Condoleezza Rice: “Gracias al radar podremos defendernos de Irán”
En su fugaz paso por Praga, Condoleezza Rice, la secretaria de Estado de EE.UU., firmó el acuerdo sobre el emplazamiento de un radar antimisiles en territorio checo, que es rechazado por la mayoría de la población, por la oposición y por los rusos.
Todo fueron sonrisas, festejos, aplausos y brindis en la ceremonia de firma del acuerdo del radar entre los jefes de la diplomacia estadounidense y checa, Condoleezza Rice y Karel Schwarzenberg, realizada la tarde del martes, en Praga.
La secretaria de Estado estadounidense sostuvo que este acuerdo era un hito que respondía a las necesidades propias y de sus aliados para la defensa ante un enemigo común.
“Este es un acuerdo que nuestros aliados de la OTAN apoyan, como trascendió en la pasada cumbre de Bucarest, porque la defensa antimisiles hoy en día apunta contra aquéllos que nos amenazan a nosotros. Le hemos explicado a las autoridades rusas que todos enfrentamos amenazas de estados como Irán, que continúa trabajando en misiles de largo alcance y nosotros debemos estar en una posición para responder”.
Condoleezza Rice agregó que con la ayuda de sus aliados checos, esa capacidad de respuesta ante las amenazas de estados hostiles era hoy en día más firme, y le agradeció a su homólogo checo por haber llevado las negociaciones a buen puerto.
Pero la verdad es que el futuro del proyecto es todavía incierto. El emplazamiento del radar estadounidense en territorio checo no es aceptado por la población, según los últimos sondeos de opinión pública, que muestran cerca de un 70 por ciento de rechazo. En el mismo momento en que Rice firmaba el acuerdo con los checos, miles de ciudadanos protestaban en las calles contra el mismo.
Tampoco está clara la aprobación parlamentaria, porque la oposición ha cerrado filas en torno al no. El Gobierno necesita más de la mitad de votos para sacar adelante el proyecto y las cifras todavía no calzan.
Quien sí está a favor del radar es el ex presidente Václav Havel, un aliado histórico de Washington.
“El Parlamento tiene dos opciones: aprobar o no el radar. En caso de rechazarlo, constituiría una amenaza significativa para la seguridad de las futuras generaciones. En caso de dar luz verde al radar, significaría un paso positivo que tendría que ser respetado por los próximos gobiernos”, indicó Havel.
Rusia, en tanto, reaccionó diciendo que tomaría medidas militares si el compromiso checo-estadounidense seguía adelante, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país. “Si cerca de nuestras fronteras se construye un escudo antimisiles estadounidense, nuestra reacción no será diplomática sino militar”, fue parte del comunicado ruso.
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