"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?
Mostrando postagens com marcador Brasil economia. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador Brasil economia. Mostrar todas as postagens

segunda-feira, 2 de maio de 2011

Bolha brasileira?

MOISÉS NAÍM

¿Es Brasil una burbuja?

MOISÉS NAÍM 01/05/2011

Este es el segundo tema que domina las conversaciones en Brasil. El primero, y mucho más popular, es la celebración de sus enormes éxitos: los millones de pobres que han dejado de serlo, la impresionante pujanza de sus empresas, las enormes oportunidades y la mayor prosperidad. Si bien los problemas aún son grandes (miseria, crimen, corrupción, desigualdad), el optimismo también lo es. Los brasileños, siempre alegres, están ahora más contentos que nunca. Y con mucha razón. Las cosas van muy bien. Y eso lleva a la segunda conversación obligada: ¿cuánto durará la fiesta? ¿Cómo -quién- nos puede descarrilar este raudo tren hacia la prosperidad?, se preguntan. Paradójicamente, los motivos del éxito también son la fuente de las ansiedades. En los últimos cinco años, el crédito ha crecido hasta alcanzar el 45% del tamaño de la economía. Así, los brasileños han encontrado quien les preste para comprar casas, motocicletas, refrigeradores y todo lo demás -muchos por primera vez-. Y no les ha importado que las tasas de interés de esos préstamos sean las segundas más altas del mundo o que las familias brasileñas deban hoy dedicar un 20% de sus ingresos a pagar sus deudas.

Este auge del crédito y el consumo obedece, en parte, a los millones de nuevos empleos y los mejores salarios generados por la expansión económica. Mientras las economías más ricas cayeron un 2,7% durante la crisis de 2008-2009, Brasil creció al 5%, y el año pasado lo hizo al 7,5%. El paro se ha reducido a los niveles más bajos en décadas y en muchos sectores las empresas no consiguen los trabajadores que necesitan. Los altos precios internacionales de los minerales y productos agrícolas, que Brasil exporta en grandes cantidades, contribuyen a esta expansión.

Los inversionistas internacionales también están eufóricos con Brasil. La inversión extranjera directa creció un 90% el año pasado. La avalancha de fondos foráneos que está cayendo sobre Brasil, atraídos por sus altas tasas de interés, está obligando al Gobierno a considerar la posibilidad de imponer límites más estrictos al capital especulativo. Los flujos de capital extranjero y los ingresos por exportaciones han llenado las arcas brasileñas con divisas de otros países, lo cual ha encarecido el valor de su moneda. El tipo de cambio ajustado a la inflación es hoy un 47% más caro de lo que fue su promedio en la última década. El real es la moneda más sobrevalorada del mundo.

Inevitablemente, la combinación de una moneda cara, la euforia de los inversionistas extranjeros, el aumento del consumo y los cuellos de botella que existen para satisfacer una demanda que crece aceleradamente hace que todo sea más caro. Brasil, que sigue siendo una nación muy pobre, es actualmente uno de los países más caros del planeta. El precio de la vivienda en Río de Janeiro y São Paulo casi se ha duplicado desde 2008. Alquilar oficinas en Río es hoy más costoso que hacerlo en Nueva York, y los salarios de los ejecutivos en São Paulo son mayores que en Londres o Manhattan. Y la inflación para todos está subiendo hasta el punto de que la presidenta, Dilma Rousseff, ha declarado que es su principal preocupación. No hay duda de que la economía esta sobrecalentada.

Pero ¿es Brasil una burbuja financiera? No. El progreso de Brasil y su potencial no son una ilusión. Se basan en logros concretos y fortalezas reales. Pero la economía brasileña sí tiene aspectos insostenibles. La expansión del crédito y el crecimiento del gasto público no pueden seguir al ritmo actual. Hay muchas reformas estructurales importantes que el expresidente Lula da Silva pospuso -Brasil tiene algunos de los jubilados más jóvenes del mundo, por ejemplo-. El Gobierno chino invierte anualmente en infraestructura (vías, aeropuertos, hospitales, etcétera) un monto equivalente al 12% de su economía. Brasil, tan solo el 1,5%. Esto explica, en parte, por qué la economía brasileña se "recalienta" a pesar de que este año solo crece al 4,5%. ¿Qué pasaría si creciera al 10% varios años seguidos? Su decrépita infraestructura no lo permitiría.

En estos momentos la prioridad es estabilizar la economía. Esto implica tomar medidas políticamente impopulares: desacelerar el consumo, por ejemplo. Y otras. O la presidenta Dilma Rousseff le baja el volumen a la fiesta y lo hace ahora de una manera controlada, o los mercados "se lo harán" de una manera descontrolada y socialmente más dolorosa. La euforia y la complacencia son las enemigas más amenazantes para el exitoso Brasil de hoy.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Brasil/burbuja/elpepiint/20110501elpepiint_11/Tes

segunda-feira, 7 de fevereiro de 2011

Mídia e Política Externa Brasileira

A crise do Egito serviu para demonstrar como a mídia brasileira age como o governo brasileiro, que ela critica. De acordo com os interesses e as circunstâncias, mudam a forma de tratar os governos. Procurem as reportagens sobre o Egito anteriores à crise atual e vejam quantas vezes o presidente do Egito foi tratado como ditador! Agora só aparece como ditador. E buscam tratar todo o mundo árabe-islâmico como igual. No domingo (06/020, a Folha fez uma ilustração (Mundo, p. 2 e 3) na qual colocava o tempo no poder de diferentes governos da região, e ao transmitir uma visão negativa sobre longo tempo no poder acaba igualando governos que não são iguais ao juntar reis, primeiro-ministros, presidentes e o pior, líderes espirituais. Ao tratar do Irã, ao invés de reconhecer que há eleições no Irã e colocar o tempo no poder do presidente Ahmadinejad, a Folha opta por colocar o tempo durante o qual o Aiatolá Ali Khamenei é o líder espiritual do Irã.  No Estadão (também de 06/02, A19) um título de uma “notícia” era “Brasil tratava ditadores como ‘amigos’”, e um dos amigos “ditadores” era novamente o presidente do Irã. Ficam duas dúvidas, primeiro quando o Brasil agiu diferente? Agora outra questão mais difícil, quando o governo se afasta ou se aproxima de um governo estrangeiro por razões ideológicas, a política externa é criticada por ser ideológica, e quando o governo mantém relações com outros países independente de questões ideológicas, a política externa é criticada por seguir a realpolitik?

Todos os dias na imprensa lemos ou que a política externa da presidente Dilma é e será diferente da política externa do presidente Lula ou que ela deve ser diferente. Também gostam de dizer que com o Patriota será uma política externa técnica, o que se fizesse algum sentido seria uma contradictio in adjecto, mas é só ignorância mesmo. Supondo que um  ministro quisesse fazer uma política externa técnica deveria ser demitido por não saber o que é política externa e nem o que está fazendo. O que a imprensa quer dizer na verdade é que o Celso Amorim era voluntarista, e, portanto tomava várias decisões e iniciativas no campo da política externa; enquanto o Patriota será mais passivo. Isso é possível, se a notícia do Estadão for verdadeira, ele não apenas será passivo, como se preocupará mais com questões internas ao MRE, em agradar os seus pares para ampliar a força interna do que se preocupar com as iniciativas brasileiras de política externa, e aí com certeza ele será um péssimo ministro das relações exteriores. Mas é improvável que isso ocorra, porque não apenas o enfraqueceria, como enfraqueceria o MRE, já que a assessoria internacional continua com  Marco Aurélio Garcia e ele não irá recuar. E Garcia conta claramente com o apoio da presidente Dilma, que teve uma excelente oportunidade de se livrar de Garcia colocando-o na Unasul, mas pediu para ele continuar no governo dela e recusar o cargo na Unasul. Portanto, ainda que a grande imprensa brasileira não goste, as iniciativas sul-americanas, latino-americanas e Sul-Sul de um modo geral, continuarão. E ainda contarão com a participação do ex-presidente Lula.

sábado, 22 de janeiro de 2011

O Globo quer criticar a política cambial (que é problemática mesmo). Mas piores que o Brasil estão Austrália, Nova Zelândia, Suécia e Noruega.

Entre 16 principais moedas do mundo, real foi a 5ª mais volátil

Publicada em 21/01/2011 às 23h31m

Martha Beck e Vivian Oswald

BRASÍLIA - Pior do que ter o real excessivamente valorizado, é o sobe e desce da cotação da moeda que, quanto mais volátil, mais atrapalha as decisões de investimento e o fechamento de contratos de exportação. A avaliação é de economistas e especialistas em comércio exterior ouvidos pelo GLOBO. Um ranking das 16 moedas mais negociadas no mundo mostra que a brasileira ficou em quinto lugar na lista das economias com câmbio mais instável no último ano. O país só perde para Austrália, Nova Zelândia, Suécia e Noruega. A volatilidade da moeda brasileira foi de 13,83% no período. Já na China, que manipula artificialmente sua moeda, o yuan teve uma taxa de 1,74%.

Entre os países que integram o grupo das principais economias emergentes do planeta, o Bric (Brasil, Rússia, Índia e China), a situação mais instável é a do real. O rublo russo oscilou 8,98% no último ano, enquanto a rúpia indiana, 7,68%, segundo levantamento da consultoria Tendências com base em dados da Bloomberg. A volatilidade é calculada com base nas cotações mínimas e máximas das moedas a cada mês, chegando a uma média ponderada no ano.

- Para o exportador, é pior que o câmbio oscile como vem fazendo desde 2002 do que ficar apreciado em uma mesma taxa, ainda que ela torne o produto brasileiro menos competitivo - afirma o vice-presidente da Associação de Comércio Exterior do Brasil (AEB), José Augusto de Castro.

- O empresário não consegue fixar preços para negociar seus produtos com os importadores. Existe sempre um risco de perda no futuro. Isso inibe a realização de negócios - avalia o diretor-executivo da NGO Câmbio, Sidnei Nehme.

'A competitividade da economia está em jogo'

O próprio ministro da Fazenda, Guido Mantega, admite que o governo tem que trabalhar principalmente para deixar o câmbio estável. Porém, a estratégia adotada pela equipe econômica de anunciar medidas a conta-gotas contra a enxurrada de dólares é criticada.

Segundo Rafael Martello, economista da consultoria Tendências, cada vez que o governo anuncia alguma medida para conter a queda do dólar, ele aumenta a volatilidade da moeda. Somente entre o anúncio de uma coletiva de imprensa de Mantega para falar de câmbio no início deste ano e as declarações do ministro (que não trouxeram novas medidas) poucas horas depois, a cotação do dólar variou cerca de 1%.

Os analistas afirmam que o mais importante agora é fazer um ajuste fiscal forte que reduza a demanda do Estado sobre a economia e permita uma queda dos juros o mais rapidamente possível, tornando o país menos atraente a especulações. Os técnicos do governo estão discutindo um corte no orçamento que pode variar entre R$ 20 bilhões e R$ 30 bilhões. Alguns auxiliares da presidente Dilma Rousseff defendem até que o corte chegue a R$ 50 bilhões.

- O Brasil desenvolveu instrumentos para se proteger de crises que faziam a moeda desvalorizar. Mas o país não se preparou para momentos de bonança. O resultado disso é que somos um país sem poupança e com juros muito altos. Isso atrai capital de má qualidade e é o que precisa ser discutido - afirma Nehme.

Segundo ele, o governo tem anunciado medidas experimentais, como a elevação do Imposto sobre Operações Financeiras (IOF) para o ingresso de capital estrangeiro, que aumentam a volatilidade, mas não resolvem o problema. O que é preciso, segundo Nehme, é criar condições para que os juros possam cair no país:

sábado, 18 de dezembro de 2010

De renúncias e tradições – a propósito de Maria da Conceição Tavares

De renúncias e tradições – a propósito de Maria da Conceição Tavares

Escrito por Nildo Ouriques

26-Nov-2010

A influência de Maria da Conceição Tavares na formação de parte dos economistas brasileiros é compreensível. Em uma profissão marcada pela falta de originalidade, carreira em que os estudantes são obrigados por semestres a fio à leitura de manuais estadunidenses de duvidosa qualidade intelectual, Conceição Tavares foi durante anos a voz da indignação contra o "papagaísmo", ou seja, este estranho hábito de divulgar no Brasil as "teorias" emanadas dos centros metropolitanos a despeito das sandices ou das hipóteses convencionais e falsas que são divulgadas como se fossem verdades científicas. Além disso, numa profissão marcada pela astúcia e o "bom mocismo" interesseiro, Conceição Tavares tinha – e mantém – um "temperamento" absolutamente indispensável tanto na política quanto na lúgubre academia. Todos nós sabemos que apesar da pompa com que é anunciada e repetida pelos meios de comunicação, a maior parte das hipóteses difundidas pelos economistas no país está destinada apenas e tão somente a justificação do subdesenvolvimento em nome de um futuro que jamais chegará. Maria da Conceição Tavares, matemática de formação, professora de várias gerações de economistas, figurou voz destoante, especialmente durante os anos da oposição progressista à ditadura. É justificável que tenha o reconhecimento que muitos, com freqüência, expressam; mas este reconhecimento não a torna, obviamente, imune a graves erros.

O ambiente atual no Brasil é um cenário excelente para os apologéticos de sempre. Há, de fato, um otimismo ingênuo muito propício para que os economistas convencionais sigam repetindo as consignas que retiram dos manuais de micro e macroeconomia sem ruborizar-se. Estes economistas ignoram o fato de que em todos os demais países do mundo, o pensamento dominante, ou seja, a neoclássico, recebeu um duro golpe com a erupção da crise capitalista em setembro de 2008. Incapaz de prever a crise mundial do capitalismo e atônita diante de seu desenrolar, os economistas neoclássicos se limitam a repetir suas verdades eternas ou simplesmente fazem de conta que não possuem responsabilidades sobre a crise global que queima riqueza e gera crescente desigualdade social. Mas não nos enganemos: a despeito da catástrofe, ainda estamos longe de um acerto de contas teórico e político com o pensamento dominante. A crise mundial, é verdade, não arrefeceu minimamente as convicções dos neoclássicos embora tenha vitalizado antigas ilusões keynesianas que em grande medida também alimentam o otimismo ingênuo sobre as possibilidades brasileiras na economia mundial.

Neste contexto, não deixa de ser uma surpresa a declaração recente de Conceição Tavares sobre as possibilidades do Brasil: "não tem centro e periferia como antes. Há países de desenvolvimento intermediário, entre os quais estamos." Para aqueles que não perderam a memória, percebe-se logo que se trata de uma ruptura com um dos pilares de sua formação, especialmente quando é anunciado por uma economista que sempre rendeu merecido tributo ao economista chileno Aníbal Pinto, um dos ícones do estruturalismo cepalino na América Latina. Na mesma linha e ainda com mais ousadia, Conceição Tavares chama atenção de todos nós para outra novidade que julgo ainda mais importante: "você não pode deixar de levar em conta que mudou a divisão internacional do trabalho. Paradoxalmente, não vejo muita gente mencionar isso. Houve uma mudança radical da divisão internacional do trabalho, na qual nós estamos bem colocados porque a gente exporta para todo mundo. E, em particular, no que diz respeito a matérias-primas, exportamos mais para a China do que para a Europa, por exemplo. Nunca exportamos matérias-primas para os EUA" (Folha de São Paulo, 12/09/2010). O Brasil está realmente bem colocado nesta mudança radical na divisão internacional do trabalho?

A elaboração teórica do chamado "sistema centro-periferia" foi uma das principais conquistas do pensamento cepalino na América Latina. Na prática, significou colocar por terra as teses ricardianas do famoso capítulo VII dos Princípios de Economia Política e Tributação, mais tarde resgatadas convenientemente pelos economistas universitários sob a mistificação da denominada "teoria das vantagens comparativas". De fato, a original contribuição do economista argentino Raul Prebisch sobre a "deterioração dos termos de troca" representou um passo adiante do pensamento crítico sob a apologética dos economistas da ordem que repetiam na periferia capitalista a mencionada "teoria da vantagem comparativa", destinada a consagrar a posição dos países latino-americanos na economia mundial como meros exportadores de matérias-primas e produtos agrícolas.

Contudo, se Prebisch foi brilhante na identificação do fenômeno constatando a diferença entre os preços dos produtos que a América Latina importava e a tendência de baixa dos produtos que exportava, seu esforço intelectual foi insuficiente na explicação do problema e apenas convencional na solução: a industrialização da periferia terminaria por fechar a brecha entre os preços, acreditava. Os marxistas latino-americanos descobriram logo que a saída cepalina era não somente falsa, mas, sobretudo, que terminaria por também contribuir para a justificação do subdesenvolvimento em que ainda estamos afundados. Foi neste terreno que surgiu a "teoria do intercâmbio desigual", em que André Gunder Frank (1964), Ruy Mauro Marini (1968), Arghiri Emannuel (1968) revelaram originalmente que a industrialização não seria capaz de tirar os países latino-americanos do subdesenvolvimento e da dependência. Mesmo assim, é preciso recordar que antes deles, um desconhecido polaco, membro da Escola de Frankfurt, "economista" entre filósofos, escreveu importante livro em 1929 em que o tema do intercambio desigual aparecia magistralmente estabelecido na tradição marxiana: La ley de la acumulación y el derrumbe del sistema capitalista, lamentavelmente sem tradução ao brasileiro.

A questão fundamental na formação intelectual do economista latino-americano residia neste ponto crucial, onde os críticos (marxistas ou não) indicavam o caráter polarizante do capitalismo, inexoravelmente dividido entre um centro desenvolvido e uma vasta periferia cuja característica fundamental era o nível de pobreza de sua população. O pensamento crítico buscava, obviamente, amparo em Marx e Engels. Foi Marx, ainda em 1848, quem se burlou dos defensores da ideologia do livre comércio afirmando que "se os defensores do livre comércio são incapazes de compreender como pode um país enriquecer-se a custa de outro, não necessitamos nos assombrar-nos de que os mesmos senhores compreendam ainda menos que, dentro de um país, uma classe se enriqueça a custa de outra." Seu inseparável amigo Engels também tocou no assunto muitos anos depois, quando Marx já não existia (1888); criticando a força ainda mais intensa da ideologia do livre comércio sob impulso do imperialismo inglês, Engels escreveu que "a consigna era, agora, o livre comércio. A tarefa imediata dos fabricantes ingleses e de seus porta-vozes, os economistas, era difundir a fé no evangelho do livre-comércio e criar um mundo em que a Inglaterra fosse o centro industrial e os demais uma periferia agrícola dependente" (Cursivas minhas, NDO).

Desde então, a crítica entre os economistas latino-americanos se dividiu: de um lado aqueles que, seguindo a tradição cepalina, indicavam a industrialização como o único caminho para superar a indesejável polarização existente no sistema capitalista. No Brasil, Celso Furtado foi indiscutivelmente o mais criativo e insistente defensor desta perspectiva (Brasil, construção interrompida, 1992). De outro lado, os marxistas indicavam que a dependência e o subdesenvolvimento somente poderiam ser superados com a revolução socialista e a ruptura com o sistema capitalista. Eram, em grande medida, alternativas radicalmente distintas, ainda que muitos observadores identificassem certas coincidências entre as opções.

Este "programa de pesquisa" está esgotado, foi superado pela realidade? Ignoravam os críticos do passado a possibilidade de uma "mudança radical na divisão internacional do trabalho" como anuncia agora Conceição Tavares? Definitivamente não! No posfácio (1971) à sua importante obra, La acumulación a escala mundial. Crítica a teoria del subdesarrollo, o egípcio Samir Amim reconhecia explicitamente os méritos do debate iniciado na América Latina e perguntava: o sistema mundial "caminha em direção à dicotomia cada vez mais crescente entre centro-periferia? Ou não é mais que uma etapa da evolução do sistema, e neste caso tende em direção a uma sorte de formação capitalista mundial homogênea?". Nos termos atuais: a existência de uma suposta "semi-periferia" teria dado por concluída a antiga polarização centro-periferia?

O sistema centro-periferia pode admitir a existência de um país "semi-periférico"? Esta hipótese tampouco é rigorosamente nova; foi aventada insistentemente por Immanuel Wallerstein, mas ele próprio tem consciência da dificuldade ou, creio, debilidade do conceito. Na sua obra, O moderno sistema mundial, Wallerstein (1980) indica que o elemento constante no que denomina "economia-mundo capitalista" é a divisão hierárquica do trabalho, na qual existe uma igualmente "constante variável localização da atividade econômica". O caso historicamente relevante para a "análise do sistema-mundo" é o sueco, no século XVII, que segundo esta interpretação logrou sair da periferia sistêmica e acomodar-se à condição razoavelmente confortável de semi-periferia. Contudo, as condições suecas eram reconhecidamente excepcionais e de impossível generalização para todo o sistema, especialmente para os países latino-americanos. Ademais, enquanto Suécia praticou o mercantilismo para sair da periferia, as classes dominantes dos países latino-americanos se curvam diante da lei do valor apostando na "liberalização". Finalmente, nunca é demais recordar: a Suécia é um país europeu, ou seja, situado no centro da "economia-mundo".

Muitos anos após a publicação de sua trilogia iniciada em 1974, é o mesmo Wallerstein quem em entrevista realizada em 1999 reconhece que as condições necessárias para um país avançar em direção à semi-periferia – conceito que incluiria tanto o Brasil quanto o México e, talvez mais surpreendente, a China! – são muitas e não são fáceis. Na mesma oportunidade Wallerstein indica que "dentro da lógica do sistema" e para manter a condição de semi-periferia o Brasil teria que investir recursos significativos no âmbito militar e, claro, assegurar, durante décadas, superioridade na produção de mercadorias em relação aos seus competidores. É claro que os defensores desta linha de interpretação podem também alegar aos que insistem na dicotomia centro-periferia que acomodar Brasil e Honduras como "países periféricos" tampouco oferece a precisão conceitual necessária para captar a especificidade brasileira, posto que o "gigante do sul" possui extraordinárias vantagens em relação ao pequeno país centro-americano na economia mundial. Como estabelecer uma linha divisória mais sólida?

Os marxistas identificaram o ponto decisivo do sistema centro-periferia: a transferência de valor. Ao longo da história do capitalismo se pôde observar que a característica essencial do sistema é a reprodução da desigualdade que impede qualquer desejo de homogeneização no capitalismo. A ruralizarão da indústria no interior do país, o deslocamento de atividades produtivas sob controle das empresas multinacionais para a zona periférica são exemplos de mecanismos que foram essenciais para o processo ininterrupto de acumulação. São movimentos necessários para manter a troca desigual. Até mesmo Wallerstein reconheceu que embora a troca desigual represente uma prática antiga, somente quinhentos anos após a consolidação do que ele denomina "capitalismo histórico" foi desvelada de forma sistemática pelos oponentes do sistema.

Foi o pensamento crítico latino-americano o responsável por esta conquista teórica, indiscutivelmente. Em termos marxianos: a transferência de valor mantém a vitalidade do sistema, para a qual requer não somente deslocamentos espaciais da produção, mas, sobretudo, níveis elevados de exploração da força de trabalho e, especialmente, a super-exploração da força de trabalho. É aqui que Honduras e Brasil se encontram. Enfim, o esforço para captar a especificidade de um país qualquer ou os movimentos inerentes a acumulação mundializada não pode ignorar a lógica totalizante inerente ao sistema capitalista.

A possibilidade de uma nova configuração da divisão internacional de trabalho é também uma novidade como anuncia Conceição Tavares? Está efetivamente ocorrendo? O Brasil está "bem colocado" nesta nova situação?

O tema tampouco é novo se recordamos um texto não tão antigo de Ruy Mauro Marini (2000), publicado logo após seu precoce desaparecimento. Marini reflexiona sobre as tendências da chamada globalização, indicando a possibilidade ou o projeto de uma nova divisão internacional do trabalho aberta pela plena vigência da lei do valor em escala planetária. O texto escrito na década de noventa, se insurgia contra a hegemonia então absoluta do "neoliberalismo" na América Latina, e indicava que os países centrais apostavam na nova reconfiguração da divisão internacional de trabalho necessária para aproveitar duas vantagens estratégicas que possuíam na economia mundial. A primeira vantagem decorria da "superioridade em matéria de pesquisa e desenvolvimento" em que as potências exercem o monopólio tecnológico. A segunda estaria dada pelo controle que os países centrais possuem no processo de transferência das atividades industriais para a periferia capitalista, especialmente aquelas menos intensivas em conhecimento. Em qualquer caso, afirmou Marini, o concerto estaria construído de tal forma que as economias nacionais periféricas não lograriam jamais a condição de uma economia nacional integrada.

É fácil supor que nem mesmo o mais otimista dos economistas brasileiros se atreveria a afirmar que estamos caminhando na direção de uma economia nacionalmente integrada, capaz de sair da periferia.

Esta é a razão pela qual verificamos o elogio à economia exportadora, tão recorrente mesmo entre economistas de boa formação. Assim como a economia política inglesa sabe desde William Petty que um país pode exportar muito e empobrecer, o pensamento crítico sabe que um país pode destinar suas exportações para muitos países e não mudar um milímetro sua posição na divisão internacional do trabalho. O fato de o Brasil destinar aos Estados Unidos apenas uma parte pequena de suas exportações não muda em absolutamente nada a posição do país na adversa divisão internacional do trabalho. De fato, o Brasil exporta produtos agrícolas e minerais para muitos países do mundo sem que supere o subdesenvolvimento e a dependência; ao contrário, se pode afirmar que esta é uma das razões pelas quais seguimos no atoleiro do subdesenvolvimento.

Portanto, a existência de países de "desenvolvimento intermediário", situação na qual o Brasil – segundo a opinião de Conceição Tavares – ocuparia, não figura precisamente como novidade histórica e/ou teórica. Porém, anunciado fora de uma explicação totalizante (sistema centro-periferia), pode parecer simples apologia do subdesenvolvimento e tentativa de dar legitimidade teórica (base científica) para o otimismo ingênuo que segue inibindo a reflexão crítica necessária para mudar radicalmente o país. Após a grande crise mundial de setembro de 2008, ocorreu importante mudança na correlação de forças em escala planetária, que permite reformas mais avançadas em favor das classes subalternas, inclusive no Brasil. Mas para aqueles que pensam de outra maneira – que as condições políticas para lutas mais avançadas não existem – o que ganharemos com a renúncia no terreno teórico?

É sedutor – e talvez parte do otimismo que se abateu sobre o Brasil – pensar como José Luis Fiori, para quem estamos vivendo momentos de uma "revolução intelectual", em que "algumas idéias e teorias de esquerda e direita... já não dão conta das transformações do continente" latino-americano (Valor, 29/09/2010). No que se refere à esquerda, quiçá seria então necessário admitir que a antiga concepção centro-periferia foi finalmente superada pela realidade, pelo menos para nós, brasileiros. Neste acaso, também é necessário reconhecer que não há originalidade no movimento. Enfim, no propósito de legitimar um dos bandos na luta política eleitoral (conjuntural) que o país atravessa, cada um dirá, com forma própria e no tempo adequado, um brado já conhecido: "esqueçam o que escrevi".

Nildo Ouriques é economista, professor do departamento de Economia da UFSC e membro do Instituto de Estudos Latino-Americano da Universidade Federal de Santa Catarina (IELA-UFSC).

http://www.correiocidadania.com.br/content/view/5235/9/

domingo, 26 de setembro de 2010

Petrobras, recuperação do Estado, modelo para o México

Bajo la Lupa

La mayor oferta accionaria de la historia: la desprivatización de Petrobras

Alfredo Jalife-Rahme

Será muy difícil que el genial astrofísico británico Steven Hawking persuada a los brasileños de que Dios no existe (news.yahoo. com, 2/9/10), cuando hasta aseveran que su identidad es carioca.

Ahora estarán más convencidos que Dios es brasileño cuando descolgaron la mayor oferta accionaria de la historia, al haber desbancado las similares operaciones bursátiles de Japón y China, mediante la venta de acciones de la empresa mixta de control estatal, Petrobras, por 70 mil millones de dólares (datos de Reuters que The Financial Times reduce a 67 mil millones, 24/9/10) y que incrementa su control de 40 por ciento a 48 por ciento, según el ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega.

Del total, 42 mil 500 millones de dólares irán directo a las arcas del gobierno por el canje de los derechos de 5 mil millones de barriles de petróleo pre-sal, es decir, 10 por ciento del oro negro recién descubierto en las profundidades del océano Atlántico debajo de un piso de sal y que se calculan en 50 mil millones de barriles –por cierto, el equivalente del hilarante tesoro de Calderón quien, para no variar, ha contribuido con sus antecesores clones neoliberales al desastre energético de México, en general, y de Pemex, en particular.

Las acciones de Petrobras se habían desplomado 25 por ciento debido a la molestia de los accionistas privados de Nueva York y la City, quienes pretendieron sabotear la oferta accionaria que diluía su participación minoritaria (que deseaban en una fase ulterior transformar en mayoritaria controladora).

Fue el megaespeculador cosmopolita George Soros quien encabezó la estampida contra Brasil al soltar un suculento paquete de acciones de Petrobras a las hienas bursátiles (Bloomberg, 14/8/10).

Soros –presunto controlador del ex canciller foxiano Jorge Castañeda Gutman con otros tutti quanti que despachan desde la Torre Omega (presunto edificio de blanqueo del Irán-contras) hasta la Torre Mayor: ambas torres ubicadas en Paseo de la Reforma de la ciudad de México)–, navega con travestismo de filántropo cuando el perturbador libro La guerra de las divisas, del chino Song Hongbing (ver Bajo la Lupa, 22/9/10) lo desnuda como vulgar instrumento de las jugadas financieras letales de los banqueros esclavistas Rothschild (The Financial Times dixit).

La perturbación de los circuitos financieros anglosajones es desgarradora y uno de sus voceros globales, The Financial Times, no lo oculta (lleva un mes de jeremiadas al respecto) al tildar la oferta como una desprivatización (sic) que favorece el control estatal mediante la supraempresa a 100 por ciento estatal Petrosal (Bajo la Lupa, 6/9/09) que controla la propiedad catastral y jurídica del tesoro brasileño en las aguas profundas, mientras Petrobras se consagra a su operación extractiva.

El nominal control estatal siempre ha existido discutiblemente, pero era meramente decorativo y no implica sus alcances efectivos que proveen ahora tanto la dilución privada del restante de las acciones de Petrobras como la supremacía catastral y jurídica de Petrosal.

Es comprensible que a los patrones de Soros (los Rothschild), ya no se diga a sus marionetas tropicales/locales que abominan todo aquello que huela a BRIC (acrónimo de Brasil, Rusia, India y China), les perturbe la desprivatización de Petrobras que significa una derrota geopolítica mayúscula a los intereses israelí-anglosajones de la City y Nueva York (en ese orden) que no digieren la alianza muy creativa del BIT (Brasil, Turquía e Irán; ver Bajo la Lupa,19/5/10).

Jonathan Wheatley, reportero de The Financial Times (24/9/10), coloca en el foco de la acción al presidente Luis Inacio Lula da Silva, quien desde el piso de remates de la bolsa de Sao Paulo exclamó: No era Francfort. No era Londres. No era Nueva York. Fue aquí en Sao Paulo. ¡Olé!

Foto

De izquierda a derecha: el ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega; el mandatario Lula da Silva; el presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli, y Edemir Pinto, presidente de la bolsa de Sao Paulo, el viernes pasado antes de la apertura de operaciones en esa sedeFoto Ap

Las palabras de Lula resonaron en todos los rincones del planeta con excepción del país de los sordos y ciegos de la sindéresis, pero de pletóricos locuaces frívolos, al que después de dos centenarios los neoliberales convirtieron a México: En contraste con el pasado (sic), no estamos aquí para debilitar al Estado, o para rematar (sic) los activos públicos. Un Estado débil nunca ha sido sinónimo de un sector privado poderoso. Otro ¡Olé!

El disgustado Wheatley explaya que el gobierno saliente de Lula recibirá casi 24 mil 500 millones de dólares de capital fresco, como contribución vital a su ambicioso programa de inversiones, la mayor exploración petrolera del mundo, por 224 mil millones de dólares en los próximos cuatro años, mientras conserva así su autoimpuesto techo de endeudamiento a 35 por ciento.

Wheatley, quien habla en nombre de los inversionistas privados anónimos, muy bien representados por su periódico, comenta el temor (sic) de que el gobierno usaría la oferta accionaria para incrementar su control de Petrobras al reducir la participación de una minoría de accionistas. ¡Todo lo contrario de lo que ejecutan (en el doble sentido del verbo) los neoliberales priístas y panistas con Pemex cada vez más desmantelado!

La mayor oferta accionaria de la historia fue sobresuscrita en más de 20 mil millones de dólares, casi 30 por ciento, por lo que hay que aprovechar al mercado que ahora anda caliente en búsqueda de papel brasileño.

Es probable que después del triunfo electoral de Dilma Rousseff, candidata ungida por Lula para preservar el patrimonio petrolero estatal de los brasileños, Petrobras lance otra oferta que seguramente se pelearán los Fondos Soberanos de Riqueza (SWF, por sus siglas en inglés”) –fondos con sumas monumentales propiedad de los estados que participan en las bolsas globales.

Amén que los SWF, primordialmente provenientes de Medio-Oriente y Asia, exhibieron su poderosa musculatura bursátil durante la mayor oferta accionaria de la historia, Wheatley conjetura que “entidades (sic) del sector público (sic) de Brasil adquirieron 65 por ciento de las acciones vendidas.

¿Bien usó Brasil parte de sus reservas foráneas de divisas, octavo lugar mundial, que ascienden a 273 mil millones de dólares (hasta el 10/9/10, Banco Central de Brasil)?

El otrora obrero metalúrgico Lula, merecedor a carta cabal del Premio Nobel de la Paz, no sólo se ha encumbrado como óptimo estadista a escala global (basta compararlo con la diminutez involutiva de los panistas Fox y Calderón y sus gabinetes respectivos: verdaderos voladores Papantla pero sin mástil), sino que, además, le dio el pase presidencial a Dilma Rousseff, eficiente operadora de la desprivatización de Petrobras, según la expoliadora semiótica británica, cuando para nosotros significa primigenia y semiológicamente más una restatización de la linealidad histórica: una dinámica más geopolítica que financierista que ya habíamos advertido y que expusimos ante los sordos y ciegos de la sindéresis pero muy locuaces senadores frívolos del México neoliberal: una cuestión de enfoque filogenético, catastral y jurídico nada despreciable. Porque no se puede desprivatizar lo que fue adquirido por la pirata conquista bursátil durante el neocolonialismo y la desregulada globalización financierista anglosajona.

Lula no desprivatiza, sino restatiza. No es lo mismo.

http://www.jornada.unam.mx/2010/09/26/index.php?section=opinion&article=018o1pol

sexta-feira, 3 de setembro de 2010

Brasil na economia mundial: Ferro, comida e cerveja

São Paulo, sexta-feira, 03 de setembro de 2010


VINICIUS TORRES FREIRE
Ferro, comida e cerveja

Brasileiros compram Burger King; empresas maiores e mais globais do país vivem da onda de recursos naturais

 

QUANDO UM americano come um hambúrguer e toma uma cerveja, pingam mais uns trocados na conta de empresas mais ou menos brasileiras. A carne poderia vir da Swift, que foi comprada em 2007 pelo JBS-Friboi. A cerveja poderia ser a vulgar Budweiser ou alguma outra da Anheuser-Busch, comprada em 2008 pela InBev, maior cervejaria do mundo. A InBev é o resultado da fusão da belga Interbrew com a brasileira AmBev, em 2004. A AmBev, como se recorda, fundiu Brahma e Antartica em 1999.
Agora, carne e hambúrguer podem ser brasileiros -caso a notícia fosse dada pelo Casseta & Planeta, a manchete poderia ser "Tamos aí nessas carnes". Ontem, os brasileiros sócios da InBev anunciaram a compra da vice-líder do ranking dos restaurantes de "junk food" nos EUA, o Burger King. Os empresários, ex-financistas do Garantia, são Jorge Paulo Lemann, Marcel Telles e Beto Sicupira, que também têm as Lojas Americanas. Se o céu é o limite, agora falta o McDonald's.
A InBev, porém, é tão "nacional" quanto aqueles atores ou atletas "brasileiros" que descobrimos fazendo sucesso num seriado americano, mas que foram para os EUA meninos, falam português estropiado etc. Anedotas e nacionalismos à parte, o negócio da Burger King é mais um sinal de trânsito do capital brasileiro trasnacionalizado.
Empresas brasileiras ou quase isso compram negócios que, para empresas americanas ou europeias, são de outras eras, "antigos", mal administrados, rendendo pouco, mas com potencial de crescimento se integrados a conglomerados ou a redes de produção maiores. Pelas Américas, os brasileiros compram siderúrgicas e mineradoras (Gerdau, Vale), frigoríficos (JBS-Friboi), os produtores de álcool se associam com múltis, as distribuidoras de combustíveis compram os postos das petroleiras múltis no Brasil etc.
O vetor dessas compras é evidente: recursos naturais, alimentos, combustíveis. Não é apenas a pauta de exportações brasileiras que se "commoditiza" ou é tomada pela venda de minérios, comida e combustíveis. As empresas brasileiras se reorganizam e crescem de acordo com essa tendência forte, que é praticamente "imposta de fora", pelo mercado mundial.
Em 1999, 90 empresas eram responsáveis por 50% do valor das exportações brasileiras. Desse valor, 56% vinham de exportações de commodities, combustíveis e comida. Em 2009, apenas 57 empresas ficavam com 50% das exportações. Desse valor, 73% vinham de commodities, combustíveis e comida.
A exportação se concentrou em menos empresas, que ficaram maiores. Ficaram maiores porque o mundo demanda mais e paga mais por recursos naturais e por comida.
No ano 2000, das 50 maiores empresas brasileiras, 4 eram produtoras ou comerciantes de minério, combustível e comida. Em 2009, eram nove (os dados foram cavados na publicação "Valor 1000 - As 1000 Maiores Empresas"). No ano 2000, sete empresas eram petroleiras, alcooleiras ou distribuidoras de combustíveis. Em 2009, eram nove.
Não se trata aqui de reforçar a tese da "desindustrialização" do país. Mas de lembrar que é impossível fazer com que as empresas resistam a sinais de preços e oportunidades de aquisições que vêm na onda da demanda por recursos naturais.

http://www1.folha.uol.com.br/fsp/mercado/me0309201006.htm

O Brasil ganha? O Brasil dominará os setores periféricos da economia mundial?

02/09/2010 - 11h27

Grupo de brasileiros firma acordo de compra do Burger King por US$ 4 bi

DE SÃO PAULO

O Burger King anunciou nesta quinta-feira um acordo com o fundo 3G Capital para venda de todas suas ações ordinárias por US$ 24, cada, ou um montante de US$ 4 bilhões, informou em comunicado oficial a rede de fast-food. A aquisição inclui o refinanciamento das dívidas da empresa. A transação deverá ser concluída no quarto trimestre deste ano.

O fundo multi-bilionário tem sede em Nova York e foi fundado pelos brasileiros Marcel Telles, Jorge Paulo Lemann e Carlos Alberto Sicupira -- acionistas da ABInBev, maior cervejaria do mundo e que controla a AmBev.

Às 11h58 (horário de Brasília) a ação era comercializada por US$ 23,4 na Nyse (Bolsa de Nova York), 24% a mais do que o preço do fechamento de ontem, a US$ 18,86 por ação.

Marcelo Ximenez/Folhapress

Loja do Burger King em shopping de São Paulo

Loja do Burger King em shopping de São Paulo

Em comunicado, o Burger King informou que o termo do acordo foi aprovado por unanimidade pelo Conselho de Administração da rede, e detalha que todas as ações ordinárias serão vendidas. O ágio obtido com a operação, de acordo com a companhia, será de 46% sobre o preço dos papeis -- antes afetados por rumores de mercado.

O acordo prevê que a 3G Capital compre, por meio de oferta pública, a totalidade das ações em circulação (listadas em Bolsa) da companhia.

Cerca de 31% das ações em circulação pertencem aos associados da TPG Capital LP, Goldman Sachs Capital Partners e Bain Capital Investors. O acordo celebrado informa que esse percentual será ofertado integralmente na venda.

Para a aquisição, a 3G Capital obteve financiamento direcionado à compra da totalidade das ações em circulação e para o refinanciamento das dívidas existentes.

Segundo o site institucional da 3G Capital, o fundo "tem foco em investimentos em ações de companhias bem geridas, fundamentalmente sólidas que estão sendo negociados com um desconto substancial de seu mercado", e de capital aberto.

No comunicado, Alex Behring, sócio da 3G Capital, justifica a aquisição por ser "o Burger King um ícone das marcas mundiais e com rede franqueada sólida, além de grande oferta de produtos [o que] tornar este [acordo] um ajuste perfeito para 3G Capital -- que tem um forte histórico de investimentos de longo prazo em relação às marcas globais de consumo e varejo".

DIFICULDADES

O Burger King negocia suas ações na Nyse (Bolsa de Nova York) desde 2006.

Em agosto, o Burger King projetou fraca demanda para o atual ano fiscal em meio à dificuldade de recuperação econômica e disse não estar certo sobre quanto os custos de matérias primas, como os da carne, impactariam a empresa.

A companhia afirmou que a alta taxa de desemprego nos EUA e os programas de austeridade na Europa afetariam as vendas nos restaurantes em operação há mais de um ano.

O Burger King, que concorre com o McDonald's, afirmou esperar que os preços de commodities nos EUA sejam fracos no ano fiscal de 2011, embora os custos de carne e trigo não estejam precisos.

A cadeia de fast-food opera hoje 12.150 restaurantes em 50 estados e em 75 países. De acordo com o Burger King, aproximadamente 90% de suas unidades são operadas por franqueados independentes.

Endereço da página:

http://www1.folha.uol.com.br/mercado/792870-grupo-de-brasileiros-firma-acordo-de-compra-do-burger-king-por-us-4-bi.shtml

terça-feira, 10 de agosto de 2010

Brasil na disputa pela África

São Paulo, terça-feira, 10 de agosto de 2010


BB e Bradesco compram banco português na África

Instituições adquirem parte do BES, que atua em países como Líbia e Angola
Bradesco afirma que instituições brasileiras pretendem aplicar na África a sua experiência com bancarização

TONI SCIARRETTA
DE SÃO PAULO

O Banco do Brasil e o Bradesco decidiram fazer uma aliança para iniciar atividades na África, região considerada estratégica para a diplomacia brasileira. O objetivo, segundo o ministro Guido Mantega (Fazenda), é estreitar o relacionamento comercial e dar suporte aos negócios de empresas brasileiras na região.
Para chegar à África, os dois bancos optaram por comprar parte das operações do português BES (Banco Espírito Santo), antigo parceiro do Bradesco e que está presente em Angola, Moçambique, Cabo Verde, Líbia, Marrocos e Argélia. O BES tem 4,1% no Bradesco, que soma 6% do banco português.
Na África, os três bancos constituirão uma "holding" financeira, que controlará a rede de agências de varejo e o suporte ao comércio exterior e aos negócios de empresas brasileiras na região.
A "holding" atuará como plataforma para prospectar a compra de participações e fazer eventuais aquisições de bancos no continente. O desafio do grupo é entrar na África do Sul, um dos países de maior crescimento.
BANCARIZAÇÃO
Segundo o presidente do Bradesco, Luiz Carlos Trabuco Cappi, os bancos brasileiros pretendem aplicar sua experiência de bancarização no continente africano, onde os bancos locais só chegam a 15% da população.
"A África é a última fronteira de desenvolvimento do mundo. O continente está encontrando o seu caminho. Este salto é inevitável, é questão temporal."
O valor do negócio e a definição das participações de cada banco na nova empresa dependem de estudos de viabilidade técnica e jurídica. A expectativa é que o modelo saia entre 60 e 90 dias, segundo o diretor internacional do BB, Alan Toledo.
BANDEIRAS LOCAIS
O presidente do BES, Ricardo Salgado, afirmou que o banco português, que atua há quase cem anos na África, será majoritário. A proposta negociada é que os bancos trabalhem com parceiros locais e mantenham as operações com marcas dos bancos conhecidos dos africanos.
"Gostaria muito que não voltássemos ao espírito nacionalista da questão. Esse projeto, para ser vencedor, precisa utilizar a bandeira de cada país onde estiver instalado. Se pudermos ter parceiros locais, como temos em Moçambique e Angola, será magnífico", disse Salgado.
O BES abriu recentemente uma sede em Cabo Verde e tem cerca de 30 agências em Angola e outras 20 na Líbia. Em Moçambique, o BES fez uma parceria com o Moza Banco e, na Argélia, com o Banque Extérieure d'Algérie na área de leasing.
Planalto estimulou parceria entre BB e Bradesco na África, informa Kennedy Alencar
folha.com.br/me780356


 

http://www1.folha.uol.com.br/fsp/mercado/me1008201010.htm

domingo, 1 de agosto de 2010

Por prestígio, Brasil ajuda países pobres

São Paulo, domingo, 01 de agosto de 2010


Por prestígio, Brasil ajuda países pobres

Governo brasileiro dissemina doações, ações sociais e transferências para nº cada vez mais amplo de parceiros
Objetivo desse "soft power" é conquistar simpatias, influência política e votos em órgãos internacionais

Pedro Sá da Bandeira - 16.out.2008/Efe

Lula ao lado do presidente de Moçambique, Armando Guebuza, em Maputo; país é um dos recipientes da ajuda brasileira
ELIANE CANTANHÊDE
COLUNISTA DA FOLHA
JOHANNA NUBLAT
DA SUCURSAL DE BRASÍLIA

Enquanto os Estados Unidos aumentam em mais US$ 59 bilhões o orçamento para as guerras no Iraque e no Afeganistão, o Brasil investe no chamado "soft power", disseminando doações, ações sociais, treinamento de pessoal e transferência de tecnologia para um número cada vez maior de países pobres, ou nem tanto, da América Latina, África e Ásia.
O objetivo é conquistar simpatias que convertam em influência política e votos, não apenas para obter a sonhada vaga no Conselho Permanente de Segurança das Nações Unidas, mas também para vencer disputas em organismos e instituições internacionais.
O Brasil anda mesmo precisando de votos, depois das derrotas para a OMC (Organização Mundial do Comércio), para o BID (Banco Interamericano de Desenvolvimento) e para a Unesco (o órgão da ONU para educação). A última foi na eleição do diretor-executivo do Escritório da ONU para o Combate ao Crime e Drogas.
O "soft power" está acelerado. Na sexta-feira passada, enquanto o presidente Luiz Inácio Lula da Silva estava no Paraguai, visitando linhas de transmissão de energia que o Brasil financia no país, o Itamaraty divulgava em Brasília a liberação de US$ 500 mil para refugiados colombianos no Equador.
O maior alvo do "soft power" é o Haiti, o país mais pobre das Américas e que acaba de sofrer um terremoto devastador.
O Brasil detém o comando militar das tropas de paz da ONU no país, o governo destinou US$ 15 milhões logo após a tragédia, e Lula enviou proposta ao Congresso para um adicional de R$ 375 milhões.
Além disso, o Brasil atua na reativação da produção agrícola no país, fez contribuição voluntária de US$ 130 mil via Programa Mundial de Alimentos, enviou mais US$ 50 mil para a embaixada em Porto Príncipe distribuir água e comida e doou US$ 55 milhões para o Fundo de Reconstrução do Haiti.
Há duas coordenações desse "saco de bondades", ambas do Itamaraty. Uma é a ABC (Agência Brasileira de Cooperação), e a outra, a CGFome (Coordenação Geral de Ações Internacionais de Combate à Fome).
O orçamento da ABC foi de R$ 18,7 milhões em 2006 para R$ 52,6 milhões neste ano, enquanto a equipe pulou de 90 para 160 funcionários de 2009 para 2010. São 56 países assistidos, e o valor é considerado pequeno. Se computasse a hora técnica (remuneração dos profissionais) seria cinco vezes maior, estima o diretor da agência, ministro Marco Farani.
A fila dos que recebem ajuda é encabeçada por Moçambique,Timor Leste, Guiné Bissau, Cabo Verde, Paraguai, Guatemala, São Tomé e Príncipe, Angola, Uruguai e Cuba. E inclui Autoridade Nacional Palestina, Níger, Burundi, Uganda, Serra Leoa e Nigéria, entre outros.
FILOSOFIA DA AJUDA
A filosofia da ajuda, como diz, é fazer doações só em casos de emergência, privilegiando "sustentabilidade". Exemplo: o projeto "Cotton 4", de US$ 4 milhões, para desenvolver a indústria de algodão em Mali, Chade, Benin e Burkina Fasso.
Já o CGFome tenta exportar experiências brasileiras (como destinar alimentos da agricultura familiar para escolas) inclusive para o Chile, que não é pobre.
Mas são finalidades variadas e, só em junho deste ano, foram R$ 6 milhões para ajuda, entre outras, às vítimas dos episódios recentes de violência no Quirguistão, a reassentamentos no Sri Lanka e à recuperação do inverno rigoroso na Mongólia.
O coordenador do grupo, ministro Milton Rondó Filho, disse que o orçamento passou de R$ 2,4 milhões em 2007 para cerca de R$ 50 milhões neste ano, segundo ele, para "reforçar a solidariedade e os gestos políticos brasileiros no mundo".
Segundo o embaixador Piragibe Tarragô, subsecretário do Itamaraty para África, respalda a política Sul-Sul, de aproximação com países pobres e emergentes. "O Brasil quer ser reconhecido e ter influência."
A investida já foi tema de reportagem da revista britânica "The Economist", mas com um alerta: "O país ainda tem grandes bolsões de pobreza, e o envio de dinheiro para o estrangeiro pode ser controverso".
O presidente da Comissão de Relações Exteriores do Senado, Eduardo Azeredo (PSDB-MG), concorda: "É uma ação tortuosa. Se você fala em Haiti e países muito pobres, é correto. Mas a busca pelo protagonismo fez com que o Brasil exagerasse nas suas relações e na sua bondade", disse.
A oposição tenta impedir a revisão do Tratado de Itaipu, alegando que o aumento do preço da energia excedente que o Paraguai vende ao Brasil pode custar R$ 5,5 bilhões. "Vamos resistir", diz.

quinta-feira, 29 de julho de 2010

Veríssimo sobre economistas e imprensa brasileira

‘Camone’

 

Não deixa de ser irônico que o analista econômico mais à esquerda — se é que cabe o termo — da grande imprensa brasileira seja um americano. Paul Krugman é publicado no Brasil porque ganhou um Nobel e escreve bem, mas está na contramão do pensamento econômico dominante do seu país, que é a opinião dominante por aqui também.

Critica o monetarismo clássico, os preceitos da escola de Chicago e os mitos do mercado autorregulador e ultimamente tem batido muito na opção da União Europeia de vencer sua crise atual com medidas de austeridade e cortes em gastos públicos — segundo ele um exemplo da velha prática perversa de fazer os pobres pagarem pelas lambanças dos ricos.

Krugman defende a ação dos governos para estimular economias e desobediência a todas as receitas de autoflagelação vendidas aos pobres como "responsabilidade fiscal" e sacrifício depurador. Quer dizer, é um estranho em dois mundos, o dos economistas ortodoxos americanos que ainda ditam a política do país, mesmo no governo do Baraca, e o dos economistas locais que seguem a linha americana. Sem falar na estranheza de vê-lo publicado nos nossos principais jornais conservadores, no que também pode ser visto como uma admirável demonstração de pluralismo de enfoques.

Mas me lembrei de quando eu era guri e brincava de "mocinho", ou caubói, com outros garotos da vizinhança, todos com reluzentes revólveres de espoleta metidos em seus coldres, até os sacarmos para matar bandidos ou índios. Eu tinha morado nos Estados Unidos e sabia inglês, mas o máximo que os outros sabiam era enrolar a língua e fingir que falavam como nos filmes. Seu vocabulário era "Camone" e pouco mais, mas não importava. Nos comunicávamos naquele inglês imaginário, e vivíamos juntos a glória de ser americanos. Ninguém tinha a pontaria de um americano. Ninguém brigava a socos e saía da briga sem uma marca no rosto como um americano.

Um americano era perfeito. Um americano podia tudo. Depois, claro, crescemos e descobrimos que nem todo americano era "mocinho". Mas daquele tempo ficou a ideia inconsciente de que ser americano é credencial suficiente, de que basta dizer "camone" para dispensar qualquer outro tipo de aferição.

O que tudo isto tem a ver com o Paul Krugman? Talvez o fato de ser americano tenha facilitado sua entrada nas páginas econômicas sem que checassem suas convicções. Tudo teria a ver com a infância de todos nós.

http://oglobo.globo.com/pais/noblat/posts/2010/07/29/camone-311986.asp

terça-feira, 18 de maio de 2010

Com receitas em queda, Telefônica vende até telefone porta a porta

Com receitas em queda, Telefônica vende até telefone porta a porta

Enquanto tenta assumir o controle da Vivo, empresa busca alternativas para estancar as perdas no faturamento de telefonia fixa

17 de maio de 2010 | 0h 00

Melina Costa - O Estado de S.Paulo

Os moradores do bairro Piratininga, na periferia de Itaquaquecetuba (Grande São Paulo), estão acostumados a abrir a porta de casa para atender ambulantes. É comum encontrar, nas ruas vazias da região, gente oferecendo de verduras a batons. Na manhã do último dia 12, um novo grupo de vendedores chamou a atenção da vizinhança.

- Dá licença. A senhora já tem linha de telefone?, repetia o representante da companhia de telecomunicações Telefônica cada vez que batia palmas e conseguia atrair uma dona de casa para o portão.

O estilo de vendas corpo a corpo foi adotado no fim do ano passado. Hoje, há 500 vendedores na cidade de São Paulo e no interior do Estado. O número deve dobrar até o fim de 2010 e subir para 2 mil no ano quem vem. Essa é uma tentativa de convencer a baixa renda a instalar o telefone fixo em casa pela primeira vez - e, assim, estancar a queda nos resultados de um negócio que representa 70% do faturamento da companhia.

O esforço extra de vendas acontece em meio a um momento especialmente delicado. Há duas semanas, o grupo espanhol Telefônica tenta, até agora sem sucesso, adquirir o controle da operadora de celular Vivo, em que já tem uma participação. Em um cenário de vendas em queda, a fusão entre as operações de telefonia fixa e móvel poderia gerar uma economia de custos de 2,8 bilhões e ainda otimizar a venda de produtos da companhia.

No ano passado, a Telefônica registrou uma queda de 1,6% na receita com a assinatura de telefones fixos. No caso da habilitação de novas linhas, o faturamento bruto caiu 4,8%. A venda de minutos que excedem os planos dos clientes diminuiu em 11,7%. Esse movimento, junto com as panes apresentadas pelo serviço de banda larga Speedy e a interrupção na comercialização desse serviço, levou à queda de 1% nas vendas líquidas da companhia como um todo em 2009. Neste ano, a telefonia fixa continuou a encolher. Ao todo, a receita do segmento caiu 5,5% no primeiro trimestre em comparação com o mesmo período do ano anterior.

Os dados da Telefônica refletem a situação do mercado em geral. No Brasil, o número de linhas fixas em uso cresceu 6,3% de 2003 para cá. No mesmo período, os celulares explodiram: o aumento foi de 275%. "Foram as operadoras autorizadas, como Embratel e GVT, que conseguiram ampliar a base de telefones fixos do País. Essas empresas trouxeram novidades. Já as concessionárias tradicionais apresentaram perda de linhas", diz Eduardo Tude, presidente da consultoria Teleco.

A impopularidade dos telefones fixos é um problema global. Ao contrário do Brasil, que ainda mostra um crescimento tímido, países ricos como Estados Unidos e Reino Unido apresentam decréscimo de linhas desde meados da década. Até mesmo em países como China e Índia, onde boa parte da população nunca teve um aparelho em casa, o número de linhas cai desde 2006. Na prática, os consumidores emergentes pularam essa fase e adotaram diretamente o celular.

Para os executivos da Telefônica, porém, o Brasil pode ter um destino diferente. "Muito se fala sobre a morte do telefone fixo. Mas estamos aqui para mostrar o contrário. No Estado de São Paulo, há 3 milhões de pessoas sem linhas fixas. Imagine se a gente pegar um pedacinho disso? ", diz Mariano de Beer, diretor-geral da Telefônica. Segundo a empresa, o número de clientes na telefonia fixa aumentou de março até agora, o que reverteu uma trajetória de cinco anos em queda.

A venda porta a porta é uma das principais explicações para essa melhora, segundo o executivo. Mas não se trata de um trabalho simples (afinal, cosméticos e alimentos chamam a atenção dos consumidores bem mais facilmente). Em média, cada representante da Telefônica bate em 60 portas por dia e faz negócio com, no máximo, 10 clientes. A maioria dos consumidores já tem celular pré-pago. Para convencê-los, os vendedores argumentam que as ligações de telefone fixo são seis vezes mais baratas que as do celular pré-pago (a empresa chegou a esse número comparando ligações locais entre fixo e fixo e entre celular pré-pago e fixo).

A Telefônica também tenta seduzir os clientes oferecendo um portfólio cada vez mais amplo, com planos flexíveis, aos moldes das operadoras de celular. Hoje, a empresa tem mais de 20 pacotes diferentes, que são explicados aos poucos para os consumidores da baixa renda. Nesta semana, a companhia deve lançar mais um. No plano flex, o cliente não paga assinatura e o valor da mensalidade funciona como crédito a ser gasto com qualquer tipo de ligação. "Muitas pessoas compravam o pré-pago porque não conseguiam pagar a assinatura de telefonia fixa. A gente não dava outra opção. Agora estamos dando", diz de Beer.

Dúvidas. A grande pergunta, agora, é se o ganho de usuários vai se refletir em ganho de receita. Afinal, os consumidores que entram no sistema - provenientes da baixa renda - pagam menos por seus pacotes que os clientes tradicionais. "Não esperamos taxas de crescimento olímpico, mas algo modesto. Na pior das hipóteses, queremos a manutenção da base", afirma o presidente do grupo Telefônica, Antonio Carlos Valente. A companhia acredita que o reflexo do trabalho de porta a porta deve aparecer nas vendas da companhia no segundo trimestre.

O mercado, porém, é menos otimista. Três analistas da área de telecomunicações consultados pelo Estado esperam uma redução na receita de telefonia fixa ao final de 2010. "Essa tendência de queda é estrutural. As pessoas vão continuar a usar mais o celular, já que as operadoras oferecem planos cada vez mais agressivos", diz o analista Andrew Campbell, do banco Credit Suisse. "Espera-se de uma empresa como a Telefônica que o crescimento de banda larga e do serviço de TV por assinatura compense. Mas não foi o que aconteceu no ano passado e nem no primeiro trimestre."

Nos três primeiros meses do ano, a companhia apresentou uma queda de 1,7% em sua receita líquida. O resultado se deu apesar do crescimento do Speedy, que acrescentou 163 mil clientes à sua base em uma taxa de expansão inédita. "A Telefônica saiu da inércia em banda larga. E esse é um movimento a ser aplaudido", diz Valder Nogueira, analista do Santander.

O problema é que o crescimento se deu com a queda na rentabilidade diante de investimentos que a empresa precisou fazer para melhorar a qualidade de seu serviço - e sua imagem. Todas as vendas passaram a ser auditadas, por exemplo, para garantir que o cliente entendeu o que comprou e recebeu o que pediu.

Está exatamente aí o grande desafio da empresa daqui para frente. De um lado, diminuir o impacto negativo de um negócio em xeque. De outro, aumentar os ganhos com o promissor braço de banda larga, que ainda sofre os efeitos de uma crise recente. Isso tudo ao mesmo tempo em que a Telefônica tenta costurar um dos acordos mais importantes de sua trajetória no País- e que pode deixar sua tarefa um pouco menos pesada.

http://www.estadao.com.br/estadaodehoje/20100517/not_imp552689,0.php

quinta-feira, 13 de maio de 2010

Entre Sancho e Dom Quixote: Lula no El País

ENTREVISTA: LULA: EL CARNAVAL Y NO LA GUERRA Luiz Inácio Lula da Silva Presidente de Brasil

"Hay que cambiar la ONU. Si sigue así, no servirá para el gobierno global"

Un socialismo del sentido común.

JUAN LUIS CEBRIÁN 09/05/2010

Prefiero un carnaval a una guerra". Posa su mano de obrero sobre mi rodilla, en un ademán de complicidad, de camaradería, de evidente franqueza, porque esa es su fuerza y su convicción, la de comportarse como lo que es, como verdaderamente le miran los brasileños, "soy uno de ellos, uno como ellos", viene de donde ellos vienen, habla como ellos hablan, "no soy un extraño en el nido", y hasta que llegó al poder vistió como ellos visten, "aunque trabajé durante veintisiete años bajo un overol nunca me encontré a gusto; con dos meses de corbata no tuve dificultad en acostumbrarme a ella, es una bonita prenda". Me viene a las mientes la reflexión de Sancho Panza antes de ocuparse como regidor de la ínsula, "vístanme como quisieren, que de cualquier manera que vaya vestido seré Sancho Panza", porque la sotana no hace al cura, y Lula es Lula cualquiera que sea su atuendo, "me comunicaron que tenía que ir de frac a la cena de palacio con el rey de España, mandé decirle a Juan Carlos que yo no usaba eso y aquí en Brasil muchos me criticaron, ¡qué falta de elegancia, de capacidad para ejercer la Presidencia!, hasta que el Rey llamó, venga como usted quiera, pues de traje y corbata, porque no quiero ser visto como un extraño en mi pueblo, lo que pasa es que la liturgia del poder está toda preparada para alejarte de aquél, cuando eres candidato vas a cielo descubierto, saludando, pero una vez llegas a presidente te montan en un coche blindado y nunca más ves el rostro de los ciudadanos".

Me pregunto a qué se parecen más las huelgas, si a las guerras o a los carnavales. Luiz Inácio Lula da Silva fraguó su carrera política en las movilizaciones populares, en la agitación callejera y en la lucha a pie de obra en defensa de los derechos de los trabajadores. Casi millón y medio de obreros brasileños fueron a la huelga, capitaneados por él, durante el año 1979, y a partir de esa fecha este correoso dirigente sindical emprendió una carrera política llena de altibajos que le llevaría un cuarto de siglo más tarde a la presidencia de la República. "Es notable que ni yo ni mi vicepresidente, un empresario de éxito, tengamos título universitario", señala con cierto tono de orgullo que irrita a la oposición por la ambigüedad que ese mensaje puede representar en un país en el que la educación es propósito fundamental del Gobierno y empeño necesario para acabar con las desigualdades y la pobreza. Pero lo que él quiere transmitir es que la democracia funciona en Brasil, que no son los méritos profesionales, académicos ni de cualquier otro género, sino la voluntad de los electores la que es decisiva para llegar al poder. Un poder del que Lula se apeará, al menos formalmente, el próximo mes de diciembre después de ocho años de ejercicio en el cargo, y del que sale rodeado de tal popularidad que algunos esperan verle levitar en cualquier momento, como hacía el curilla de García Márquez en Cien años de soledad, sólo que a base de ingerir café brasileño, que él consume a cada rato con avidez, en vez de tazones de chocolate.

"El momento más extraordinario del poder es el periodo entre el día de la victoria y la toma de posesión. Luego uno ve que las cosas no son tan fáciles, estás ante una carrera de obstáculos. Yo tendría motivos de sobra para decir que a mí el poder me ha dado más alegrías que tristezas, porque pocas veces en la historia de Brasil sucedieron cosas tan importantes como durante mi gobierno, pero me iré lamentando lo que no he podido hacer, la reforma del Estado, por ejemplo. No hemos sido capaces de procurarle mayor agilidad; desde que tomamos una decisión hasta que se ejecuta nos topamos con quinientos obstáculos en nombre de la democracia. Está el Congreso Nacional, con sus dos Cámaras, la Administración pública, los sindicatos, la justicia, las cuestiones ambientales, donde las ONG son muy activas... o sea, que pasan dos años y medio o tres antes de que un proyecto cristalice. Hace falta un consenso que nos permita eliminar tantas dificultades y retrasos. No podemos renunciar a la fiscalización, pero tampoco es aceptable utilizarla como una manera de impedir que se hagan las cosas que Brasil necesita".

Su pragmatismo, su campechanía, su sentido común, todo en él recuerda al gobernador de la Barataria. Casi ocho años después de ocupar la primera magistratura de la República, sus maneras personales, su método de trabajo, su aire decidido y socarrón son los del Lula joven que, huyendo de la burocracia sindical, se reunía por las tardes en la taberna regentada por Tía Rosa en San Bernardo del Campo, donde él todavía mantiene el domicilio familiar. Allí, con sus compañeros de lucha, un grupo de amigos antes que un comité organizado, preparaban entre chato y chato las movilizaciones en defensa de un mayor salario para los obreros. Ninguna ideología alimentaba sus acciones, que enseguida estuvieron apoyadas, sin embargo, por los movimientos de base católicos. "El PT no hubiese existido sin la ayuda de millares de curas y comunidades cristianas de Brasil, le debe mucho al trabajo de la Iglesia, a la teología de la liberación, a los sacerdotes progresistas. Todo ello contribuyó a mi formación política, a la construcción del PT y a mi llegada al poder. Mi relación personal con la Iglesia católica ha sido y sigue siendo muy fuerte, pero somos un país laico, tratamos a todas las religiones con respeto". Le interrumpe por un momento su jefe de gabinete, Gilberto Carvalho, "este era seminarista, iba para cura, y lo abandonó para venirse al PT, para construir conmigo", y despacha un par de asuntos a la sombra de un crucifijo gigantesco que preside su mesa de trabajo, mientras yo me barrunto que para algunos peteros de la época la agitación política era también una especie de sacerdocio. La influencia religiosa ("esta es la Iglesia más progresista de América Latina, probablemente del mundo") es evidente también en el tratamiento de las leyes de aborto en Brasil, aunque el presidente busca la equidistancia. El Vaticano "tiene una actitud muy conservadora sobre este punto. En Brasil, el aborto está prohibido, salvo en caso de violación de la madre. Yo, como ciudadano, soy contrario al aborto, y no creo que haya ninguna mujer que se muestre favorable a él porque genera un gran sufrimiento a quien lo practica. Pero como jefe de Estado pienso que se trata de una cuestión de salud pública. Debemos proteger a las chicas que tratan de abortar ellas mismas metiéndose agujas en el útero y cosas así. El Estado tiene la obligación de atender a esas personas".

Para los progres europeos, que adoran a Lula, una declaración de este género puede resultar decepcionante, tanto como la que él mismo ha hecho muchas veces en el sentido de que no se considera de izquierdas. "Mi trayectoria, mi perfil político, mi vida en el sindicato, la creación del PT, me caracterizan, desde luego, como un izquierdista. Pero el propio PT es una novedad en la izquierda mundial. Nació contra todos los dogmas de los partidos marxistas-leninistas, que obedecían fielmente a Rusia o China. Al principio era algo parecido a una hinchada del fútbol; un grupo de obreros que, junto con el movimiento social, la Iglesia católica y algunos intelectuales que habían creído y participado en la lucha armada, decidieron crear un partido político. No teníamos entonces un programa definido y a mí nunca me gustó que me encasillaran, menos aún al asumir la presidencia. Un jefe de Estado no es una persona, es una institución, no tiene voluntad propia todo el santo día, sino que tiene que llevar a cabo los acuerdos que sean posibles. He aprendido eso en el poder y creo que ha sido bueno para Brasil. No puede ser que me guste un presidente porque es de izquierdas y otro no, por ser derechista. Me llevé bien con Aznar y me llevo bien con Zapatero; tengo que relacionarme con Piñera en Chile igual que lo hice con Bachelet. En el ejercicio del poder soy un ciudadano, ¿cómo diría...? multinacional, multiideológico, ¿no?".

Con sus ojos brillantes, inquietos, reclama mi aprobación para ese pragmatismo, y se transforma de pronto en un agitador de la torcida, la hinchada brasileña; se levanta, se sienta, se vuelve a erguir, sonríe primero, luego se estremece, se desternilla, te guiña el ojo, busca la cercanía, el cariño, soy un brasileño más, un ciudadano más de este país que es capaz de contagiar la alegría, de este país con trescientos días de sol al año, de este país inmenso, autosuficiente, pacífico, "del que estamos tratando de eliminar cincuenta o sesenta años de atraso, de desconfianza, años en que nadie quería invertir aquí. Y por eso estamos construyendo un capitalismo moderno, el Estado de bienestar. Cuando entré en el Gobierno, Brasil no tenía crédito, no tenía capital de trabajo, ni financiación, ni distribución de la renta. ¿Qué coño de capitalismo era ese? Un capitalismo sin capital. Resolví entonces que era preciso primero construir el capitalismo para después hacer el socialismo; hay que tener qué distribuir antes de hacerlo. Si el país no tiene nada, no hay nada que distribuir, y los empresarios tienen que saber que hay que pagar salarios un poco mayores para que la gente pueda comprar los productos que fabrican. Esto ya lo decía Henry Ford en 1912".

Estamos en plena campaña electoral y Lula aprovecha para hacer la propaganda de su partido, se le escapan algunas críticas acerbas, probablemente injustas, contra su antecesor, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, tiempo atrás compañero suyo en la lucha contra la dictadura y con el que ahora no se muestra en absoluto generoso. Pero el milagro brasileño empezó precisamente con Cardoso, un profesor respetado y un demócrata ejemplar que niveló las cuentas públicas y venció la inflación. Lula hace un balance diferente. "Hoy el Banco de Brasil tiene más crédito que el de todo el país cuando llegué al poder. De modo que cuando yo deje la presidencia habremos creado más de catorce millones de puestos de trabajo en ocho años. Sólo China e India pueden competir con una realidad así". Le interrogo entonces sobre si eso es un triunfo del capitalismo y enseguida se apresura a aclarar que es un triunfo de su Gobierno "porque ha tenido el coraje de enfrentarse a la crisis, en vez de quejarse: haciendo inversiones, desgravando la actividad en sectores clave para la economía, emprendiendo muchas obras públicas. Si Brasil mantiene en los próximos cinco años seriedad en las políticas fiscal y monetaria, en las inversiones y el control de la inflación, lo tiene todo para transformarse en una potencia respetada en el mundo. Si la economía sigue creciendo entre un 4,5% y un 5,5%, en 2016 puede constituir la quinta economía mundial".

No sé si descubro rastros de la herencia portuguesa en esta ensoñación un poco hiperbólica del presidente, que le hace por momentos alejarse de la sesuda prudencia de Sancho para asemejarle más a la locura idealista de su señor don Quijote, porque mientras Lula habla, las encuestas, allá fuera, siguen dando probable vencedor, aunque por escaso margen, a José Serra, candidato del PSDB, el partido de Cardoso. "Gane el que gane, nadie hará ningún disparate; el pueblo quiere seguir caminando y no volver atrás. Pero déjeme decirle que yo no veo la posibilidad de que perdamos las elecciones". Muchos piensan que si así sucediera, no sería por los méritos de Dilma, la candidata del PT, una antigua guerrillera y una política eficaz, pero sin el carisma que unas elecciones presidenciales demandan, sino por el formidable apoyo que le presta el propio Lula, cuya personalidad lo impregna todo de lulismo, "sí, ya sé que mucha gente, para justificarse, dice, a mí no me gusta el PT, me gusta Lula; gente de derechas, claro. Pasa con otros líderes políticos, Felipe González, por ejemplo. Normalmente las figuras públicas estamos menos ideologizadas que los partidos y tenemos la capacidad individual de congregar en torno nuestro gentes que de ninguna manera se sienten cercanas a nuestras formaciones. Pero no creo que haya un 'lulismo' como tal, prefiero saber que vamos a fortalecer la democracia y que los partidos políticos van a saber organizarse y ser fuertes".

En cualquier caso parece descontada la continuidad en la política económica, que Lula salvaguardó desde un principio nombrando a un antiguo militante del partido de Cardoso gobernador del Banco central. La consecuencia de esas políticas ha sido la prosperidad que permite situar al país entre las potencias emergentes agrupadas en torno a lo que ha dado en llamarse los BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Junto a ellos, Lula ha hecho valer su voz afirmando su independencia como un protagonista de la política internacional singular e inclasificable. ¿Está camino su país de convertirse en una superpotencia? ¿Podría hacerlo sin ser poseedor -el único de los BRIC en esta circunstancia- del arma atómica? "La Constitución prohíbe las actividades nucleares salvo para fines pacíficos, están prohibidas, ¿quiere verlo?", me señala acuciante con su mano mutilada el artículo 21, inciso 23, "el presidente no decide en las cuestiones nucleares, es el Congreso, y no tenemos interés en ser una potencia militar si no es del tamaño de nuestra soberanía. Necesitamos unas Fuerzas Armadas adecuadas para garantizar la seguridad del pueblo, mantener una política de defensa respetable. No queremos invadir ningún país, pero tampoco que nos invadan a nosotros...", le interrumpo, entre irónico y risueño, invadir Brasil me parece difícil, presidente, una tarea casi titánica, y él impertérrito, "no se puede menospreciar la locura de algunos seres humanos, es preciso cuidarse". ¿Cuidarse de quién? No creo que sea de Chávez ("un hombre muy inteligente, aunque a veces comete equivocaciones y él lo sabe") ni de Evo ("un retrato de su pueblo, nadie lo representa mejor que él; en el tema del petróleo, yo comprendí que Brasil tenía que pagar mejor a Bolivia, no peleé con Evo, porque él tenía derecho") ni de Colombia, Argentina o Uruguay ("Brasil ha trabajado mucho con ellos para consolidar la democracia en su plenitud. Tenemos que generar una política de confianza. La doctrina utilizada antes por las grandes potencias era considerar a Brasil como enemigo de América Latina, la gran amenaza; nosotros estamos destruyendo esa visión negativa y demostrando en cambio que podemos ser su gran aliado").

El lulismo, si es que existe, hunde sus raíces en el sindicalismo, la lucha como presión y el acuerdo como respuesta. "El llamado mundo desarrollado tiene que comprender que la geopolítica ha cambiado. La democratización de África y el crecimiento de países como China, India y algunos de América del Sur sugiere una nueva dimensión. Yo no quiero la guerra, soy un hombre de diálogo, y en la cuestión nuclear Brasil tiene una política muy definida. Quiero agotar hasta el último minuto las posibilidades de un pacto con el presidente de Irán para que pueda seguir enriqueciendo uranio, teniendo nosotros la tranquilidad de que sólo lo va a utilizar para fines pacíficos. Mi límite son las decisiones de la ONU, a la que, por cierto, pretendo cambiar porque tal y como está representa muy poco. ¿Por qué Brasil no es miembro del Consejo de Seguridad? ¿Por qué no lo es India? ¿Por qué no hay ningún Estado africano? Si la ONU continúa así de débil, sin representatividad, con países con derecho de veto, nunca va a servir correctamente al gobierno global que se necesita".

Felipe González dice que los ex presidentes son como los jarrones chinos. Todo el mundo en casa sabe que se trata de piezas valiosas que merece la pena conservar, aunque no necesariamente aprecian su belleza y la gente no sabe dónde colocarlos: estén donde estén, siempre estorban el paso. A partir del próximo mes de diciembre, Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los políticos más carismáticos, admirados y sorprendentes del último medio siglo, engrosará esa colección de grandes porcelanas. Los visitantes de los museos de cera venerarán su imagen, como la de Lincoln, la de Mandela, la de tantos grandes hombres capaces de surgir desde la nada. Lleno de vida, desbordante de ideas, no le imagino retirado en su piso de San Bernardo, compartiendo con sus vecinos las nostalgias de cualquier tiempo pasado. "El mejor servicio que puede prestar un ex presidente de la República es el de estar callado, dejar gobernar a quien gane las elecciones y él permanecer en silencio". Al buen callar llaman Sancho, pero yo no imagino así a Lula cuando hay tanto que denunciar, tanto que demandar, tanto que proponer. Entonces, quizá se limite a estar ausente, o lejano. "Voy a salir del Gobierno habiendo cosechado un montón de políticas exitosas y quiero compartir ese aprendizaje, esa auténtica lección vital, con países más pobres de América Latina y de África. No sé si lo haré a través de una fundación, porque en ningún caso quiero emprender nada que no esté en consonancia con el Gobierno. Sólo quiero transmitir a los demás la experiencia que adquirí, porque los pobres no tienen acceso a los gobernantes, los pobres no van a los cócteles, claro, y eso que no hay político que gane una elección hablando mal de ellos, puede denostar a los banqueros, a los grandes empresarios, pero a los pobres... de ninguna manera, en campaña electoral un pobre es la cosa más extraordinaria del mundo. Eso sí, una vez que el candidato gana la votación termina su mandato sin reunirse con un pobre ni una sola vez, sólo sabe que existen por lo que lee en los periódicos, no hay interacción, no hay vínculo. Yo, las próximas navidades, cuando mi periodo llegue a su fin, quiero invitar de nuevo a los cartoneros de São Paulo, hace ocho años que me reúno con ellos en palacio por esas fechas (también lo he hecho con los sin casa, con los okupas), y hemos comprobado que esa gente no quiere parar de recolectar papel, pero aspira a una existencia más digna, o sea, que organizamos cooperativas, centenares de ellas en todo Brasil, financiadas por el Estado, que permiten trabajar a cientos de miles de personas, capaces de llevar todos los días a su casa algo que comer gracias al resultado de su trabajo".

Cuando todo eso suceda, el palacio presidencial ya habrá sido reconstruido. De momento, Lula se aloja en unas oficinas prestadas del centro cultural del Banco de Brasil mientras los operarios se esfuerzan en recuperar las ajadas estructuras de Planalto, cuya remozada construcción no pudo estar a punto para la celebración del cincuentenario de Brasilia. Pero el próximo 23 de diciembre el presidente se despedirá de sus cartoneros paulistas en los aposentos elegantes y sobrios destinados al primer magistrado de la nación. Quizá lo haga pensando, como Sancho en su partida, que "saliendo yo desnudo como salgo, no es menester otra señal para dar a entender que he gobernado como un ángel". Seguro estoy, al menos, de que el cronista de ese momento venidero podrá de nuevo relatarlo con las mismas palabras de Cervantes: "Abrazáronle todos, y él, llorando, abrazó a todos, y los dejó admirados, así de sus razones como de su determinación tan resoluta y tan discreta". Vale.

http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Hay/cambiar/ONU/sigue/servira/gobierno/global/elpepusocdmg/20100509elpdmgrep_1/Tes#EnlaceComentarios

quinta-feira, 15 de abril de 2010

Acordo Militar com os EUA

Os negócios e a soberania
14/04/2010
Por Mauro Santayana
O ministro Nelson Jobim, sem que o Congresso e o povo fossem ouvidos, assinou, em Washington, tratado militar com os Estados Unidos. O objetivo é restaurar o acordo que existia antes e que o general Geisel rompeu em 1977. O governo cometeu erro político de que se dará conta no futuro. O Tratado, dizem seus defensores, é igual ao que temos com outros países do mundo. Não é: desafia-se o ministro Jobim a firmar um equivalente, em todas as suas cláusulas, com a Rússia de Putin ou a China Continental. Como todos os tratados, ele favorece o signatário mais forte. Benjamin Franklin aconselhava tratar bem o vizinho, mas manter o portão bem trancado. Jobim abre a porta do quarto. O tratado prevê o treinamento de militares brasileiros nos Estados Unidos. Quem treina, adestra, e quem adestra, busca obter certos resultados, entre eles, o da fidelidade.
Os convênios militares são necessários quando um inimigo comum aos contratantes ameaça atacá-los em conjunto, ou em separado. É natural que juntem seus recursos, humanos, militares e econômicos, para a defesa. A que necessidade corresponde a submissão do Ministro Nelson Jobim? Estamos em paz com nossos vizinhos e com países distantes. Não temos contencioso algum que não possa ser resolvido com a diplomacia. Ao contrário: a grande ameaça que sofremos, a da perda de soberania sobre o território amazônico, vem, desde o século 19, exatamente dos Estados Unidos. O único acordo de defesa que a realpolitik nos aconselha é o tratado da Unasul, que reúna todos os recursos dos países do continente, a fim de enfrentar as ameaças externas à região.
Argumenta-se que o governo do presidente Obama busca construir bom entendimento com o Brasil e os outros países. Mas os tratados, sobretudo os militares, não vinculam pessoas ou governos: vinculam estados. O Obama de hoje pode ser substituído por um Bush, um Reagan ou um Ted Roosevelt, amanhã. Não podemos abrir a guarda.
Outro argumento, e este, imoral, é que sua assinatura é necessária para que a Embraer venda cem aviões supertucanos à Força Aérea Norte-Americana. Se os aviões são bons, o preço conveniente, e os Estados Unidos deles precisam, não há que subordinar uma coisa à outra. Seria natural que, em troca de comprar os aviões, os norte-americanos nos propusessem que lhes comprássemos veículos ou navios. Seriam moedas equivalentes de intercâmbio. Não podemos vender aviões, oferecendo, como vantagem extra, um só palmo de soberania.
O presidente Lula sabe, de suas visitas ao Exterior, que o nacionalismo continua a ser a força das elites e do povo. Só no Brasil os grupos dirigentes desprezam a nação com a mesma desenvoltura que defendem os negócios. A firmeza na defesa da nacionalidade é tanto maior, quanto mais discreta. Há momentos em que se torna impossível conter a indignação, como ocorreu aos policiais federais, obrigados, pelo brio, a prender e a expulsar do país turistas ianques que nos ofenderam com seus gestos indecentes, como ocorreu no Mato Grosso. A soberania se exerce como a exerceu o presidente Geisel, em 1977, revogando, unilateralmente, como era de nosso direito, o Acordo Militar de 1952.
O ministro Jobim desconhece como o povo acompanha seus atos, a começar pelo uso indevido de uniformes militares, proibido aos civis, pela lei 1803, de 14 de agosto de 1958, em seu artigo 40. É difícil aceitar, que ele tenha inserido – como declarou publicamente – dispositivo ilegítimo à Constituição da República. Não há razão política para que ele se mantenha nos mais altos cargos da República, com tal comportamento. Quem assim age, não defende a pátria: agride-a.
A cidadania está reagindo com indignação ao acordo, como os internautas averiguam, ao visitar os comentários dos leitores dos blogs dos grandes jornais. Essa é também uma forma de o Congresso aferir a vontade popular. Todos os candidatos às eleições de outubro devem dizer, de forma clara, o que pensam do documento. Não podemos votar naqueles dispostos a alienar a soberania por um prato de lentilhas – perdão, por um mero negócio, como a venda de aviões.

http://www.conversaafiada.com.br/brasil/2010/04/14/depois-de-redigir-constituicao-jobim-assina-acordo-pessoal-com-eua/

quarta-feira, 20 de janeiro de 2010

Manchete:Lula receberá prêmio inédito de 'estadista global' Notícia seguinte: DEM e PSDB marcam reunião para encerrar as atividades políticas

 

Agora que é curioso o presidente que deveria ser de esquerda e mudar o país ser premiado pelo Fórum Econômico Mundial, isso é. Certamente não está recebendo pelos méritos.

Lula receberá prêmio inédito de 'estadista global'

Homenagem será oferecida pelo Fórum Econômico Mundial.
Honraria marca os 40 anos do fórum realizado em Davos.

Da Agência Estado

Foto: José Cruz/Agência Brasil 

José Cruz/Agência Brasil

O presidente Luiz Inácio Lula da Silva, em evento em novembro (Foto: Arquivo/José Cruz/Agência Brasil)

O presidente Luiz Inácio Lula da Silva receberá o prêmio de Estadista Global do Fórum Econômico Mundial, em Davos (Suíça), no dia 29. Esta é a primeira edição da homenagem, criada para marcar o aniversário de 40 anos do Fórum.

Conforme a organização do evento, o prêmio tem o objetivo de destacar um líder político que tenha usado o mandato para melhorar a situação do mundo. "O presidente do Brasil tem demonstrado verdadeiro compromisso com todas as áreas da sociedade", disse o fundador e presidente do Fórum Econômico Mundial, Klaus Schwab, em nota à Agência Estado.

Segundo ele, esse compromisso tem seguido de mãos dadas com o objetivo de integrar crescimento econômico e justiça social. "O presidente Lula é um exemplo a ser seguido para a liderança global."

A entrega do prêmio será feita pelo ex-secretário-geral da ONU, Kofi Annan, e está prevista para às 11h30 (horário local; 8h30 de Brasília) do dia 29, quando o presidente brasileiro fará um discurso. Em seguida, terá início um painel de discussão sobre o Brasil. O objetivo é debater os atuais condutores do crescimento do País e os desafios à frente.

Entre os participantes do painel estarão o presidente do Banco Central, Henrique Meirelles, o copresidente do conselho de administração da Brasil Foods, Luiz Fernando Furlan, o presidente do Instituto Ethos, Ricardo Young e o vice-presidente do argentino Banco Hipotecario, Mario Blejer. Lula também fará o encerramento do painel sobre o Brasil.

http://g1.globo.com/Noticias/Politica/0,,MUL1455658-5601,00-LULA+RECEBERA+PREMIO+INEDITO+DE+ESTADISTA+GLOBAL.html

sábado, 16 de janeiro de 2010

O legado social do governo Lula: políticas compensatórias ou mudanças estruturais?

Lula e o Pós-Consenso de Washington

Escrito por Wladimir Pomar

16-Jan-2010

Os críticos do governo Lula analisam a conjuntura pós-eleições de 2002 como uma fantástica energia política liberada. O Brasil teria eleito Lula para mudar. Em tais condições, avaliam, Lula não teria aproveitado aquela fantástica energia por receio de que a crise econômica se agravasse com a inflação recrudescendo, o dólar a R$4,00 e o risco Brasil aumentando.

Eles não traduzem o que significa uma fantástica energia política liberada, num contexto em que a vitória de Lula se deveu a um amplo acordo com parte significativa da burguesia. E também não dizem se, nem como, seria possível manter algum controle sobre a situação se Lula houvesse reduzido abruptamente a taxa de juros e o superávit primário, e aumentado os gastos do orçamento, naquele quadro de elevação da inflação e do câmbio, e de créditos externos dependentes do sistema financeiro internacional. É muito fácil dizer o que não deveria ter sido feito, mas é muito difícil dizer o que poderia ser feito.

Não é por acaso que esses críticos chamem de cavalo-de-pau na economia o aumento da taxa de juros de 25% para 25,5% e depois para 26,5%, o aumento do superávit primário de 3,5% para 3,75% e posteriormente para 4,25%, e o corte R$ 14 bilhões do orçamento, segundo eles atingindo a área social. Pelo jeito, não entendem o significado do termo cavalo-de-pau, isto é, manobra de emergência em que um veículo é levado a mudar bruscamente sua direção e sentido. Este não foi o caso da economia brasileira de então, nem da política predominante no PT. Assim, resolveram utilizar uma figura forte apenas para impressionar, o que demonstra falta de argumento.

O que poderiam ter criticado é que o governo Lula, para acalmar o mercado financeiro, além de nomear para a presidência do Banco Central o banqueiro Henrique Meirelles, exagerou na continuidade da política monetária, num contexto internacional em que o Banco Mundial e o FMI já se viam constrangidos a aceitar mudanças na ortodoxia econômica, e em que um espirro da economia norte-americana já não era mais capaz de causar tantos estragos, porque o centro dinâmico da economia mundial havia se transferido para a Ásia do Pacífico.

O governo Lula poderia ter aproveitado muito mais as novas condições internacionais se tivesse maior clareza das conseqüências globais da emergência da China e Índia, para ter uma política de crescimento mais ativa já no primeiro mandato. Mas, além de encontrar devastada a máquina estatal de planejamento e projetos, o governo Lula pode alegar que essa clareza também faltava, ou ainda falta, a seus críticos.

Por outro lado, continuar confundindo a política social do governo Lula com políticas de caráter compensatório é o mesmo que desconhecer o caráter e os resultados reais daquela política. Pior ainda é considerá-la decorrência da admissão do Banco Mundial sobre a necessidade de juntar o social com a economia e a política, chamada de pós-Consenso de Washington. Propostas de políticas sociais de redução da pobreza fazem parte da história do PT bem antes que o Banco Mundial, diante dos problemas políticos decorrentes do neoliberalismo, decidisse ajustar suas estratégias para não perder os dedos e as mãos.

Além disso, hoje apenas os cegos continuam sem enxergar que a política social do governo Lula significou um movimento de pinça para contrapor-se à continuidade da política monetária e, mais ainda, à continuidade da política econômica em seu todo, forjando um forte apoio social entre os mais pobres. Podemos até criticar o governo Lula por haver aceso, no primeiro mandato, uma vela a Deus (os pobres) e outra ao Diabo (o sistema financeiro), momentaneamente à custa dos anjos (a classe média).

Mas não podemos negar que sua política social, embora combinada com a continuidade da política fiscal e monetária anterior, também esteve associada a uma política diferente de diversificação das exportações e serviu para criar as bases políticas, sociais e econômicas para a retomada do crescimento econômico e a adoção de uma política industrial. Podemos até reclamar que isso foi feito com lentidão, e que ela poderia ter sido associada a medidas mais eficazes de assentamentos rurais e de apoio à economia agrícola familiares. Mas, é difícil negar que, mesmo sem criar grandes atritos, ela introduziu mudanças paulatinas na política monetária.

Portanto, se quiserem ser mais consistentes, os críticos do governo Lula precisam partir da correlação real de forças no momento da vitória, em 2002, e dos resultados concretos do primeiro e segundo mandatos, num complexo processo de administração de contrários, que talvez também fosse necessário mesmo se houvesse ocorrido uma revolução no Brasil. Sem a mente aberta, tanto para os defeitos, quanto para as qualidades positivas do processo em curso, será difícil sair do clichê Lula e Pós Consenso de Washington.

Wladimir Pomar é escritor e analista político.

http://www.correiocidadania.com.br/content/view/4233/46/