Economía
Asunción, Paraguay, Domingo 09 de Noviembre de 2008
Se vienen épocas de vacas flacas
Como no hay mal que por bien no venga, todos aquellos que afirman que la exportación agropecuaria no beneficia al país ahora tendrán la oportunidad de probarlo. La crisis internacional golpeará fuerte al campo. Algunos ya calculan que los ingresos por ventas externas de productos del agro caerán a la mitad, alrededor de 1.200 millones de dólares. Según aquella teoría, esto no debería afectar al bienestar de la población. Lamentablemente, difícilmente ese sea el caso.
Mientras en todo el mundo se entra en recesión, las autoridades paraguayas no parecen darse por enteradas. Al menos públicamente, ni el Banco Central ni el Ministerio de Hacienda han hecho correcciones en las estimaciones de crecimiento económico ni han anunciado medidas especiales. Solo el viceministro de Administración Financiera, Miguel Gómez, ha admitido indirectamente que esperan una retracción, al pedir que no se incrementen los gastos fijos del presupuesto 2009 ante la eventualidad de una caída de los ingresos tributarios.
Pero en el sector privado no solo se tiene la certeza de que la crisis va a llegar, sino que ya se están sintiendo sus claros efectos, sobre todo en términos de dificultades de comercialización de productos agropecuarios y contracción del financiamiento para la producción.
Millones de toneladas paradas en los silos
En este mismo momento hay 1 millón de toneladas de trigo y 1 millón 200 mil toneladas de maíz abarrotando los silos sin poder colocarse en los mercados externos, en gran medida porque en ellos, a su vez, no hay financiamiento para comprar.
Simona Cavazzutti, presidenta de la central nacional de cooperativas Unicoop, dijo que en los veinticinco años que se dedica a la actividad agrícola nunca ha visto algo igual. De seguir así la situación, y no hay razones por ahora para esperar lo contrario, temen que tendrán que terminar rematando el stock a cualquier precio, muy por debajo del costo de producción.
También comentó que hay serias dificultades en el flujo de recursos financieros para la próxima campaña, especialmente debido a que las empresas multinacionales, que participan activamente en la financiación de pequeños y medianos productores, reciben indicaciones de sus matrices de suspender toda actividad hasta nuevo aviso por efecto de la crisis internacional.
La mayoría de las cooperativas ya ha comprado insumos y podrá manejarse, pero hay muchísimos productores que no saben cómo encarar la próxima siembra, dijo Simona. La consecuencia sería una caída importante de la productividad por falta de dinero para adquirir fertilizantes y agroquímicos.
Desfase en márgenes
Un problema adicional es un desfase en los márgenes. Los costos de producción de la presente campaña han sido muy altos, ya que los precios de los insumos habían subido muchísimo acompañando los también muy altos precios de los commodities agrícolas y el petróleo. Sin embargo, la producción se venderá a precios mucho menores de los previstos inicialmente. La cotización de la soja, por ejemplo, ha bajado de más de 580 a 335 dólares la tonelada.
Con los valores actuales, el punto de equilibrio se alcanza con una productividad de 2.800 kilos por hectárea en el caso de la soja, cuando la media nacional es de 2.600, señaló el ingeniero Luis Enrique Cubilla, asesor agrícola de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Aunque se espera que ahora bajen los precios de los insumos, el desfase ya ha ocurrido, de lo que se desprende que muchos tendrán pérdidas. No obstante, Cubilla pide a los productores que no dejen de invertir en tecnología y en el cuidado de los suelos y de sus cultivos, porque si la productividad cae todavía más, las pérdidas futuras serán aun mayores.
Caída de 1.200 millones de dólares
El economista Manuel Ferreira es uno de los que estima que la caída de los ingresos por exportaciones, solo del sector agropecuario y sus principales derivados, oscilaría entre 900 y 1.200 millones de dólares, dependiendo del pesimismo o el optimismo que uno le atribuya a las distintas variables. La cifra representa la mitad de las exportaciones agropecuarias y el 35 por ciento de las exportaciones totales del período mayo 2007-abril 2008.
La paralización actual ya es preocupante, pero mucho más lo es la falta de financiamiento para la próxima campaña, dice Ferreira. El y su equipo están calculando una reducción de aproximadamente 200.000 toneladas en la producción de soja (de 6,8 a 6,6 millones de toneladas) y de un 30 por ciento en el área sembrada de trigo y maíz, “aunque hay gente que está mucho en el tema que dice que 30 por ciento es lo que se va a sembrar, o sea que va a haber una caída del 70 por ciento”.
Desplome de precios
A la menor producción hay que agregarle la caída de los precios, subrayó. La cotización de la soja, como mencionamos más arriba, se redujo más del 40 por ciento, aunque en los últimos días muestra señales de un pequeño repunte. El trigo estaba a 330 dólares la tonelada y ahora está a 180, y el maíz estaba a 240 dólares la tonelada y actualmente se compra a 140 o menos.
Carne vacuna
La carne vacuna también atraviesa inconvenientes, por la devaluación en Chile y Rusia, los dos principales mercados, lo que redujo la competitividad y las ventas nacionales del producto. Además, ambos países se han visto fuertemente afectados por la crisis financiera mundial, por lo que disminuyeron su demanda. La moneda paraguaya ahora también se está devaluando, pero ya tarde, porque ambos mercados ya completaron su stock, indicó Ferreira.
Con estas perspectivas, los precios de la carne de exportación, que estaban en 4.000 dólares la tonelada aproximadamente, se espera caigan a unos 2.500 dólares la tonelada.
En contrapartida, bajarán los precios internos. Explicó Ferreira que muchos reservaron su ganado para aprovechar la primavera y vender con más kilos, por lo que se espera mucha oferta en el mercado a fin de año y principios del año entrante.
Estos son los rubros principales, pero la crisis golpeará a todo el sector agropecuario, muy en particular a los segmentos orientados a la exportación, lo que, a su vez, tendrá efectos en todo el resto de la economía, como también en la calidad y cantidad del empleo y los índices de pobreza.
Salvo que sea cierta la teoría de la que hablábamos al principio, en cuyo caso no hay de qué preocuparse.
http://www.abc.com.py/2008-11-09/articulos/468004/se-vienen-epocas-de-vacas-flacas
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