Artigo colombiano contra Chávez, mas interessante

El diputado Pirela

Claro que es legítimo hacer chavismo en Colombia.

Humberto de la Calle

Claro que es legítimo hacer chavismo en Colombia. Como marxismo, o neoliberalismo. En democracia, el juego debe ser igual para todos. Por lo tanto, la expulsión del diputado Pirela luego de haber pronunciado su perorata, apenas llega a un mínimo problema de extranjería con el DAS y no alcanza la dimensión de una vocación confesional del Estado colombiano. Dicho esto, sin embargo, debo agregar dos cosas. El respeto a la libertad de expresión del chavismo, no significa que allí esté el interés nacional colombiano. Más allá del dilema izquierda o derecha, miles de razones netamente nacionales hacen que el chavismo no sea la mejor opción para nosotros. Como tampoco la fue Boves en su momento. En segundo lugar, si la libre circulación de las ideas chavistas llegase a estar acompañada del uso de las armas o del propósito de infiltrar el ejército colombiano, Colombia tiene el derecho —y el deber— de ejercitar la vigilancia debida a estas actividades, dentro del marco de respeto al pluralismo. Fuentes de la Embajada venezolana sostienen que la incursión de círculos chavistas en las fuerzas armadas es una leyenda. Puede ser. Pero no hay que olvidar otras dos cosas: la estrategia de Chávez es la de colocar a la fuerza armada como eje central de la revolución bolivariana. Y, para lograrlo, Chávez no ha dudado en recorrer el camino de la propagación clandestina de células dentro del estamento militar. Siendo cadete, viajó al Perú para asistir a la conmemoración de la batalla de Ayacucho. Conoció allí al general Velasco Alvarado, quien desde 1968 presidía en ese país un régimen antiimperalista. En 1977 agrupó a varios militares en el Ejército de Liberación del Pueblo de Venezuela (ELPV). Más tarde, de la mano de Jesús Urdaneta Hernández, decidió que el camino de la revolución era el ejército. “No nos vamos a unir a la guerrilla, que está vencida”, dijeron. A partir de 1982 Chávez impulsó una conspiración política seria. Junto con otros instructores en la Academia Militar, fundó el Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 (MBR-200). Además del mencionado Urdaneta, lo acompañó Felipe Acosta Carles. En 1985 se les unió Francisco Arias Cárdenas, pieza clave en el intento de golpe de 1992. Como si fuera poco, es evidente el carácter expansionista del chavismo. Argentina, compra de deuda pública. Bolivia, emisoras. Nicaragua, urea a través de alcaldes prochavistas. En la pasada manifestación del magisterio colombiano, tuvimos banderas venezolanas. El diputado Pirela invocó en su defensa, después del discurso de Baranoa, que estaba ejercitando su libertad de expresión. Estupendo. Lo paradójico es que esa misma defensa no tenga lugar en el territorio venezolano. No creo que Pirela haya criticado el cierre de Radio Caracas TV. Ni la amenaza sobre Globovisión, última voz de la oposición en el espectro electromagnético. Entre tanto, aquí se quiere lapidar a Santos porque dijo algo obvio: Venezuela, por fuerza de su política exterior, ha disminuido su cooperación en la lucha antidrogas. Santos ha cometido errores. Pero no puede ser sacrificado para darle gusto a Chávez. No sería propiamente muy patriótico enviar la cabeza sangrante de Santos al Palacio de Miraflores en la valija diplomática de Roy Chaderton. ~~~ Claro que Gossaín no reveló su fuente periodística. Pero que Juan Cristo no se camufle de manso cordero. Él fue, desde Palacio, la garganta profunda del gobierno Samper, encargado de las filtraciones para atacar a sus opositores.