Chávez reconoce que se equivocó "en la selección del momento"
El presidente venezolano dice que su país "no está maduro para el socialismo"
FRANCISCO PEREGIL (ENVIADO ESPECIAL) - Caracas - 05/12/2007
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se echó ayer parte de la culpa correspondiente a la derrota en el referéndum del pasado domingo sobre la reforma constitucional que él promovió. La otra parte de la responsabilidad la arrojó sobre el propio país que, según Chávez, no se encuentra preparado para el socialismo. "¿Se equivocó Hugo Chávez de momento?", se preguntó en unas declaraciones televisivas efectuadas por teléfono a un canal estatal. "Pudiera ser", se respondió Chávez. "Pudiera ser que aún no estemos maduros, preparado un pueblo para asumir el proyecto socialista".
"Antes de estar buscando culpables por aquí y por allá... No, yo me equivoqué en la selección del momento estratégico para hacer la propuesta. Eso pudiera ser. Puede ser que esos 3,4 millones
[de supuestos chavistas que debían haberle votado y se abstuvieron] aún no están maduros políticamente para asumir sin temores, sin dejarnos atemorizar por la propaganda adversaria, sin dudas de ningún tipo, un proyecto socialista", declaró Chávez. "Nos ha faltado intensidad en la explicación, en el convencer a los demás de cuál es el camino al socialismo. (...) Esperemos más adelante. Es un proceso", añadió.
El presidente también reconoció que el resultado fue "una sorpresa", porque todas las encuestas que manejaba hasta las seis de la tarde (once de la noche en la España peninsular) le garantizaban el triunfo del sí, aunque con estrecha diferencia. En las declaraciones ante la televisión pública, Chávez aseguró que optó por reconocer la derrota antes que esperar las actas procedentes del exterior del país y las manuales. "Yo no voy a estar mordiendo aquí un 0,01, como triunfaron en otros países presidentes, empezando por EE UU. Queda la duda para siempre (...). Estoy seguro de que la mayoría de nuestra gente lo entiende y acepta, y que ningún revolucionario y socialista honesto hubiera querido un triunfo tan pírrico, que se hubiera convertido en una derrota moral. (...) ¿Y por encima de cuántos muertos estuviéramos hablando ahorita?", se preguntó.
En cuanto a los dirigentes opositores que durante semanas lanzaron las sospechas de fraude sobre la gestión del Centro Nacional Electoral y llegaron a pedir la abstención..., hasta ayer, ninguno había reconocido su error.
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