"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?
Mostrando postagens com marcador Capitalismo. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador Capitalismo. Mostrar todas as postagens

segunda-feira, 21 de dezembro de 2009

Integração capitalista e desenvolvimento desigual e combinado: Qatar se torna principal acionista da Volkswagen

Qatar se torna principal acionista da Volkswagen

Plantão | Publicada em 20/12/2009 às 11h21m

Reuters/Brasil OnlineFRANKFURT, Alemanha - O Qatar tem uma participação de 17% das ações com direito a voto na Volkswagen e a Porsche disse nesta sexta-feira que o país está prestes a assumir uma cadeira na sua supervisão, reforçando o papel mais ativo dos países do Oriente Médio na indústria automobilística alemã

O movimento estimulou expectativas de que o número cada vez menor de negociações envolvendo ações ordinárias da Volks pode significar a substituição delas no índice alemão de blue-chips por seus papéis preferenciais.

Depois de exercer opções na Volkswagen-conforme o esperado pelos agentes do mercado há algum tempo-a Qatar Holding LLC informou que agora tem 17 por cento do capital em ações da Volkswagen.

"Como investidores estratégicos de longo prazo, continuamos a acreditar que o investimento na VW e a esperada combinação da Porsche SE com a VW representa um ativo de investimentos único para a Qatar Holding", disse Ahmad Al-Sayed, presidente do grupo.

As ações ordinárias da Volkswagen têm destaque no mercado alemão de blue-chips desde sua entrada, em 1987 A saída do índice é esperada para colocar pressão sobre o valor das ações ordinárias, que em outubro passado eram negociadas a mais de 1.000 euros, tornando a montadora momentaneamente a maior do mundo em valor de mercado.

http://oglobo.globo.com/economia/mat/2009/12/20/qatar-se-torna-principal-acionista-da-volkswagen-915294558.asp

quarta-feira, 27 de maio de 2009

Neoliberalismo não fez melhor nem resolveu os problemas que anunciou

Anatomía del thatcherismo

by Robert Skidelsky

Londres – Este mes se cumplen treinta años de que Margaret Thatcher llegó al poder.  Si bien las condiciones locales precipitaron la revolución de Thatcher (o de manera más amplia, de Thatcher-Reagan), ésta se convirtió en una etiqueta instantáneamente reconocida a nivel mundial para una serie de ideas que dieron origen a políticas orientadas a liberar a los mercados de la interferencia gubernamental. Tres décadas después, el mundo está en recesión y muchos atribuyen la crisis global a esas ideas.

En efecto, incluso fuera de la izquierda política, se considera que el modelo angloestadounidense de capitalismo ha fracasado. Se le culpa de la debacle económica casi total. Pero una visión retrospectiva a treinta años nos permite juzgar qué elementos de la revolución de Thatcher deben conservarse y cuáles deben modificarse a la luz de la actual desaceleración económica mundial.

Resulta obvio que lo que más necesita modificarse es la noción de que los mercados con un mínimo de injerencia y regulación son más estables y más dinámicos que los que están sujetos a la intervención del gobierno. Dicho de otro modo, la premisa del thatcherismo era que el fracaso del gobierno es una amenaza mucho mayor a la prosperidad que el fracaso del mercado.

Esto siempre fue una mala interpretación de la historia. Los anales muestran que en el período 1950-1973, cuando la intervención del gobierno en las economías de mercado alcanzó su punto más alto en épocas de paz, se registró un éxito económico único, sin recesiones globales y con tasas de crecimiento del PIB –y del PIB per cápita—más rápidas que en ningún período comparable, anterior o posterior.

Se puede argumentar que el desempeño económico habría sido aun mejor con menos intervención del gobierno. Pero los mercados perfectos no son más reales que los gobiernos perfectos. Todo lo que tenemos son comparaciones entre lo que sucedió en distintos momentos. Lo que estas comparaciones muestran es que los mercados con gobierno se han desempeñado mejor que los mercados sin gobierno.

No obstante, para la década de los setenta, la economía política previa al thatcherismo estaba en crisis. El síntoma más notorio de ello fue el surgimiento de la “estanflación” – un aumento simultáneo de la inflación y el desempleo. Algo había salido mal en el sistema de administración económica que había legado John Maynard Keynes.

Adicionalmente, el gasto del gobierno estaba creciendo, los sindicatos se estaban volviendo más combativos, las políticas para controlar los pagos no funcionaban y las expectativas de dividendos estaban disminuyendo. Muchos consideraban que el gobierno había abarcado más de lo que podía controlar, y que era necesario, o bien reforzar su control, o bien reducir su alcance. El thatcherismo surgió como la alternativa más aceptable al socialismo de Estado.

Nigel Lawson fue el segundo ministro de finanzas de Thatcher. De los esfuerzos antiinflacionarios del gobierno nación la “doctrina Lawson”, que se enunció por primera vez en 1984 y desde entonces recibió amplia aceptación entre los gobiernos y los bancos centrales. Lawson dijo que “La conquista de la inflación debe ser el objetivo de la política macroeconómica. Y la creación de condiciones conducentes al crecimiento y el empleo debe ser el objetivo de la política microeconómica.”

Esta propuesta derrocó la ortodoxia keynesiana previa de que la política macroeconómica debía tener como objetivo el pleno empleo y el control de la inflación debía dejarse a las políticas salariales. No obstante, a pesar de todas las reformas “del lado de la oferta” que introdujeron los gobiernos del thatcherismo, el desempleo ha sido mucho mayor desde los años ochenta que en los cincuenta o sesenta –7.4% en promedio en el Reino Unido, en comparación con 1.6% en las décadas anteriores.

¿Y los objetivos de inflación? También en este punto el historial desde 1980 ha sido desigual, a pesar de la enorme presión deflacionaria que ha ejercido la competencia de salarios bajos de Asia. La inflación en los períodos 1950-1973 y 1980-2007 fue más o menos la misma –apenas superior al 3%– mientras que la fijación de objetivos de inflación no ha logrado evitar una sucesión de burbujas de valores que han generado recesiones.

La política del thatcherismo tampoco ha tenido éxito en uno de sus principales objetivos –reducir la proporción del gasto de gobierno en el ingreso nacional. Lo más que puede decirse es que detuvo su aumento durante un tiempo. Ahora el gasto público está creciendo nuevamente y los récords de déficit en tiempos de paz del 10% o más, se alargan durante años.

Al desregular los mercados financieros en todo el mundo, la revolución Thatcher-Reagan ocasionó la corrupción del dinero, sin mejorar el crecimiento de la riqueza anterior –salvo para los muy ricos. El ciudadano promedio del mundo habría sido 20% más rico si el PIB per cápita mundial hubiera crecido al mismo ritmo entre 1980 y 2007 que entre 1950 y 1973—y eso a pesar de las elevadas tasas de crecimiento de China en los últimos 20 años. Además, al desatar el poder del dinero, el thatcherismo, pese a todas sus prédicas sobre la moralidad, contribuyó a la decadencia moral de Occidente.

En contraste con estos formidables defectos, hay tres virtudes. La primera es la privatización. Al poner nuevamente la mayoría de las industrias propiedad del Estado en manos privadas, la revolución de Thatcher eliminó el socialismo de Estado. La mayor influencia del programa de privatización británico se dio en los países ex comunistas, que extrajeron las ideas y técnicas necesarias para desmantelar las economías planificadas tan ineficientes. Este avance debe conservarse ante el clamor actual para “nacionalizar” los bancos.

El segundo éxito de Thatcher fue debilitar a los sindicatos. Para la década de los setenta, los sindicatos, establecidos para proteger a los débiles frente a los fuertes, se habían convertido en enemigos del progreso económico, una gran fuerza de conservadurismo social. Fue acertado alentar una nueva economía que creciera por fuera de estas estructuras anquilosadas.

Por último, el thatcherismo acabó con la política de fijar precios y salarios por imposición central o mediante “arreglos” tripartitas entre los gobiernos, los empleadores y los sindicatos. Estos eran los métodos del fascismo y el comunismo y habrían terminado por destruir no sólo la libertad económica sino también la política.

Los péndulos políticos a menudo oscilan demasiado. Al reconstruir la destrozada economía post-thatcheriana debemos tener cuidado de no resucitar las políticas fallidas del pasado. Me sigue pareciendo útil la distinción que hacía Keynes entre la agenda y la no agenda de la política. Keynes pensaba que mientras el gobierno central asumiera la responsabilidad de mantener un nivel alto y estable de empleo, el resto de la vida económica podía quedar libre de interferencias oficiales. La principal tarea de hoy es crear una división adecuada de la responsabilidad entre el Estado y el mercado a partir de esta idea.

Robert Skidelsky, miembro de la Cámara de los Lores británica, es profesor emérito de economía política en la Universidad de Warwick, autor de una biografía del economista John Maynard Keynes que ha sido premiada y miembro de la junta directiva de la Escuela de Estudios Políticos de Moscú.

http://www.project-syndicate.org/commentary/skidelsky17/Spanish

Crise mundial alterando a configuração mundial da indústria automobilística que parecia definitiva

China enters race to buy GM's European operations

Beijing Automotive Industry Corp joins Fiat, Ripplewood Holdings and Magna in expressing interest in the owner of Opel

Opel and Fiat

Fiat has the German car maker Opel in its sights. Photograph: Thomas Kienzle/AP

The contest to take control of General Motors's European operations has intensified at the 11th hour after China's Beijing Automotive Industry Corp entered the fray.

BAIC has expressed an interest in acquiring the owner of Opel, according to reports, hours ahead of today's deadline to choose a buyer for the business. However, it is understood that the approach by China's fifth largest carmaker, made one day after the final bidding deadline, has yet to crystallise into a formal offer.

BAIC is competing with Italy's Fiat, private equity firm Ripplewood Holdings and Canadian parts maker Magna, which emerged as the favourite this week following expressions of support from German politicians.

The German government is a key player in the future ownership of GM Europe because it is providing billions of euros in emergency financing to whoever acquires the business, which owns four factories in Germany and employs 50,000 people in Europe. Magna has received the backing of German politicians after pledging to save as many German jobs as possible - a pledge that was later matched by Fiat.

The German economy minister, Karl-Theodor zu Guttenberg, said this week that there was "signalled interest from China" which is believed to focus on importing Opel cars and technology to China, where they would compete with vehicles built by GM, one of China's biggest carmakers despite its problems in the US.

GM has been forced to put its European operations up for sale amid looming bankruptcy proceedings. The group could file for Chapter 11 protection from creditors before the end of the month as a slump in sales overwhelms its lumbering cost base and debt-burdened balance sheet.

Germany's influence over the sale process has stoked doubts in the UK about the future of Vauxhall, Opel's British business. Trade union leaders and MPs warned last night that Vauxhall's 5,000 British workers feared they would lose out to their German counterparts in the deal, after Magna and Fiat made overt promises about jobs in Opel's main European base.

Tony Woodley, the joint general secretary of the Unite union, warned that one or both of GM's two Vauxhall plants in the UK would close if Fiat was selected.

It has also emerged that as recently as the weekend, British ministers did not know whether the three bidders were planning to save or scrap the UK plants at Ellesmere Port and Luton.

Lord Mandelson, the business secretary, has met the three bidders and told them he expected them to commit to the UK. Despite this, the government has not offered the companies any financial backing to keep the plants open and no application has been made by any bidder for loan guarantees under the government's £2.3bn aid package for the motor industry. Any grant is likely to be made only once the German government's plans become clear.

http://www.guardian.co.uk/business/2009/may/27/general-motors-opel-fiat-beijing

domingo, 10 de maio de 2009

Raya Dunayevskaya e o Capitalismo de Estado

Alguém me perguntou o que seria capitalismo de Estado num post sobre o livro “O século soviético”. Primeiro irei tratar do sentido empregado no post, e no fim do sentido mais comum que o termo foi usado nos anos 70.

Vou responder e aproveitar o ensejo para introduzir no post Raya Dunayevskaya, uma intelectual marxista ucraniana completamente ignorada no Brasil. Dunayevskaya trabalhou com Trotsky, mas ao longo do tempo foi se afastando dele e criou uma corrente teórica dentro do marxismo norte-americano, cujos desdobramentos podem ser encontrados no site: www.newsandletters.org.

Raya Dunayevskaya não é o autor mais conhecido a falar sobre o capitalismo de Estado. Mas foi a primeira. Já em 1941 ela escreveu que a União Soviética era uma sociedade capitalista, e não um Estado burocrático ou degenerado por Stálin como queria Trotsky.

No livro “Marxism and freedom from 1776 until today”, Dunayevskaya aponta que a URSS passou de um Estado dos trabalhadores para um capitalismo de Estado com a lógica do planejamento centralizado que alijou os trabalhadores do poder, e produziu uma desumanização do capitalismo submetendo-o a uma máquina controlada pelo Estado. Continua predominando a lógica do predomínio da acumulação de capital no setor de bens de produção sobre a produção de bens de consumo e satisfação das necessidades humanas. Numa consideração bastante significativa a autora diz que o fetichismo da mercadoria é substituído pelo fetichismo do plano. Ou seja se o capitalismo abstrai e esconde as relações sociais que fundamentam o valor das mercadorias, o planejamento soviético descola-se tanto na formulação quanto na definição de metas e execução das relações sociais que fundamentaram a sua origem. É definido de forma arbitrária e negando as necessidades sociais, políticas e de consumo do povo soviético.

Duas citações da autora em tradução livre sobre o capitalismo de Estado:

“O capitalismo de Estado não é uma continuação do desenvolvimento do capitalismo no sentido de m desenvolvimento sem rupturas. É um desenvolvimento através da transformação no seu oposto. O capitalismo vive e progride pela livre competição. O seu máximo desenvolvimento é encontrado sob uma democracia burguesa ou democracia parlamentar. O capitalismo de Estado significa, e só pode significar, burocracia, tirania e barbarismo como pode ser visto na Alemanha nazista e na Rússia totalitária.”

“A inviabilidade do capitalismo de Estado como “nova” ordem social é demonstrada pelas mesmas leis de desenvolvimento do capitalismo privado, isto é, a compulsão para explorar as massas dentro do país e gerar guerras no exterior.”

Há uma série de imprecisões conceituais na autora até porque ela assume uma posição que talvez não seja teoricamente válida da forma radical, que é o humanismo, mas ela possui idéias interessantes.

Enfim, o capitalismo de Estado é um sociedade capitalista onde ao invés do capital ser controlado pela burguesia, e desta burguesia controlar o Estado e utilizá-lo para atingir os seus objetivos, o capital é controlado pelo Estado e pela burocracia do Estado. Onde as decisões não ocorrem pelos mecanismos de mercado, mas a partir do planejamento centralizada realizado pela burocracia sem qualquer participação da sociedade.

De fato, há um debate teórico não só sobre o capitalismo de Estado, mas sobre a natureza social e econômica das sociedades do Leste Europeu.  Porque há um debate sobre a transição ao comunismo que ficou inconclusivo pela dinâmica real das sociedades ditas comunistas.

A primeira questão a ser colocada é que ao ocorrer a Revolução Russa nem Lenin nem ninguém diria que a sociedade então implantada era comunista. Era sim uma sociedade que iniciava a transição para o comunismo. É preciso lembrar que teoricamente no comunismo ocorreria a abolição do Estado. E Lenin tinha consciência que isso era um objetivo distante. Os sovietes era um instrumento de gestão dos trabalhadores, mas não significava a abolição do Estado. De fato, o regime político existente para Lenin era ditadura do proletariado. A revolução proletária ocorre derruba a classe dominante burguesa e instaura uma ditadura do proletariado, ou seja, a antiga classe dominante perde todos os seus direitos. E a partir daí se inicia as transformações da sociedade capitalista em um sociedade socialista e finalmente comunista. Não existe mágica, fez revolução, agora é socialista ou comunista. Há a transição.

O programa leninista era de realizar a transição para o comunismo. Com a morte de Lenin, Stálin assumi e começa a dar um direcionamento para uma aceleração do processo de acumulação de capital no campo e na indústria. É preciso reduzir rapidamente o gap econômico e tecnológico existente entre a sociedade soviética e a sociedade ocidental. Isto será realizado rapidamente. Nos anos 30 este desnível já será passado. Ora mais aí ficava uma questão, aquilo já era o socialismo ou o comunismo ou ainda havia algo a ser feito? Teoricamente ainda se distava bastante do ideal comunista ou socialista. Mas Stálin decreta que a transição para o comunismo já havia sido encerrada e que aquela era a sociedade comunista.

Os críticos de direita vão chamar aquelas sociedades de socialismo real. No sentido de que o que o socialismo ou comunismo podem fazer é apenas aquilo. O socialismo ou o comunismo não são aquilo que está na teoria, mas aquilo que está ali e se pode ver e não pode ser nada mais do aquilo.

Os primeiros críticos de esquerda serão Trotsky e os seus discípulos que iram considerar que a sociedade soviética estava efetivamente no caminho do socialismo, estava em transição, mas havia sido dominada pela burocracia. A burocratização da sociedade, do partido e das instituições políticas havia paralisado o avanço do socialismo, era preciso desbloqueá-lo, mas a URSS considerava sendo uma sociedade em transição.

A segunda onda de críticas à esquerda são as do capitalismo de Estado. A URSS sequer teria iniciado a transição ao socialismo, seria de fato um Estado capitalista cujo controle dos meios de produção estaria nas mãos da burocracia que exploraria o proletariado. Após a queda do socialismo do Leste Europeu, Robert Kurz, em Colapso da Modernização, escreveu para mostrar que o modelo de economia que Lenin tinha para a Rússia era o capitalismo alemão. Portanto reinterpreta o socialismo real do Leste Europeu apenas como um instrumento para acelerar a acumulação de capital e permitir que a Rússia superasse seu atraso secular em relação ao Ocidente.

Estas críticas são críticas gerais sobre a natureza econômica do sistema. Obviamente há “n” variações destas mesmas críticas ao se considerar os autores em particular críticas, e há outras críticas centradas nas questões políticas do regime.

Por fim, o termo capitalismo de Estado também foi utilizado e talvez mais popularmente seja utilizado assim, na divulgação feita por Paul Boccara. O capitalismo de Estado seria uma sociedade capitalista, sem qualquer projeto de socialismo ou comunismo, onde o Estado assume cada vez mais funções econômicas em função do processo de concentração e centralização do capital. Ou seja, o capitalismo monopolista daria origem a um capitalismo monopolista de Estado. E as facções comunistas que adotaram esta idéia imaginavam que a partir daí a transição para o socialismo seria muito mais fácil, pois o Estado já teria o controle da economia. Também se utilizou o termo para designar as sociedades periféricas, como o Brasil, onde o avanço do desenvolvimento capitalista com o processo de industrialização foi conduzido pelo Estado e não pela burguesia nacional. Capitalismo de Estado, portanto, é um termo controverso e ao se utilizá-lo academicamente é preciso definir o sentido que está sendo atribuído a ele.

sexta-feira, 16 de janeiro de 2009

The Crisis of the Capitalist World

The Crisis of the Capitalist World

Prabhat Patnaik
Printable Version

The current crisis of the capitalist world is commonly explained as resulting from "a lack of government regulation of the financial sector", "insufficient supervision allowing reckless lending by financial institutions", "the unbridled greed of the financiers", in short a series of mistakes and aberrations. These have contributed to a "systems failure" in the words of Joseph Stiglitz, the distinguished economist and Nobel Laureate. This entire line of reasoning however misses the point. The crisis is not a "failure" of the system; it is central to the mode of functioning of the system itself. It is not the result of some “mistakes” or "aberrations"; it is inherent to the logic of the system.
If indeed government regulation in the United States had prevented "reckless lending" by the financial institutions, if indeed there had been no "sub-prime lending", then the housing boom would have been truncated much earlier. Mass unemployment would have reared its ugly head much earlier, and even the entire world economy would have got into a state of recession much earlier. The fact that these things did not happen, the fact that the boom was kept going by sustaining the bubble in the housing market through enlarging the disbursement of credit, is precisely because the policy of the U.S. Federal Reserve was to make the financial system accommodative. And this is now being called “irresponsible” and "reckless". It is precisely this so-called "irresponsibility" and "recklessness" that underlies booms in capitalism. Or, putting it differently, growth in conditions of modern capitalism is caused by financial, or more generally asset price, bubbles. And crises, such as what the capitalist world is experiencing today, are the necessary sequel of the bursting of such bubbles. What Stiglitz calls a "system failure" is actually the “system” itself.
John Maynard Keynes, the English economist who had been perceptive enough to realise this, had therefore suggested an alternative source of growth itself, an alternative to the phenomenon of "bubbles-led growth". This was through what he had called the "socialization of investment", i.e. the capitalist State, as the representative of society at large (being a Liberal he held this theory of the State) should always ensure enough aggregate demand to keep the economy as close to full employment as possible. A necessary condition for such activism on the part of the State according to him was "the euthanasia of the rentier", i.e. the "mercy-killing" of the financial interests, which, he knew, would always oppose such activism. Keynes in other words did not just call for the regulation of capitalism, but its transformation in a manner that would ensure near-full employment and hence undermine a major argument for socialism.
Keynes’ ideas, though meant to defend capitalism, were repugnant to finance capital and met with immediate rejection. The capitalist world came out of the 1930s Depression not because of Keynesian measures, but because of military spending in the run up to the Second World War. It is only after the war that the increase in the political weight of the working class, expressed through the rise to power of Social Democracy, and the temporary setback suffered by finance capital, allowed the adoption of Keynesian measures of “demand management” by the capitalist States, which both kept employment rates consistently high and prevented financial crises (as would have occurred if “bubbles” had been allowed to develop as the means for stimulating growth). But the emergence of finance capital to a position of hegemony all over the capitalist world, in the new garb of “globalized finance”, which pushed for neo-liberal policies everywhere, put an end to Keynesianism, and the resumption of the process of “bubbles-led growth”. The Great Crash we are currently witnessing is the necessary outcome of this process.
Three conclusions follow: first, as already mentioned, such Great Crashes reflect not the failure of the system, but the system itself; secondly, the system they reflect is the system of contemporary capitalism, which is necessarily marked by the hegemony of finance capital, and sustained, because of this hegemony, by a process of “bubbles-led growth”. And third, the specific policy measures adopted in such crisis situations depend not upon the “wisdom” of such measures, but upon the balance of class forces or the state of class struggle. In short, what measures the capitalist economies are going to adopt in the face of this crisis today depends upon the extent to which the hegemony of finance capital can be confronted.
Two broad approaches have come to the fore among the governments in capitalist countries for tackling the crisis: the first of these emphasizes fiscal expansion by the capitalist States. But expansion by any single capitalist State, if undertaken in isolation, will have its effects largely “leaking” out of the economy (to a point where the benefits accruing to other countries would be greater than to itself). Because of this, the expansion will have to be a coordinated one among several capitalist States, or else the fiscally-expanding economy will be tempted to put up protectionist barriers which will exacerbate conflicts and compound the problem. But any such coordinated fiscal expansion, or indeed any fiscal expansion for that matter, will have to be based on control over cross-border financial flows, i.e. on the mobility of globalized finance, since, otherwise, large-scale and speculative shifts of finance from one country to another can easily destabilize fiscal policy.
The second approach is to avoid doing anything positive, to avoid fiscal expansion, merely to support the financial system, and to wait for the next “bubble” to come along. This is the approach that Herbert Hoover the American President before Franklin Roosevelt had adopted, which had the effect of prolonging and worsening the crisis, and the approach that George Bush has been inclined towards.
Not surprisingly, the first of these approaches is opposed by finance capital while the second of these is favoured by it. And again, not surprisingly, the first approach has been mooted by European Social Democracy in general and by the British Labour government, while the second is the favoured one among all Right-wing governments.
At one point of time it appeared that the capitalist world was veering around towards a coordinated fiscal expansion, and even Bush started talking about it. That was in the immediate aftermath of the collapse of investment banking on the Wall Street, when the reputation of finance capital was down in the dumps and an anti-finance capital sentiment was sweeping the capitalist world. Since then however the Right (representing the interests of finance capital) has managed to regroup itself. Germany has debunked talk of fiscal expansion; and the British Tories, after initially supporting it, have opposed Gordon Brown’s fiscal expansion plans. Fiscal expansion prospects in other words have again receded to the background, and it has become obvious once more that the world will remain steeped in crisis (until some new “bubble” comes) unless the power of finance is broken. But that in effect would mean going beyond contemporary capitalism to a new and humane order.

January 1, 2009.

http://www.networkideas.org/news/jan2009/news01_Capitalist_World.htm

terça-feira, 25 de novembro de 2008

A crise mundial por Samir Amin

¿Debacle financiera, crisis sistémica ?
Respuestas ilusorias y respuestas necesarias.
Por Samir Amin
Informe introductivo - Foro Mundial de las Alternativas - Caracas, Octubre 2008

La crisis financiera era inevitable

La brutal explosión de la actual crisis económica no nos pilló desprevenidos. Además, yo la había evocado hace unos meses, cuando los economistas convencionales se esmeraban en minimizar sus consecuencias, particularmente en Europa. Para entender su génesis, conviene abandonar la actual definición del capitalismo, que hoy día se suele definir como "neoliberal globalizado". Esta calificación es engañosa y oculta lo esencial. El sistema capitalista actual está dominado por un puñado de oligopolios que controlan la toma de decisiones fundamentales en la economía mundial. Unos oligopolios que no sólo son financieros, constituidos por bancos o compañías de seguros, sino que son grupos que actúan en la producción industrial, en los servicios, en los transportes, etc. Su característica principal es su financiarización. Con eso conviene comprender que el centro de gravedad de la decisión económica ha sido transferido de la producción de plusvalía en los sectores productivos hacia la redistribución de beneficios ocasionados por los productos derivados de las inversiones financieras. Es una estrategia perseguida deliberadamente no por los bancos, sino por los grupos "financiarizados". Más aún, estos oligopolios no producen beneficios, sencillamente se apoderan de una renta de monopolio mediante inversiones financieras.
Este sistema es sumamente provechoso para los segmentos dominantes del capital. Luego no estamos en presencia de una economía de mercado, como se suele decir, sino de un capitalismo de oligopolios financiarizados. Sin embargo, la huida hacia delante en las inversiones financieras no podía durar eternamente cuando la base productiva sólo crecía con una tasa débil. Eso no resultaba sostenible. De ahí la llamada "burbuja financiera", que traduce la lógica del sistema de inversiones financieras. El volumen de las transacciones financieras es del orden de dos mil trillones de dólares cuando la base productiva, el PIB mundial sólo es de unos 44 trillones de dólares. Un gigantesco múltiplo. Hace treinta años, el volumen relativo de las transacciones financieras no tenía ese tamaño. Esas transacciones se destinaban entonces principalmente a la cobertura de las operaciones directamente exigidas por la producción y por el comercio nacional e internacional. La dimensión financiera de ese sistema de los oligopolios finaciarizados era – ya lo dije – el talón de Aquiles del conjunto capitalista. La crisis debía pues estallar por una debacle financiera.
Detrás de la crisis financiera, la crisis sistémica del avejentado capitalismo

Pero no basta con llamar la atención sobre la debacle financiera. Detrás de ella se esboza una crisis de la economía real, ya que la actual deriva financiera misma va a asfixiar el desarrollo de la base productiva. Las soluciones aportadas a la crisis financiera sólo pueden desembocar en una crisis de la economía real, esto es, una estagnación relativa de la producción y lo que ésta va a acarrear: regresión de los ingresos de los trabajadores, aumento del paro laboral, alza de la precariedad y empeoramiento de la pobreza en los países del Sur. En adelante debemos hablar de depresión y ya no de recesión.
Y detrás de esta crisis se perfila a su vez la verdadera crisis estructural sistémica del capitalismo. La continuación del modelo de desarrollo de la economía real, tal y como lo venimos conociendo, así como el del consumo que le va emparejado, se ha vuelto, por primera vez en la historia, una verdadera amenaza para el porvenir de la humanidad y del planeta.
La dimensión mayor de esta crisis sistémica concierne el acceso a los recursos naturales del planeta, que se han vuelto muchísimo más escasos que hace medio siglo. El conflicto Norte/Sur constituye, por lo tanto, el eje central de las luchas y conflictos por venir.
El sistema de producción y de consumo/despilfarro existente hace imposible el acceso a los recursos naturales del globo para la mayoría de los habitantes del planeta, para los pueblos de los países del Sur. Antaño, un país emergente podía retener su parte de esos recursos sin amenazar los privilegios de los países ricos. Pero hoy día ya no es el caso. La población de los países opulentos – el 15% de la población del planeta – acapara para su propio consumo y despilfarro el 85 % de los recursos del globo y no puede consentir que unos recién llegados accedan a estos recursos, ya que provocarían graves penurias que pondrían en peligro los niveles de vida de los ricos.
Si Estados unidos se han fijado como objetivo el control militar del planeta es porque saben que sin ese control no pueden asegurarse el acceso exclusivo de tales recursos. Como bien se sabe, China, la India y el Sur en su conjunto también necesitan esos recursos para su desarrollo. Para Estados Unidos se trata imperativamente de limitar ese acceso y, en última instancia, sólo existe un medio: la guerra.
Por otra parte, para ahorrar las fuentes de energía de origen fósil, Estados Unidos, Europa y otras naciones desarrollan proyectos de producción de agrocombustibles a gran escala, en detrimento de la producción de víveres, todavía afectados por el alza de los precios.
Las respuestas ilusorias de los poderes vigentes

Los poderes vigentes, al servicio de los oligopolios financieros, no tienen otro proyecto sino el de volver a poner en pie este mismo sistema. ¿Qué son esas intervenciones estatales sino las que les exige la misma oligarquía? Sin embargo, no es imposible el éxito de esta puesta en pie si las infusiones de dinero resultan suficientes y si las reacciones de las víctimas – las clases populares y las naciones del Sur – no dejan de ser limitadas. Pero en este caso el sistema sólo retrocede para mejor saltar y una nueva debacle financiera, aún más importante, será ineludible, ya que las "adaptaciones" previstas para la gestión de los mercados financieros y monetarios resultan ampliamente insuficiente, pues no ponen en tela de juicio el poder de los oligopolios.
Por otra parte, resultan divertidísimas estas respuestas a la crisis financiera mediante la inyección de fondos públicos astronómicos para restablecer la seguridad de los mercados financieros: privatizados ya los beneficios, en cuanto resultan amenazadas las inversiones financieras se socializan las pérdidas. ¡Cara: gano yo; cruz: pierdes tú!
Las condiciones de una respuesta positiva a los desafíos

No basta con decir que las intervenciones de los Estados pueden modificar las reglas del juego, atenuar las derivas. También es necesario definir sus lógicas y sus impactos sociales. Desde luego, en teoría, se podría volver a fórmulas de asociación de los sectores públicos y privados, fórmulas de economía mixta como ocurrió durante los "treinta años gloriosos" (los años 1945/1975) en Europa y durante la era de Bandung, en Asia y en África, cuando el capitalismo de Estado dominaba ampliamente, acompañado por políticas sociales fuertes. Pero este tipo de intervención del Estado no está a la orden del día. Y ¿ están las fuerzas sociales progresistas en medida de imponer una transformación de esta amplitud ? Todavía no, opino yo.
La verdadera alternativa pasa por el derrocamiento del poder exclusivo de los oligopolios, el cual es inconcebible sin, finalmente, su progresiva nacionalización democrática. ¿ Fin del capitalismo ? No lo creo. Creo en cambio que son posibles unas nuevas configuraciones de las relaciones de fuerzas sociales que obliguen al capital a ajustarse a las reivindicaciones de las clases populares y los pueblos. A condición de que las luchas sociales todavía fragmentadas y a la defensiva, en su conjunto, consigan cristalizar en una alternativa política coherente. Con esta perspectiva, resulta posible el comienzo de una larga transición del capitalismo al socialismo. Los avances en esa dirección, claro está, siempre serán desiguales de un país a otro y de una fase de su despliegue a otra.
Las dimensiones de la alternativa deseable y posible son múltiples y conciernen todos los aspectos de la vida económica, social, política. Evocaré a continuación las grandes líneas de esta respuesta necesaria.
1) - La reinvención por parte de los trabajadores de organizaciones apropiadas que hagan posible la construcción de su unidad con el fin de trascender su dispersión asociada a las formas de explotación vigente (paro laboral, precariedad, informalidad).
2) - La perspectiva es la de un despertar de la teoría y de la práctica de la democracia asociada al progreso social y al respeto de la soberanía de los pueblos y no disociada de éstos.
3) - Liberarse del virus liberal fundado en el mito del individuo, que ya pasó a ser tema histórico. Los rechazos frecuentes de los modos de vida asociados al capitalismo (múltiples enajenaciones, consumismo y destrucción del planeta) señalan la posibilidad de esta emancipación.
4) - Liberarse del atlantismo y del militarismo que le está asociado, ambos destinados a hacer aceptar la perspectiva de un planeta organizado sobre la base del apartheid a escala mundial.
En los países del Norte el desafío implica que la opinión general no se deje encerrar en un consenso de defensa de sus privilegios con respeto a los pueblos del Sur. El internacionalismo necesario pasa por el antimperialismo, no por el humanitarismo.
En los países del Sur, la estrategia de los oligopolios mundiales lleva consigo el hacer recaer el peso de la crisis sobre sus pueblos (desvalorización de sus reservas de cambio, baja de los precios de las materias primas exportadas y alza de los precios de los productos importados). La crisis ofrece la ocasión del renacimiento de un desarrollo nacional, popular y democrático autocentrado, que someta las relaciones con el Norte a sus exigencias, esto es, la desconexión. Lo cual implica:
a) El control nacional de los mercados monetarios y financieros
b) El control de las tecnologías modernas en adelante posible,
c) La recuperación del uso de los recursos naturales,
d) La derrota de la gestión globalizada, dominada por los oligopolios (la OMC) y la del control militar del planeta por Estados Unidos y sus aliados,
e) Liberarse de las ilusiones de un capitalismo nacional autónomo en el sistema y de los mitos del pasado.
f) La cuestión agraria, en efecto, está en el centro de las opciones por venir en los países del Tercer Mundo. Un desarrollo digno de llamarse así exige una estrategia política agrícola basada sobre la garantía del acceso a la tierra para todos los campesinos (la mitad de la humanidad). En contrapartida, las fórmulas preconizadas por los poderes dominantes - acelerar la privatización de la tierra agrícola y transformar la tierra agrícola en mercancía – llevan consigo el éxodo rural masivo que bien venimos conociendo. Como el desarrollo industrial de los países afectados no puede absorber dicha superabundante mano de obra, ésta se concentra en las barriadas miserables de los extrarradios ciudadanos o se deja tentar por las trágicas aventuras de una huida en balsa por el Atlántico. Existe una relación directa entre la supresión de la garantía del acceso a la tierra y el aumento de las presiones migratorias.
g) La integración regional, al favorecer el surgimiento de nuevos polos de desarrollo, ¿puede constituir una forma de resistencia y de alternativa? La regionalización es necesaria, tal vez no para gigantes como China y la India o incluso para Brasil, pero seguramente sí para otras muchas regiones, en el sudeste asiático, en África o en América Latina. Este continente está un poco por delante en ese terreno. Venezuela, oportunamente, ha tomado la iniciativa de crear el Alba (Alternativa bolivariana para América Latina y el Caribe) y el Banco del Sur (Bancosur), incluso antes de la crisis. Pero el Alba – un proyecto de integración económica y política – todavía no ha recibido la adhesión de Brasil ni la de Argentina. En cambio, el Bancosur, que supuestamente debe promover otra forma de desarrollo, asocia igualmente a estos dos países pese a que, hasta hoy, sigan teniendo una concepción convencional del papel que ha de desempeñar un banco.
Los avances en esas direcciones tanto en el Norte como en el Sur, que son la base del internacionalismo de los trabajadores y de los pueblos, constituyen las únicas garantías de reconstrucción de un mundo mejor, multipolar y democrático, única alternativa a la barbarie del envejecido capitalismo.
Más que nunca, la lucha por el socialismo del siglo XXI está a la orden del día.
Traducido por Manuel Colinas para Investig'Action - www.michelcollon.info
(revisado por el equipo editorial de Rebelión)

terça-feira, 14 de outubro de 2008

Entrevista com Noam Chomsky

Folha de São Paulo

São Paulo, terça-feira, 14 de outubro de 2008

Capitalismo seguirá igual, diz Chomsky

Crítico de Bush, lingüista diz que governo evita palavra "estatização" para que público não reivindique direito de interferir
Intelectual de esquerda descarta o surgimento de um novo capitalismo pós-crash, com maior presença do Estado na economia
FERNANDO RODRIGUES
ENVIADO ESPECIAL A NOVA YORK
Um dos intelectuais de esquerda mais respeitados do planeta, o lingüista Noam Chomsky, acha que a estatização total ou parcial do sistema financeiro dos EUA não vai ocorrer por causa da atual crise.
Colocaria em risco o que ele classifica de "tirania privada".
Por essa razão os governos do mundo desenvolvido evitam usar o termo até mesmo quando se trata de assumir o controle, ainda que só por algum tempo, de alguns bancos e corretoras que faliram por causa da crise atual.
Aos 79 anos, Chomsky leciona no MIT (Massachusetts Institute of Technology), uma das mais renomadas instituições de ensino superior dos EUA.
Para ele, se o governo norte-americano assumisse publicamente algumas de suas ações como "estatizações", abriria tecnicamente espaço para que os cidadãos do país também passassem a reivindicar o poder de interferir na condução do sistema. Até porque, diz o lingüista, "em princípio, o governo representa o público".
A possibilidade de um novo tipo de capitalismo surgir no pós-crash, com maior presença do Estado, é um cenário descartado por Chomsky. "A economia já é altamente dependente da dinâmica do setor estatal. É um sistema no qual o público paga os custos e assume os riscos, e os lucros são privados. Eu não vejo nenhuma indicação de que as instituições básicas do capitalismo de Estado estejam prestes a serem significativamente modificadas. É claro que a liberalização será reduzida, mas no interesse das instituições financeiras que vão sobreviver", diz ele.
A seguir, trechos da entrevistas de Chomsky concedida à Folha por e-mail.

FOLHA - Por que o governo dos EUA e banqueiros evitam expressões como "nacionalizar" ou "estatizar" ao falar dos pacotes de resgate para bancos nos quais haverá dinheiro público ou compra de ações pelo Estado?
NOAM CHOMSKY
- Nós vivemos numa cultura altamente ideológica na qual "estatização" é uma palavra que põe medo, como "socialismo" (ou, para muitos, até "liberal"). A propósito, esse é um assunto sério. Se o Wells Fargo compra o Wachovia, então tudo fica dentro do setor privado -ou seja, dentro do sistema de tirania privada no qual o público não tem voz, em princípio. Dentro do sistema ideológico isso é chamado "livre mercado" e "democracia". Se [Henry] Paulson dá dinheiro público para bancos mas sem o direito de tomar decisões dentro dessas instituições, trata-se de um distanciamento da tirania pura chamada "liberdade", mas não muito. Se o governo adquire ações com poder de decisão dentro dos bancos, há sempre o risco de o público então também poder interferir -uma vez que, em princípio, o governo representa o público. Essa ameaça de democracia é muito mais severa para ser aceitável dentro do sistema doutrinário reinante.
Um aspecto intrigante do sistema é que o governo é visto como uma força externa, separada da população. E em muitos círculos, é interpretado como força opressora da população.
A idéia de o governo ser "para e pelo povo" é restrita a discursos patriotas e aulas de civismo nas escolas. Ou deveriam ser.

FOLHA - A onda de intervenção do Estados nas instituições financeiras será revertida no futuro ou haverá um novo cenário no qual mais bancos passarão de maneira perene a ser controlados pelo poder público?
CHOMSKY
- A estatização completa é muito improvável pelas razões que eu mencionei. Uma ação nessa direção traria junto uma ameaça de democracia, ou seja, uma ameaça de o público se tornar envolvido nas tomadas de decisões sobre o sistema socioeconômico. O principal filósofo americano do século 20, John Dewey, observou que enquanto o público não ganhar controle efetivo das principais instituições da sociedade -financeiras, industriais, mídia etc.- a política permanecerá como "uma sombra dos negócios sobre a sociedade". Naturalmente, esse é o tipo de negócio que o mundo prefere. E a sua dominância sobre os sistemas doutrinários e políticos é tão enorme que a tirania privada é chamada de "democracia".
Já a ameaça de haver democracia real é chamada de "ameaça da tirania".

FOLHA - Esta é a pior crise econômica-financeira desde a Grande Depressão dos anos 30? Seria também o prenúncio de grandes mudanças no capitalismo como hoje o conhecemos?
CHOMSKY
- Tem sido vista como a pior crise desde aquela época. Mas ainda não sabemos o quão severa será a crise econômica que está por vir.
Também acho que devemos ser cautelosos ao usar o termo "capitalismo". O sistemas existentes são de uma outra forma, um capitalismo de estado. Tem havido muita discussão sobre se o público deverá bancar o custo e o risco das operações de salvamentos dos bancos, mas essas lamentações -até por economistas que deveriam conhecer melhor as coisas- estão baseados na insatisfação ao se enfrentar a realidade de como a economia funciona.
A economia já é altamente dependente da dinâmica do setor estatal para que haja inovação e desenvolvimento. É um sistema no qual o público paga os custos e assume os riscos. Os lucros são privados. Eu não vejo nenhuma indicação de que as instituições básicas do capitalismo de Estado estejam prestes a serem significativamente modificadas. O sistema financeiro já foi alterado, com o colapso do modelo de bancos de investimentos. Já se reconheceu décadas atrás que a liberalização dos anos 70 embutiam um risco severo de crises repetidas e profundas. É claro que a liberalização será reduzida, mas no interesse das instituições financeiras que vão sobreviver. É possível que a retórica hipócrita do mercado fundamentalista seja também um pouco mais contida.

FOLHA - O sr. era jovem nos anos 30, mas vê semelhanças entre aquela crise a atual?
CHOMSKY
- O desemprego era maior, mas essa é apenas uma das diferenças. Entre as semelhanças, creio que assim como naquela época, agora estamos indo em direção a um grande depressão.

FOLHA - Os últimos governos tomaram decisões liberalizantes para o mercado. Tanto o de George W. Bush como o de Bill Clinton -neste último, quebrando o muro que separava bancos comerciais de bancos de investimentos. Democratas e republicanos são igualmente responsáveis?
CHOMSKY
- A responsabilidade pela situação atual é dos dois partidos. Alertas foram ignorados. No fundo, republicanos e democratas são ambos facções de um "partido dos negócios".
São um pouco diferentes, mas operam dentro da mesma estrutura institucional. Então não me parece ser uma surpresa que a culpa seja compartilhada. O problema é que essa discussão toda ignora o fato crucial da liberalização financeira: o seu impacto em solapar a democracia.

FOLHA - Quem o sr. acredita estar mais bem preparado para assumir a Casa Branca.
CHOMSKY
- Barack Obama, provavelmente. Ao longo do tempo, a população se dá economicamente de maneira melhor com os democratas. Eles têm se movido à direita em políticas socioeconômicas. Mas John McCain é um descontrolado. É difícil saber o que ele poderia fazer. E os interesses que ele representa são extremamente perigosos para os EUA e para o mundo. Também para a esfera econômica.

FOLHA - Fala-se em num novo Bretton Woods, uma nova estrutura econômica mundial. Quem poderia liderar esse processo?
CHOMSKY
- O poder ainda reside primeiramente nos EUA. Depois, na Europa. Apesar da diversificação na Ásia, o que vejo ainda é o G7 tomando a frente nesse papel de reformar o sistema.

FOLHA - Que tipo de capitalismo vai emergir da atual crise?
CHOMSKY
- O capitalismo de Estado será provavelmente muito parecido ao atual, com um pouco mais de regulação e controle sobre as instituições financeiras, que serão reconstruídas (com os bancos de investimento). Mas não há indicações, pelo menos agora, de mudanças dramáticas.

http://www1.folha.uol.com.br/fsp/dinheiro/fi1410200830.htm

domingo, 22 de junho de 2008

O mundo em crise ou lembram-se das aulas de estagflação?

El espectro de la estanflación global
by Nouriel Roubini

Nueva York -- ¿Conducirá la creciente inflación global a una pronunciada desaceleración económica? Peor aún, ¿reavivará la estanflación, esa combinación mortal de inflación en aumento y crecimiento negativo?

La inflación ya está en aumento en muchas economías avanzadas y mercados emergentes, y hay señales de una probable contracción económica en muchas de las primeras (Estados Unidos, Reino Unido, España, Irlanda, Italia, Portugal y Japón). En las economías emergentes, la inflación ha estado asociada – hasta ahora – con el crecimiento, e incluso con el sobrecalentamiento de la economía. Pero la contracción económica en Estados Unidos y otras economías avanzadas puede conducir a una asociación –en lugar de una disociación—del crecimiento en los mercados emergentes, a medida que la contracción estadounidense desacelere el crecimiento y la inflación creciente obligue a las autoridades monetarias a restringir las políticas monetaria y de crédito. Entonces podrían  enfrentarse a una "estanflación lite" –inflación creciente unida a una marcada desaceleración del crecimiento.

La estanflación necesita un choque negativo del lado de la oferta que aumente los precios y al mismo tiempo reduzca la producción. Los choques estanflacionarios han provocado una recesión mundial tres veces en los últimos 35 años: en 1973-1975, cuando los precios del petróleo se dispararon tras la Guerra del Yom Kippur y el embargo de la OPEP; en 1979-1980 después de la revolución iraní; y en 1990-1991, tras la invasión de Kuwait por Iraq. Incluso la recesión de 2001 –desencadenada principalmente por la implosión de la burbuja de la alta tecnología—estuvo acompañada de una duplicación del precio del petróleo después del inicio de la segunda intifada palestina contra Israel.

Hoy, un ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán podría provocar un choque estanflacionario. Este riesgo geopolítico ha aumentado en las últimas semanas a medida que ha crecido la alarma en Israel en cuanto a las intenciones de Irán. Un ataque de ese tipo ocasionaría aumentos bruscos en el precio del petróleo –muy por encima de los 200 dólares por barril. Las consecuencias de dicho aumento serían una recesión global importante, como las de 1973, 1979 y 1990. En efecto, el incremento más reciente en el precio del petróleo se debe en parte a un aumento en la prima del miedo.

Pero sin un choque negativo del lado de la oferta, ¿es posible la estanflación global? Entre 2004 y 2006 el crecimiento global fue robusto mientras que la inflación fue baja, debido a un choque positivo en la oferta global –el aumento de la productividad y la capacidad productiva de China, la India y los mercados emergentes.

A este choque positivo del lado de la oferta le siguió –a partir de 2006—un choque positivo en la demanda global: el rápido crecimiento en “Chindia” y otros mercados emergentes comenzó a presionar los precios de varios productos básicos. Un fuerte crecimiento global en 2007 marcó el inicio de un aumento de la inflación global, un fenómeno que, con ciertas salvedades(la brusca desaceleración en Estados Unidos y algunas economías avanzadas), continúa en 2008.

Por lo tanto, si se excluye un choque del lado de la oferta verdaderamente negativo, la estanflación es poco probable. Los aumentos recientes en los precios del petróleo, la energía y otros productos básicos reflejan varios factores:
El elevado crecimiento de la demanda de petróleo y otros productos básicos entre las economías de mercado emergentes con rápido crecimiento y urbanización se está dando en un momento en el que las limitaciones a la capacidad y la inestabilidad política en algunos países productores restringen su oferta
El debilitamiento del dólar está presionando a la alza el precio en esa divisa del petróleo a medida que el poder de compra de los exportadores de petróleo disminuye en regiones donde el dólar no se utiliza.
El descubrimiento de los inversionistas de los productos básicos como un tipo de activo está alimentando la demanda tanto especulativa como de largo plazo.
La desviación hacia la producción de biocombustibles ha reducido la tierra disponible para el cultivo de productos agrícolas.
La relajada política monetaria estadounidense, a la que ha seguido la relajación monetaria en países que formalmente fijaban su tipo de cambio al dólar (como los del Golfo) o que mantenían devaluada su moneda para fomentar el crecimiento impulsado por las exportaciones (China y otros miembros informales de la llamada zona del dólar Bretton Woods 2), ha provocado una nueva burbuja de activos de productos básicos y un sobrecalentamiento de sus economías.

La mayoría de estos factores son similares a choques positivos en la demanda agregada global, lo que debería conducir a un sobrecalentamiento económico y un aumento de la inflación global.

Las políticas de tipo de cambio son cruciales. Los superávit en cuenta corriente considerables y/o la mejora de la relación de intercambio implican que el tipo de cambio de equilibrio real (el precio relativo entre los bienes extranjeros y los nacionales) se ha apreciado en países como China y Rusia. Así, con el tiempo el tipo de cambio real debe convergir –mediante una apreciación real—con el tipo de equilibrio más fuerte. Si no se permite la apreciación del tipo de cambio nominal, la apreciación real sólo podrá ocurrir mediante un aumento de la inflación interna.

Por lo tanto, la forma más importante de controlar la inflación –y recuperar al mismo tiempo la autonomía de las políticas monetaria y crediticia necesaria para controlar la inflación—es permitir que las monedas de esas economías se aprecien significativamente. Desafortunadamente la necesidad de apreciar las monedas y de la austeridad monetaria en los mercados emergentes sobrecalentados llega en un momento en que la recesión inmobiliaria, la contracción del crédito y los elevados precios del petróleo están provocando una acentuada desaceleración en las economías avanzadas—y una recesión abierta en algunas de ellas.

El mundo ha completado el círculo. Después de un período benigno con un choque positivo en la oferta global, un choque positivo en la demanda global ha conducido al sobrecalentamiento y presiones inflacionarias crecientes a nivel mundial. Ahora hay preocupaciones sobre un choque estanflacionario en la oferta –digamos, una guerra con Irán—aunado a un choque deflacionario en la demanda a medida que revienten las burbujas inmobiliarias. Las presiones deflacionarias podrían afianzarse en las economías que se están contrayendo, mientras las presiones inflacionarias aumentan en las economías que todavía crecen con rapidez.

Por lo tanto, los bancos centrales de muchas economías avanzadas y emergentes se enfrentan a una pesadilla en la que deben restringir la política monetaria (para luchar contra la inflación) y al mismo tiempo relajarla (para reducir los riesgos al crecimiento). A medida que los riesgos de inflación y los que afectan al crecimiento se combinen de maneras distintas y complejas en economías diferentes, será muy difícil para los banqueros centrales equilibrar estos imperativos contradictorios.

Nouriel Roubini es profesor de economía en la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York y presidente de RGE Monitor (www.rgemonitor.com)

http://www.project-syndicate.org/print_commentary/roubini6/Spanish

domingo, 1 de junho de 2008

É possível uma internacionalização não-imperialista?

‘Internacionalização’ da Petrobrás deve se calcar em postura anti-imperialista

Escrito por Patrícia Bonilha

26-Mai-2008

Quase todos os brasileiros consideram a Petrobrás uma empresa exemplar. Além dos diversos projetos ambientais e sociais que desenvolve por todo o Brasil, ela conseguiu a proeza de ter a sua imagem associada a algumas das melhores produções culturais do país. Uma empresa daquele tipo raro, que faz com que a gente tenha orgulho de ser brasileiro. E motivos para isso não faltam. A tão propalada auto-suficiência de sua produção de petróleo, em 2006, e a recente conquista do título de "petroleira mais sustentável do mundo" são apenas dois motivos, de uma vasta lista de possíveis exemplos, que despertam este tipo de sentimento inconsciente coletivo.

No entanto, em outros países, como a Colômbia, o Peru, a Bolívia e a Argentina, dentre outros, a imagem da Petrobrás é o oposto do descrito acima. Este texto detém-se no que ocorre bem perto daqui, em um país vizinho, onde mais de 50% da população sobrevive com um dólar por dia.

No Equador, a Petrobrás é criticada pela exploração indevida dos recursos naturais e por desrespeitar a soberania, não só de seu povo, mas da própria nação como um todo. Por esses e outros motivos, um grupo de organizações e movimentos sociais equatorianos insiste há alguns anos para que a companhia petroleira saia de seu país. Em fevereiro, o Procurador do Equador, Xavier Garaicoa, solicitou ao governo que anule o contrato que autoriza a Petrobrás a extrair cerca de 35.000 barris de petróleo por dia, por causa de uma transferência ilegal de ações para a japonesa Teikoku Oil. A companhia brasileira teve até 10 de abril para se explicar. Ainda pesa contra a Petrobrás o fato de estar operando em uma Unidade de Conservação localizada em uma das áreas de maior biodiversidade do mundo, considerada Patrimônio Natural da Unesco e território do povo índigena Huaorani e de outros três povos isolados (Tagaeri, Taromenane e Oñamenane).

Estas duas posturas, radicalmente diferentes, nos levam a indagar: afinal, qual é a verdadeira "cara" da Petrobrás? Ela cumpre a sua própria missão de "atuar de forma segura e rentável, com responsabilidade social e ambiental, nos mercados nacional e internacional, fornecendo produtos e serviços adequados às necessidades dos clientes e contribuindo para o desenvolvimento do Brasil e dos países onde atua", ou coloca a busca pelo lucro acima de qualquer princípio ético?

Um pouco da história

Tudo leva a crer que a Petrobrás tem várias formas de atuar e segue diferentes princípios, dependendo de onde ela opera. Mas, utilizando os dados da própria companhia de energia (e não mais "só" petroleira), vamos voltar um pouco no tempo para tentar entender melhor todo o processo e as divergentes posturas da empresa.

A Petrobrás foi constituída em 1953, suas operações de exploração e produção de petróleo, bem como as demais atividades ligadas ao setor de petróleo, gás natural e derivados, foram monopólio conduzido pela Petrobrás de 1954 a 1997. Naquele ano, o Brasil ingressou no seleto grupo de 16 países que produzem mais de 1 milhão de barris de óleo por dia. Ainda em 1997, o presidente Fernando Henrique Cardoso abriu as atividades da indústria petrolífera no Brasil à iniciativa privada. Em 2003, a Petrobrás dobrou a sua produção diária de óleo e gás natural, ultrapassando a marca de 2 milhões de barris, no Brasil e no exterior. Em 21 de abril de 2006, o presidente Lula deu início à produção da plataforma P-50, na Bacia de Campos, o que permitiu ao Brasil atingir auto-suficiência em petróleo.

Atualmente, presente em 27 países, a Petrobrás foi classificada no ano passado como a 7ª maior empresa de petróleo do mundo com ações negociadas em bolsas de valores. No início de 2008, ela foi avaliada, através de pesquisa da consultora espanhola Management & Excellence (M&E), como a petroleira mais sustentável do mundo.

Considerada por muitos ainda como uma empresa pública, é importante esclarecer que a Petrobrás é, na verdade, uma companhia de economia mista. Sendo que, em outubro de 2005, o Estado brasileiro detinha somente 39,9% de suas ações. Pela primeira vez, naquele ano, os acionistas estrangeiros, com 40,1%, detinham mais ações que os acionistas privados nacionais, com 20%. Críticos afirmam que esta abertura de capitais está diretamente associada às mudanças do seu padrão de atuação.

Imagem de campeã

Com uma política de patrocínio bastante ampla, a Petrobrás investe pesadamente em sua imagem e se intitula "a maior patrocinadora de cultura do país". Em seu sítio eletrônico também é possível saber que a empresa é "a grande parceira do cinema brasileiro", produz espetáculos, mantém companhias artísticas, promove os mais significativos festivais de teatro, dança e circo em todo o Brasil, recupera acervos de artes visuais, patrocina a Bienal de Arte de São Paulo e a Bienal do Mercosul, em Porto Alegre, dentre inúmeras outras mostras e exposições importantes, financia filmes e festivais, eventos musicais, de literatura, companhias de dança etc.

A Petrobrás também é "a grande parceira do esporte brasileiro", "apóia o futebol pentacampeão", "está mudando a história do handebol no Brasil" e "é uma das grandes parceiras do surfe brasileiro", além de ser a patrocinadora oficial do Comitê Olímpico Brasileiro (COB) no Ciclo Olímpico 2005-2008. Fórmula 1, kart, rally, Fórmula Truck, motociclismo e Stock Car são outras modalidades esportivas que recebem o financiamento da Petrobrás.

Interessante notar que, de acordo com sua própria divulgação, "a atuação da Petrobrás no tênis é conduzida através da Copa Petrobrás de Tênis, sendo considerada uma peça importante para a internacionalização da companhia. O evento percorre alguns países do cone sul, região onde a Petrobrás, conforme descrito em seu Plano Estratégico, procura consolidar sua liderança como empresa integrada de energia". Ou seja, a empresa explicita que o patrocínio e o financiamento ao esporte têm também uma função mais estratégica de imprimir a sua imagem de líder no setor energético nos países vizinhos ao Brasil.

Correta em tudo o que faz (?)

Sempre ressaltando seu compromisso com a responsabilidade (e inclusão) social e ambiental e com o crescimento do país, a Petrobrás desenvolve inúmeros programas, como o Desenvolvimento e Cidadania, De Olho no Ambiente e o Cidadão Capaz, dentre muitos outros, responsáveis por uma extensa lista de premiações nacionais e internacionais. A Petrobrás ainda é a empresa no país com o maior número de certificações, tipo ISO 14001 etc.

Em parceria com o Ibama e o governo do estado do Pará, a Petrobrás assinou, em fevereiro, um protocolo de intenções para a Amazônia, cujo objetivo é realizar um trabalho integrado de gestão do conhecimento da região Amazônica na área sócio-ambiental.

A Petrobrás tem know-how e soluções de tecnologia que buscam "excelência ambiental, sustentabilidade e eco-eficiência". Dentre suas diretrizes, consta, por exemplo, a identificação de "áreas protegidas, sensíveis e vulneráveis de maior relevância para conservação da biodiversidade, nas quais o planejamento de atividades deve ser feito considerando a especificidade dos ambientes e o objetivo de evitar impactos ambientais", além de "minimizar a interferência nos processos de escoamento de águas e nos fluxos de rios e igarapés, reduzindo o impacto nos ecossistemas aquáticos e a alteração do padrão de drenagem natural, prevenindo os impactos à biodiversidade e a formação de processos erosivos".

Mas, se a Petrobrás é tão política, ecológica e socialmente correta, por que inúmeros sindicatos, movimentos e organizações sociais, indígenas, intelectuais, pesquisadores e personalidades políticas do Equador pedem a imediata saída de seu país da empresa? Por que até mesmo organizações ambientalistas internacionais se opõem às suas operações de exploração de petróleo no Equador? E por que existe um processo de caducidade de um contrato? O que os equatorianos sabem que nós, brasileiros, ignoramos?

Por trás da máscara

No dia 19 de fevereiro deste ano, o Procurador do Equador, Xavier Garaicoa, solicitou ao governo que anule o contrato que autoriza a Petrobrás a extrair cerca de 35.000 barris de petróleo por dia, por causa de uma transferência ilegal de ações para a japonesa Teikoku Oil nas bolsas de Buenos Aires e Nova Iorque. O contrato se refere ao bloco 18 e ao campo Palo Azul, dentre outros, localizados no Parque Nacional Yasuni, no coração da Amazônia equatoriana. No entanto, o bloco 31 também poderá entrar na revisão.

Garaicoa explicou que em 2000 a Petrobrás cedeu 40% de seus ativos à firma japonesa, sem autorização do Estado, o que deve ser penalizado pela lei com a caducidade do contrato (que é uma forma de extinção do contrato de concessão de serviço público, tem natureza de sanção e decorre de culpa do concessionário, que descumpre as obrigações impostas pela Administração Pública). Segundo ele, o simples fato de que se tenha feito a transferência de ações antes de notificar o Estado equatoriano implica uma causa de caducidade.

A estatal Petroecuador informou que se pronunciará sobre o pedido da procuradoria assim que contar com a contestação à "acusação de descumprimento" por parte da Petrobrás. Se a estatal equatoriana considerar que a Petrobrás violou a lei, o caso passará para as mãos do ministro de Minas e Petróleo, Galo Chiriboga, que atuará como juiz de última instância. Caso proceda à anulação, os bens da empresa brasileira ficarão sob controle do Estado equatoriano.

Contra a Petrobrás pesam críticas bastante graves sobre o modo agressivo com que ela iniciou, e continuou, suas operações no país. Segundo Fernando Villavicencio, membro da Comissão Especial designada pelo Ministério de Energia e Minas que investigou o caso Petrobrás, "a atuação da Petrobrás no Equador não foi conquistada através de licitações públicas, mas adquirindo, de forma ilegal, direitos e obrigações sobre as mencionada áreas por meio da compra de ações da Pérez Companc, no ano de 2002, sem autorização governamental, como demonstra o Informe da Comissão de Controle Cívico da Corrupção, publicado na imprensa com o nome ‘A Pátria não é a Bolsa de Valores’.

Segundo informações do jornal equatoriano El Comercio, existem outros motivos de irregularidades cometidas pela companhia de energia brasileira. Além da Teikoku não estar qualificada como empresa idônea, requisito para a transferência de ações, e cujo não cumprimento caracteriza infração, a formação do consórcio da Petrobrás com a Cayman e a Petromanabi, empreiteiras do bloco 18, também foi realizada sem autorização governamental. O veículo afirma ainda que o tema é complexo, "já que 11 informes de diversos organismos de controle respaldam a Petrobrás".

Em 2006, a estadunidense Occidental (Oxy) foi punida com a caducidade do contrato e deixou de extrair 100.000 dos 500.000 barris/dia obtidos pelo quinto produtor sul-americano de petróleo. Após uma ampla mobilização social, seguida por um rigoroso trabalho de investigação, o Equador nacionalizou a companhia que, além de ter vendido ações para a canadense Encana sem autorização, ainda teria mentido a acionistas ao afirmar possuir poços de petróleo no Equador que não lhes pertenciam.

De acordo com Villavicencio, o caso Petrobrás é ainda mais grave que o da Oxy porque em janeiro de 2005 as duas companhias assinaram um "acordo de venda e associação" e comunicaram o feito à Comissão de Valores de Buenos Aires. A carta também faz referências aos pagamentos iniciais: "…Teikoku realizará um pagamento inicial de U$S 5 milhões e um desembolso posterior de U$S 10 milhões, sujeito à realização de determinadas obrigações de infra-estrutura, necessárias para o desenvolvimento do Bloco 31, que serão empreendidas conjuntamente pela sociedade e Teikoku...". Villacicencio afirma que o que a Petrobrás fez é um delito. "... apropriar-se de um bem público e traficar de forma dolosa na Bolsa de Valores de Buenos Aires e Nova York, com participações respaldadas por mais de 100 milhões de barris de petróleo dos equatorianos, equivalentes a US$ 6 bilhões de dólares".

Duplo padrão

Para além da questão jurídica, outro forte motivo para a sociedade equatoriana, de modo geral, pedir a saída da Petrobrás de seu país é o fato de a companhia estar operando no bloco 31, dentro do Parque Nacional Yasuni. Trata-se de uma das últimas regiões livres de atividades petroleiras na Amazônia equatoriana, uma reserva da biosfera, localizada em uma das áreas de maior biodiversidade do mundo e onde o povo Huaorani e outros três povos isolados (Tagaeri, Taromenane e Oñamenane) tentam manter sua independência biológica e cultural, de modo a preservar sua cultura.

A Petrobrás tem respeitado, no Brasil, a proibição da exploração de petróleo em áreas como os parques nacionais e os territórios indígenas, prevista na legislação brasileira. Portanto, a intenção de operar no Parque Nacional Yasuni significa a adoção de um duplo padrão por parte da empresa, já que ela faz no Equador o que não pode fazer aqui no Brasil.

De acordo com uma carta enviada, em fevereiro deste ano, ao presidente da Petrobrás, José Sérgio Gabrielli de Azevedo, ao presidente Lula e a outros representantes do governo brasileiro por mais de quarenta organizações da sociedade civil e mais de oitenta pesquisadores, cientistas e militantes sócio-ambientalistas, "isto seria engajar a Petrobrás, o governo e o povo brasileiro, em nome de quem o governo exerce o controle empresarial da Petrobrás, em práticas tipicamente colonialistas, desde sempre repudiadas pelos brasileiros, que caracterizam empresas que se aproveitam da fragilidade das instituições e leis em determinados países periféricos (como permanece sendo o nosso) para agir de maneira distinta daquela que adotam em seus países de origem, realizando em outras partes aquilo que não lhe é permitido por lei em seu país de origem".

O texto ainda ressalta que, pelo Brasil ser signatário da Convenção 169, da Organização Internacional do Trabalho, seria necessário ter o livre e prévio consentimento informado dos povos indígenas antes de qualquer intervenção em seus territórios. Ao contrário disso, os Huaorani têm, em várias ocasiões, se pronunciado contra a presença da Petrobrás em seu território. A Marcha Huaorani, em Quito, em julho de 2005, quando apresentaram uma carta ao presidente Alfredo Palacio pedindo a saída da Petrobrás do Parque Nacional Yasuni, e a mobilização realizada em outubro de 2007, quando denunciaram as inúmeras violações de seus direitos por empresas petrolíferas e exigiram que a licença à Petrobrás não fosse concedida, são apenas dois exemplos das ações de resistência realizadas.

Fatos como a contaminação com rejeitos químicos das águas do Rio Coca, utilizadas pelas comunidades que vivem em torno do Bloco 18, onde a Petrobrás opera, ocorrida em junho de 2006; a utilização de mão-de-obra indígena por parte das empresas petroleiras (pela qual chegam a pagar um valor até seis vezes menor que o pago pela mão-de-obra branca, conforme verificado por uma missão internacional de verificação dos impactos petroleiros na Reserva da Biosfera Yasuni); e a doação tutelar de alimentos aos indígenas são alguns dos motivos que levam os equatorianos a não querer a exploração de petróleo no Parque Yasuni.

Os desmatamentos na reserva e o conflito ocorrido, também em 2006, em torno da exploração madeireira no território Huaorani-Tagaeri-Taromenane, que causou a morte de entre 12 e 30 índios (uma porcentagem altíssima de uma população total estimada em 80 pessoas), somam-se às razões que demandam a saída das companhias petroleiras da região, de modo que os direitos humanos das comunidades ameaçadas sejam respeitados.

Integrar ou desintegrar?

"Forte presença internacional", "ampliar a atuação petroquímica no Brasil e na América do Sul" e "Visão 2020: seremos uma das cinco maiores empresas integradas de energia do mundo e a preferida pelos nossos públicos de interesse" são alguns dos objetivos explicitados no Plano Estratégico Petrobrás 2020. As ambiciosas intenções de expansão internacional da companhia energética brasileira arrepiam os cabelos de quem acompanha a sua atuação no Equador e em outros países.

"O problema não seria, em si, a Petrobrás, estando sob controle público e tendo como principal objetivo o bem estar da coletividade, colocar em prática um projeto de integração com os outros países da América do Sul. Mas ela teria que ter como objetivo maior a superação desta relação de intercâmbio desigual e das assimetrias", avalia Mathias Luce, coordenador do Grupo de Trabalho Integração da Rede Brasil sobre Instituições Financeiras Multilaterais. Ele afirma que, para isso, em primeiro lugar, a Petrobrás teria que desistir do empreendimento em Yasuni.

No momento em que o Brasil investe na internacionalização de suas empresas (privadas e estatais), movimentos e organizações sociais brasileiros reivindicam da Petrobrás que se comprometa com a realização de uma integração continental fundamentada na solidariedade entre os povos e no respeito ao meio ambiente. Ainda mais se considerarmos que esta internacionalização é promovida, em grande parte, com recursos públicos, principalmente do Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES).

Ao invés de aprofundar a superexploração dos trabalhadores, a usurpação de territórios indígenas e quilombolas, por exemplo, e a utilização dos países vizinhos como meros fornecedores de mercadorias de baixíssimo valor agregado, a cobrança é para que a Petrobrás abandone a postura imperialista que vem adotando no Equador, que tem uma das populações mais pobres da América do Sul. Esta prática de subordinação dos países mais vulneráveis foi bastante empregada pelos países colonialistas no passado e, atualmente, é adotada pelas transnacionais. No entanto, na avaliação dos militantes sociais e ambientais equatorianos, é exatamente isso que a Petrobrás vem fazendo.

Segundo Fernando Villavicencio, a lógica do capital transnacional consiste em maximizar os lucros, não em criar condições para o desenvolvimento do Estado nacional em que atua. "Seguindo a mesma lógica extrativista e contaminadora de qualquer multinacional, a empresa brasileira faz uma sobre-exploração do Campo Palo Azul, gerando altos volumes de água de formação, que no ano de 2006 alcançaram mais de 8 milhões de barris de água tóxica, que contaminam o ambiente e estão afetando gravemente a população da região, como mostra um estudo da organização ambientalista Acción Ecologica. Isso se chama roubo, crime contra a humanidade, ou seja, estão se reeditando as atrocidades cometidas pelas multinacionais americanas, francesas e inglesas", conclui ele.

Em resposta ao pedido de entrevistar o gerente de Avaliação Internacional, Milas Evangelista de Souza, sobre este e outros tópicos deste texto, a gerência de imprensa da Petrobrás respondeu, eletronicamente, da seguinte forma: "A Petrobrás confirma a legalidade de todos os processos e atividades desde seu ingresso no Equador. A empresa entregará toda documentação e informação solicitada dentro do prazo legal. A Petrobrás ratifica seu cumprimento à legislação equatoriana e reafirma a disposição de apresentar, quantas vezes sejam necessárias, toda a informação que as autoridades competentes daquele país requerem (sic)".

É uma pena que uma empresa de atuação internacional e do porte da Petrobrás não considere a importância de se justificar, de modo consistente, à sociedade civil quando questionada sobre denúncias graves como as descritas acima. O vazio das poucas linhas da resposta, enviada por e-mail, deixa em aberto a possibilidade de se acreditar que "quem cala, consente", como diz a sabedoria popular.

Transformar a retórica em prática

Se a Petrobrás cumprisse em suas ações práticas o que ela divulga em seu material publicitário, o salto de qualidade das operações onde atua, tanto no Brasil como no exterior, seria gigantesco. Mas, além disso, as legítimas reivindicações da sociedade civil brasileira e equatoriana demandam que a empresa invista em uma política externa justa, que rompa com a herança de domínio e exploração dos mais fortes sobre os mais fracos.

Enfim, a Petrobrás poderia se tornar realmente uma empresa exemplar e motivo verdadeiro de orgulho nacional. Para isso, deve pôr em prática a sua própria retórica e ser exemplo de um processo de integração solidário entre os povos. Se não fizer isso, corre o risco de ser expulsa do Equador e de outros países e, pior, tornar-se um dos maiores símbolos de um Brasil imperialista.

Patrícia Bonilha é assessora de comunicação da Rede Brasil sobre Instituições Financeiras Multilaterais.

http://www.correiocidadania.com.br/content/view/1854/58/

domingo, 6 de abril de 2008

Do mercado para os braços do governo: o movimento pendular do capitalismo

LUIZ GONZAGA BELLUZZO
Governos intrometidos


O Fed e seus pares não têm outra alternativa: é preciso "pensar o impossível" e conter a contração do crédito


JÁ DISSE o historiador Eric Hobsbawn: desde o final dos anos 1970, os ideólogos proclamavam que "era preciso terminar com tudo aquilo". A palavra de ordem era desarticular os controles sociais e políticos criados para "administrar" o capitalismo pós-Grande Depressão dos anos 30. A crise financeira atual exibe as dissonâncias do "grande desmonte", prelúdio à utopia dos mercados financeiros auto-regulados, peça de ficção ensaiada pelos fanáticos do livre mercado.
Na segunda metade do século 20, o sucesso das intervenções governamentais amainou a severidade das flutuações econômicas e suscitou hipóteses otimistas a respeito do controle do ciclo econômico. O economista Hyman Minsky escreveu, em meados dos anos 1980, que "a economia e os mercados financeiros (na crise de 1974/75) mostraram grande resistência à deflação cumulativa de preços dos ativos e ao risco de uma depressão profunda. Os choques foram absorvidos, e suas repercussões, atenuadas."
Ao prometer a salvação sem castigo a inocentes e a pecadores, os governos intrometidos fortaleceram a fé na eficiência dos mercados e, melhor, promoveram o ganho sem risco. Ao longo dos últimos 30 anos, a complacência disseminou-se entre bancos, empresas e consumidores.
O moral hazard chegou ao clímax quando Greenspan reduziu rapidamente a "policy rate" para abortar a crise da Nova Economia e impulsionar mais um ciclo de crédito nos EUA. Os preços dos imóveis residenciais foram às alturas. A valorização das casas impulsionou o endividamento acelerado das famílias, insaciáveis no apetite por consumo.
Os economistas divergem sobre a profundidade e o alcance dos problemas criados nos mercados de hipotecas e seus derivativos. Os pessimistas já formam um contingente majoritário no mercado de opiniões.
Uma conjugação de fatores adversos pode levar a uma recessão mais prolongada, devido aos "ajustamentos" viciosos entre a desvalorização da riqueza, a tentativa das famílias de reduzir o endividamento cortando os gastos e a subseqüente queda na renda e no emprego.
A curto prazo, o Fed e seus pares no mundo desenvolvido não têm outra alternativa: é preciso "pensar o impossível" e conter a qualquer custo a contração do crédito. É a moral "hypocrisy" em seus melhores momentos. Bernanke ultrapassou o mandato do Fed e, no afã de impedir a deflação de ativos, cuidou de organizar a salvação do Bear Stearns.
Diante da continuada desvalorização do dólar, há quem augure para os EUA de hoje destino semelhante ao da Inglaterra no entre-guerras.
Analogias históricas são perigosas.
Conservadores ilustrados, como Martin Feldstein, por exemplo, entendem que é necessário rediscutir o sistema monetário internacional.
Propõe que a reforma contemple a redução do papel do dólar como moeda de reserva, sua substituição progressiva por um sistema plurimonetário. Recomenda ressuscitar a proposta européia da chamada "conta de substituição". Discutida na reunião do FMI em 1979, foi rejeitada por Volker, que reafirmou o poder do dólar ao impor ao mundo uma elevação brutal da taxa de juro.


LUIZ GONZAGA BELLUZZO , 65, é professor titular de Economia da Unicamp. Foi chefe da Secretaria Especial de Assuntos Econômicos do Ministério da Fazenda (governo Sarney) e secretário de Ciência e Tecnologia do Estado de São Paulo (governo Quércia).

domingo, 23 de março de 2008

Mais ou menos governo: não há alternativas para o capitalismo!

É irônico que depois de décadas de liberalização dos mercados financeiros em função do domínio da retórica neoliberal, a solução da crise hipotecária passe pela profunda intervenção do Estado no mercado. A diferença é que nossos amigos liberais irão assumir a dívida para salvar os bancos e não fazer um intervenção nos bancos propriamente dito. Então ainda será uma intervenção neoliberal. Mas isto mostra que no âmbito do capitalismo não há alternativas, a solução para crise liberal é o aumento da intervenção do Estado. E a solução para a crise do Estado é a liberalização. Não há outra possibilidade, o que esvazia toda a discussão ideológica sobre mais ou menos Estado. Há na prática um movimento cíclico, que ocorre independente de liberais e intervencionistas. E é interessante como nestas horas os economistas liberais desaparecem. Também deve ser notado que a solução proposta não difere em nada teoricamente da solução que a Argentina deu para sua própria dívida. A diferença é que a Argentina não tinha ninguém para assumir a dívida por ela, então simplesmente deu calote. Ou seja, em escala mundial falta um emprestador em última instância de jure, que posso encaminhar soluções para além da legalidade estrita. Como não há, só resta utilizar da soberania. Coisa que o Brasil, por exemplo, preferiu não fazer. Também será engraçado ver os EUA produzirem uma profunda intervenção na economia, enquanto o Brasil mantém o seu discurso ortodoxo. É como já dizia Marx, a ideologia dominante é a ideologia da classe dominante. O problema é que a classe dominante usa estas idéias de acordo com as circunstâncias, enquanto os dominados acreditam realmente nas ideologias. O Brasil deveria aprender com o neoliberal Bush e intervir na economia antes que a valorização do real jogue a economia num novo colapso. A ocorrência da crise no Brasil é sempre uma questão de quando, nunca sobre se ocorrerá, então todo governo que se preze deve trabalhar para prevenir a crise e se preparar para a crise. É ao ignorar isso que o governo Lula copia o pior do governo FHC.


21/03/2008 - 16h01


Governo Bush estuda "intervenção radical" para aliviar crise hipotecária











Washington, 21 mar (EFE).- O secretário de Habitação e
Desenvolvimento Urbano dos Estados Unidos, Alphonse Jackson, propôs
ao presidente do país, George W. Bush, uma "intervenção radical"
para aliviar a crise vivida por donos de imóveis que não conseguem
pagar suas hipotecas, afirmou hoje o diário "The Washington Times".


"Propus que asseguremos de 80% a 85% do empréstimo dos
proprietários que estão em dificuldades", disse Jackson, ao
referir-se aos imóveis cujo preço de mercado ficou abaixo do
montante nominal do empréstimo hipotecário.


Desde o início de 2007 os preços das casas caíram em média 10% em
todo o país, com prejuízos ainda maiores sendo registrados em
cidades como Miami (Flórida) e Las Vegas (Nevada).


Em geral, as hipotecas não podem ser refinanciadas quando o preço
da propriedade no mercado fica abaixo do montante nominal do
empréstimo, e esta é a razão principal pela qual milhares de pessoas
decidiram deixar de lado as casas que estavam comprando.


Esta semana, o Governo Bush, em outro passo intervencionista na
crise dos mercados financeiros causada pelas hipotecas de alto
risco, autorizou injeções de até US$ 200 bilhões no mercado.

http://economia.uol.com.br/ultnot/efe/2008/03/21/ult1767u116440.jhtm


quarta-feira, 19 de março de 2008

Tipologia do capitalismo para dizer que o capitalismo é bom, isso é pensar?

Capitalismo bueno, capitalismo malo

by William J. Baumol, Robert E. Litan and Carl Schramm

Cuando cayó el muro de Berlín en 1989, mucha gente supuso que el “capitalismo” había ganado la guerra fría ideológica y el “comunismo” había perdido. Pero, si bien el “capitalismo” –definido como un sistema económico basado en la propiedad privada—claramente ha prevalecido, hay muchas diferencias entre los cerca de 200 países que actualmente lo practican de alguna forma.

Es útil dividir a las economías capitalistas en cuatro categorías amplias. Si bien muchas economías caen en varias de ellas, la mayoría se puede clasificar principalmente en una de las categorías. La siguiente tipología ayuda a explicar por qué algunas economías crecen más rápido que otras.

El capitalismo oligárquico existe cuando el poder y el dinero están muy concentrados en unas cuantas personas. Es la peor forma de capitalismo, no sólo por la desigualdad extrema de ingresos y riqueza que esas economías toleran, sino también porque las élites no promueven el crecimiento como objetivo central de la política económica. En cambio, los oligarcas fijan las reglas para maximizar sus ingresos y riqueza propios. Este es el sistema que prevalece en gran parte de América Latina, el Medio Oriente árabe y África.

El capitalismo dirigido por el Estado describe economías en las que el crecimiento es un objetivo económico central (como lo es en las otras dos formas de capitalismo), pero tratan de lograrlo favoreciendo a empresas o industrias específicas. Los gobiernos asignan créditos (mediante la propiedad directa de los bancos o guiando las decisiones de crédito de los bancos privados), otorgan subsidios directos y/o incentivos fiscales, dan protección comercial o utilizan otros recursos regulatorios para tratar de “escoger ganadores”.

Las economías del sureste asiático han tenido gran éxito con la dirección del Estado y, hasta fines de los años 1990, se oían llamados en Estados Unidos para emular sus prácticas. Pero el talón de Aquiles de la dirección del Estado es que una vez que esas economías se aproximan a su “frontera de las posibilidades de producción”, a los encargados del diseño de las políticas se les agotan las industrias y tecnologías que pueden copiar. Cuando los funcionarios, y no los mercados, tratan entonces de elegir a los siguientes ganadores, corren el riesgo de equivocarse de industrias o de canalizar demasiada inversión –y, por lo tanto, exceso de capacidad—hacia sectores existentes. Esa tendencia contribuyó de manera significativa a la crisis financiera asiática de 1997-98.

El capitalismo de grandes empresas o gerencial es característico de las economías donde las grandes empresas –a menudo los llamados “campeones nacionales”—dominan la producción y el empleo. Existen empresas más pequeñas, pero generalmente son establecimientos de venta al menudeo o de servicios con uno o unos cuantos empleados. Las empresas crecen porque explotan economías de escala, refinan y producen en masa las innovaciones radicales desarrolladas por los empresarios (que discutiremos a continuación). Las economías europeas y japonesa son los principales ejemplos del capitalismo gerencial que, al igual que el capitalismo dirigido por el Estado, también ha tenido un fuerte desempeño económico.

Pero el capitalismo gerencial también tiene su talón de Aquiles. Las empresas burocráticas generalmente son alérgicas a tomar grandes riesgos –es decir, a desarrollar y comercializar las innovaciones radicales que amplían la frontera de las posibilidades de producción y generan grandes saltos sostenidos en la productividad y por lo tanto en el crecimiento económico.

Las grandes empresas son relativamente reacias a tomar riesgos no sólo porque son burocracias en las que las innovaciones se deben aprobar en varios niveles, sino también porque no desean respaldar innovaciones que amenacen con hacer obsoletos a los productos o servicios que actualmente les reportan ganancias. En nuestra opinión, los límites del capitalismo gerencial explican por qué, después de acercarse a los niveles estadounidenses de ingreso per cápita a finales de los años 1980, ni Europa occidental ni Japón pudieron igualar el resurgimiento de la productividad impulsada por la tecnología de la información de Estados Unidos que comenzó en los años 1990.

Esto nos lleva al cuatro tipo: el capitalismo empresarial . Las economías en las que el dinamismo proviene de las empresas nuevas históricamente han comercializado las innovaciones radicales que amplían la frontera de las posibilidades de producción. Entre los ejemplos de los últimos dos siglos se cuentan productos e innovaciones tan transformadores como el ferrocarril, los automóviles y los aviones; el telégrafo, el teléfono, la radio, la televisión; el aire acondicionado; y, como se acaba de señalar, las distintas tecnologías responsables de la revolución de la tecnología de la información, incluyendo las computadoras tanto centrales como personales, los routers y otros dispositivos físicos y gran parte del software con el que funcionan.

Ciertamente, ninguna economía puede alcanzar todo su potencial únicamente con compañías empresariales. La mezcla óptima de compañías contiene una dosis sana de empresas grandes, que tengan los recursos financieros y humanos para refinar y producir las innovaciones radicales en masa, junto con compañías nuevas.

Por ejemplo, fueron necesarios la Boeing y otros grandes constructores de aeronaves para comercializar lo que inventaron los hermanos Wright, o la Ford o General Motors para producir automóviles en masa, y así sucesivamente. Pero sin empresarios, pocas de las innovaciones verdaderamente audaces que han configurado nuestra economía moderna y nuestras vidas existirían.

El reto, pues, para todas las economías que buscan maximizar su potencial de crecimiento es encontrar la mejor mezcla de capitalismo gerencial y empresarial. Las economías en las que ahora florecen los empresarios no deben ser complacientes. Las economías dirigidas por el Estado pueden continuar por su senda de crecimiento rápido, pero a la larga tendrán que hacer la transición a una mezcla adecuada de los otros dos tipos de “capitalismo bueno” si desean seguir creciendo de manera acelerada.

La India y China, cada una a su manera, ya están yendo en esta dirección. El reto más difícil será que las economías empantanadas en el capitalismo oligárquico logren una transición similar. Tal vez se requiera una revolución, ni más ni menos –idealmente pacífica, por supuesto—para sustituir a las élites que ahora dominan esas economías y sociedades y para las que el crecimiento no es el objetivo central.

William Baumol es profesor de economía y director del Berkeley Entrepreneurship Center en la Universidad de Nueva York. Robert E. Litan es Vicepresidente de Investigación y Política de la Fundación Kauffman y profesor asociado en los programas de estudios económicos y economía global de la Brookings Institution. Carl Schramm es Director Ejecutivo y Presidente de la Fundación Kauffman y profesor de la cátedra Batten en la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia.

http://www.project-syndicate.org/commentary/baumol2/Spanish

quinta-feira, 21 de fevereiro de 2008

O ciclo econômico liderado pela especulação bursátil

La fantasía de la deuda

by Thomas Palley

WASHINGTON, DC – El segundo recorte importante en las tasas de interés de Estados Unidos en una quincena junto con un plan de estímulos económicos que unió a republicanos y demócratas demuestra que los encargados del diseño de las políticas estadounidenses están decididos a impedir una recesión que parece ser la consecuencia del aumento de las hipotecas no pagadas y la caída de los precios de las viviendas. Pero hay un problema más profundo al que no se ha prestado atención: la economía estadounidense depende de la inflación de los precios de los activos y del aumento de la deuda para alimentar el crecimiento.

En ello hay una profunda contradicción. Por un lado, la política debe fomentar burbujas de los activos para mantener el crecimiento de la economía. Por el otro, esas burbujas inevitablemente provocan crisis financieras cuando acaban por colapsarse.

Esta es una contradicción con implicaciones globales. El crecimiento de muchos países depende del gasto de los consumidores estadounidenses y de las inversiones en subcontratación para abastecer a esos consumidores. Si la economía de burbujas de Estados Unidos ya está agotada, el crecimiento global se desacelerará bruscamente. No es claro que otros países tengan la voluntad o la capacidad para desarrollar motores alternativos de crecimiento.

Las contradicciones económicas de Estados Unidos son parte de un nuevo ciclo empresarial que surgió en 1980. Los ciclos empresariales de los ex presidentes Ronald Reagan, George H. W. Bush, Bill Clinton y George W. Bush comparten características muy similares y son diferentes a los ciclos previos a 1980. Las semejanzas radican en los grandes déficit comerciales, la pérdida de empleos en el sector manufacturero, la inflación de los precios de los activos, el aumento de la deuda como proporción del ingreso y la fijación de los salarios sin tomar en cuenta el crecimiento de la productividad.

El nuevo ciclo se basa en los auges financieros y las importaciones baratas. Los auges financieros ofrecen garantías que apoyan el gasto financiado con deuda. La adquisición de deuda también está apoyada por una flexibilización de los criterios para otorgar crédito y por nuevos productos financieros que aumentan el apalancamiento y amplían la gama de activos con los que se puede garantizar la deuda. Las importaciones baratas palian los efectos del estancamiento de los salarios.

Esta estructura contrasta con el ciclo empresarial previo a los años 1980, que se basaba en la relación entre el aumento salarial y el de la productividad y el pleno empleo. Los aumentos salariales, y no los préstamos o los auges financieros, impulsaban el crecimiento de la demanda. Ello alentaba el gasto de inversión, que a su vez fomentaba el aumento de la productividad y el crecimiento de la producción.

Las diferencias entre los ciclos nuevo y viejo se reflejan nítidamente en las actitudes hacia los déficit comerciales. Antes, los déficit comerciales se consideraban un problema serio, una fuga de la demanda que socavaba el empleo y la producción. Desde la década de los ochenta, se ha restado  importancia a los déficit comerciales diciendo que son el resultado de las fuerzas del mercado. Además, la Reserva Federal ha visto en los déficit comerciales un freno útil a la inflación, mientras que los políticos actualmente los ven como una manera de comprar a los consumidores afectados por el estancamiento de los salarios.

En el nuevo ciclo empresarial también subyace una política monetaria que sustituye la preocupación por los salarios reales por una concentración en los precios de los activos. Mientras que la política monetaria anterior a 1980 buscaba tácitamente apoyar al mercado laboral para conservar el empleo y los salarios, ahora da ese apoyo a los precios de los activos. No se trata de que la Reserva Federal rescate a los inversionistas. Más bien, la economía se ha vuelto tan vulnerable a las reducciones de los precios de los activos, que la Reserva se ve obligada a intervenir para evitar que produzcan daños mayores.

Todas estas características han estado presentes en la actual expansión económica. Los salarios se han estancado a pesar de un fuerte crecimiento de la productividad, mientras que el déficit comercial ha llegado a nuevos récords. En el sector de las manufacturas se han perdido 1.8 millones de empleos. Antes de 1980, el empleo en ese sector aumentaba durante cada expansión y siempre rebasaba el nivel superior anterior. Entre 1980 y 2000, el empleo en las manufacturas seguía creciendo durante las expansiones, pero ya no alcanzaba el nivel previo. Esta vez, de hecho disminuyó durante la expansión, algo sin precedentes en la historia de Estados Unidos.

El papel esencial de la inflación de los activos ha sido particularmente visible como resultado de la burbuja inmobiliaria, que también subraya el papel de la política monetaria. A pesar de los enormes recortes fiscales de 2001 y el aumento en el gasto militar y de seguridad, Estados Unidos atravesó una prolongada recuperación sin empleos. Eso obligó a la Reserva Federal a mantener las tasas de interés a niveles históricamente bajos durante un período largo, y las tasas aumentaron sólo gradualmente por temor a la fragilidad de la recuperación.

Con el tiempo, las bajas tasas de interés echaron a andar la expansión mediante una burbuja en los precios de la vivienda que apoyó un gasto desenfrenado de los consumidores financiado con deuda y desencadenó un auge de la construcción. Mientras tanto, las prolongadas tasas de interés bajas contribuyeron a una “caza del rendimiento” en el sector financiero que condujo a que se desestimaran los riesgos crediticios.

De ese modo, la Reserva Federal contribuyó a crear la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Sin embargo, hay que decir en su defensa que las tasas de interés bajas eran necesarias para mantener la expansión. En efecto, el nuevo ciclo deja a la Reserva Federal en una posición inestable en la que debe impedir que disminuyan los precios de los activos para evitar la recesión, pero también debe promover las burbujas de activos para apoyar las expansiones.

Por tanto, aun si la Reserva Federal y el Tesoro estadounidense logran evitar la recesión ahora, ¿qué impulsará el crecimiento futuro? Con la pesada carga de la deuda y los precios de la vivienda significativamente superiores a los que se justifican según su relación histórica con el ingreso, el ciclo empresarial de las últimas dos décadas parece estar agotado.

No basta lidiar con las crisis inmediatas. Las políticas deben también trazar un rumbo estable de largo plazo, lo que implica reconsiderar el paradigma de los últimos veinticinco años. Eso significa acabar con los déficit comerciales que reducen el gasto y los empleos y restablecer el vínculo entre los salarios y la productividad. De ese modo, los ingresos salariales, y no la deuda y la inflación de los precios de los activos, podrán ser nuevamente el motor del crecimiento de la demanda.

Thomas Palley fue economista en jefe de la US-China Economic and Security Review Commission y es autor de Post-Keynesian Economics.

http://www.project-syndicate.org/commentary/palley4/Spanish