um pouco a mão direita e puxar meu braço esquerdo cerca de 15 centímetros sobre o peito.
Minhas pernas, embora fiquem rígidas quando me levanto para um enfermeiro me transferir de uma cadeira para outra, não suportam meu peso e só uma delas ainda tem movimentos autônomos.


Você perde o uso de um dedo ou dois; depois, de um membro; depois, quase inevitavelmente, dos quatro


Intolerável
Assim, quando as pernas ou os braços são colocados em determinada posição, ali eles ficam até que alguém os movimente para mim. O mesmo vale para meu tórax, com a consequência de que a dor nas costas por causa da inércia e da pressão é uma irritação crônica.
Como não consigo usar os braços, não posso me coçar, ajustar meus óculos, retirar partículas de alimento dos dentes ou qualquer outra coisa que -como podemos confirmar em uma rápida reflexão- todos fazemos dezenas de vezes ao dia.
Resumindo, sou total e completamente dependente da bondade de estranhos (e de qualquer outra pessoa).
Durante o dia posso pelo menos pedir para que me cocem, ajeitem meus óculos, me deem de beber ou simplesmente reposicionem meus membros -já que a imobilidade forçada durante horas sem fim é não apenas fisicamente desconfortável como psicologicamente próximo do intolerável.
Não é como se você perdesse a vontade de se esticar, dobrar, levantar, deitar, correr ou se exercitar.
Quando a vontade o assalta, não há nada -nada- que você possa fazer, exceto buscar algum substituto mínimo ou encontrar uma maneira de suprimir o pensamento e a memória muscular que o acompanha.
Mas então vem a noite. Deixo a hora de dormir para o último momento compatível com a necessidade de sono de meu enfermeiro.
Depois que me "preparo" para dormir, sou empurrado para o quarto na cadeira de rodas em que passei as últimas 18 horas. Com certa dificuldade (apesar de minha altura, peso e volume reduzidos, ainda sou um peso morto substancial até para um homem forte movimentar), sou manobrado até meu leito.
Sentam-me em um ângulo aproximado de 110 graus e me escoram com toalhas dobradas e travesseiros, especialmente minha perna esquerda, que é virada para fora como no balé para compensar sua tendência a girar para dentro.
Esse processo exige uma considerável concentração. Se eu permitir que um membro seja mal posicionado ou não insistir que meu abdômen seja cuidadosamente alinhado com as pernas e a cabeça, sofrerei as agonias dos condenados durante a noite.
Então sou coberto, minhas mãos são colocadas para fora do cobertor para me dar a ilusão de mobilidade, mas envoltas de todo modo porque -como o resto do meu corpo- hoje sofrem uma permanente sensação de frio.


E lá fico eu: enrolado, míope e imóvel como uma múmia moderna, sozinho em minha prisão corpórea


Uma última coçada
Oferecem-me uma última coçada em qualquer ponto de uma dúzia de pontos suscetíveis, da cabeça aos pés; o aparelho de respiração Bi-Pap é ajustado ao meu nariz em um nível necessariamente desconfortável de firmeza para que não escorregue durante a noite; meus óculos são retirados...
E lá fico eu: enrolado, míope e imóvel como uma múmia moderna, sozinho em minha prisão corpórea, acompanhado pelo restante da noite apenas por meus pensamentos.
É claro que tenho acesso a ajuda, se precisar. Como não consigo mover um músculo, exceto a cabeça e o pescoço, meu equipamento de comunicação é uma babá eletrônica junto de minha cama, que fica permanentemente ligado para que um simples chamado meu traga ajuda.
Nas primeiras fases de minha doença, a tentação de chamar as pessoas era quase irresistível: cada músculo precisava de movimento, cada centímetro de pele coçava, minha bexiga encontrava modos misteriosos de se encher à noite e precisava de alívio, e em geral eu sentia uma necessidade desesperadora de ser tranquilizado pela luz, por companhia e os simples confortos do relacionamento humano.
Mas agora aprendi a dispensar isso na maioria das noites, encontrando consolo e alívio apenas em meus pensamentos.
Mas isso, embora eu mesmo esteja dizendo, não é tarefa fácil. Pergunte a si próprio quantas vezes você se mexe à noite. Não estou falando de mudar de lugar totalmente (como ir ao banheiro, mas isso também): simplesmente com que frequência você move uma mão, um pé ou coça diferentes partes do corpo antes de apagar; como, sem ter consciência, muda de posição ligeiramente para encontrar a mais confortável.
Imagine, por um momento, que você fosse obrigado a ficar deitado de costas absolutamente imóvel -que de modo algum é a melhor posição para dormir, mas a única que tolero- durante sete horas ininterruptas e obrigado a encontrar maneiras de tornar esse calvário tolerável não apenas durante a noite, mas pelo resto de sua vida. Minha solução é repassar minha vida, meus pensamentos, minhas fantasias, minhas memórias, meus enganos etc., até que encontre fatos, pessoas ou narrativas que eu possa usar para distrair minha mente do corpo em que está encapsulada.
Esses exercícios mentais têm de ser interessantes o bastante para prender minha atenção e me fazer superar a coceira intolerável no ouvido ou nas costas; mas eles também têm de ser entediantes e previsíveis o bastante para servir como um prelúdio e um incentivo ao sono. Levei algum tempo para identificar esse processo como uma alternativa funcional para a insônia e o desconforto físico, e de modo algum ele é infalível.
Mas às vezes me surpreendo, quando reflito sobre a questão, como pareço transpor com facilidade, noite após noite, semana após semana, mês após mês, o que já foi uma quase insuportável provação noturna.
Acordo exatamente na posição, no estado de espírito e na situação de desespero suspenso em que fui para a cama -o que nessas circunstâncias pode ser considerado uma conquista e tanto.


Essa existência de barata é cumulativa- mente intolerável


Humilhação
Essa existência de barata é cumulativamente intolerável, embora seja perfeitamente administrável. "Barata", é claro, é uma alusão à "Metamorfose", de Franz Kafka, em que o protagonista acorda certa manhã e descobre que foi transformado em um inseto.
O ponto principal da história são tanto as reações e a incompreensão da família dele quanto o relato de suas próprias sensações, e é difícil resistir à ideia de que nem o mais bem-intencionado e mais generoso amigo ou parente pode compreender a sensação de isolamento e aprisionamento que essa doença impõe a suas vítimas.
A impotência é humilhante até em uma crise passageira -imagine ou lembre uma ocasião em que você caiu ou por algum motivo precisou da ajuda física de estranhos.
Imagine a reação da mente ao saber que a impotência peculiarmente humilhante da ELA é uma condenação perpétua (falamos levianamente de penas de morte nesse sentido, mas, na verdade, esta seria uma libertação).
A manhã traz certo alívio; mas o fato de que a perspectiva de ser transferido para uma cadeira de rodas pelo dia inteiro possa animar nosso espírito diz muito sobre a jornada solitária através da noite!
Incomunicabilidade
Ter algo para fazer, no meu caso algo puramente cerebral e verbal, é uma distração salutar -mesmo que só no sentido quase literal de oferecer uma ocasião para comunicar-me com o mundo exterior e expressar em palavras, geralmente palavras iradas, as irritações e frustrações acumuladas da inércia física.
A melhor maneira de sobreviver à noite seria tratá-la como o dia. Se eu encontrasse pessoas que não tivessem nada melhor a fazer além de falar comigo a noite inteira sobre algo suficientemente divertido para nos manter despertos, eu as convidaria.
Mas, nessa doença, estamos sempre conscientes da necessária normalidade da vida dos outros: eles precisam de exercício, diversão e sono.
Então minhas noites lembram superficialmente as das outras pessoas. Eu me preparo para dormir; vou para a cama; levanto-me (ou melhor, sou levantado). Mas o tempo intermediário é, como a própria doença, incomunicável.
Suponho que eu deveria estar pelo menos um pouco satisfeito por ter encontrado em mim mesmo um mecanismo de sobrevivência que a maioria das pessoas normais só conhece por meio de relatos sobre desastres naturais ou celas "solitárias". E é verdade que essa doença tem suas dimensões positivas: graças a minha incapacidade de tomar notas ou prepará-las, minha memória -que já era bastante boa- melhorou consideravelmente, com a ajuda de técnicas adaptadas do "palácio da memória" descrito de modo tão intrigante pelo historiador Jonathan Spence.
Mas as satisfações da compensação são notoriamente fugazes. Não há graça salvadora em ser confinado a um terno de ferro, frio e inclemente.
Os prazeres da agilidade mental são muito exagerados, inevitavelmente -como agora me parece-, por aqueles que não dependem exclusivamente deles.
O mesmo se pode dizer dos incentivos bem-intencionados para encontrarmos compensações não-físicas para a incapacidade. Isso é inútil. Uma perda é uma perda, e nada se ganha por chamá-la de um nome mais bonito. Minhas noites são intrigantes; mas eu poderia passar sem elas.


Este texto saiu no "New York Review of Books". Tradução de Luiz Roberto Mendes Gonçalves.

quinta-feira, 7 de janeiro de 2010

Mais uma leitura de viagem: Tratado sobre a Convivência de Julián Marías

Segue abaixo uma parte das notas de leitura do livro “Tratado sobre a Convivência” do filósofo espanhol Julián Marías.

MARÍAS, Julián. Tratado sobre a convivência: concórdia sem acordo. São Paulo, Martins Fontes, 2003.

p.60- “Uma das mais profundas verdades formuladas por Ortega é a de que o homem faz tudo por razões “líricas”. Comprovei-o – e pratiquei-o – ao longo de toda minha vida, e vi a esterilidade do prosaísmo, cuja consequência imediata é o tédio, inimigo público de nossa época.”

p.21- “No homem, o que “é” quer dizer primariamente o que pretende ser, isto é, o projeto. Quando se carece deste, ou não é atraente, sobrevêm o descontentamento, o desalento, a mesquinharia e a propensão a culpá-los, a “eles”, aos outros seja quem for que se invente.”

p.75- “Dir-se-á que o indivíduo tem capacidade de reagir, de rejeitar e corrigir, de restabelecer a verdade e a importância efetiva. Mas será verdade? É preciso contar com a limitação, a unilateralidade, a propensão ao fanatismo. São muitos os espanhóis – e não só os espanhóis, infelizmente – cujo único meio de comunicação é a televisão; dela se nutrem, sendo para elas o equivalente da realidade”

p.79- “A dificuldade se baseia em esquecer ou não entender o caráter projetivo da vida. Cada idade é uma fase de projetos, convergentes e articulados num projeto principal, como a de maior alcance num foguete, o que permite a articulação desse movimento contínuo e sem interrupção alguma que é a vida – a não ser que se leve em conta a mínima e essencial que é o sono, o que torna possível que se volte a começar a cada dia.

“Esse caráter projetivo é fundamental e engloba tudo; insisti que se recorda e se narra a partir dos projetos e, naturalmente, a partir deles se imagina e antecipa o futuro.”

p.79- “Creio que a qualquer altura da vida, em todas as idades, se fazem projetos. A partir deles, evoca-se o passado. Que por isso “revive”, se modifica, é interpretado, ganha novas significações. O argumento vital reflui sobre o já vivido, vai se incorporando às novas fases, vai se depositando assim no que se chamará uma personalidade.”

p.81- Senancour em “Obermann” a partir de Unamuno: “O homem é perecível; é possível; mas pereçamos resistindo e, caso nos esteja reservado o nada, não façamos que seja uma injustiça.”

p.81- “A ânsia de perduração de Unamuno o levava a concordar fervorosamente com essa atitude. Trata-senada menos, de Resistir ao nada. Como pode isso ser feito? Evitar o nada, a destruição da pessoa que somos, sua aniquilação não está em nossas mãos; mas a resistência ao nada, fazer com que este não se justifique, é algo que podemos fazer. Em nossa época, são muitos os homens que o aceitam passivamente, porque lhes disseram que “é assim”, sem perceber que o disseram aqueles que, por certo, não o sabem nem o poderiam justificar. Dão-no como válido, chegam ocasionalmente a orgulhar-se disso, agem como se “já” não estivessem na vida.”

p.82- “Como se pode resistir ao nada? Projetando sem fim, sem limite. Diz-se e repete-se que nada podemos levar conosco depois da morte. Se se pensa em “coisas”, certamente é verdade: nem riqueza, nem títulos, nem honrarias. O único que podemos levar conosco são nossos projetos. Não que os levemos “conosco”, como se fossem uma bagagem – temos de ir “leves de bagagem”; é que somos esses projetos, consistimos neles. Sem eles, não somos “nós”, cada um de nós. Aqueles que nos constituíram em nossa vida, em sua revisão e recapitulação, em sua posse final, são nossa realidade, aquela que chamamos “eu” e que tem um nome próprio. Isso é o que pode e deve resistir ao nada.”

p.103-104- “A maior parte da ocupação humana, inclusive intelectual, consiste em lidar com coisas. Os conceitos usados constantemente se referem a elas.

“Mas ocorre que nós não somos coisas, mas pessoas. Algo radicalmente distinto, definido por atributos inteiramente próprios e originais, irredutíveis. Não “somos” propriamente, mas “vivemos”; não somos exclusivamente reais, mas consistimos essencialmente em irrealidade – imaginação, projeção, insegurança; somos realidades dramáticas, escolhidas por nós mesmos, que imaginamos quem pretendemos ser e procuramos realizá-lo.”

“Nada comparável às coisas, embora levemos nossa vida com elas, embora algo de nossa realidade seja “coisa” – aquilo com o que fazemos nossa vida. Isso é tão evidente que, mal é afirmado, todos o compreendem. Mas com o decorrer do tempo, quando voltam os olhos em outra direção, muitos deixam de ver-se como pessoas e aceitam passivamente a “coisificação” que de todos os lugares lhes é oferecida de modo insistente. Abandonam a evidência que possuíram transitoriamente e recaem no erro inveterado de ver-se como coisas, como o que não são nem podem ser.

“O homem tem de fazer a sua vida, certamente com as coisas; mas tem de afirmar sua realidade, com a tensão criadora que é sua condição e seu destino, evitando que as coisas o desestabilizem e o reduzam ao contrário de sua realidade. Ser homem é um permanente e inseguro esforço de hominização, uma conquista do que se é: uma pessoa.”

p.105- “Não se deve tentar contentar aqueles que não vão se contentar.”

p.107- sobre as concessões políticas e direitos que são feitas apenas para evitar conflitos, protestos: “Deve haver a convicção de que nunca se tem toda a razão, de que os outros têm alguma, e é preciso dá-la; mas não se pode dar-lhes a que não têm.”

p.110- “É a definição que Goethe dá do diabo: “Der Geist, der stets verneint”, o espírito que sempre nega. Recordei certa vez que a palavra decisiva é “sempre”, o que desvela a monotonia do demônio. “Sim ou não, como Cristo nos ensina” é um ditado popular espanhol. É preciso dizer ambas as coisas, segundo exija a realidade. A atitude diabólica é o negativismo, a negação sistemática diante de tudo, o espírito destrutivo. Ele se exercita de maneira muito particular contra o que tem verdadeira realidade, em especial se tem relação com a bondade. É o contrário da atitude amorosa diante do real, que pode e deve ser crítica e negar o que seja infiel ao exigido, precisamente por ser adesão ao que algo deve ser, tem de ser; essa negação concreta e limitada é o instrumento que busca a perfeição.”

p.133- “Convivência, inclusive colaboração, é uma coisa. Cumplicidade é outra bem diferente.”

p.137- “Falar-se-á de liberdade de expressão: pode-se dizer o que se quiser da liberdade dos outros, que pode ir da recusa a conversar com os que transgridem as normas imperdoáveis à ruptura da colaboração com as ações legais oportunas. O que não se pode aceitar é que alguém desabafe ao bel-prazer à custa da dignidade de outros, ou da própria realidade, que é o mais respeitável deste mundo, e tudo continue como antes, sem sanção nem conseqüência.”

p.141- “A verdade é coerente; não entra em conflito consigo mesma; se se compara o dito por alguém com outras coisas que esse alguém disse, e se a comparação resiste, pode-se concluir que todas elas são, se não “verdadeiras”, porque o erro é sempre possível, ao menos “verazes”, ou seja, que o autor as julgou verdadeiras.

“A mentira é o critério decisivo. Não pode ser admitida nem aceita, porque isso envolve cumplicidade; não se pode fingir que se acredita no que diz aquele que mente.”

p.148- “A incapacidade de admiração é um indício infalível da inferioridade e desconfiança.”

p.152- “Nada é plenamente público se não adquire o relevo necessário, se não é “notificado” à sociedade em seu conjunto, e isso não se limita à imprensa escrita, mas ainda mais ao rádio e à televisão.”

p.152- “A ignorância é um fator decisivo, com o qual é preciso contar. É assombroso o número de coisas importantes que são desconhecidas pela imensa maioria das pessoas.”

p.152- “Quando se diz a verdade, reconhece-se a razão que cada um tem, e não se dá razão a quem não a tem; e com isso se consegue um reflexo fiel da realidade, que é o mais respeitável deste mundo.”

p.153- Péricles: “Aquele que sabe e não se explica bem se iguala àquele que não pensa”

p.153-154- “Há três formas de comunicação pública: a retórica, a propaganda e a administração. A primeira, nascida na Grécia, que teve épocas gloriosas, é a arte de comover os homens sem profaná-los, a partir da verdade, nutrida por ela, potencializada pela beleza da palavra. A propaganda, sinistra manifestação de alguns tempos, e muito especialmente do nosso, é a técnica de manipular os homens, sem dúvida profanando-os, mediante a demagogia e a mentira, para conseguir alguns fins que envolvem uma degradação que pode ser duradoura.

“Quando não se tem o talento da boa retórica e não se quer cair na abjeção da propaganda, pode-se recorrer à “administração”, isto é, à notificação apagada, inerte, frequentemente flácida, de conteúdos aceitáveis e “verdadeiros”.

“Escrevi verdadeiros entre aspas porque não estou certo de que o sejam. Verdade – em grego, “alétheia” – é desvelamento, franqueza, manifestação, iluminação. Consiste em que o real apareça, fulgure, brilhe. Se isso não acontece, algo não será falso mas não resplandecerá em sua verdade.

p.154- “A política pode ser degradante, mas também pode ser uma arte nobilíssima, merecedora de admiração e gratidão. Mas não se pode esquecer que é uma “arte”, que precisa ser dominada, ou de todo modo aprendida. Se me apressam, direi que é a primeira e mais importante condição. Se se quer um nome de político, estrangeiro e já falecido, recordarei os nomes e as frases cunhadas por Churchill, que, como se fosse pouco, legou ao mundo o gesto do V [Vitória].”

p.156- “Dá-se muitas vezes o nome de “espírito crítico” ao negativismo, o que é um erro; o espírito crítico consiste em observar atentamente o real, distinguir o bom do mau, o existente do inexistente, “le vrai d’avec le faux”, o verdadeiro do falso, como dizia Descartes.”

p.157- “Os males existem, com certeza, e ninguém em seu juízo perfeito poderia negá-lo. A maldade existe também, e é muito mais grave. Repugna-me indizivelmente que se tratem como “calamidades” as maldades humanas. Fala-se das matanças, das crueldades, das opressões, das humilhações impostas às pessoas, como se fossem comparáveis com os terremotos, com as inundações, a erupção de vulcões, as ondas de calor ou de frio, os temporais. Os males procedem da engrenagem das causas naturais, do acaso, das limitações do mundo, que as técnicas procuram superar na medida do possível. A maldade tem sua raiz na liberdade do homem – o mais valioso dele, mas também o mais perigoso; por isso, a maldade é gravíssima, em particular porque é “evitável”, porque está em nossas mãos não deixá-la brotar ou remediá-la e corrigi-la.”

p.169- “A perda principal, então e em outras conjunturas históricas, é a da autenticidade.”

p.181- “Só a abertura à realidade, a convicção de que esta é rica, fecunda, inesgotável, porque está repleta de possibilidades, podem antecipar o futuro e buscar uma imagem atraente para ele.”

p.181- “Não há nada mais “realista” do que a imaginação, que não consiste em “lançar ao ar” caprichosamente uma fantasia vaga, mas em prolongar com rigor e exigência os trações do que se encontra, que são inexorável ponto de partida.”

p.239- “Fala-se agora – demasiadamente – de “globalização”; sob essa palavra se oculta a falácia de que o mundo atual é uno. Não é verdade; há vários, não inteiramente comunicáveis, imperfeitamente compreensíveis; mas todos estão presentes e é preciso levá-los em conta.”

p.249- “O homem sempre teve recursos escassos para seus projetos; agora, pela primeira vez, grande parte do mundo tem mais recursos do que projetos, e o resultado é o tédio, o grande inimigo do homem, a grande ameaça. E disso deriva o “prosaísmo” que afeta grande parte da humanidade, ausência de um “lirismo” sem o qual a vida decai.”

terça-feira, 5 de janeiro de 2010

Theotonio dos Santos e Ruy Mauro Marini

Theotonio dos Santos e Ruy Mauro Marini são dois grandes intelectuais latino-americanos de nacionalidade brasileira que são muitas vezes ignorados por aqui. Gostaria de chamar a atenção para o link para as obras de Ruy Mauro Marini disponíveis em um site mantido pela Universidad Nacional Autónoma do México e para o blog mantido pelo professor Theotonio dos Santos. Os links se encontram na lista de sites disponível à direita no blog. Os posts mais recentes no blog do professor Theotonio tratam da sua presença na China.

Augusto Frederico Schmidt.

Inventário - Augusto Frederico Schmidt.

Há um berço vazio, onde ninguém veio dormir,
Há uma viagem que jamais se realizou,
Paisagens que nunca foram vistas.
Há lembranças de sonhos partidos.
Uma casa construída pela imaginação
E cujas portas ninguém transpôs.
Há planos que foram abandonados
Para sempre.

Há algumas horas de paz e de silêncio,
Coroando sofrimentos e lágrimas invisíveis.

Há uma tristeza do que poderia ter sido,
De algumas palavras que pareciam
De compreensão e piedade,
E há o desgosto deste mundo.

Há algumas imagens da juventude
E a saudade de um fruto claro
Para sempre perdido.

Disponível em:  http://poetacarlosmaia.blogspot.com/2010/01/inventario-augusto-frederico-schmidt.html

Aproveitem e leiam as outras poesias disponíveis.

domingo, 20 de dezembro de 2009

Celso Furtado versus Nelson Werneck Sodré

Comprei a edição comemorativa de 50 anos de “Formação Econômica do Brasil” de Celso Furtado que trás alguns artigos e resenhas que foram publicados ao longo do tempo sobre o livro. Obviamente que ao pegar um livro assim, o melhor é ler quem fala mal do livro. Então fui logo ver o texto do Nelson Werneck Sodré, pois apostava que ele criticaria o livro, e a crítica foi muito mais ácida do que eu imaginava. Esperava uma avaliação crítica, mas fortemente favorável a Furtado pelo contexto do nacional-desenvolvimentismo. Mas isso não ocorreu. Para começo, Furtado já é rotulado de economista ortodoxo, o que é bastante curioso, pois no contexto atual, dificilmente algum economista rotularia Furtado de ortodoxo.

Diz Nelson Werneck Sodré: “Nela se revelam, entretanto, duas deficiências que devem ser apontadas, porque são traços característicos da economia ortodoxa, entre nós, muito mais do que da pessoa do autor: a dificuldade em transmitir o saber e a precariedade de conhecimentos fora do campo específico. (…)

“Celso Furtado sabe muito, mas não sabe transmitir o que sabe – o que é um mal evidentemente. Mas, além disso, fazendo história – trata-se do desenvolvimento da economia brasileira no decorrer do tempo histórico –, não domina as fontes e revela mesmo desprezo por elas. Quem cita Antonil pelas citações de Simonsen, e até mesmo Gama Barros, não teve a menor preocupação em estudar história. Ora, sem conhecimentos históricos não há como desenrolar o desenvolvimento do progresso material. O autor confessa isso, entretanto, com aquela candura que marca a ingenuidade, a total inocência, a suficiência tranqüila que leva ao desastre. Porta-se como quem diz: “Sei economia, e é quanto basta – história é para leigos”. E é pena, porque se trata de um grande autor, e de uma grande obra.”

E aí eu me pergunto se Celso Furtado não sabe história, quem saberia? Pior o que dizer dos economistas contemporâneos? E o que dizer da maior parte dos estudantes que estão nas faculdades, o que sabem de história? Qual a disposição para realizar uma pesquisa de fôlego? Precisamos de mais economistas que desconheçam história como Celso Furtado.

quarta-feira, 11 de novembro de 2009

Cândido Mendes responde FHC e defende Lula


São Paulo, quarta-feira, 11 de novembro de 2009
TENDÊNCIAS/DEBATES

Para onde não vamos

CANDIDO MENDES


O ex-presidente pergunta-se, indeciso, para onde vamos. Mas as próximas eleições mostrarão para onde não voltamos


O ARTIGO do ex-presidente Fernando Henrique Cardoso ("Para onde vamos") revigora todo o debate político nacional, tirando as oposições de sua presente e contundente mediocridade. Amplo no propósito e na riqueza polêmica, parte da afirmação de que tudo que é bom no atual governo já veio de antes e que o mal de agora apenas começa.
Há, sim, confronto radical entre os dois regimes, ao contrário do que diz, e os tucanos abriram o país à globalização privatista hegemônica, enquanto o petismo vai hoje, com a melhoria social do país, à recuperação do poder do Estado, numa efetiva economia de desenvolvimento sustentável.
A legislação do petróleo, em projeto que ora assaca ao governo o ex-presidente, quer corrigir os efeitos da emenda constitucional de 1995, que desfigurou o monopólio do petróleo da Carta do dr. Ulysses num regime de concessão que, inclusive, entrega aos exploradores do subsolo nacional "a propriedade" do óleo extraído.
A partilha, sim, é o novo instrumento, nada "mal-ajambrado", em que volta, por inteiro, ao Estado o direito aos proventos dessa extração, ampliando sua destinação social imediata. Diga-o, agora, a Noruega, o país mais desenvolvido e democrático do mundo, que, exatamente, adotou esse regime nas suas riquezas do mar do Norte, deixando as concessões no cemitério das ideologias liberais capitalistas de há uma vintena.
O governo Lula reassegurou a presença do Estado para a efetiva mudança da infraestrutura, que pede o desenvolvimento, atrasado durante o progressismo liberal do PSDB, como mostravam os primeiros resultados do PAC, a contemplar entre os seus principais beneficiários, inclusive, o governo de São Paulo.
O país não frui ainda, claro, o programa Minha Casa, Minha Vida, mas sabe que o Bolsa Família colocou a população de uma Colômbia na nossa economia de mercado.
Claro, também enfrentamos o risco da absorção corporativa sindical no controle dos recursos públicos.
Mas essa é etapa adiante da página que se virou de vez, ou seja, do retorno ao controle pelo status quo, sob a ideologia social-democrata, de autolimitação do poder do Estado ou da crença dos progressismos espontâneos, sem dor para o país instalado, como professa a oposição a Lula.
O embaraço do tucanato em reconhecer o "entreguismo" dos controles públicos durante o seu governo é o mesmo que o alvoroça a assimilar o governo Lula ao "populismo autoritário peronista".
São comparações regressivas, que não se dão conta da experiência única da chegada do "outro país" ao poder, contra o desespero da violência dos "sem-nada", das Farc colombianas ou do Sendero Luminoso, no Peru, e assentou, de vez, uma maioria nacional, consciente de suas opções.
Realizar-se ou não o que seja, hoje, na sua originalidade, o "povo de Lula", é a diferença entre o Brasil "bem" e o país da mudança.
O petismo não é o justicialismo peronista, e hoje a nossa consciência coletiva supera o próprio partido, na solidez do que não quer para o futuro.
Essa nossa adesão ao novo, aliás, foi adiante, até, da própria legenda e de suas siderações pelas vantagens do poder, nessa matriz de um evento político que torna as futuras eleições tão distintas de uma escolha da hora entre situacionismos cansados e oposições gulosas. E o Brasil potência, tão profligado pelo ex-presidente, é a configuração emergente desse país que sabe que não volta ao berço esplêndido da nação dos ricos.
Mais que a denúncia dos "pequenos assassinatos" a minar "devagarzinho" o espírito democrático, o que entra pelos olhos do Brasil na conduta de Lula é a determinação visceral do governo de não ceder a um terceiro mandato, avassaladoramente acolhível, se assim quisesse o presidente, por emenda constitucional, tal como o governo tucano desfigurou o monopólio do petróleo.
No inverso de Chávez, Lula, no seu gesto, reafirma o essencial da democracia, que é o cumprimento das regras do jogo, no que diga a Carta, por maior que seja o poder da hora de quem está no palácio.
O ex-presidente pergunta-se, indeciso, para onde vamos. Mas as próximas eleições mostrarão para onde não voltamos, tanto quanto a nação de Lula sabe que, no Brasil, é "o povo como povo" intrinsecamente melhor que as suas "elites como elites".


CANDIDO MENDES , 81, membro da Academia Brasileira de Letras e da Comissão de Justiça e Paz, é presidente do "senior Board" do Conselho Internacional de Ciências Sociais da Unesco (Organização das Nações Unidas para a Educação, a Ciência e a Cultura) e secretário-geral da Academia da Latinidade.

sábado, 31 de outubro de 2009

Não faltam loucos: políticos argentinos buscam conselhos de Mangabeira Unger

31.10.2009Clarín.comEl País

La oposición coincidió en Harvard para hablar de la necesidad de cambios

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Estuvieron Duhalde, Michetti, Prat Gay, Sanz, Amadeo y los gobernadores del PJ Das Neves y Urtubey

Por: Ana Barón

Fue una reunión totalmente inusual. Encerrados en un aula de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, representantes de distintos sectores de la oposición argentina se sentaron a discutir con el ex ministro de Planeamiento brasilero, el profesor Roberto Mangabeira sobre cómo construir políticas de Estado que tengan consenso pero que no sean débiles o minimalistas.
No había entre los presentes ningún integrante del kirchnerismo puro. En la agenda no figuraba ningún tema de actualidad. Y durante la reunión nadie tampoco los planteo. Todo quedo a un lado: la reforma política que propuso el Gobierno que según muchos observadores favorece al oficialismo y al radicalismo por igual; la reapertura del canje que podría conducir a la reinserción de la Argentina en los mercados internacionales o el anuncio de la creación de un sistema de asignación por hijo de desocupados o empleados en negro, mensual y por un monto de 180 pesos.
Mientras que las hojas rojas y amarillas típicas del otoño de New England caían sobre Harvard Square conscientes que llegada la primavera volverán a renacer, durante la reunión con los argentinos Mangabeira propuso a los presentes que rompan con los modelos ortodoxos y se atrevan a pensar en términos innovadores.
"Fue un ejercicio muy importante", dijo luego a esta corresponsal el ex presidente Eduardo Duhalde, recién llegado del coloquio de IDEA en Mar del Plata donde confirmó que piensa dar batalla en las internas peronistas y derrotará allí a Néstor Kirchner. Ayer, volvió a mostrarse convencido de la importancia que tiene para el país el poder establecer políticas de Estado a largo plazo.
"Esto fue un desafío intelectual único", dijo por su parte la ex vicejefa de gobierno porteño y diputada electa del PRO, Gabriela Michetti. "Para mí, apuntó a reforzar las ideas fuerza de un modelo de país que trascienda la coyuntura", dijo por su parte el presidente del bloque de senadores radicales, el mendocino Ernesto Sanz.
"Fue muy útil para ordenar el pensamiento estratégico", opinó por su parte el diputado electo Eduardo Amadeo.
Mientras que Alfonso Prat Gay, el representante de Elisa Carrió en este encuentro, se mostró entusiasmado por poder dedicar todo un día a pensar los problemas del país "desde otro lugar" "Lo interesante de Mangabeira es que es muy provocador", dijo Prat Gay.
Hubo también dos gobernadores peronistas: el salteño Juan Manuel Urtubey y el chubutense Mario Das Neves.
Durante la reunión, el ex ministro de Planeamiento de Brasil habló de la necesidad de poner el acento sobre la innovación y dijo que para eso no hay nada mejor que ir a la base y dejar que la base se exprese.
Según Mangabeira, la directriz de la alternativa es un modelo de desarrollo basado en la ampliación de oportunidades económicas y educativas.
Como buenos alumnos todos tomaron nota, pero lo cierto es que terminada la reunión, por los pasillos del hotel Charles de Cambridge donde se encuentra alojada la mayoría de los participantes, todo el mundo estaba pendiente de sus celulares y de los mensajes que estaban recibiendo de Buenos Aires.
"Mirá lo que dijo Chiche Duhalde: 'mi marido tira bombas y yo tengo que salir hablar por el'" dijo uno, mientras que otro informaba que el radicalismo piensa rechazar de plano la reforma política, según lo que acababa de leer en un portal de un diario argentino.
"Es un momento interesante, se están discutiendo asuntos muy profundos", sostuvo Eduardo Amadeo sin querer especular sobre si Felipe Solá podría regresar al peronismo o seguir su carrera por afuera.
Todos los participantes del encuentro de ayer acordaron volver a encontrarse nuevamente en marzo de 2010 en el mismo escenario.

http://www.clarin.com/diario/2009/10/31/elpais/p-02030743.htm

Se Vargas Llosa levasse suas idéias às últimas conseqüências diria que o México errou ao liberalizar o comércio exterior e integrar-se ao NAFTA

El declive mexicano: Lecciones universales

Alvaro Vargas Llosa

Moises Naím, director de “Foreign Policy”, escribió hace poco que lo que hoy se dice deBrasil —por la percepción de su despegue definitivo— se decía, en los años 90, de México, nación que hoy está estancada. Naím ya había afirmado lo mismo en una mesa redonda que compartimos en la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Concuerdo con él en que este asunto merece extremada atención: el salto atrás de México contiene lecciones para otros países además del propio México.

Las reformas mexicanas se agotaron debido en parte al peso muerto del PRI, que gobernó durante décadas, y a la subsistencia de una izquierda antediluviana, pero también a que elPAN, que trajo la democracia y gobierna desde entonces, ha carecido de la imaginación y el celo implacable que tuvieron otros reformadores para guiar a sus pueblos hacia la modernidad. ¿La consecuencia? Entre 2000 y 2007, la economía de Brasil creció 150 por ciento mientras que la de México lo hizo tres veces menos. Nada expresa mejor este desempeño decadente que la industria energética mexicana, aherrojada por restricciones nacionalistas que impiden las inversiones de capital y la innovación: la producción petrolera ha caído 30 por ciento en cuatro años y las reservas actuales sólo durarán otros nueve. Finalmente, el descenso del país en la guerra contra las drogas ha reemplazado las expectativas de un luminoso destino paraMéxico en el siglo 21 por el temor a su balcanización.

Los observadores angustiados por cuestiones del desarrollo se ocupan de los países que prosperaron. Estados Unidos, en el siglo, 19 es el caso más impresionante de la historia; China podría lograr algo similar en este siglo. También estudian, con mucha menor intensidad, a quienes alcanzaron la prosperidad y luego la desperdiciaron. Dos casos fascinantes son el de Argentina y Uruguay: lograron niveles "europeos" de desarrollo en el siglo 19 e iniciaron la cuesta abajo hacia 1930. Pero se presta poca atención a países que parecían estar encaminados a convertirse en naciones "VIP" y se detuvieron a medio camino. México es el caso más sorprendente de este joven siglo.

Preguntarse qué sucedió no es un ejercicio académico. Naciones como China, India, Brasil, Turquía y Sudáfrica deberían estar sacando conclusiones de la vuelta en “U” dada por México. Algunas me vienen a la mente.

Primera: jamás hay que subestimar los vestigios culturales e institucionales del antiguo régimen, y por ende su capacidad política para socavar al nuevo régimen. Algo similar —pero peor—ha acontecido en Rusia, donde el retorno de la autocracia y el Estado mercantilista ha revertido muchos logros de la caída de la URSS, la hazaña mesmerizante de 1991. Segunda: nunca hay que dormirse en los laureles. Chile, país exitoso que ha caído varias posiciones relacionadas con la eficiencia económica en los rankings internacionales, debería tomar esto muy a pecho.

En tercer lugar, un país no debe nunca atar su destino a una nación en particular. La dependencia de México con respecto aEstados Unidos ha reducido su flexibilidad en el ancho mundo. Australia, no obstante ser un país desarrollado, debe cuidarse de su creciente dependencia de China. La mitad de los clientes del National Australia Bank, uno de sus gigantes financieros, vive del mercado chino. Y, en Austria, hemos visto la catástrofe sufrida por la banca, que prestó el equivalente al 75 por ciento del PIB austriaco a empresas y personas de países centroeuropeos de su "patio trasero" que entraron luego en suspensión pagos.

Por último, los países deben elegir bien sus batallas. Tengo mucha simpatía por el Presidente mexicano, Felipe Calderón. Pero cometió lo que muchos mexicanos que lo admiran creen que fue un error colosal al dedicar a la guerra contra las drogas la energía y recursos que debió haber destinado a completar las reformas truncas. Los cárteles de la droga están sencillamente trasladando algunas de sus operaciones a América Central sin dejar de corromper a las instituciones mexicanas y chupar la sangre de una Administración consumida por la lucha contra el enemigo elegido.

Nada de esto es fatal. México puede dar la vuelta una vez más. No será fácil, por cierto: para absorber a 1,2 millones de jóvenes mexicanos que buscan empleo cada año, la economía debe crecer al menos 5,5 por ciento anualmente, cifra que ha eludido aMéxico en años recientes y que no alcanzará en los inmediatos. Pero la primera condición es reconocer la gravedad del problema. No muchos dirigentes mexicanos parecen estar haciéndolo.

http://www.eldiarioexterior.com/articulo_imprimir.asp?idarticulo=35395