Clarin: Dunga foge da Argentina

COPA AMERICA: GRUPOS C Y B : EL DT BRASILEÑO SE PONE DE MAL HUMOR CUANDO SE LE HACE ALGUNA REFERENCIA AL EQUIPO DE BASILE

A Dunga no le gusta nada que le hablen de Argentina

Un periodista brasileño reveló que "a Dunga nunca le simpatizó Argentina".

Waldemar Iglesias PUERTO LA CRUZ. ENVIADO ESPECIAL
wiglesias@clarin.com

Dunga es la cara de este Brasil. Ahora, en el anexo del estadio General Anzoátegui, camino a la práctica del plantel, luce toda la seriedad que puede caber en un solo rostro. Quienes siguen el recorrido del scracht en esta Copa América pueden dar fe: Dunga nunca sonrió desde que llegó a territorio venezolano. Hay razones: el equipo juega peor que mal, y escucha y lee críticas desde todos los orígenes. El diario O Globo señaló respecto de la victoria ante Ecuador (1-0 en Puerto La Cruz): "Pésima actuación". La impresión, además, es generalizada. De todos modos, hay algo que lo pone peor a Dunga: que le hablen, que le pregunten, que le mencionen a la Argentina.

Sucede en cada ocasión que se lo consulta respecto del equipo de Alfio Basile o con relación a cualquier particularidad del fútbol argentino. Pasó en casi todo momento desde su llegada a Puerto La Cruz. Volvió a tener un episodio similar tras la clasificación en el segundo puesto del Grupo B, que le garantizó evitar a la Argentina hasta la eventual final. Le preguntó Clarín:

-El segundo puesto le permite evitarse a la Argentina en los cuartos y en las semifinales. ¿Lo deja tranquilo este escenario?

-Yo no tenía la bola de cristal para determinar cuál iba a ser el rival...

-Pero no hacía falta la bola de cristal para saber que el segundo de este grupo evitaba a la Argentina...

A Dunga no le gustó la aclara ción. Puso su peor cara de ogro y dijo: "¿Va a responder usted o yo?" Después, alejó el micrófono y esperó una pregunta que no estuviera vinculada con ese tema que busca evitar: Argentina.

Por lo bajo, luego de la práctica, un periodista brasileño que prefiere que no se publique su nombre, comenta: "A Dunga nunca le simpatizó Argentina". Quizá se trate de un recuerdo lejano, pero no difuso: aquella tarde de Turín, en 1990, cuando un Diego Maradona mágico y con el tobillo hinchado lo dejaba mirando el pase preciso y precioso para el gol decisivo de Claudio Caniggia. Quizá desde entonces, al ahora DT del seleccionado verdeamarelo le resulta incómodo vincularse con el estigma albiceleste.

Sin embargo, ya en su ciclo de técnico, obtuvo un notable 3-0 en el recorrido previo a esta Copa América. Y ahora, más allá de mostrarse reticente, tiene a la Argentina en la cabeza, en su horizonte imaginario. Hay otro motivo que impulsa esta sensación para Dunga: Argentina es la amenaza respecto de su objetivo de ganar la Copa América para legitimar su espacio. Más allá del respaldo que tiene de la Confederación Brasileña, la prensa, el hincha común y la gente del fútbol lo miran de reojo. No entusiasma a nadie. Y este torneo puede resultarle el mejor de los respaldos a su gestión y la respuesta perfecta a las críticas respecto de su nula experiencia como DT. Así lo vive el técnico: como una cuestión primordial.

Parece tenso Dunga, también ahora, durante la práctica. Unos metros más allá, su único crack inobjetable -Robinho- hace una pirueta con la pelota. Y la repite. Parecen habitantes de distintos planetas. Robinho tiene una sonrisa ancha y relajada. A Dunga parece que le hubieran hecho otra pregunta sobre Argentina.