Venezuela: Declaración de la JIR
Llamamos a votar nulo en el referendum del 2/12
Por: JIR (FT-CI)
Viernes 30 de noviembre de 2007
FRENTE A LA REFORMA CONSTITUCIONAL HAY QUE FORJAR UNA POLÍTICA OBRERA INDEPENDIENTE
EN EL REFERENDUM DEL 2 DE DICIEMBRE LLAMAMOS A VOTAR NULO
Como mostraron los enfrentamientos entre estudiantes de la oposición de derecha y estudiantes del chavismo, que dejaron varios heridos de bala hace unas semanas, y la reciente muerte del trabajador simpatizante del chavismo a manos de sectores de la derecha, la coyuntura política del país está cruzada por la creciente polarización que ha generado la reforma constitucional impulsada por Chávez, y que será sometida a referéndum el próximo domingo, 2 de diciembre. La campaña hacia el referéndum agitó el clima político con las acciones y marchas de la derecha estudiantil junto a los capitostes de los partidos tradicionales de la derecha, y choques callejeros con simpatizantes del chavismo. Chávez y el gobierno dicen que es para "profundizar la revolución", la oposición de derecha dice que se trata de una avanzada contra "la propiedad privada". Pero como explicaremos, no hay nada de socialista en la propuesta, y por eso, hoy más que nunca es necesaria una fuerza obrera que muestre una salida obrera independiente.
La situación política se crispó con las declaraciones del hasta hace poco ministro de Defensa y hombre cercano de Chávez, general retirado Isaías Baduel, que llamó a oponerse abiertamente a la reforma. Si bien Chávez en su discurso del 4/11 había anticipado que algunos individuos de sus filas podrían "saltar la talanquera", no dejó de sorprender el fuerte discurso, por el papel importante que se sabe cumplió Baduel en la derrota del golpe del 11 de abril de 2002. Aún está por verse lo que hay detrás de la movida política de Baduel, pero muestra a las claras las divisiones de los grupos de poder que rodean a Chávez. Además reaviva el movimiento que se opone por derecha a la reforma constitucional y tiende a mostrar cierta debilidad política del gobierno nacional.
LA OPOSICIÓN Y EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DERECHIZADO
Gruesos sectores del movimiento estudiantil, influenciados fuertemente por los partidos de la oposición, tienen un claro perfil derechista, pues se movilizan en defensa de lo que ellos llaman ataques a la propiedad privada por parte del gobierno nacional. Según ellos, "se avanza hacia un socialismo estatizante" que "conducirá al modelo cubano que no queremos". Se trata de una base social compuesta de estudiantes de clase media acomodada y alta, de universidades públicas y privadas, donde el chavismo es sumamente débil.
Si bien este sector toma ciertas banderas democráticas, como es el caso de los cambios para los estados de excepción donde se amenaza con restringir las garantías democráticas, consideran que esto es para colocar al país bajo la órbita de un supuesto "castro comunismo". Critican claramente que bajo el proyecto de la reforma se concentran más poderes en el presidente, pero lo objetan porque supuestamente, será utilizado para atacar la propiedad privada.
Es claro que el gobierno, con la reforma apunta a concentrar más poderes en la figura presidencial, cuestión que hemos explicado en otros artículos, avanzando hacia una mayor bonapartización del régimen y limitando ciertos derechos y garantías democráticas en los estados de excepción. Pero la propuesta de todos estos sectores es volver a la Constitución del Pacto de Punto Fijo, donde dos partidos de derecha se alternaban en el poder, concentrándolo todo en sus manos, donde una ultra minoría también decidía los rumbos y destinos del país. Este es el verdadero rostro de estos sectores, que hoy retoman sus banderas, tras las marchas de estudiantes derechizados que, por ejemplo en el terreno universitario, no desean que los pobres de los barrios tengan acceso a la Universidad.
LA REFORMA BUSCA AVANZAR CON EL "SOCIALISMO CON EMPRESARIOS"
La reforma constitucional no apunta a profundizar revolución alguna, sino que sigue con las políticas de un limitado nacionalismo burgués, que desde hace tiempo viene pactando con todos aquellos sectores empresariales que aceptan su dominio, siendo el sector más emblemático, el gran magnate de los medios de comunicación, Gustavo Cisneros. Chávez, al contrario de lo que dice la derecha, ha insistido muchas veces en que respetará la propiedad privada, más allá de todos los alardes que día a día repite contra el capitalismo. Su política no pasa de un "socialismo con empresarios", es decir la continuación de la propiedad privada de los medios de producción. Hasta ha surgido un sector de "Empresarios Socialistas por Venezuela" que apoya a Chávez y su reforma constitucional. Aunque es cierto que los grandes sectores empresariales no lo reconocen como su gobierno, y mientras negocian, continúan aspirando a retomar el control del gobierno, y hacerse nuevamente de la gallina de los huevos de oro, la petrolera estatal PDVSA.
También, por muchas diatribas que arroje diariamente contra el imperialismo, Chávez eleva a rango constitucional las empresas mixtas petroleras con las grandes transnacionales, aceptándolas como socias en los negocios petroleros con todas las garantías para que puedan repatriar íntegramente sus ganancias a los países imperialistas, evidenciándose que no hay ruptura con el imperialismo más allá de los fuertes roces que permanentemente tiene.
En el plano agrario, se eleva a rango constitucional la "abolición del latifundio", pero en realidad no pasa de lo que ya está establecido en la Ley de Tierras, que tras ocho años mantiene a los latifundistas y campesinos sin tierra, pues el latifundio se define por si la propiedad es productiva o no, y no por la extensión de la misma. Así, termina en letra muerta tal promulgación jurídica constitucional y no hay reparto de la tierra a los campesinos pobres (como mucho se negocia con el latifundista que ceda una parte de sus extensiones bajo indemnización), y se pena con cárcel si avanzan por cuenta propia en ocupaciones de tierras productivas.
Al mismo tiempo, Chávez busca atraer a los trabajadores y al pueblo, con propuestas como la reducción de la jornada laboral a 36 horas semanales, y el derecho a la seguridad social para los trabajadores por cuenta propia, demandas fundamentales de los trabajadores. Pero el hecho de incluirlas en el texto constitucional no garantiza su aplicación, a sabida cuenta de que casi el 50% de los ocupados se encuentra en la economía informal, cuando el empleo informal sobrepasa estos porcentajes. Los trabajadores de Sanitarios Maracay demostraron, durante su ocupación de 9 meses de la fábrica bajo su gestión, que eran capaces de trabajar 4 horas diarias manteniendo la producción sin necesidad de sobreexplotarse. Sin embargo el gobierno tuvo la política de liquidar esta experiencia, en vez de generalizarla.
ES NECESARIO FORJAR UNA POLÍTICA OBRERA INDEPENDIENTE
Frente a la situación actual, la clave está en la necesidad de que los trabajadores levanten una clara política independiente. Estamos ante la presencia de una propuesta de Reforma Constitucional que busca ampliar los márgenes de poder del gobierno para regimentar la lucha de clases y los movimientos de las distintas fracciones de las clases, en el camino de su "socialismo con empresarios". Este es apoyado por el sector burgués y propietario que apoya al gobierno y recibe de éste el impulso, mientras los sectores mayoritarios de la clase dominante se le oponen, defendiendo la Constitución de 1999. No apoyamos esta reforma porque mantiene las bases legales del capitalismo, de la continuidad de la explotación de los trabajadores de la ciudad y el campo, fijando los marcos de la sociedad de clases. Se continúa defendiendo la explotación de los trabajadores y los pobres, mantiene la existencia de millones de tierras en manos privadas mientras son millares los campesinos pobres que siguen sin tierra para trabajarla, y continúa defendiendo la sociedad de intereses con las grandes transnacionales imperialistas petroleras, más allá de todo el palabrerío "socialista" que se le incorpora, y de la falacia del "poder popular" elevado a rango constitucional que no apunta a otra cosa que a la cooptación de cualquier organismo de que se doten los trabajadores y el pueblo. Distinto sería si todos estos grandes problemas y las demandas obreras y populares se pudieran discutir en una Asamblea Constituyente libre y soberana, y que la reforma constitucional que plantea Chávez no toma. Nosotros hemos estado en primera fila enfrentando los distintos embates de la oposición de derecha proimperialista, y defendemos claramente las conquistas alcanzadas por los trabajadores. Pero Chávez no está dispuesto a someter los problemas fundamentales del país al debate de los trabajadores, campesinos y el pueblo pobre. Habla del "poder constituyente" pero no se anima a abrir un verdadero "proceso constituyente", convocando a una verdadera Asamblea Constituyente libre y soberana para discutir todos estos problemas fundamentales. Al negarse a esta perspectiva, le deja esta bandera democrática a los reaccionarios y golpistas de la oposición que la utilizan para mejor engañar al pueblo, que jamás se animarán a levantar una Constituyente a no ser amañada y controlada al viejo estilo de los adeco-copeyanos.
La Reforma Constitucional de Chávez no plantea la ruptura con el imperialismo ni las medidas que impliquen la nacionalización completa de los sectores estratégicos de la economía bajo control obrero y, mucho menos, la liquidación del Estado burgués que comienza con el armamento de los obreros bajo la forma de milicias de trabajadores, que sería el punto de partida serio de todo programa verdaderamente socialista. Esto no lo hará nunca Chávez, y éste debe ser el programa de los trabajadores que debe partir de conquistar la independencia de los sindicatos respecto al gobierno y al Estado, en la perspectiva de construir sus propias organizaciones de masas como los consejos obreros y populares y las milicias obreras. Hoy más que nunca es imprescindible luchar por la ruptura con el imperialismo en el camino de una verdadera liberación nacional, una profunda revolución agraria, terminar de una vez por todas con el problema estructural de la vivienda que aqueja a millones de venezolanos, avanzar en el camino de la expropiación de los grandes capitalistas y terratenientes, en la perspectiva de luchar por un gobierno obrero y del pueblo pobre.
Frente al actual referéndum se presentan aparentemente solamente dos opciones, la del SI a la reforma que propone Chávez y la Asamblea Nacional, y la del NO que defienden la amplia mayoría de los sectores de la oposición de derecha y sectores minoritarios que se desprenden del chavismo llamando a defender la Constitución del ’99. Ninguna de estas variantes es opción para los trabajadores, ya que la Constitución reformada o no continúa defendiendo la propiedad privada de los medios de producción, es decir el régimen de explotación capitalista. Por eso, llamamos a votar nulo el próximo domingo 2 de diciembre.
Frente a todos los ataques de la oposición de derecha y del imperialismo nos hemos movilizado para derrotarlos, como fue durante el golpe de abril del 2002, y durante el paro-saboteo petrolero, y no dudamos ningún segundo en volver hacerlo cada vez que haya un nuevo ataque del imperialismo y la reacción interna, pero esta disposición no implica de ninguna manera apoyar el proyecto del Presidente Chávez y en este caso específico su propuesta de Reforma Constitucional por todo lo expuesto y fundamentado en esta declaración, y lo desarrollamos ampliamente en la edición especial sobre la Reforma en nuestro periódico En Clave Obrera .
Para avanzar a luchar por la independencia política de los trabajadores es necesario levantar una política obrera independiente, poniendo en pie un partido propio de los trabajadores que permita dar los pasos fundamentales hacia la independencia de clase, y darle la espalda tanto a la vieja derecha venezolana, como también al "socialismo con empresarios" que pregona Chávez, en la perspectiva de luchar por un potente partido revolucionario de los trabajadores y trabajadoras. Por eso llamamos a todas las organizaciones que se reivindican socialistas revolucionarias, obreras y de la clase trabajadora a poner en pie juntos en lo inmediato un gran movimiento por un gran partido de los trabajadores basado en las organizaciones obreras como sindicatos clasistas, comités de fábrica, etc. Desde la Juventud de Izquierda Revolucionaria hemos venido sosteniendo esta necesidad. Hacemos una vez más el más amplio llamado unitario, en particular al sector que lidera el compañero Orlando Chirino que coordina decenas de sindicatos en diversos estados y C-CURA -Petróleo, para que unamos todas nuestras fuerzas y construir un verdadero partido de los trabajadores en la perspectiva de imponer un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre.
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