El corredor interoceánico
Los presidentes de Bolivia, Brasil y Chile expresaron su intención de impulsar la consolidación de un corredor interoceánico que comprenda carreteras de sus propios territorios hasta unir los puertos de Santos y Arica, en el Atlántico y el Pacífico, respectivamente. Habrá que esperar que esta vez se consolide este proyecto, parecido a muchos otros que fueron anunciados en el pasado sin que nada se haya avanzado hasta ahora. Con el anuncio se fortalece el proyecto para que el corredor pase por La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz, es decir la troncal de carreteras del país. Otros proyectos han quedado aplazados por esta decisión.
El proyecto del que más se habló últimamente fue el que impulsaba el alcalde de Iquique, Jorge Soria, por el cual la ruta interoceánica debía pasar al sur de Uyuni, Tupiza, Tarija, Villa Montes y el Paraguay, hasta Brasil.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva, propuso también, antes de acudir a esta cita, otra conexión de Bolivia con sus vecinos. Habló de las obras que su país está dispuesto a financiar dentro del territorio boliviano para que los departamentos del norte se conecten a la vía interoceánica que proyectan Brasil y Perú. Todos estos compromisos exigen que Bolivia se proponga cumplir con algunas condiciones internacionales, a fin de que los transportistas de otros países estén dispuestos a recorrer carreteras nacionales.
En primer lugar habrá que asegurar el libre tránsito, que nadie tendría que interrumpir por ningún motivo. Esta condición es indispensable para que Bolivia sea incorporada en los planes de países vecinos.
Para ello será preciso realizar un trabajo de educación popular a fin de que nadie tenga jamás la tentación de bloquear una carretera internacional, como ocurre con demasiada frecuencia con las carreteras nacionales. Cumplido ese propósito, todos los demás se facilitarían, pues Bolivia habría alcanzado la categoría de territorio seguro para el transporte internacional. Además, está la condición referida a la calidad de las vías. Habrá que cumplir con todos los estándares, referidos al trazado, a los peraltes y a las señalizaciones. También habrá que dotar a las carreteras de un buen sistema de auxilio, de fácil y rápido acceso.
Si los transportistas de alguno de los países vecinos quieren atravesar el territorio nacional por la ruta más corta, será bueno aceptar que no deban pasar por todas las ciudades de Bolivia. Habrá, por lo tanto, que distinguir entre el paso del transporte y el del turismo. Desde ese punto de vista, quizá sea la ruta elegida esta vez la más larga, aunque la más apta para fines turísticos. Otras propuestas de corredores, más expeditos, para uso del transporte pesado, son las más directas, como el proyecto del sur del país y en el que están interesados Brasil, Paraguay, el sur de Bolivia y el puerto de Iquique.
Las autoridades tarijeñas han decidido impulsar el proyecto del sur y las pandinas se han entusiasmado con el proyecto del norte. Es el resultado de la ventajosa ubicación geográfica que tiene el territorio nacional para los países de la región que buscan conectarse a través del corazón de Sudamérica.
Pero es preciso que los bolivianos asimilen la importancia de aportar con su respaldo decidido a estos proyectos,
un apoyo que consistirá sobre todo en garantizar el libre tránsito de todas las carreteras.
http://www.la-razon.com/versiones/20071216_006122/nota_245_520835.htm
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