¿De qué nos sirve el Mercosur?
Desde hace unas semanas, miles de containers quedaron varados en Argentina por un conflicto gremial, que el viernes dio una “tregua” y habilitó el paso de mercaderías por cinco días. También en la semana que pasó, camioneros argentinos (y en represalia los paraguayos) bloquearon el paso desde y hacia Paraguay en el cruce fronterizo de Puerto Falcón.
por
El cruce fronterizo en Puerto Falcón está totalmente bloqueado.
Fuente: ABC Color - Jorge Rolón
Con el tiempo, seguramente, esto será considerado como un incidente “mínimo” entre los dos países.
Argentina, a través de su embajador Rafael Romá, se niega a admitir que el conflicto es entre Estados y afirma que es “entre gremios”.
Es de hacer valer la posición del Paraguay, que se niega a asistir a la Cumbre del Mercosur a realizarse en Foz de Yguazú en caso de que la solución (marítima) no tenga un corte definitivo.
Sin embargo, el caso de los camioneros, quienes hasta hoy siguen bloqueando el paso por Puerto Falcón, es más delicado.
Los argentinos exigen que el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) de nuestro país otorgue la Acreditación Fitosanitaria de Importación (Afidi) a cientos de bolsas de hortalizas que no pueden ingresar al Paraguay desde hace 15 días.
Los camioneros paraguayos, hartos de no poder pasar por culpa de los “hermanos” argentinos, decidieron bloquear con sus elementos de trabajo el citado cruce.
Mientras no ceda una de las partes, el conflicto seguirá.
“El Mercosur nos agobia, nos aísla, nos deja de lado”, decía el viernes el senador colorado Hugo Estigarribia. Cuánta verdad.
No es su gente: no son los ciudadanos argentinos y brasileños (popes del bloque) quienes tienen la culpa. Son sus gobiernos quienes, en forma hipócrita, firman tratados y acuerdos que quedan estampados en papel.
Tanto se pregona en esta parte del mundo la unión entre sufridos países, la unidad ante el “Imperio”, y la hermandad latinoamericana, cuando nosotros, los paraguayos, sufrimos el bloqueo de nuestro propio cruce fronterizo y el impedimento de que miles de cargamentos no lleguen a nuestro país, lo que pone en riesgo el trabajo de unos cuantos miles de compatriotas.
Doscientos años después vuelven a aparecer los fantasmas del agobio de aquellos países cuyos Gobiernos alguna vez quisieron aniquilarnos o que nos convirtamos en provincias.
Los paraguayos debemos depender de nosotros mismos y aprender a no aceptar migajas.
Los paraguayos debemos empezar a creer que nosotros podemos más.
Nenhum comentário:
Postar um comentário