Mayor salmonera mundial, de capitales noruegos, se ha visto seriamente afectada por el virus ISA:
Marine Harvest despedirá a unos 1.200 trabajadores por malos resultados en Chile
Empresa comunicó a sus empleados las medidas, que incluyen el cierre de ocho centros de mar y dos plantas.
SOLEDAD NEIRA
PUERTO MONTT.– Como una medida "dolorosa", pero que garantizará la supervivencia de la empresa, calificó la compañía Marine Harvest, la mayor productora mundial de salmón, el plan de emergencia que implementará en Chile y que implica el despido de unos 1.200 trabajadores, sobre el 25% de su planta, a partir de junio de este año.
La racionalización fue resuelta en Noruega la semana pasada, tras los negativos resultados económicos de la empresa, cuya producción es seriamente dañada por un brote de virus ISA, la anemia infecciosa del salmón.
La enfermedad, que sólo afecta a estos peces, fue detectada a mitad de 2007 y ha provocado estragos en los centros de mar en el área de Chiloé.
En un comunicado, la compañía recordó que el reporte financiero del cuarto trimestre 2007, anotó pérdidas por 418 millones de coronas noruegas (aproximadamente US$ 76 millones de dólares).
En Noruega, Leif Frode Onarheim, CEO interino de Marine Harvest ASA, precisó que "para recuperar la unidad de negocios de Chile la compañía deberá disminuir su producción en los meses venideros".
Marine Harvest Chile redujo su producción a la mitad, porque, además de los peces que enfermaron y murieron, el adelantar las cosechas de salmones que muestran síntomas del virus implicó importantes reducciones en los tonelajes.
La situación se hizo cada día más compleja a tal punto, que hay plantas que no están siendo abastecidas en forma permanente y llegará el minuto cuando no habrá peces para procesar, explican en la empresa.
La medida de cierre de ocho centros de mar, además de las plantas de Teupa, en Chiloé, y Chinquihue, en Puerto Montt, que se concretará en junio, empezó a ser notificada por las gerencias locales de la compañía a todos los trabajadores, "inmediatamente de resuelto en Noruega y con cuatro meses de anticipación", en una muestra de "compromiso y lealtad con ellos", precisó el subgerente de recursos humanos, José Pedro Álvarez.
Luego del período de cosecha marzo-junio, los trabajadores serán despedidos para cerrar "temporalmente" ocho centros de engorda de salmón atlántico. Paralelamente se cerraran cinco centros de agua dulce.
Igualmente saldrá a la venta la planta de Chinquihue, con el fin de hacer caja mientras dura la cuarentena para desinfectar las instalaciones y las aguas, proceso que, por lo menos, se extenderá por más de dos años, si es que no se siguen notificando nuevos centros infectados.
Y aunque la empresa recalcó que no se irá de la Región de los Lagos, sino que implementará un nuevo modelo de producción para recuperar la zona en el plazo más breve posible, reduciendo la carga biológica y alternando el uso de sus centros, la noticia generó inquietud en la región, por los negativos efectos que puede tener la cadena de producción que involucra proveedores, transportistas, servicios, entre otros.
El intendente Sergio Galilea, quien recibió la visita de dirigentes de los sindicatos de la empresa, dijo que esperaba que la compañía revisara su drástica decisión y expresó preocupación "por el tiempo y los plazos en que esto se operacionalice".
Galilea afirmó que espera reunirse con los máximos directivos de Marine Harvest en Chile para ver cómo resolver la situación de la mejor forma posible.
Elias Treimún, presidente del Sindicato El Teniente -uno de los tres sindicatos afectados por el ajuste, correspondiente a plantas de proceso-, dijo que esperaban de la empresa el mismo trato que darían a sus trabajadores noruegos.
Gremio salmonero
"No son buenas noticias", dijo el presidente de SalmonChile, César Barros, quien, sin embargo, justificó la medida. "Cuando las empresas están con sus márgenes disminuidos tiene que tomar medidas desde severas a muy severas", aseveró.
Recordando que la compañía es "un jugador importante dentro de la industria", hay elementos que están afectando a todos en forma transversal: la caída del precio del dólar y el alza de los insumos, especialmente del transporte, lo que afecta los márgenes de la industria en general y la deja más vulnerable.
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