"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?

domingo, 22 de março de 2009

Mundo sem crise

La resistente economía india

by Shashi Tharoor

NUEVA DELHI -  Mientras las economías más desarrolladas del mundo caen en lo que ya se está denominando la Gran Recesión, a comienzos de año India dio a conocer una nueva estimación del crecimiento del PGB para el año fiscal 2008-2009. Su proyección fue de un saludable 7,1%.

Llama la atención de que, entre las sombrías cifras que abundan hoy en los mercados mundiales, no hay temores de que se produzca una recesión en la India. Incluso los más pesimistas hablan de un menor crecimiento positivo.

Se trata de un cambio notable para una economía que por años se arrastró a lo largo de lo que se llamaba irónicamente el “índice indio de crecimiento” (cerca del 3%) mientras gran parte del resto de Asia crecía a un ritmo mucho mayor. Por más de cuatro décadas después de la Independencia de 1947, India sufrió la economía del nacionalismo, que hacía equivaler la independencia política con la autosuficiencia económica, relegando así al país al proteccionismo burocrático y al estancamiento.

Sin embargo, desde 1991 India ha liberalizado su economía y se ha beneficiado de la globalización. La acción pionera de sus expertos en tecnologías de la información, ingenieros de software y operadores de centros de llamadas ha convertido al país en un ejemplo de éxito económico.

India ha multiplicado sus niveles de ingreso per cápita varias veces desde 1950, y en los últimos años lo ha hecho a un ritmo más rápido que el del Reino Unido o Estados Unidos durante la revolución industrial y después de ella.

En los últimos 15 años, India ha sacado a más personas de la pobreza que en los 45 años anteriores: un promedio de 10 millones de personas al año en la pasada década. El país ha prosperado visiblemente y, a pesar del crecimiento demográfico, el ingreso per cápita ha aumentado a un ritmo mayor que nunca. Es improbable que la actual crisis económica cambie este rumbo.

El sistema financiero de India sufre de pocos de los creativos y riesgosos instrumentos derivados que han causado tantos problemas en Occidente. Una tradición de normativa bancaria conservadora y un inflexible Gobernador del Banco de la Reserva (el banco central de la India) aseguraron que los bancos indios no adquirieran las deudas tóxicas que surgen de los préstamos hipotecarios de alto riesgo,  los canjes de créditos impagos y los precios de viviendas artificialmente altos que acabaron por ser letales para los bancos occidentales.

Por tanto, el que hubiera un efecto negativo de los problemas financieros estadounidenses en los mercados de valores indios fue un temor sin demasiadas bases, ya que no ellos tenían relación con el valor eral de las compañías indias. La baja de los valores indios reflejó problemas de liquidez de los inversionistas extranjeros: se retiraron de las carteras que tenían en la India porque necesitaban ese dinero en sus lugares de origen, no porque no les reportaran utilidades.

Por supuesto, las economías que hoy dependen de la inversión extranjera se verán afectadas, ya que estos inversionistas cuentan con menos capital que invertir. No obstante, hay dos razones para confiar en que India capeará la tormenta.

En primer lugar, India posee considerables recursos propios que puede aprovechar para su crecimiento, y ha demostrado ser capaz de canalizar los ahorros internos para convertirlos en inversiones productivas. En segundo lugar, una vez que las cosas comiencen a estabilizarse en Occidente, los inversionistas que estén a la búsqueda de un lugar donde colocar su dinero volverán a dirigir sus miradas a India, debido a sus oportunidades de crecimiento y al enorme tamaño de su mercado.

Habiendo dicho eso, India ha dependido mucho menos de la inversión extranjera directa (IED) que China, y hasta ha exportado IED a los países de la OCDE. A pesar de ser vista como un caso emblemático de los beneficios de la globalización, India no depende excesivamente de los flujos globales de comercio y capitales. Menos del 20% de su PGB depende del comercio exterior, y su gran y sólido mercado interno da cuenta del porcentaje restante.

El sector privado de India es eficiente y tiene espíritu de iniciativa, y ha demostrado poseer habilidades de gestión y capital para controlar y administrar recursos en los sofisticados mercados del Occidente desarrollado. Claramente, India cuenta con los sistemas básicos que necesita para hacer funcionar una economía del siglo veintiuno en un mundo abierto y en proceso de globalización.

Obviamente, los ataques terroristas ocurridos a fines de noviembre complican la historia. Los terroristas atacaron la capital comercial de la India y centro neurálgico de su sistema financiero, una ciudad emblemática del decidido impulso del país hacia el siglo veintiuno. Golpearon en símbolos de la prosperidad que ha convertido a la India en un país tan atractivo para el mundo en globalización, un imán tanto para inversionistas como turistas. De hecho, al atacar los hoteles preferidos por visitantes y hombres de negocios extranjeros, socavaron la confianza de quienes India necesita para dar continuidad a su éxito. Puede que el terrorismo haga que se prolongue un poco el tiempo que India necesite para recuperarse de la crisis económica.

Sin embargo, el país ya muestra signos de recuperación. Los hoteles atacados y quemados en noviembre reabrieron sus puertas un mes más tarde. Los inversionistas están regresando, y la IED entrante este año fiscal superará los 25 mil millones de dólares recibidos en 2007-08. A fines de febrero, el Primer Ministro indio Manmohan Singh aseguró al Parlamento que “India emergería como el país del mundo menos afectado por la crisis económica actual”.

Así, para quienes buscan señales de recuperación de la crisis económica global, India sigue siendo el lugar que hay que observar. Según la evaluación anual de Perspectivas Económicas Globales, realizada por el Banco Mundial, su economía incluso podría triplicarse en tamaño en los próximos 15 a 20 años. Puede que para entonces unos cuantos barriobajeros más se hayan convertido en millonarios.

Shashi Tharoor fue Vicesecretario General de las Naciones Unidas.

http://www.project-syndicate.org/commentary/tharoor18/Spanish

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