"Desde mi punto de vista –y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez– Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general. En cambio, en América Latina no hay soluciones, sólo problemas; pero por más doloroso que sea, es mejor tener problemas que tener una mala solución para el futuro de la historia."

Ignácio Ellacuría


O que iremos fazer hoje, Cérebro?

domingo, 21 de outubro de 2007

A Grã-Bretanha é uma ameaça ao Chile!

Alerta por el cierre de bases militares y despreocupación por la zona:
Se reaviva la inquietud chilena por la Antártica tras eventual reclamo británico

Sábado 20 de octubre de 2007

La base "Arturo Prat" estuvo a cargo de la Armada hasta 2003, cuando razones presupuestarias obligaron a restringir su uso.Foto:EL MERCURIO

Diputados de la Concertación y de la Alianza pidieron más recursos económicos para asegurar presencia en el continente helado.
MAURICIO CAMPUSANO S.
A raíz de que el gobierno británico confirmó que considera presentar cinco reclamos ante la Comisión de Naciones Unidas sobre los Límites de la Plataforma Continental -que incluiría el territorio de la Antártica-, desde el mundo político y científico se exigió a La Moneda redoblar los esfuerzos para revertir la relativa pérdida de interés que ha habido en los últimos años sobre el territorio en el que Chile ejerce soberanía.
El reclamo lo encabezaron en forma transversal parlamentarios de la Alianza y de la Concertación, quienes abogaron por una mayor inyección de recursos económicos y logísticos con el fin de fortalecer la presencia nacional en esas latitudes, sobre todo por la experiencia con Laguna del Desierto, cuando en 1994 se perdió territorio en favor de Argentina tras un laudo arbitral.
Si bien el martes pasado la Cámara de Diputados aprobó una comisión especial permanente para la Antártica, ayer el mundo parlamentario coincidió en que se deben dar pasos más concretos para resguardar los intereses chilenos en la zona.
Para los diputados Rodrigo Álvarez, Jorge Ulloa (ambos UDI) y Alberto Cardemil (independiente), una de las soluciones pasa por aumentar el presupuesto que se asigna a las Fuerzas Armadas para mantener en operación las bases militares en la Antártica.
Es lo que plantean los parlamentarios sobre la base de tres hechos: el cierre de la base "Arturo Prat", el desuso en verano de las bases "Presidente González Videla" y "Teniente Parodi", y el presupuesto de continuidad que contempla la ley respectiva de 2008, que por estos días es discutida en el Congreso.
"La postura británica debiera ser una luz amarilla para que la Ley de Presupuesto contemple los recursos necesarios para darle a las Fuerzas Armadas el sustento necesario que les permita mantener nuestra soberanía y postura respecto a la Antártica", apuntó Ulloa.
La voz de alerta de estos parlamentarios fue respaldada por sus pares oficialistas Jorge Tarud y Carlos Abel Jarpa, quienes -además de exigir mayor preocupación por parte de La Moneda- criticaron la pretensión inglesa en el entendido que, dijeron, ésta vulnera el Tratado Antártico de 1959, que apunta a prevenir reclamaciones sobre el continente blanco.
Reunión de países
Los diputados oficialistas propusieron al Gobierno que tome el liderazgo y convoque a los países reclamantes del Tratado Antártico: Chile, Argentina, Reino Unido, Australia, Francia, Noruega y Nueva Zelandia.
La postura transversal de los parlamentarios se expresará el próximo jueves, cuando los integrantes de la Comisión de Defensa de la Cámara Baja viajen a la Antártica para testimoniar el interés nacional por esa zona.
Cada vez menos recursos
Desde el 2001 que las operaciones de las FF.AA. se han visto reducidas por baja de presupuestos.
Los problemas financieros para mantener las operaciones de las bases chilenas en la Antártica comenzaron a fines de la década de los noventa con el alza de los precios de los combustibles y la merma en el presupuesto producto de la crisis asiática.
La primera institución en quejarse de la baja de recursos fue la Fuerza Aérea, que el 2001 solicitó directamente al Gobierno una inyección de recursos extras para financiar el elevado costo de las operaciones aéreas equivalente a US$ 3 millones. Éstos fueron autorizados a mediados de ese año, lo que permitió las normales operaciones en el 2002.
Sin embargo, a fines de ese año la Armada informó de su decisión de cerrar la base "Arturo Prat" que operaba desde 1947 ininterrumpidamente, y abrirla solamente durante el verano.
Así se reaccionó ante la negativa del Gobierno de entregar los $ 3 mil millones que junto al INACh, el Ejército y la Fuerza Aérea se solicitó para poder realizar sus operaciones normales.
Ese año sólo se autorizó un presupuesto de $860 millones, lo que también obligó a las FF.AA. a reducir sus expediciones, pese a que el Ejército realizó una fuerte inversión para remodelar la base "O'Higgins".
Entre las medidas de austeridad, la FACh concluyó con sus misiones de verano en Patriot Hills y las comenzó a planificar cada dos temporadas. Al mismo tiempo, suspendió sus expediciones al Polo Sur, las que venía incrementando desde mediados de los noventa.
Pese a todo, y con presupuestos internos, la Fuerza Aérea planea refaccionar sus instalaciones en la base Frei Montalva -donde está la importante pista Teniente March- para lo cual firmó un convenio con la Universidad Mayor para el diseño de las nuevas instalaciones.

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