China impide a Coca-Cola realizar la mayor compra de la historia del país
La firma estadounidense de bebidas refrescantes Coca-Cola se ha convertido en la primera gran empresa extranjera que sufre los efectos de la nueva ley antimonopolio aprobada por el Gobierno chino en agosto del 2008.
El Ministerio de Comercio chino anunció ayer que la multinacional estadounidense no podrá llevar a cabo su proyecto de comprar la principal empresa de zumos del país, China Huiyan Juice Group. Considera que de concretarse la operación, Coca-Cola "se colocaría en una posición dominante en el mercado nacional y los consumidores podrían tener que aceptar unos altos precios fijados por la compañía, ya que no tendrían otra opción".
Con esta decisión, Pekín ha dado al traste con la estrategia de la firma de Atlanta para crecer en el tercer mercado mundial de bebidas, después de Estados Unidos y México. En otoño, había ofrecido 2.400 millones de dólares (unos 1.850 millones de euros, al cambio actual) por el grupo Huiyuan.
De haberse cerrado la operación -la más importante de la marca de bebidas de Estados Unidos en China-, Coca-Cola habría acaparado la mayor parte del mercado local. A su cuota del 12% en el mercado de zumos de frutas y vegetales habría sumado el 42% que controla Huiyuan. A ello se añadiría su 52,5% en el sector de las bebidas carbonatadas.
Tras conocer la decisión, Coca-Cola expresó su desilusión. "Estamos decepcionados, pero respetamos la decisión", declaró ayer su presidente Muhtar Kent en una nota de la empresa.
La resolución del Gobierno chino respecto a una operación que aspiraba a ser una de las mayores en la historia del país sentó como un jarro de agua fría entre las firmas extranjeras con intereses en China. La iniciativa de Coca-Cola era observada como una prueba sobre el celo de las autoridades chinas ante el desembarco de compañías foráneas.
El Gobierno chino impulsó la ley antimonopolio para blindar de las empresas extranjeras aquellos sectores que considera estratégicos, como defensa, energía o siderurgia. No obstante, también se ha revelado eficaz para evitar que otros mercados, como el de la alimentación y bebidas, caigan en manos foráneas.
Según los analistas, la decisión adoptada por Pekín podría convertirse en un arma de doble filo. "Indica que la compra de firmas chinas por extranjeros no serán bien vistas por el Ministerio de Comercio, pero las empresas chinas que quieran hacer negocios en el extranjero también podrían hallar respuestas adversas", declaró Lester Ross, del bufete de abogados WilmerHale en Pekín.
En este contexto, el Banco Mundial (BM) ha instado al G-20 -que agrupa a los principales países desarrollados y en vías de desarrollo, que se reunirán el 2 de abril en Londres- a fortalecer su posición en contra del proteccionismo, a la vista de la creciente amenaza de las barreras comerciales sobre la economía global. En un informe difundido ayer, las autoridades del BM denuncian que 17 de los veinte países que en ocasión de la cumbre de Washington de noviembre se comprometieron a no practicar políticas proteccionistas en un plazo de doce meses han introducido desde entonces un total de 47 medidas que restrigen el libre comercio.
Nenhum comentário:
Postar um comentário