"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?

sábado, 15 de novembro de 2008

Bush e a Índia

La India disiente de la Obamanía

by Pramit Pal Chaudhuri

NUEVA DELHI – La India es uno de los pocos países, la mayoría concentrados en Asia y África, en los que el sentimiento a favor de los Estados Unidos aumentó, en realidad, durante el gobierno de George W. Bush. Aun así, hubo más indios a favor de la elección de Barack Obama que de la de John McCain. ¿Cómo se puede explicar esa aparente contradicción?

En el fondo del éxito del gobierno de Bush en la India estaba la creencia de que este país era una nación cuyo ascenso era beneficioso para los intereses de los Estados Unidos, lo que movió a Bush a procurar ajustar el orden internacional en provecho de la India, muy en particular negociando una exención del Tratado de No Proliferación Nuclear para la India. El resultado claro fue una relación indoamericana más estrecha y una opinión positiva sobre Bush que prevaleció sobre acciones impopulares, como, por ejemplo, la invasión del Iraq.

La elección de Obama –el éxito de un miembro de una minoría no blanca en la democracia más antigua del mundo– ha cautivado la imaginación de muchos indios. Lo jalean los medios de comunicación y las clases intelectuales. Entre los partidarios más fervientes de Obama en los EE.UU. ha figurado la comunidad indoamericana, compuesta por casi tres millones de personas. Según dijo un asesor de Obama, “no se puede dar un paso en el bando de Obama sin pisar un pie a un indoamericano”.

Antes de las elecciones, muchos indios no podían creer que un afroamericano fuera a ser elegido jamás para residir en la Casa Blanca. Su elección ha aumentado –como era inevitable– el prestigio de los EE.UU. como tierra de auténticas oportunidades, una nación cuyos credenciales multiculturales son tan grandes –si no más– como los de la poliglota y poliétnica India.

El mayor escepticismo sobre una presidencia de Obama corresponde a la minoría estratégica india, centrada en la promoción de los intereses económicos y políticos de la India en el mundo entero, que encontró un aliado en pro de esa causa en Bush. Sean cuales fueren las credenciales étnicas de Obama, el gobierno de la India ha advertido en sus declaraciones motivos para creer que no lo apoyará tanto como Bush.

En primer lugar, la India recela que  el gobierno demócrata incluirá a los mismos partidarios de la no proliferación nuclear que se opusieron a la exención propuesta por Bush. Obama ha dicho públicamente que se propone hacer lo posible por conseguir un tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares, al que la India se opone, porque su capacidad de disuasión nuclear sigue siendo incompleta.

En segundo lugar, Obama ha atacado la contratación externa de servicios en lugares como la India y la relocalización de empleos manufactureros a Asia en conjunto. Además, sus asesores indican que procurarán incorporar disposiciones sociales, como las normas laborales, a las futuras negociaciones comerciales internacionales. Aunque los candidatos suelen dar marcha atrás de sus posiciones proteccionistas, una vez que llegan al poder, el control por los demócratas de las dos cámaras del Congreso puede que no deje ese margen a Obama.

En tercer lugar, se ha dicho que un gobierno demócrata situará el cambio climático en una posición prominente de su política mundial. Si se centra en mitigar la producción de carbono con medios tecnológicos, no habrá grandes motivos de preocupación. Sin embargo, si la  política se inclina por medidas más coercitivas, como, por ejemplo, la aplicación de aranceles al carbono y similares, es probable que el resultado sea la conversión del cambio climático en una lucha por la seguridad energética. Además, enfrentará a los grandes emisores de carbono del futuro, la India y China, con contaminadores actuales como los EE.UU. y Europa.

Por último, las conversaciones con algunos asesores de Obama y sus discursos indican que en los próximos años la preocupación principal de Washington en materia de seguridad serán el Afganistán y el Pakistán. “El del Iraq es un problema del pasado”, dijo un asesor a un auditorio indio hace unas semanas.

Según los asesores de Obama, la esencia del problema es la neurosis en aumento del régimen pakistaní. El Pakistán padece una guerra intestina y es propenso a ver conspiraciones contra él por parte de prácticamente todos sus vecinos y con frecuencia de los EE.UU. En este momento, una importante preocupación en este último país es la de disipar esos temores. Un elemento de esa política sosegadora, según ha dicho repetidas veces Obama y la más reciente ha sido en una entrevista televisiva, es el de “intentar resolver la crisis de Cachemira para que, en lugar de en la India, [el Pakistán] se centre en la situación de esos militantes”.

Se trata de un objetivo sensato y los dirigentes de la India reconocerán que redundaría en su provecho, pero cualquier proceso de paz sobre Cachemira que se vea como consecuencia de la presión de los EE.UU. estará políticamente muerto al llegar a la India. Cachemira es un campo de minas diplomático. Un paso equivocado al respecto podría dar como resultado una congelación de las relaciones indoamericanas durante años.

En última instancia, existen indicios de que el nuevo gobierno de Obama procurará restablecer un status quo internacional anterior a la presidencia de Bush: entre otras cosas, restablecer los lazos con Europa, reforzar el régimen de no proliferación nuclear y posiblemente devolver a China el carácter de eje de la política de los EE.UU. en Asia. En ese caso, la cuestión para la India será la de si con ello se reduce el espacio internacional que el país obtuvo con Bush.

En ese caso, es muy probable que un sector en el que el gobierno de Obama no conseguirá avanzar será en el de la intensificación de la relación indoamericana, aparte de la esfera estrictamente económica.

Pramit Pal Chaudhuri es jefe de redacción del Hindustan Times y miembro del Consejo Internacional de la Asia Society.

http://www.project-syndicate.org/commentary/chaudhuri3/Spanish

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