"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?

sexta-feira, 30 de abril de 2010

Argentina sendo enquadrada pelo FMI através do G-20, o que mudou então?

30.04.2010Clarín.comOpinión

El G-20 exigió cumplir con la auditoría del Fondo

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El Comité Monetario y Financiero del organismo internacional requirió que el país admita la revisión técnica de la economía, la cual no se realiza desde el año 2006.

Por: Marcelo Bonelli

Los ministros de Finanzas de las principales economías del mundo y que comandan el Grupo de los 20 lanzaron un ultimátum a la Argentina. En conjunto, exigieron en Washington que nuestro país acepte y permita una auditoría de su economía por parte del Fondo Monetario Internacional.
Lo hicieron a través de un comunicado oficial del Comité Monetario y Financiero del FMI. En su texto dice explícitamente lo siguiente: "Pedimos a los países miembros que cumplan sus obligaciones en el marco del Artículo IV del Convenio Constitutivo." También, los influyentes ministros fijaron un plazo para la revisión: "Esperamos con interés la oportunidad de examinar en nuestra próxima reunión un informe sobre los avances concretos logrados." En otras palabras, la auditoría se debería hacer en un plazo de cinco meses, antes que se realice, entre septiembre y octubre, la próxima Asamblea Anual del FMI.
Así se confirma el anticipo de Clarín. Los ministros de Finanzas tuvieron la prudencia de no mencionar a la Casa Rosada. Pero aludieron claramente a la Argentina porque es el único de los socios del Grupo de los 20 que no aceptó aún auditorías. También es una excepción entre los 185 países miembros del Fondo Monetario. No autoriza una auditoría de su economía desde el 2006 y comparte esa posición sólo con Venezuela, Senegal, Haití y Sudan.
Una mención similar iba a realizar el G- 20, pero al final sus miembros prefirieron canalizar la cuestión por el Fondo Monetario. Los miembros que comandan el G-20 y los que mandan en el Comité del FMI son exactamente los mismos: los ministros de las naciones industrializadas.
La sutileza alegró falsamente a funcionarios como Hernán Lorenzino y al embajador Héctor Timerman, que se empeñaron en ocultar la realidad. Pero ese alivio sólo es fruto del desconocimiento que tienen de cómo se maneja el poder en los centros financieros internacionales.
El taxativo reclamo del Comité Monetario y Financiero fue el corolario de una reunión el sábado en Washington. Un encuentro al que insólitamente Amado Boudou no asistió para defender la postura de Argentina. La presión del G-20 y el FMI para auditar la economía argentina obedece a dos cuestiones. Primero, consideran políticamente inadmisible que no se sujete a los parámetros que aceptan todas las naciones. Pero la insistencia se debe fundamentalmente a las suspicacias que existen después del "agujero negro" y los déficits ocultos que se encontraron en Grecia. En Washington y Europa temen que el rechazó sistemático a una auditoría por parte de la Casa Rosada sea para ocultar datos reales y negativos de la economía argentina.
El G-20 y el Comité del FMI están integrados por los mismos funcionarios internacionales. Entre los firmantes del documento que reclama que Argentina audite sus cuentas se encuentran los ministros de Finanzas más poderosos del planeta: James Flaherty (Canadá), Timothy Geithner (Tesoro de los EE.UU.), Naoto Kan (Japón), Christine Lagarde (Francia), Joerg Asmussen (Alemania) y Giulio Tremonti (Italia). También firmaron los ministros supuestamente aliados de México, Chile y Brasil. Por eso Boudou encabezó una misión externa que le generó un fuerte desgaste político.
El ministro sufrió un deterioro durante la crisis del BCRA, pero remontó posiciones con sus enfrentamientos con la oposición. La consideración de Néstor Kirchner sobre Boudou mejoró después del cruce con Gerardo Morales y la trifulca con Claudio Lozano. Pero el terreno que ganó por errores de la oposición, lo dilapidó en su misión al Fondo. Boudou sondeó el viernes con Nicolás Eyzaguirre la posibilidad de acordar el envío acotado de una misión a Buenos Aires. La propuesta argentina no avanzó y eso frustró una reunión con Dominique Strauss-Kahn. Los tecnócratas del FMI consideran inadmisible una "revisión acotada y negociada", como la que sugirió el ministro.
Fue ahí que se buscó un camino intermedio y se anunció el envío de una misión técnica sólo para monitorear al INDEC. Boudou conoce las presiones del G-20 y por eso apuntó a mantener viva una mínima negociación.
El ministro sabe que sin auditoría del FMI, el Gobierno le otorga argumentos a quienes quieren expulsar a la Argentina del G-20. También, que sin aval del FMI será imposible resolver la deuda con el Club de París. Pero el atajo que Boudou pactó en Washington generó una dura desautorización política de Néstor Kirchner. El ex presidente exigió que el Palacio de Hacienda desmienta el envío de la misión y rompa el acuerdo entre Boudou y Eyzaguirre. El traspié reflejó las impericias constantes que muestra el equipo económico.
Una misión exclusiva sobre el INDEC sería mucho más crítica que una revisión general de la economía, en la cual Argentina tiene para mostrar el crecimiento.
El episodio demostró también la falta de solidaridad y las fuertes internas que existen en el Palacio de Hacienda. Juan Carlos Pezzoa no comparte las iniciativas y el imprudente afán de figuración del ministro y Roberto Feletti también trata de diferenciarse. Por eso el ministro apuesta todo al éxito del canje para remontar la cuesta. En la intimidad reconoce que aspira a ser candidato a la gobernación de Buenos Aires. El sacudón en Europa afectó el valor de la propuesta de canje de la deuda. Ayer era de 49 dólares por cada 100 en default. Pero nada cambiará el futuro: se espera una adhesión del 75%. Porque a pesar del recorte en la utilidad, la oferta sigue siendo muy generosa para los banqueros y bonistas del exterior.
Copyright Clarín, 2010.

http://www.clarin.com/diario/2010/04/30/opinion/o-02189563.htm

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