Relaciones entre Bolivia y Brasil
Se anuncia para el 12 de diciembre la llegada del presidente de Brasil, Luiz Inacio “Lula” da Silva, que se propone hablar con el presidente Evo Morales sobre el gas natural y otros temas de interés bilateral. Al margen de los éxitos de Petrobras en territorio brasileño, sobre todo en la plataforma submarina, Brasil necesita comprar el gas boliviano, sujeto a un contrato que debe durar hasta el 2019.
Este año las relaciones de los dos países fueron marcadas por las medidas que adoptó el gobierno boliviano respecto de las empresas petroleras y que concluyeron en la redacción de nuevos contratos, con la vigencia de un régimen tributario diferente.
El momento más difícil fue cuando se produjo la recompra de las dos refinerías que habían sido adquiridas por la empresa Petrobras en el proceso de privatización que condujo el gobierno de Hugo Banzer Suárez.
Circularon versiones sobre la posibilidad de que Brasil decida romper el contrato de compra de gas para no depender de la oferta boliviana, que se había mostrado llena de sorpresas, cambios de marcha y un clima de incertidumbre.
Pero en los últimos días, el propio Presidente de Brasil se ocupó de aclarar que su país se propone seguir comprando gas boliviano, porque gran parte de su actual demanda interna es atendida a través de ese contrato.
Este anuncio fue acompañado con informaciones precisas sobre la determinación de Petrobras de volver a invertir en Bolivia con el ritmo y la intensidad de antes de las reformas aplicadas por el Gobierno respecto de los contratos. Y, además, se aliará con YPFB para tareas de exploración.
Para comenzar, la empresa brasileña anuncia que invertirá 40 millones de dólares para aumentar la producción del campo San Antonio, por lo menos en cuatro millones de metros cúbicos diarios.
La producción de gas del país, estancada desde el 2003, podría volver a incrementarse y así se eliminarían los problemas de desabastecimiento que incluso afectan al mercado interno.
Por el momento, la inversión de Petrobras se presenta como la única que se concreta de inmediato, en medio de una larga lista de promesas de inversión que no se cumplieron en los dos últimos años. Pero será preciso que el gobierno nacional plantee al presidente Lula otros temas de interés para Bolivia y que tienen que ver con el gigante vecino.
Los temas de interés para Bolivia forman una muy larga lista. Pero quizá sea preciso comenzar por resolver los problemas de los miles de ciudadanos bolivianos que viven en Brasil, el proyecto de construcción de dos represas sobre el río Madera y el tantas veces aplazado proyecto de construcción de una planta gas-química en Puerto Suárez por parte de la empresa Braskem.
Bolivia y Brasil tienen una larga lista de temas de interés común, que surgen de la extensa frontera que comparten. Establecer un buen nivel de relaciones diplomáticas convendría a Bolivia tanto como a Brasil.
Un acercamiento con el gigante vecino ayudaría, además, a que Bolivia recupere el perdido equilibrio geopolítico regional. Por el momento la iniciativa ha sido del Primer Mandatario de Brasil, pero sería conveniente que el presidente Evo Morales aproveche la oportunidad para lograr ventajas para el país en una larga lista de temas.
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