"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?

sexta-feira, 17 de agosto de 2007

A praga das quintas-feiras: as crises financeiras!

Nuevo sismo bursátil internacional

Las plazas de América Latina fueron las más afectadas por la fuga de capitales

La bolsa de Sao Paulo perdió 2.58% y el real se devaluó

La Fed inyectó 17 mmdd para dar liquidez

REUTERS, AFP, DPA

Nueva York, 16 de agosto. Un jueves negro más en las bolsas mundiales. El sector inmobiliario estadunidense dio nuevas muestras de debilidad y provocó hoy un desplome en los mercados bursátiles de hasta 8 por ciento. De acuerdo con el Departamento de Comercio de Estados Unidos, el número de nuevas obras de construcción retrocedió 6.1 por ciento en julio a 1.38 millones de unidades a ritmo anual, cifra que representa menos que lo esperado y constituye el nivel más bajo desde enero de 1997.

Otra mala noticia: los permisos de construcción, que son un buen indicador de la tendencia futura de la actividad, también cayeron a su nivel más bajo desde octubre de 1996. A lo anterior se suman los problemas de la principal firma de hipotecas de Estados Unidos, Countrywide Financial, que anunció que va a endeudarse en 11 mil 500 millones de dólares para asegurar su funcionamiento.

Todos estos datos aumentaron el nerviosismo en los mercados financieros, que se cuestionan sobre la verdadera magnitud de la caída del sector inmobiliario estadunidense y sus posibilidades de afectar el crecimiento económico mundial.

La crisis inmobiliaria en Estados Unidos cobró fuerza en el primer trimestre de 2007, al crecer el número de deudores que no pudieron seguir pagando sus hipotecas, conocidas como subprime, que fueron otorgadas por diversas compañías a personas con un bajo historial crediticio. Varias de esas empresas se han declarado en bancarrota o, como en el caso de Countrywide Financial, han recurrido a apoyos financieros.

Los mercados temen que la crisis en ese sector se extienda a las demás áreas de la economía, como el consumo, y genere problemas para el crecimiento global, lo cual se reflejó en las caídas bursátiles.

América Latina fue la región más afectada, pues los mercados emergentes sufren más la fuga de capitales hacia refugios más seguros en tiempos de crisis.

La bolsa de valores de Sao Paulo descendió 2.58 por ciento golpeada por una fuerte salida de inversionistas extranjeros, e incluso llegó a caer 8.11 por ciento. Según una consultora de Brasil, Economática, el valor de mercado de 316 empresas que cotizan en esta plaza se redujo 209 mil 700 millones de dólares desde el 19 de julio, día último en que su principal indicador, el Bovespa, marcó un récord de ganancias. El real, la moneda local, se devaluó 3.1 por ciento a 2.09 reales por dólar, aunque el ministro de Hacienda, Guido Mantega, sostuvo que no es necesaria una intervención de la autoridad monetaria en el mercado de cambios. Sin embargo admitió que “no hay ninguna posibilidad de salir ileso de esas turbulencias”.

El índice Merval de la bolsa de Buenos Aires cedió 4.2 por ciento y se colocó en su nivel más bajo en 10 meses. En Chile, el índice selectivo IPSA, de la Bolsa de Comercio de Santiago perdió 4.17 por ciento. La bolsa de Colombia perdió 4.91 y la de Lima se desplomó 6.89 por ciento.

El índice Dow Jones de la bolsa de Nueva York cayó más de 2 por ciento, pero al cierre logró recuperarse y finalizó con una baja de 0.12 por ciento.

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos tuvo que destinar otros 17 mil millones de dólares al mercado financiero para asegurar su liquidez, frente a la estampida de inversionistas desatada por la crisis de las hipotecas.

También el Banco Central de Japón enfrentó la volatilidad en los mercados al inyectar este viernes (hora local en la nación asiática) unos 10 mil millones de dólares al circuito monetario.

Las bolsas europeas también retrocedieron: el índice Footsie-100 de Londres cayó 4.10 por ciento. En París el CAC-40 cedió 3.26 por ciento, mientras el Dax de Francfort perdió 2.36. La bolsa de Tokio, el principal mercado asiático, terminó en fuerte pérdida de 1.99 por ciento, y su principal índice, Nikkei 225, se situó en el nivel más bajo desde el 29 de noviembre de 2006.

En otro de los grandes mercados asiáticos, el de Corea del Sur, la bolsa de Seúl se desplomó 6.93 por ciento, el mayor de su historia. Shanghai acusó una caída de 2.14 por ciento, mientras Hong Kong cerró con retroceso de 3.3 por ciento.

La bolsa de Manila cerró con una pérdida de 6.01 por ciento; Taipei -4.56, y en India, la bolsa de Bombay se desplomó 4.28 por ciento.

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